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6.1. Por zonas

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Las zonas en las que se divida el establecimiento comercial vendrán determinadas por su propia arquitectura. No todos los locales permiten la posibilidad de ofrecer grandes espacios de venta, así como otros no permitirán la instalación de un almacén para la conservación de su stock.

Habitualmente, la estructura de un establecimiento comercial suele disponer de cuatro zonas diferenciadas y generalmente separadas entre sí, conocidas como zona de ventas, zona de recepción y descarga, zona de almacén y zonas auxiliares, como se puede observar en la figura que te presentamos a continuación:


Zonas en un espacio comercial

EJEMPLO

Las zonas auxiliares se pueden utilizar para las oficinas, aseos, zonas de descanso o vestuarios para el personal.

Zona de ventas

La zona de ventas de un establecimiento o local comercial es la que habitualmente tiene un mayor tamaño con respecto al resto de las instalaciones. Se pueden diferenciar dos tipos de zonas de venta en función de las dimensiones del establecimiento.

Pequeñas superficiesGrandes superficies
Los artículos se encontrarán presentados sobre expositores, estanterías o lineales distribuidos y apoyados en las paredes laterales además de paralelamente entre sí, permitiendo espacios para el tránsito entre los posibles pasillos creados. La dificultad en su colocación radica en la arquitectura interior de los locales.Suelen ser naves o locales de nueva construcción, por lo que generalmente responden a arquitecturas a ras de suelo y de una sola planta, generalmente diáfanas, para facilitar la distribución de los elementos expositores y lineales del interior de la superficie.

La zona de ventas permitirá, a su vez, establecer una serie de criterios que suponen una estandarización en cuanto a la redistribución de las diferentes mercancías en superficies tales como grandes centros comerciales e hipermercados.

A continuación puedes observar un esquema de la habitual separación de los diferentes productos por familias en las grandes superficies.


La zona de ventas suele ser un área debidamente iluminada, a veces incluso con hilo musical incorporado para favorecer la estancia en la misma mediante el uso de melodías tranquilas y relajantes, y en la que se realizan promociones de artículos mediante la implantación de stands, puestos de degustaciones, cartelería, y demás tipos de publicidad directa o indirecta.

NOTA

Si se quiere fomentar una venta impulsiva e irracional, a la vez que rápida para que entre y salga una mayor clientela, el hilo musical será de ritmos rápidos, música disco o techno, etc.

Zona de almacén

La zona destinada al almacén tiene la misma importancia o mayor que la destinada a las ventas, ya que en ella se almacena el stock necesario para reponer los lineales de la sala de ventas.

Dependiendo del tipo de establecimiento comercial del que se trate, variarán las dimensiones del almacén.


A la hora de situar el almacén, es conveniente que este se ubique entre los muelles de carga y descarga y la sala de ventas. De esta forma los productos seguirán un flujo coherente y se optimizarán los tiempos de traslado de mercancías.

NOTA

En las grandes superficies los almacenes suelen estar dotados de buena luminosidad, aunque lógicamente nunca serán zonas tan bien iluminadas como la sala de ventas.

Una zona de almacén debe estar consecuentemente ordenada y limpia de obstáculos, de esta forma se evitarán riesgos y problemas, tales como accidentes laborales, caída de productos. Además, en el almacén se deberá seguir un criterio organizativo similar al de la sala de ventas, por lo que existirán zonas habilitadas para evitar colocar, por ejemplo, productos tóxicos al lado de productos alimenticios.

Zona de recepción y descarga

La zona destinada a la recepción y descarga de mercancía por parte del proveedor suele estar completamente ligada a la zona de almacén. De hecho, en muchas ocasiones, esta no es una zona diferenciada de la segunda, sino más bien una continuación de ella.

En la mayoría de las ocasiones, los almacenes suelen situarse cerca de los muelles de descarga, que son lugares habilitados para la carga y descarga de mercancías. Estos muelles pueden ser de distintos tipos, aunque todos coinciden en ciertos puntos:

Están dotados de puertas de acceso que permiten la entrada de mercancías a las instalaciones.

Son ideales para el acceso de vehículos de transporte.

Se construyen de forma elevada para facilitar la carga y descarga de los camiones.

En los muelles de carga de mercancía y en la zona de recepción y descarga de artículos suelen existir una serie de elementos comunes.


