Читать книгу El último genio del siglo XX. Yuri Knórosov - Galina Ershova - Страница 6
ОглавлениеCAPÍTULO III
Sus universidades
Aquellos días desde Tula hasta Klin
Ardía con incendios el horizonte,
Como un gigantesco resorte
Se aplastó el Frente de Moscú.
Llevaban los vientos a los pueblos natales
El humo de pólvora que daba pavor.
Los milímetros alrededor de Moscú
En el mapa de batalla
No calculábamos con ojos, sino con corazones,
Y vivíamos de un solo pensamiento:
Allí están las cincuenta divisiones
Enviadas contra la ciudad por el enemigo.
Cinco ejércitos lanzados a la batalla,
Parecen pulpos con sus patas,
Los flancos se parecen a las flechas
Que apuntando amenazan con cerrar.
Los versos no son míos. Al autor lo mataron.
El estudiante Knórosov había finalizado el primer año de estudios: obtuvo «4» (notable) en marxismo-leninismo y en historia de Grecia y Roma antiguas, y «5» (sobresaliente) en literatura antigua –en el sistema educativo soviético y de Rusia se usa una escala de notas de 1 a 5. En el segundo año de estudios Yuri se interesó mucho más por su estudio en la Facultad de Historia, aunque en el primer semestre, aparte de dos «5» (sobresaliente), obtuvo un «4» e incluso un «3» (satisfactorio). Sin embargo, para el verano decidió firmemente cambiar esta situación. El 11 de abril de 1941, por orden del rector de la Universidad Estatal de Járkov A.V. Sazónov (núm. 7/172/artículo), lo incorporaron a la lista de participantes en el desfile del 1 de mayo para formar parte del batallón de la región Dzerzhinski. Además, Yuri se preparó para los exámenes e hizo planes prometedores para el verano. En fin, estaba enamorado.
En junio de 1941 sonó por primera vez en la radio la canción que de inmediato se convirtió en un hit mundial. La pasaban en todas las estaciones de radio, pero no había llegado a las radiodifusoras soviéticas. Se llamaba «Bésame mucho». Todo el mundo cantaba este bolero sin ni siquiera sospechar que la autora era una mexicana de 16 años de edad llamada Consuelo Velázquez, una muchacha que «en aquel momento nunca había besado». Durante mucho tiempo le dio pena confesar su autoría. Además, parecía que la letra de la canción no salía de una mujer apasionada como frecuentemente se imaginaba sino de un hombre que se preparaba para abandonarla. Lamentablemente las traducciones al ruso aparecidas posteriormente no eran muy precisas y presentaban solo unas variaciones exuberantes acerca de cómo la gente soviética imaginaba el amor mexicano. En realidad el bolero tiene un argumento simple y eterno, el cual es capaz de llegar a ser universal y conquistar corazones de millones mediante su simplicidad. Se trata únicamente de una estrofa y un estribillo:
Bésame, bésame mucho,
como si fuera esta noche
la última vez.
Bésame, bésame mucho,
que tengo miedo a perderte,
perderte después.
Quiero tenerte muy cerca,
mirarme en tus ojos,
verte junto a mí.
Piensa que tal vez mañana
yo ya estaré lejos,
muy lejos de aquí.
Bésame…
Eso es todo. Pero hasta la fecha el mundo de los jóvenes la sigue considerando una canción muy moderna… ¿Podían los Knórosov oír la canción por la radio en la onda mundial? Era bastante posible si tomamos en cuenta las habilidades de los hermanos mayores que tenían que ver con la tecnología. Por otro lado, hacer eso era peligroso. La canción oficialmente llegaría a la Unión Soviética solo en 1957, cuando fue traída al Festival de Moscú por los jóvenes del mundo.
Lo más probable es que en aquel momento al joven Knórosov no le interesaran los boleros mexicanos, pues él mismo escribía y leía sus poemas a su amada.
El mundo silenciará todo,
Los días alternándose pasan.
¡Que la fuerza joven
Sin palabras de quejas se apague!
¿La cercanía de tierna alma
Solo era un sueño?
Nuevamente la vieja rabia
El corazón mío aprieta.
Las llamadas de la vida
Son las que mandan.
Hay que seguir el camino,
Aunque en este
La doble pesadez aplasta
Los hombros cansados.
La oscuridad cubre los campos,
La mirada es más clara que de día.
Me acuerdo de nuestros
Encuentros extraños.
¡El mundo en aquel entonces era diferente!
El brillo y las sombras en los ojos,
Nuevamente me hechizan
Belleza del Universo entero.
Para mi alma cautiva
La madrugada del día libre
Como el canto de pájaros
Me suena en los cielos.
Todo está silencioso,
Está clara la lejanía
Dondequiera que mire
En completa luz de amanecer
Resplandecen las ventanillas.
Entonces íbamos juntos
Los rayos del sol naciente
Iluminaban nuestro corto camino.
Y los rayos del sol naciente iluminaban nuestro corto camino… Probablemente eran los últimos días felices en la vida del joven romántico Yuri Knórosov. Nadie sospechaba que quedaba muy poco tiempo para poder disfrutar de esta felicidad… Esta solo duró hasta la mitad del periodo de los exámenes de primavera. El estudiante Knórosov acreditó brillantemente estas pruebas. Obtuvo sobresalientes incluso en «preparación militar». La calificación de su último examen fue presentada el 23 de junio de 1941. El 26 de junio, Yuri pasó la prueba de latín. Dicha prueba se dio en el quinto día de la guerra…
…El 22 de junio de 1941, el día del solsticio de verano, Alemania comenzó la guerra contra la Unión Soviética. A las 3:30, con la llegada del amanecer, las tropas del Ejército Rojo fueron atacadas por los ejércitos alemanes a lo largo de todo el territorio de la frontera occidental… Todo comenzó con la aparición de una enorme cantidad de aviones con luces de navegación encendidas. Como una bandada siniestra, ellos habían cubierto todo el horizonte. Se podía calcular la aproximación por el rugido creciente y horrible de los motores en el silencio del amanecer. Parecía que en aquel día el sol no lograba salir. La luz se apagó. Todo se inundó de oscuridad y de estampidos de las explosiones. La frontera inmediatamente se convirtió en la línea de enfrentamiento. El mismo día comenzó la movilización de personas sujetas al servicio militar nacidas entre 1905 y 1918.
El 22 de junio de 1941, a mediodía, se presentó V. Mólotov con el llamamiento oficial a los ciudadanos de la Unión Soviética. Lo hizo en lugar de Stalin, quien probablemente estaba envuelto en pánico ante lo que estaba sucediendo.
…Hoy a las cuatro de la mañana, sin mostrar ninguna pretensión hacia la Unión Soviética, sin declarar la guerra, las tropas alemanas agredieron nuestro país, atacaron nuestras fronteras en muchos lugares y bombardearon con sus aviones nuestras ciudades: Zhitomir, Kiev, Sevastópol, Kaunas y otras. Más de 200 personas han sido asesinadas y heridas. Los asedios de los aviones enemigos y el bombardeo de artillería han sido realizados también desde el territorio rumano y finlandés.
Este ataque indescriptible a nuestro país es una perfidia incomparable en la historia de los pueblos civilizados. Nuestro país fue atacado a pesar de que la URSS y Alemania habían firmado el tratado de no agresión y el gobierno soviético con toda la honradez cumplía todas las condiciones de este tratado. Nuestro país fue agredido a pesar de que durante todo el tiempo de vigencia de este tratado el gobierno alemán ni una sola vez pudo presentar ningún reclamo a la URSS acerca del cumplimiento del tratado. Toda la responsabilidad por este ataque bandido de la Unión Soviética cae completamente en los gobernantes alemanes fascistas.
