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LECCION 5.ª

CONCEPTO DE GRACIA

Para tener un concepto correcto de lo que es la gracia de Dios, es preciso echar mano de los datos que nos proporcionan las Sagradas Escrituras. Todo lo que a este respecto nos pueda ofrecer la Teología elaborada a lo largo de la Historia de la Iglesia ha de ser contrastado con el depósito de la Revelación, que es la Palabra de Dios, única norma de nuestra fe.

1. El uso del Antiguo Testamento

Tres son los términos que el hebreo del Antiguo Testamento emplea para expresar el concepto de “gracia”:

A)Jen, del verbo janán, que significa: mostrarse misericordioso, amable, generoso, propenso a dispensar favores. Jen, pues, significa “gracia” en el sentido de “favor hecho por benevolencia”. Este es el significado que tiene, por ej. en Gén. 6:8: “Pero Noé halló GRACIA ante los ojos de Jehová”.

B)Jesed. Esta palabra significa “gracia” en el sentido de “caridad, benignidad, misericordia”. En cierto sentido, corresponde de cerca a la idea novotestamentaria de “gracia” en sus aspectos conectados con la Redención. Así la encontramos en Ex. 20:6: “y hago misericordia a millares...”

C)Ratsón, que significa “contentamiento, aceptación, buena voluntad”. Así lo encontramos en Is. 60:10. También en las versiones hebreas de Lc. 2:14 y Flp. 2:13, en que corresponde al griego eudokía.

Estos tres sustantivos y los adjetivos y verbos correspondientes aparecen en el Antiguo Testamento con una frecuencia impresionante y nos ayudan a formarnos una correcta idea de lo que significa el término “gracia” en sentido teológico. Pero, como dice E.F. Kevan, el concepto véterotestamentario de “gracia” no se obtiene adecuadamente con un mero análisis del lenguaje, pues se revela a través de la acción. La doctrina de la gracia está reflejada por doquier en las costumbres, instituciones y experiencias que brotaron de la elección divina y se plasmaron en la historia y en la geografía del pueblo escogido. La libre elección divina de Abraham, Isaac y Jacob (Israel); la revelación a Moisés desde la zarza ardiendo, después en el Sinaí, etc.; la misión de los profetas, la restauración después de la cautividad; todo ello es manifestación del favor, de la misericordia y de la buena voluntad de Dios para con Su pueblo. La primera muestra de “gracia” o “favor inmerecido” de Dios a la humanidad se manifestó ya en Gén. 3:15 con la primera promesa de un Redentor.

2. El uso del Nuevo Testamento

El Nuevo Testamento usa siempre el término kháris para referirse a la “gracia”. Pero este término tiene varios sentidos:

A’)El sentido más elemental, dentro y fuera de la Biblia, es el de “encanto” o “atractivo”. Este sentido ha pasado a las lenguas latinas y el vulgo lo conoce muy bien (¡Qué gracia tiene! ¡Me ha caído en gracia!). Véase en este sentido Lc. 4:22; Co. 4:6.

B’)Otro sentido, también elemental y muy empleado por todos, es el de “agradecimiento”, como cuando decimos “muchas gracias”, en señal de gratitud, o “dar gracias”, para referirnos a la bendición de la mesa. Así, el término se emplea para expresar la reacción emocional de alguien que ha recibido un “favor”. Véanse Lc. 17:9 y Rom. 6:17.

C’)Entrando ya en el uso más típico de “gracia”, de acuerdo con el concepto del Nuevo Testamento, nos encontramos con el sentido de “favor”, con el mismo significado que el hebreo “jen”, y expresa una actitud favorable, soberanamente libre, totalmente gratuita, de Dios hacia los hombres. Esta actitud, al pasar a la acción, se concreta en dos sentidos:

(a)idea de “gracia” como don salvífico (por ej. Ef. 2:8). A veces, este don se imparte para edificación del Cuerpo de Cristo, como en Ef. 4:7. Pablo hace uso de este vocablo para referirse a la liberalidad de los fieles de Corinto, en 1.ª Cor. 16:3;

(b)idea de “gracia” como poder que habilita al hombre para actuar por encima de sus fuerzas naturales; más aún, a pesar de su debilidad, y precisamente a través de esa misma debilidad. Véanse 1.ª Cor. 15:10 y 2.ª Cor. 12:9,10.

3. La gracia como don inmerecido

Para penetrar debidamente en el sentido del término “gracia”, conforme el Nuevo Testamento nos lo ofrece, hemos de percatarnos del contraste bíblico entre “gracia” por parte de Dios, y “mérito”, “esfuerzo”, “obra” por parte del hombre. En este sentido podemos definir concisamente la gracia como “todo don inmerecido de Dios a los hombres”, y, más en concreto, “el don inefable de Dios, en Jesucristo, a los pecadores”. Véanse Lc. 2:52; Hech. 2:47; Rom. 5:15,17,20; 11:6; 1.ª Cor. 15:10; 2.ª Tim. 2:1; Tito 2:11.

Esta gracia, llamada “gracia de Dios”, “gracia en Cristo”, “gracia del Señor Jesucristo”, está revestida de los siguientes caracteres: (a’) es revelada por Cristo (Jn. 1:17; Rom. 1:5); (b’) es dada en atención a los méritos, obediencia y acción redentora de Jesucristo (Rom. 3:24; 5:21); (c’) es en Cristo en quien somos agraciados (“ekharítosen”, Ef. 1:6-7); (d’) así que viene a ser un estado del creyente (Rom. 5:2); (e’) sus frutos han de verse (1.ª Cor. 7:19; 2.ª Cor. 5:17; Gál. 6:15), pues el favor y el poder de Dios han de manifestarse, en el creyente, en una conducta digna de Dios (2.ª Ped. 1:4); (f’) la gracia fluye de la elección divina y se hace efectiva por el soberano llamamiento de Dios (V. Jn. 6:44; Ef. 2:8; 1.ª Tes. 1:5); (g’) ante ella, no permanecemos pasivos (V. 1.ª Cor. 10:12; 15:10; 2.ª Cor. 6:1; 2.ª Tes. 2:15), lo cual no disminuye la fuerza de la gracia ni la seguridad del creyente; (h’) la gracia, en fin, es el Evangelio o Buena Noticia de salvación (Hech. 14:3; 20:24,32).

CUESTIONARIO:

1. ¿Cuál es el sentido de los términos hebreos “jen”, “jesed” yratsón”?2. ¿Cómo se manifiesta principalmente la gracia de Dios en el Antiguo Testamento?3. ¿Cuáles son los usos generales y específicos del término “kháris” en el Nuevo Testamento?4. ¿Cuáles son los dos sentidos degracia” como favor inmerecido?5. ¿Cuál es la enseñanza de Romanos 11:6?6. ¿Qué otros aspectos nos ofrece el concepto novotestamentario degracia”?

CFT 05 - Doctrinas de la Gracia

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