1 Puertas de acceso elevadas: significación evidente de que esa zona de recepción y descarga está habilitada con muelles de carga. Estas suelen tener debajo un anclaje, que permite mediante un gancho o cuerda sujetar el remolque del camión al muelle para evitar movimientos indeseados durante la carga o descarga de mercancía.

2 Toldos extensibles: evitan que el sol y las inclemencias del tiempo, tales como la lluvia, dificulten las operaciones de carga y descarga, o dañen la mercancía.

3 Topes: al igual que en los puertos marítimos, se disponen topes acolchados para evitar que el remolque colisione contra el muelle y dañe su estructura.

4 Lámparas: permiten iluminar la puerta de acceso o el remolque del camión en caso de ser de noche o demasiado temprano, como suele ser habitual en la descarga de mercancía, así como en días nublados o de poca visibilidad.

La zona de recepción y descarga puede resumirse en ese muelle de carga unido directamente con el almacén o puede ser una zona determinada.

En el caso de tratarse de una zona establecida para tal efecto, puede diferenciarse del almacén de artículos propiamente dicho de manera física (mediante muros o paredes), o acotada por zonas señaladas en el suelo de las instalaciones con pintura.

De un modo u otro, estas zonas de recepción y descarga suponen un espacio nuevo, diferenciado del almacén pero cercano a él, para facilitar la colocación de los nuevos artículos en el lineal.

Al igual que sucede en las zonas destinadas al almacenamiento de los artículos, la zona de recepción y descarga ha de encontrarse siempre y en la medida de lo posible recogida y limpia, además de libre de obstáculos.

Esta zona es de paso continuado tanto de maquinaria, tal como carretillas elevadoras y transpaletas, como de operarios a pie, encargados de trasladar la mercancía recibida a las diferentes áreas habilitadas para su almacenamiento en los diferentes lugares destinados para ello en la zona de almacén de stock de productos.

IMPORTANTE

No es recomendable que la zona de recepción y descarga se encuentre diametralmente opuesta a la de almacén, o simplemente alejada del mismo, ya que dificultaría el trabajo, alargándolo en el tiempo de forma innecesaria.

Zonas auxiliares

Se conocen como zonas auxiliares a todas aquellas que, siendo necesarias igualmente en un centro comercial, son complementarias a las indicadas zonas de ventas, de almacén, o de recepción y descarga.

Algunas de las zonas auxiliares están relacionadas con los clientes de los establecimientos comerciales; en el siguiente esquema se citan las más comunes:


Otras zonas auxiliares que se suelen dar en los establecimientos comerciales son las relacionadas con los trabajadores; a continuación se muestran las más importantes:

 Almacén bazar: a veces para facilitar la reposición de artículos con mucha salida, y dependiendo de las posibilidades que ofrezcan las dimensiones de la superficie comercial, se habilitan unas zonas destinadas a un almacenaje menor de productos conocidas con el nombre de almacén bazar.

 Aseos: habitualmente suelen ubicarse cerca de las taquillas y vestuarios de personal. Por razones de imagen e higiene, en la medida de lo posible los aseos de los trabajadores deberán ser diferentes a los de los clientes.

 Taquillas y vestuarios: son zonas habilitadas para que los operarios de la empresa puedan cambiarse de ropa antes y al finalizar su jornada laboral. Estos pueden ser más o menos completos, desde aquellos que permiten el aseo total del empleado tras la jornada laboral y equipados con duchas individuales y aseos, a simples zonas habilitadas con taquillas para poder cambiarse de uniforme.

 Almacén de alimentación: son similares a los almacenes bazar, con la diferencia de que en estos almacenes se conservan los productos alimenticios. De este modo los operarios pueden reponer los artículos sin la necesidad de acudir continuamente al almacén principal, de forma que se asegura un trabajo más fluido y efectivo.

 Oficinas: desde ellas se realizan las gestiones derivadas de la actividad comercial que realiza la empresa. Dependiendo del tamaño de la superficie, estas estarán divididas en diferentes departamentos, o se gestionará todo desde un solo despacho.

Dentro de las superficies comerciales se pueden encontrar diferentes departamentos, cada uno de ellos tiene una función determinada y en su conjunto permiten desempeñar correctamente la actividad comercial.

Operaciones auxiliares en el punto de venta. COMT0211

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