Ya después del ataque realizado a las 5:30 de la mañana, el embajador de Alemania en Moscú Schulenburg me hizo una declaración (siendo yo el comisario del Pueblo de Asuntos Exteriores) en nombre de su gobierno. Dijo que el gobierno alemán había decidido declarar la guerra contra la URSS debido a la concentración de tropas del Ejército Rojo al lado de la frontera oriente alemana.
En respuesta a esto, en nombre del gobierno soviético he declarado que hasta el último minuto el gobierno alemán no ha presentado reclamo alguno hacia el gobierno soviético, Alemania atacó la URSS a pesar de la posición pacífica de la Unión Soviética, por lo tanto la Alemania fascista es la fuerza atacante.
Por instrucción del gobierno de la Unión Soviética debo declarar también que nuestros ejércitos y nuestra aviación en ningún momento han cometido violaciones a la frontera. Por lo tanto, la declaración de la radio rumana hecha hoy por la mañana de que la aviación soviética había bombardeado los aeródromos rumanos es una completa mentira y una provocación. La declaración de hoy de Hitler también es una mentira y una provocación. Él rápidamente trata de inventar material acusatorio acerca de que la Unión Soviética incumple el pacto soviético-alemán.
Ahora, cuando se ha ejecutado el ataque a la Unión Soviética, el gobierno soviético dio la siguiente instrucción a nuestro ejército: enfrentar el ataque de bandidaje y expulsar a los ejércitos alemanes del territorio de nuestra patria.
Esta guerra no nos es impuesta por el pueblo alemán, ni por los obreros alemanes, campesinos e intelectuales, el sufrimiento de los cuales nosotros comprendemos perfectamente. Es impuesta por la camarilla de los gobernantes fascistas sanguinarios de Alemania que esclavizaron a los franceses, checos, polacos, serbios, a Noruega, Bélgica, Dinamarca, Holanda, Grecia y otros pueblos.
El gobierno de la Unión Soviética expresa una certeza inquebrantable de que nuestro ejército, flota valiente y los valientes halcones de la aviación soviética realizan con honor su deber ante la patria ante el pueblo soviético, y asestarán el golpe devastador al agresor.
No es la primera vez que nuestro pueblo tiene que tratar con el enemigo arrogante que nos ataca. En su tiempo, por la expedición de Napoleón a Rusia, nuestro pueblo le respondió con una Guerra civil y Napoleón sufrió la derrota y llegó a su fracaso. Lo mismo sucederá con el arrogante Hitler, que declaró una nueva expedición contra nuestro país. El Ejército Rojo y todo nuestro pueblo nuevamente llevarán la guerra victoriosa por la patria, honor y libertad.
El gobierno de la Unión Soviética expresa una firme certeza de que toda la población de nuestro país, todos los obreros, los campesinos y los intelectuales, hombres y mujeres, tratarán sus obligaciones y su labor con la conciencia debida. Ahora todo nuestro pueblo debe estar unido como nunca. Cada uno de nosotros debe exigir de sí mismo y de los demás la disciplina, la organización, la dedicación; el verdadero patriota soviético es digno de tenerlas para asegurar todas las necesidades del Ejército Rojo, la flota y la aviación, para garantizar la victoria ante el enemigo.
Ciudadanos y ciudadanas de la Unión Soviética, el gobierno los convoca a unificar más estrechamente sus filas alrededor de nuestro glorioso partido bolchevique, alrededor de nuestro gobierno soviético, alrededor de nuestro gran jefe camarada Stalin.
Nuestra causa es justa. El enemigo será derrotado. La victoria será nuestra.
El 23 de junio, cuando Yuri hacía el examen de la introducción al marxismo-leninismo, había intensos combates por la frontera occidental. Los defensores de la fortaleza de Brest luchaban perdiendo sus vidas. Los alemanes pudieron entrar allí solo un mes después, cuando en ella ya no había sobrevivientes.
Desde el oeste invadieron tres grupos de cuerpos del ejército del Reich alemán: el primero se dirigió por los Países Bálticos hacia Leningrado. El segundo, el más poderoso, central, iba por Brest. Pretendía pasar rápidamente por Minsk y Smolensk hacia Moscú. En el sur, el mariscal de campo Rundstedt dirigía los ejércitos de tierra; su objetivo era Kiev.
En el primer día de la guerra el distrito militar báltico se convirtió en el frente noroccidental. El distrito occidental se volvió el frente occidental. El distrito de Kiev se transformó en el frente sudoccidental. Un día después, el distrito militar de Leningrado se convirtió en el frente norte y el 25 de junio se creó el frente sureño. A este último se incorporó una parte del frente sudoccidental y el 9º cuerpo del ejército destacado del distrito militar de Odessa. Simultáneamente se creaba la Reserva del Mando General: los cuerpos del ejército de la segunda línea de la defensa bajo un único dirigente.
El 23 de junio fue creado el Cuartel General de las Fuerzas Armadas de la URSS (la Stavka). Además de Stalin, en el Estado Mayor entraron las mismas personas, principalmente los héroes de los ataques de la caballería de los tiempos de la Guerra civil: el comisario del Pueblo de Defensa Timoshénko, Mólotov, Voroshílov, Budénny, Kuznetsov. Como jefe del Estado Mayor fue nombrado Zhúkov. El mismo día estalló la batalla de tanques en la zona Lutsk-Brody-Rovno. Era el único intento exitoso de contraataque de los ejércitos de tierra soviéticos en el periodo de los combates fronterizos. En los demás casos, las partes del Ejército Rojo caían en los cercos convirtiéndose en presa fácil para el invasor.
El 24 de junio de 1941 se crea el Consejo de Evacuación. El mismo día se emite el decreto acerca de la creación de los batallones especiales, destinados para la defensa de las empresas y para la lucha contra los paracaidistas de desembarco aéreo y saboteadores.
Valentín Dmítrievich Knórosov, que para el comienzo de la guerra ya había celebrado su aniversario de 60 años y estaba jubilado, de inmediato regresa a trabajar como ingeniero jefe del Narkomát (Comisariado del Pueblo) de líneas de comunicación al departamento del sur de la industria de materiales de construcción. Le habían encargado una tarea importante de desmantelamiento y evacuación de las fábricas de Ucrania al oriente en muy pocos días. Desde aquel momento, Valentín Dmítrievich se encontró en constantes viajes entre Járkov, Kremenchug, Dnepropetrovsk, Zaporozhie, Bélgorod y Artémovsk.
El 26 de junio, Yuri Knórosov presentó la prueba de latín. Ya casi se cumplía una semana desde que había estallado la guerra… Pero en la universidad esto no llegó a ser motivo para cancelar el periodo de exámenes. Nadie podía suponer que en un futuro cercano muchos ya nunca más necesitarían estas calificaciones. Además, a la administración de la universidad le daba más miedo ser acusada de «estado de ánimo de pánico» que la intervención de los alemanes y los bombardeos. El 27 de junio de 1941 se emite el decreto sobre la movilización de los comunistas y los jóvenes comunistas (komsomoletz). Pero Knórosov no era komsomoletz ni mucho menos comunista. Por otro lado, incluso desde el comienzo de la guerra no lo declaraban apto de ninguna manera para el servicio militar.
Mientras tanto, el 27 de junio la ciudad de Minsk fue ocupada por los alemanes. El 9 de julio atravesaron casi toda Bielorrusia y salieron hacia el río Dniéper. El 16 de julio entraron en la ciudad de Smolensk. Solamente los soldados heroicos de la fortaleza de Brest aún continuaban manteniendo su gloriosa defensa inmortal.
Para este momento, las tropas enemigas lograron avanzar 250 kilómetros más a profundidad en dirección noroccidental y llegaron hasta el río Dvina Occidental. Ya para el 9 de julio en los mapas alemanes estaría marcada la frontera de 500 kilómetros.
El avance rápido de los alemanes en la zona del frente occidental sucedía parcialmente debido a que Stalin había ordenado concentrar gran parte de las tropas en Ucrania. Precisamente por ello, los grupos de ejércitos de tierra rusos lograron permanecer un tiempo en dirección suroccidental, intentando organizar no solamente la defensa sino también los contraataques. Sin embargo, los alemanes, lentamente pero sin fallas, se adentraban en el territorio de Ucrania.
Mientras tanto, a pesar de los mensajes alentadores del Buró de Información Soviético (Sovinformburó), en el país el pueblo no tenía muchas ilusiones. La situación estaba clara incluso para los escolares. Una muchacha del pueblo Bologoye de 16 años de edad, llamada Vera Zaviálova, compuso unos poemas que posteriormente se publicaron en el periódico. En ese momento, en 1941, su poema se volvió una canción «popular». Parece que los ideólogos la complementaron con un final positivo:
El 22 de junio, A las cuatro en punto,
Kiev bombardearon
Y nos anunciaron
Que la guerra llegó.
Se acabó el tiempo de paz,
Es hora de despedirnos,
Yo me voy, y te prometo
Siempre ser fiel para ti.
Y tú ten cuidado,
No bromees con mi corazón,
Sal, amiga, al tren de tu amigo,
Despide al amigo en el frente.
Temblará el tren militar,
El tren volará como flecha,
Yo desde el vagón,
Tú desde el andén
Triste me despides a mí:
Pasarán los años,
Y te buscaré otra vez
Tú me sonreirás,
y me abrazarás
Entonces te besaré.
Es increíble, pero esta muchacha aplica el mismo método que empleaba su coetánea mexicana Consuelo Velázquez. Parecía que la letra perteneciera a un hombre que dejaba a su amada al irse a la guerra. La letra se caracteriza por ser simple y clara: no hay nada patético, ni patriotismo llamativo, ni eslóganes estalinistas. El pueblo ruso siempre iba dignamente al combate contra el enemigo, con ojos abiertos y sabiendo que defendía a sus familiares, su tierra, su amor. No al caudillo, al zar o la ideología. Jamás lo hizo por el miedo ante el disparo de «mandos esenciales», como tratan de presentarlo en los países occidentales que durante siglos iniciaron e inevitablemente perdieron estas guerras contra los rusos...
Pero, en 1941, Stalin reaccionará solo a principios de julio. En un mensaje transmitido por la radio llamará a la guerra «grande» y «del pueblo» –esto lo copia de la «guerra del pueblo» contra los franceses, encabezados por Napoleón en 1812. Aparece el nombre La Gran Guerra Patria. El pueblo aceptará sin mínima duda este nombre. Del mismo modo saldrá a luz la experiencia única de la resistencia en aquellos tiempos lejanos contra Napoleón: la de la guerra de guerrillas, de la cual Denís Davýdov fue el primer teórico y organizador.
El pueblo ruso (a diferencia de todos los países europeos conquistados por los alemanes en unos meses de 1939 a 1940) no estaba acostumbrado a rendirse ante el enemigo. Por lo tanto, la guerra de guerrillas llegó a ser necesaria cuando el 9 de julio la dirección soviética se vio obligada a mover sus tropas aproximadamente a 300 kilómetros y ocupar la posición defensiva a lo largo de la vieja frontera estatal. La propaganda alemana y occidental había nombrado la zona como «línea de Stalin». Ésta consistía de áreas fortificadas desde el istmo de Carelia hasta el mar Negro.
La aviación alemana dominaba en el espacio aéreo atacando a las partes que estaban en retirada y bombardeando a la población civil. Para el 8 de julio, la 11ª división alemana de tanques ocupó Berdichev. El 9 de julio, la 13ª división de tanques ocupó Zhitomir. Al terminar el día del 11 de julio, unidades de tanques de los alemanes llegaron hasta el borde exterior del área fortificada de Kiev, donde los enfrentaba principalmente la milicia popular sin armas. El enemigo rápidamente aplastó esta defensa sin siquiera fijarse en los milicianos inermes. De un día para otro, miles de personas quedaron en el territorio ocupado por el enemigo, y esto era una gran parte de Ucrania. Los bombarderos enemigos no dejaban en paz a las tropas soviéticas que se estaban retirando, bombardeaban los depósitos de municiones y combustible, destruían las ciudades y las vías ferroviarias. Los pilotos alemanes se entretenían persiguiendo incluso a algunas personas en particular (a los militares y a los civiles) que trataban de irse al oriente.
Durante 18 días, el enemigo avanzó de 450 a 600 kilómetros hacia el oriente, ocupó un gran territorio, destruyó por completo 28 divisiones soviéticas y la mitad de otras 72 divisiones.
Stalin tuvo la suficiente cobardía y desvergüenza para culpar de la retirada humillante a los generales de combate, quienes fueron los primeros en recibir el golpe y honradamente trataban de cumplir lo imposible, incluso a veces a pesar de órdenes estúpidas. No se culpaba a sí mismo ni a los comandantes militares cortesanos analfabetas.
El 10 de julio se creó el grupo especial de ejércitos para tres direcciones estratégicas del Frente soviético-alemán: la noroccidental, con el jefe mariscal K. Voroshílov; la occidental, con el mariscal S. Timoshénko, y la suroccidental, con el mariscal S. Budénny.
Estos jefes militares de la dirección superior del Ejército Rojo por lo general no tenían educación militar; ni siquiera educación universitaria. Durante la Guerra civil no tuvieron tiempo para estudiar; después, ya no le vieron ninguna necesidad. Había menos de 3% de militares que tenían educación superior en aquel entonces. Inclusive ambos narkomes (comisarios del pueblo) de la defensa en los tiempos de preguerra, Voroshílov y Timoshénko, tenían solamente la primaria y no sentían la necesidad de continuar sus estudios. Para Budénny, dirigir un ejército consistía en golpizas y lenguaje soez, igual que en los tiempos de su juventud semibandidesca.
Los alemanes avanzaban precipitadamente, adentrándose en el territorio soviético. En la parte sureña del frente, las tropas soviéticas se retiraban lentamente hacia el oriente realizando encarnizados contraataques. Sin embargo, en los primeros días de agosto, el 6º y el 12º grupos de ejércitos de tierra soviéticos, con 7 sedes del cuerpo, 17 divisiones de infantería y 5 divisiones de tanques, fueron rodeados en la región de Pervomaisk-Uman. Una semana después fueron destruidos casi por completo. Más de cien mil militares se volvieron prisioneros. Para el 20 de agosto, los alemanes ocuparon toda la ondulación desde el Dniéper hasta Jersón. Alrededor de Kiev se estaba armando un anillo. Peor que los alemanes que habían avanzado desde Smolensk hacia el sur, el mismo día lograron ocupar la ciudad de Gómel, y sin detenerse siguieron su ataque a Chernigov. Las tropas soviéticas que cubrían Kiev desde el norte estaban obligadas a retirarse. El 22 de agosto, la dirección alemana dio la orden de exterminar por completo a las fuerzas soviéticas que defendían la capital de Ucrania.
Sin embargo, el 26 de agosto Knórosov finalmente recibió una notificación. Durante todo el verano Yuri, como sus coetáneos, iba frecuentemente a la oficina de reclutamiento pidiendo que lo enviaran al frente, más aún porque este se aproximaba catastróficamente. Finalmente, el 10 de julio de 1941 le entregaron la cartilla militar, pero como militar no combatiente, debido a su enfermedad. No lo enviaron al frente. Ordenaron que esperara. ¿Esperar qué? Creo que en aquel tiempo muchos ciudadanos soviéticos se hacían esta pregunta.
notificación
Ciudadano Knórosov Yu.V.,
Conforme a la orden del Comité Estatal de la Defensa núm. 320 de 26/viii-41, usted se moviliza a las labores militares de defensa en forma de reclutamiento.
Se le ofrece presentarse con preparación completa el 1 de septiembre a las ocho de la mañana en el consejo municipal Yúzhnoye. Debe llevar una pala, ropa caliente, dos pares de ropa interior, una taza, una cuchara y un plato.
Presidente del Comité Ejecutivo (firma ilegible)
Así, el 1 de septiembre de 1941, en lugar de ir a las clases del tercer año en la Facultad de Historia, para Yuri Knórosov comenzó la guerra, que se convertiría en un episodio trágico de su vida, así como de la vida de millones de sus compatriotas. Cada uno de los fallecidos pasó su via crucis. Cada uno tenía su dolor. Los ecos de esta guerra perseguirían a Knórosov hasta la misma muerte sin dejar en paz incluso su memoria.
¿Qué esperaba la dirección soviética militar y civil enviando a los milicianos civiles no combatientes, armados con «la pala y el plato», a la zona de donde para aquel entonces ya se habían retirado las tropas regulares? Ahora únicamente se puede adivinar la explicación.
Ya el 19 de septiembre, el 6º y el 2º ejércitos de tierra alemanes habían rodeado Kiev por ambos lados y lo habían ocupado. Las tropas soviéticas que se encontraban en el triángulo de Kiev-Cherkasy-Lojvitsa (justo en el camino entre Járkov-Chernigov) fueron encerradas en un cerco. Para el 26 de septiembre, los combates de Kiev habían terminado… Los restos del 5º, 26º, 37º y 38º grupos de ejércitos de tierra soviéticos capitularon.
Así que el estudiante Yuri Knórosov, asignado a la milicia popular y enviado a Chernigov a principios de septiembre de 1941, de pronto se encontró en el epicentro de las operaciones militares. Muchos de sus compañeros fallecieron los primeros días de los horribles combates; los demás huyeron. Nadie comprendía dónde debía buscar a los suyos. Parecía que los alemanes estaban en todas partes. El torpe y encorvado Yuri aparentemente no provocaba sospechas especiales entre los alemanes. Ellos no lo veían como un militar ni como un combatiente. Knórosov entendía que podía salvarse si se dirigía únicamente al noreste; allí todavía no había alemanes. Pero el joven decidió ir hacia Járkov; en Yúzhnoye se quedó su madre, su hermana con su hijo recién nacido y su querida novia…
En Járkov todavía no había alemanes. La evacuación continuó hasta los últimos días. El 10 de octubre, Valentín Knórosov salió de Járkov y se dirigió a Artemovsk para el desmantelamiento y evacuación de las empresas que todavía quedaban. Eran las fábricas Krasnaya Gora y Proletari. Al cargar el equipo, el coronel Knórosov partió para Sarátov en el mismo y último tren. Desde aquel momento él ya no supo nada de su esposa y sus hijos.
Los alemanes se dirigieron al industrial Járkov inmediatamente después de derrotar al Ejército Rojo en la región de Kiev. Las cansadas tropas soviéticas trataban de defender la tercera ciudad soviética importante. Pero, ya para el 24 de octubre, Járkov fue rodeado por los alemanes desde los flancos y fue tomado. Al día siguiente, el general Erwin Vierow promulgó el decreto núm. 17:
¡Soldados! Járkov, la tercera ciudad industrial, está tomada. Este éxito orgulloso ha sido logrado gracias a su valentía… Soldados, estamos orgullosos de ustedes. Solamente la historia posterior podrá rendir homenaje a su gloria por completo. Pueden estar orgullosos de que dieron un gran paso hacia la victoria final. ¡Vamos, hasta la victoria!
Él se convirtió en el primer comandante militar de Járkov. En comparación con otras ciudades ucranianas ocupadas, en las cuales el poder pasaba a las estructuras civiles, ahí se estableció una administración militar. Las tareas principales de la comandancia eran la coerción de la ciudad mediante los ejércitos del corpus 55; la creación de la policía ucraniana auxiliar; la creación y la supervisión de campos de concentración, y la creación inmediata y la defensa del ayuntamiento encabezado por el burgomaestre.
Tanto la burgomaestratura como la policía se componían principalmente de nacionalistas ucranianos, procedentes de Ucrania occidental. No era casual que pasaran semejantes cosas en esta ciudad principalmente rusa. Una de las primeras órdenes del burgomaestre Kramarenko fue la prohibición del uso del idioma ruso. Aproximadamente el 80 por ciento de la población que se quedó en Járkov eran mujeres, niños y ancianos; sin embargo, les quitaban los alimentos a los habitantes locales. Pronto llegó una hambruna horrible. Las personas que pasaban hambre comían prácticamente de todo: cáscara de papa, verduras forrajeras, hierba, pegamento de caseína, e incluso a las mascotas. Para noviembre de 1941 la gente comenzó a hincharse y a morir de hambre. En el mercado apareció hasta la carne humana. Aunque por tales crímenes los alemanes bien alimentados castigaban a los «salvajes rusos» con el ahorcamiento.
Precisamente así, quebrada y a punto de morir, Yuri Knórosov encontró su ciudad en otro tiempo siempre florida y hermosa. No tenía nada que ver con el Járkov de antes. Yuri regresó asustado de la milicia popular, en la cual ya no se pudo hacer nada. En Járkov, el joven quería encontrar a su novia pero ni siquiera logró hallar su tumba... Los vecinos le habían contado que los alemanes se la habían llevado y la habían asesinado… Aquellos poemas románticos estaban dedicados a ella:
¡Nuestra suerte es vivir!
¡Envídialo, destino!
Muchos años después, Yuri Valentínovich me enviaría por correo una hoja amarillenta con estos poemas. Abajo había una nota:
Fue asesinada el otoño de 1941. Los poemas son míos. La experiencia de la rima doble es bastante infrecuente. Favor de deshacerse de la página inmediatamente.
No me deshice de esta página… Ni siquiera me arrepiento…
Para «poner todo en orden», los alemanes y los policías, fieles ayudantes nacionalistas ucranianos, realizaban masacres masivas. Desde los primeros días, para asustar a los habitantes que quedaban en la ciudad, los nazis alemanes, con ayuda de los nacionalistas ucranianos, llevaron a cabo horrorosas ejecuciones públicas. El mando militar, a la fuerza y bajo la amenaza de fusilamiento, sacaba a toda la población a la plaza al lado del otrora edificio del Comité Regional del Partido Comunista. Luego comenzaba la pesadilla: en medio de gritos y llantos de las mujeres y los niños, estos carniceros uniformados ahorcaban a los condenados en el balcón…
Esquivando los puestos de los alemanes y de la policía, todavía más peligrosa con sus nacionalistas criminales, el desalentado Knórosov logró salir de Járkov para dirigirse a Yúzhnoye. Solo al llegar hasta su casa sintió un gran alivio: todos estaban vivos –mamá, hermana, sobrinito. Toda la familia vivía en una bodeguita de madera. La casa fue ocupada por los alemanes, que se sentían dueños completos. La madre logró rescatar de la casa únicamente sus íconos. Yuri recogió lo que pudo: los libros. Entre ellos estaba el manual clásico del idioma egipcio antiguo de Gardiner. Él lo había adquirido un poco antes de la guerra. Durante un año y medio, el joven Knórosov estudió apasionadamente el egipcio. Al encontrar en el manual 16 errores, decidió que la lengua egipcia ya estaba asimilada. La hermana Galina había salvado los dibujos y los cuadernitos infantiles del hermano menor para que los alemanes no los quemaran en el horno de leña.
Pero los alemanes buscaban principalmente algo de valor. Encontraron aquel cofre de Veliki Ústiug que era el ajuar de Alejandra Serguéievna. El cofre tenía su secreto; estaba forrado con metal. Hubo un tiempo en que el cofre se atornillaba a la mesa de juegos. Los alemanes no lograron descubrir el secreto de los misteriosos cofres mercaderes. Por lo tanto, lo rompieron con un hacha. Para su gran decepción solo hallaron fotografías y reliquias familiares. Uno de los entretenimientos de los huéspedes era, en presencia de la familia, dirigir la ametralladora hacia la rápidamente envejecida Alejandra o hacia su nieto Míshenka, hijo de Galina, y gritar fuertemente: «¡¡¡Pooh, pooh!!!». Y reírse después. Para los alemanes eso era muy divertido. Pero la madre estaba dispuesta a aguantar el robo y todas estas «bromas» estúpidas y crueles. Lo importante era que no tocaran a sus hijos: a Yura, a Galina y a su bebé. De todos modos, estar en casa presentaba cierto peligro para Yuri. Por la edad, él se sometía a la movilización alemana. Ya ni hablar de que todos se atormentaban pensando en el destino de los demás miembros de la familia que eran militares: Valentín Dmítrievich, Serguei, Borís y Leonid.
La última noticia que tenían sus familiares es que Valentín Knórosov había realizado brillantemente la evacuación de las fábricas ucranianas al centro del país. Luego tuvo que acompañar los últimos trenes que se iban al oriente. Alejandra Serguéievna no sabía que hasta abril de 1942 su esposo seguía en servicio, en la Organización Central de la industria de materiales de construcción del Departamento Central de la construcción ferroviaria, perteneciente al Comisariado del Pueblo de Líneas de Comunicación de la URSS, en Sarátov –este establecimiento también fue evacuado de Moscú a la ciudad de Sarátov.
Tampoco se conocía el destino de los hijos mayores. Antes de que empezara la guerra, el hijo Serguei trabajaba como geodesista-cartógrafo en Extremo Oriente, en Dalstroi (el fideicomiso estatal de la construcción de carreteras y de la construcción industrial en el área de Kolymá Superior). ¿Dónde estaría él ahora?
¿Dónde podía estar el doctor militar, el toxicólogo Leonid? En vísperas de la guerra, él era doctor de tercer rango del Ejército Rojo Especial de bandera roja.
Antes de que comenzara la guerra, Borís se encontraba en Moscú. Era el ingeniero de artillería que trabajaba en la Academia de Artillería. Todavía en 1938, a la Academia de Artillería de la Orden de Lenin del Ejército Rojo de Obreros y Campesinos (rkka) Felix Dzerzhinski la redesplegaron a Moscú. Los oficiales y profesores fueron instalados en el edificio de ladrillos recién construido por la dirección: muelle Smolenskaya núm. 31. Las ventanas del apartamento de los Knórosov salían al río Moscova.
Pero, en aquellos horrorosos días de otoño de 1941, los Knórosov que quedaron en Yúzhnoye no sabían todo ello; tampoco sabían que los alemanes se habían acercado a Moscú el 30 de septiembre. Incluso la familia intentó cruzar la línea del frente, pero no lo logró y tuvo que regresar a Yúzhnoye.
El 16 de septiembre, cuando la batalla por Kiev se acercaba a su final, la dirección del grupo alemán de ejércitos «Centro» ya había comenzado a prepararse para la operación de la toma de Moscú, cuyo nombre en clave era Tifón. Estaba claro que la toma de la capital soviética por Hitler era la tarea principal de la Operación Barbarroja. Prácticamente todo el equipo de la Academia de Artillería fue arrojado para defender la capital. Entre los defensores estaba por supuesto Borís Knórosov. Posteriormente, Yuri Valentínovich describiría muy inspiradamente la operación de defensa de Moscú, y después de contraofensiva. Principalmente construía su narración alrededor de las acciones del alto mando del frente Occidental Georgui Zhúkov. Por lo visto, Borís tenía una participación importante en estas operaciones, ya que después compartió sus recuerdos con su hermano.
Pero todo esto sucedería después. En otoño de 1941, a Alejandra Serguéievna le quedaba solamente rezar por sus familiares. Casi no había comida. No había dinero. Su hijo Yuri no podía permanecer constantemente en Yúzhnoye por el temor a otra redada y al secuestro a Alemania. La mayor parte de su tiempo, él vagaba de un pueblo a otro por la región de Járkov y Poltáva intentando ganar dinero de alguna u otra manera. Era precisamente en ese momento cuando le servía su don de curar a la gente «con las manos». Por lo menos así es como podía conseguir algo de alimentos, que les llevaba a su madre y a su hermana. De paso, Yuri estudiaba las carreteras en la dirección oriental, pensaba acerca de algún método para pasar a través de los alemanes y llevar a su familia con los suyos, detrás de los frentes de batalla. Pero hacerlo no era nada fácil. Los alemanes mostraban su atrocidad por todas partes. Járkov simplemente se estaba muriendo.
En enero de 1942, un Gaswagen (camión de gas) fue llevado a Járkov. En el pueblo lo llamaban dushegubka (asesino). Era una camioneta especial destinada a matar a las personas. A la furgoneta cerrada metían hasta 50 personas, y poco a poco la llenaban de monóxido de carbono. Las víctimas morían en medio de terribles sufrimientos.
Pero la gente también seguía muriendo de hambre. Solamente en 1942 según los datos del ayuntamiento, aproximadamente 15 mil personas habían muerto por la hambruna. Los vivos se parecían más a los cadáveres: estaban totalmente demacrados. Para el comienzo de la primavera resultó que durante el invierno pasado más de la mitad de los muertos no habían sido enterrados: sus cuerpos seguían tumbados en casas frías. Esto se debía a que sus exhaustos familiares no tenían fuerzas ni posibilidades de llevarlos al cementerio.
Aquellos que quedaban vivos se encontraban bajo la amenaza constante de fusilamientos, ejecuciones en la horca, robos, abusos, muerte por hambre. Al llevar a la gente hasta la desesperación, a finales de 1941 los alemanes pusieron en marcha una campaña de reclutamiento de especialistas para trabajar en Alemania. En las paredes de las casas se pegaban volantes y carteles con textos de reclutamiento. El periódico de los ocupantes Nova Ukraina (Nueva Ucrania) estaba llena de artículos acerca de «la vida feliz en Alemania de los habitantes de Járkov». Se agregaba que aquel que no deseara ir a Alemania voluntariamente, iría a trabajar a la fuerza para el Reich alemán. «¡El que no trabaja, deberá ser sometido al trabajo a la fuerza!». Sin hallar una salida, algunas familias decidieron mudarse voluntariamente, comprendiendo a la perfección que el porcentaje de la verdad en estas promesas acerca de la «vida feliz» no era muy grande. Además, constantemente llegaban rumores de que a las personas que se iban a Alemania los humillaban y maltrataban, que pasaban hambre y «se morían como moscas». Algunos se atrevían a semejante mudanza. Ellos esperaban llegar hasta Europa y huir de los «benefactores». Entre los que se fueron estaba el talentoso ingeniero hidroeléctrico Iván Redko.
En vísperas de la guerra, Iván y su esposa Tamara tuvieron a su segunda hija. La llamaron Inna. El ingeniero, junto con su esposa y la recién nacida en brazos, no pudieron huir de los alemanes que estaban atacando. Por lo tanto, se quedaron en el Járkov ocupado. Con horror, ellos salvaron a los niños de los bombardeos y la hambruna, y se escondieron de las redadas. El hecho es que los alemanes habían obligado a su hermano Vasili, que era ingeniero constructor de puentes, a detonar sus propios puentes. Si se hubiera negado, lo habrían fusilado. Iván Redko tenía miedo de tal giro de acontecimientos, ya que no quería trabajar para los alemanes y no quería trabajar contra los suyos. No obstante, él entendía claramente que, si no lo fusilaban los alemanes, los suyos lo matarían en cuanto regresaran. El ingeniero Redko no dudaba de que los suyos regresarían.
Iván se había preparado minuciosamente para su partida. Sucedía que su abuelo, antes de la Revolución, había juntado y escondido sus joyas, sobre las que nadie sabía. Nadie, excepto el abuelo e Iván, sospechaban que tras los marcos de las ventanas de la casa del abuelo se guardaba una fortuna. El ingeniero se suscribió para la partida a Alemania…
Cuando el permiso fue expedido, Iván Redko cargó a su familia en una carreta y lentamente se dirigió al Occidente. Llevaba las joyas del abuelo, el increíble amor hacia Rusia y el idioma ruso, que no pensaba olvidar. Pronto, según el documento alemán, la familia Redko llegó a Alemania y después lograría moverse hasta Austria, y de ahí, ya de forma secreta y con ayuda de las joyas del abuelo, migraron a Brasil. Después de la guerra ya será demasiado peligroso regresar a la Unión Soviética. Los cautelosos Redko se asentarían en América Latina. Iván tuvo una carrera brillante como ingeniero profesional y ganó su propio capital. Educaron a sus hijas rusas. Incluso Inna, que había dejado su patria teniendo una semana de vida, hablará bien el ruso y enseñará su lengua materna a sus hijos. Además, Inna heredaría agallas de hierro, un carácter firme y la habilidad de tener mucho cuidado de lo que dice.
Iván y Tamara añorarán Rusia durante toda su vida. Ellos entendían que nunca más volverían a verla. En cuanto se abrieron las fronteras, Inna iría de inmediato a la patria de sus antepasados, a su patria. Encontraría a sus familiares: a sus primos y primas. Es increíble, pero después de medio siglo de vida, los caminos de Inna y Yuri se cruzarán nuevamente de la forma más extraña, ya en México.
Durante el interminable periodo de 641 días de ocupación de Járkov, la grandísima ciudad industrial con un millón y medio de población perderá a más de tres cuartas partes de sus habitantes...
Finalmente, en enero de 1942 el curso de la guerra llegó al momento decisivo. El ejército soviético detuvo por fin la ofensiva de los alemanes. Se puede imaginar con qué tensión los habitantes de los territorios ocupados observaban el desarrollo de las operaciones militares y esperaban el regreso del ejército soviético.
El 12 de mayo de 1942, las tropas del frente suroccidental, bajo el mando del mariscal Timoshenko, intentaron liberar Járkov. Desafortunadamente, este intento no estuvo bien preparado y fracasó. La ofensiva de las tropas soviéticas se había terminado el 30 de mayo de 1942 con la derrota de tres ejércitos de tierra de los frentes suroccidental y sureño. El culpable era Stalin, que había negado la petición del consejo militar del frente de parar la ofensiva a tiempo.
El primer intento de la familia Knórosov de atravesar la línea del frente en 1941 no tuvo éxito. Pero Yuri y su madre estaban dispuestos en cualquier momento a intentar pasar de nuevo hacia los suyos y dirigirse al Oriente. Planeaban hacerlo en cuanto los ejércitos de tierra soviéticos aparecieran en Yúzhnoye. Pero, en mayo de 1942, esto no sucedió. Lo único que quedaba era apretar los dientes y aguantar a los descarados alemanes.
Mientras tanto, para dar ánimo a su madre, Yuri había restaurado con sus propias manos el cofrecito quebrado por los alemanes: arregló los cuatro candados secretos, selló las paredes de madera e incluso, de forma totalmente desapercibida, unió el revestimiento metálico. En pocas palabras, la mirada más quisquillosa no hubiera podido notar ningún defecto en el viejo cofrecito mercader. Es increíble, pero todos los candados secretos funcionan hasta la fecha.
Entretanto, Valentín Knórosov seguía atentamente los informes de Járkov. A finales de abril de 1942 lo enviaron a la ciudad de Vorónezh para organizar trabajos de reconstrucción de las fábricas. El hecho es que el heroico Vorónezh, que se encontraba a 500 kilómetros de Moscú y tapaba la capital, se encontraba constantemente en línea de combate.
En el siglo xvi, las fronteras del Estado de Moscú sufrían incursiones constantes desde el sur. No es casual que en 1571 el boyardo Mijaíl Vorotynski hubiera organizado un servicio especial de guardia para la defensa de los terrenos desde el sur hacia la capital: los territorios de las regiones actuales de Oriol, Kúrsk, Bélgorod, Járkov, Lugánsk, Lípetsk y Tambóv. Tropas de caballería patrullaban regularmente los alarmantes territorios por una ruta exacta. En verano, que era la temporada más peligrosa, además se organizaban los puestos de guardia especiales. El más grande era el puesto en un lugar estratégico cerca de Bogaty Zatón. No es casual que precisamente en este sitio pronto hubiera surgido la fortaleza de Vorónezh. Se conservó el documento que indica el significado especial que tenía Vorónezh para la defensa de Moscú: «Por la orden del zar y gran príncipe Fiodor Ivánovich de toda Rusia y por el veredicto de los boyardos del príncipe Fiodor Ivánovich Mstislavski con compañeros en Sosna, se ordena establecer la ciudad de Livny, que debe ubicarse a dos días antes de llegar hasta Oskol, y se ordena establecer la ciudad de Vorónezh en Don, a dos días antes de llegar a Bogaty Zatón…
Así que el 5 de julio de 1942 los alemanes atacaron, rompieron las defensas del frente de Briansk y se acercaron a Vorónezh, tomando su parte de la orilla derecha el 6 de julio. Valentín Dmítrievich, junto a los trabajadores del grupo operativo, fue obligado a evacuar urgentemente a la ciudad de Kúibyshev. Poco después, de ahí lo enviaron en una misión a la ciudad de Tashkent.
Ni su esposa ni Yuri sabían nada acerca del destino del jefe de la familia… Pero tenían fe de que estaba vivo. Tenían fe de que seguramente huirían de los alemanes y lo encontrarían. Tarde o temprano… Por lo tanto, no dejaban de intentar atravesar la línea de combate.
El siguiente intento más exitoso de liberación de Járkov por las tropas soviéticas se realizó un año después, en febrero de 1943. Después de que el mariscal de campo Von Manstein retiró el grupo de los ejércitos Don, del 14 al 16 de febrero de 1943 las tropas soviéticas ocuparon Járkov. Sin embargo, del 15 al 23 de marzo, Von Manstein logró hacerlas retroceder y nuevamente ocupó la ciudad hasta agosto de 1943.
Pero, esta vez, en cuanto Yuri, su madre y su hermana notaron la retirada de las tropas soviéticas, lograron salir junto con las tropas atravesando la línea de combate y llegando a la retaguardia.
De este horrible periodo de estancamiento en la vida de Yuri Knórosov queda muy poca información. Principalmente, unas breves líneas de autobiografía escritas con su pequeña letra pulcra:
…En septiembre de 1941, fui movilizado para la construcción de las instalaciones defensivas militares y enviado a la región de Chernígov. Debido al rápido movimiento del frente, nuestro equipo de construcción fue aislado de otras tropas y se dispersó por el territorio ocupado. Después de lo sucedido, comencé a dirigirme hacia Járkov. Hasta febrero de 1943, viví en el pueblo Yúzhnoye, de la región de Járkov. Pasaba la mayor parte de mi tiempo vagando por la región de Járkov y Poltáva, escondiéndome de la movilización y consiguiendo alimentos para mi madre anciana (60 años). En febrero de 1943, la localidad donde vivía fue liberada por unos días. Cuando nuestras tropas se retiraban, junto con mi madre me dirigí a la región de Vorónezh después de pasar la línea del frente y sus alrededores…
¿Qué había detrás de estas breves frases cautelosas, donde cada palabra estaba redactada con una precisión increíble? ¿Qué sucedía en aquellos meses dramáticos desde febrero hasta octubre de 1943? Se sabe que durante un tiempo él había dado clases a los niños que quedaban en una escuela prácticamente vacía. Los alemanes no estaban en contra de esto. ¿Qué materia impartía? ¿Historia?
Después de haber cruzado el frente, Yuri primero «legalizó» su estado.
Para Yuri, la «legalización» consistía en ir a la oficina de reclutamiento en el pueblo Staraya-Kriusha y rogar a la comisión que lo enviara al frente. Pero todo era en vano. Su estado de su salud, incluso en los momentos tan dramáticos de la guerra, se había convertido en un obstáculo insuperable. El joven Knórosov no podía participar en operaciones de combate ni en el servicio militar de la retaguardia. Yuri recibió una instrucción: trabajo de maestro en una escuela. Él, siendo hijo y hermano de oficiales, veía esta situación como una burla humillante. Pero no podía elegir.
…La oficina de reclutamiento del pueblo Staraya-Kriusha nuevamente me declaró no apto para el servicio militar por cuestiones de salud. Entré a trabajar como maestro a la escuela de pueblo Fomenkovo…
Mientras tanto, él trataba de encontrar a sus familiares, así que escribe una carta a su hermano Borís que, según él, se encontraba en aquel entonces en la ciudad Samarcanda:
24 de marzo de 1943.
¡Hola, Borís! Actualmente mi madre y yo nos encontramos en la estación Buturlínovka, por el río Don; de aquí pensamos dirigirnos a Penza. Salimos de Járkov el 9 de marzo de 1943. No hemos podido comunicarnos absolutamente con nadie. Si sabes dónde está papá, telegrafía inmediatamente o escribe a la ciudad de Penza, a los correos, a la lista de correos. Si no sabes, de todas formas escribe a la misma dirección. Estamos vivos y salvos; esperamos que también lo estés. Te mandamos saludos a ti y a tu esposa.
Yuri Knórosov
P. D. Si esta carta llega a las manos de otra persona, pido que informe adónde se ha dirigido o dónde se encuentra el destinatario.
Yuri no tenía la menor intención de evacuarse. Por lo visto, de alguna u otra manera contaba con ir al frente. Además, era responsable por su madre, su hermana y el hijo de esta.
El 4 de abril de 1943, el jefe del Consejo Regional de Staraya-Kriusha, de la región de Vorónezh, promulga el decreto sobre la aceptación de Knórosov Yuri Valentínovich a la escuela núm. 2 del poblado Fomenkovo, del selsovet Novotróitskoe, como maestro de historia y geografía para los alumnos del quinto al séptimo grados de estudio. Está prescrito proceder al trabajo el 5 de abril. El 6 de junio aún continúa trabajando como maestro, aunque ya está indicado otro número de escuela: la 9. Sobre esto testifica otro certificado. No se indica el propósito de la emisión del documento.
Después de solucionar sus problemas, Yuri comienza a buscar a su padre. Ni siquiera sospecha que en el mismo febrero de 1943 el coronel Knórosov había recibido la orden de ir a Moscú para asumir el cargo de jefe del departamento de materiales refractarios de la administración de las fábricas de materiales de construcción, de la Dirección General de Logística (usm gumro). Él llega a la capital y al principio no se aloja en el apartamento de su hijo, sino que se hospeda en casa de sus conocidos en la región Losinoostróvskaya. Para los alimentos le entregan «una tarjeta limitada», que le da posibilidad de ir a comer una vez al día. Eso es todo. Por supuesto que Valentín Dmítrievich también comienza de inmediato a pedir información sobre su familia.
En busca de su padre, Yuri envía una solicitud tras otra. Antes de partir, Valentín Knórosov había logrado informar a la familia que los trenes militares de evacuación se dirigían a Sarátov. Por esa razón el menor Knórosov enviaba sus solicitudes precisamente a esta ciudad. Finalmente, el 10 de mayo llega la noticia tan esperada. La misma autora de la carta estaba muy contenta por la noticia que comunicaba. Por tanta emoción, ella no presta atención a su ortografía y agrega una gran cantidad de signos de exclamación:
¡¡¡Camarada Knórosov Yu.V.!!!
Su postal dirigida al camarada Edelshtein llegó a Yuvostransprom (la industria de transporte suroccidental), a la Secretaría. Debido a que el fideicomiso de Yúzhnoye se ha desintegrado y el camarada Edelshtein obtuvo nuevo puesto y no hay quien responda a la carta, cumplo su petición. Su padre obtuvo desde Sarátov un puesto de trabajo en el Comisariado del Pueblo de Vías de Comunicación de la URSS (nkps). Su dirección en la ciudad de Moscú es la calle Kuibyshev, casa 4/1, local 126. La Asociación Central de Industria de Materiales de Construcción del Comisariado del Pueblo de Vías de Comunicación. Knor. V.D.
Así que su petición está cumplida, escríbale a su papacito, él trabaja y vive en Moscú.
30 de mayo de 1943.
Secretario del fideicomiso: Prokófieva
Se puede imaginar lo contenta que estaba en Sarátov la secretaria del fideicomiso suroccidental de los materiales de construcción nkz Prokófieva por haber ayudado a encontrar al padre de Knórosov. Ella había enviado de inmediato a Yuri esta maravillosa postal en aquella época horrible, cuando cada persona esperaba más un aviso de muerte o alguna notificación acerca de una «persona desaparecida».
Tanto Yuri como su madre Alejandra Serguéievna estaban muy felices. Y su padre todavía continuaba buscando a su familia, enviando cartas y telegramas:
Buguruslan KVS DS
Pido que averigüen en la Comisión de Evacuación la ubicación de Knórosova Alejandra Serguéievna, nacida en 1860 en la región de Vólogda, de Knórosov Yuri Valentínovich, nacido en 1922 en la región Járkov, telegrafíe la respuesta al jefe de Administración de Materiales de Construcción nmts (??) a Ordovski.
Administración de fábricas de materiales de construcción de Dirección General de Logística del Comisariado del Pueblo de Vías de Comunicación de la URSS.
Knórosov
15 de junio de 1943.
Knórosov-padre había enviado este telegrama un día antes de que Yuri recibiera la tarjeta de Prokófieva. Por lo visto, él escribe de inmediato a su padre a Moscú y logra recibir respuesta, ya que posteriormente Valentín Knórosov ya estaba informado sobre los nuevos acontecimientos ocurridos mediante las cartas de Alejandra Serguéievna. Así, a finales de julio Valentín Dmítrievich se entera de que Yuri había caído enfermo de tifus y se encontraba en hospital en Novaya-Kriusha.
Hospital de Novaya- Kriusha
31 de agosto de 1943
Certificado Médico
Dado al ciudadano Knórosov Yuri Valentínovich debido a que desde el 13 de julio hasta el 21 de agosto se encontraba en el hospital por haber tenido tifus. Se libera de trabajo hasta el 16 de agosto de 1943.
Doctor. Firma.
El 14 de agosto, Valentín Dmítrievich escribe una solicitud pidiendo que lo dejen ir por 20 días a ver a su esposa y a su hijo enfermo al «pueblo Fomenkovo de la región de Vorónezh de Staraya-Kriusha, a 50 kilómetros de la estación de trenes Kalach de ferrocariles de suroriente».
…Le pido permiso de salir para ver a mi familia. Según las cartas necesitan que esté allí. Para el viaje se necesitarán máximo 20 días ya que de la estación Kalach se necesitará ir a pie una parte del camino.
No me atrevo a plantear el problema acerca de una invitación para ellos a Moscú ya que no tengo el alojamiento y vivo con conocidos en Losinoostróvskaya. Además, tampoco puedo suministrarles alimentos ya que aparte de la tarjeta limitada para las comidas (una vez al día) no recibo nada desde febrero.
Pido que no rechacen mi petición.
Jefe del departamento de refractarios
Administración de materiales de construcción,
Dirección General de Logística
Knórosov
El 17 de agosto, Yuri le escribe nuevamente a Borís. Está claro que ya se había entablado la comunicación entre ellos:
17 de agosto de 1943, Pueblo Fomenkovo
¡Hola, Borís! Me alegra mucho el hecho de que ahora te puedo saludar como un docente y candidato en ciencias. Espero que te sientas bien. ¿Dónde está Serafima ahora –contigo o no? Mándale saludos de nuestra parte. Papá escribe que no logras comprender nuestra dirección. No es de extrañar: nosotros tampoco podemos entender nada en los telegramas de papá. Si papá te escribe que hay dos pueblos que se llaman Fomenkovo, no le creas, solo hay uno. ¿Por qué carajos enviaron ustedes nuestros pases a Akmolinsk? (¡¡!!) y eso que ya eres docente. En cuanto a nosotros, el 9 de marzo de 1943 nos evacuamos de Járkov y el 7 de abril ya me asignaron como maestro de historia y geografía en la escuela de enseñanza secundaria de Fomenkovo. Mamá anhela mucho verte a ti y a otros miembros de nuestra familia. Ella se ha agotado completamente, adelgazó mucho y se volvió increíblemente nerviosa lo cual empeora considerablemente por la misma circunstancia de que no tenemos en lo absoluto el inventario doméstico como cuchillo, plato, cacerola y lo demás, excepto dos enormes cucharas de madera. Además, la población local tiene una actitud bastante deplorable hacia los «vacuados» (evacuados). Mamá tiene que hacer ejercicios que no favorecen a su salud y edad, como, por ejemplo, caminar 50 kilómetros al día (así era cuando estaba yo enfermo de tifus exantemático). No cabe duda de que ella solo vive soñando con irse o con verte a ti o a papá. Escribo «soñando» porque por el momento no vemos ninguna oportunidad real. Mandamos muchas cartas a papá pidiendo el pase. Él contesta: aguanten, sean fuertes, mantengan el espíritu. Estoy en la lista como militar de la reserva de la categoría II y en cualquier momento puedo ser reclutado; entonces mamá resultará estar en una situación sumamente complicada. Te pido mucho que tomes en cuenta esta circunstancia. Actualmente ella se llevó mis penúltimos pantalones para cambiarlos por la sal, con la que aquí tenemos problemas. Si hay posibilidad de llevarnos a tu casa, ya estamos más que listos. Me gustaría mucho ver una de las antiguas ciudades de la Unión [se trata de Samarcanda, donde en aquellos tiempos se encontraba Borís], la tumba de Tamerlán y otras cosas, sin mencionar las uvas que ahora le irían muy bien a mamá. Me mandan a la mejor escuela en la región para impartir clases a los grupos de V a X año. Así que, si no nos vamos, tendré que comenzar a trabajar. Nuestra dirección va a cambiar –por el momento estamos en Fomenkovo, pero debemos mudarnos al pueblo Staraya Kriusha. Escríbenos a la dirección indicada en el sobre. Mamá te manda saludos.
Yu. Knórosov.
Dirección: pueblo Staraya Kriusha, región de
Vorónezh, distrito
Staro-Krivusha. Escuela secundaria.
Al maestro Yu. Knórosov.
Mientras tanto, a Yuri le dan de alta, y el 21 de agosto de 1943 le da tiempo de recibir del jefe del Ministerio Regional de Educación Pública un nuevo nombramiento: maestro de historia y de geografía para los alumnos del quinto al décimo grados de estudios en la escuela núm. 1 de Staraya-Kriusha. Por lo visto le cuesta trabajo caminar, ya que en la carta a nombre de la directora de la escuela Dubatovkina se indica la necesidad de proporcionarle no solo la vivienda, sino también el transporte.
Parece que finalmente la administración le da permiso a Valentín Knórosov de ir a Staraya-Kriusha y traer a su familia a Moscú. La administración ayuda a solucionar las dificultades burocráticas del tiempo militar. Parece que Valentín Dmítrievich se va por su hijo ya con la tarjeta de viaje preparada para pedir la firma del jefe de la fábrica de ladrillos Balashovski.
13 de septiembre de 1943.
documento de viaje
Se expide a Knórosov Yuri Valentínovich, al obrero de la fábrica de ladrillos Balashovski del Comisariado del Pueblo de Vías de Comunicación de la URSS.
Enviado a la fábrica de ladrillos Losinoostróvski del Comisariado del Pueblo de Vías de Comunicación de la URSS.
Para trabajo permanente.
De conformidad con un decreto del 13 de septiembre de 1943. Una vez que se haya presentado la tarjeta temporal núm. 140, es válida por un periodo de seis meses».
Firma. Sello.
Incluso se había tomado en cuenta el hecho de que Yuri no tenía pasaporte. Lo más probable es que lo hubiera perdido. En su acta de nacimiento aparece un sello: «el pasaporte es expedido en 1938».
Hasta el final no se entiende si en aquel año escolar el maestro Yuri Knórosov había comenzado las clases o no, porque a mediados de septiembre él ya se encuentra junto con su madre en Moscú, donde su padre se preocupa por su destino.