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WALTER REUTER, FOTÓGRAFO
ОглавлениеWalter Reuter nació en Berlín el 4 de enero de 1906 y murió en Cuernavaca, México, el 20 de marzo de 2005.1
Al proclamarse la primera guerra mundial su padre fue movilizado y Walter y su familia se trasladaron al campo.
Como le confesó, un día, a Dorothea Cremer: «En realidad solo pasé dos años sentado en el pupitre. Mi verdadera escuela fue el movimiento juvenil».
Estuvo inscrito en las organizaciones juveniles alemanas Kaufmännischer Wandervogel (Los pájaros errantes) y Jung Wandervo-Vogel (Los jóvenes errantes), con las que hizo numerosas excursiones por la geografía del país. Años de excursionismo que compatibiliza con algunas lecturas de autores como Rainar Maria Rilke. Apasionado por la danza siguió de cerca las actuaciones de Isadora Duncan y Anna Pavlova.
De joven estudió Quimiografía y luego trabajó en el Instituto de Artes Gráficas Büxenstein de Berlín.
En 1928 conocería a su futura mujer la actriz judía-polaca Sulamith Siliava, que lo relacionó con el mundo de la dramaturgia, las artes y Hans Litten, abogado de izquierdas y defensor de los derechos de los trabajadores.
Hacia 1929 adquiere la máquina de fotos Contessa Nettel e inicia su carrera de reportero gráfico. Con un reportaje sobre la vida de las colonias agrarias fuera de Berlín inicia sus colaboraciones con la revista Arbeiter Zeitung Illustrierte (Berlín, 1931-32), cuyas portadas realizaba el fotomontador John Heartfield.2
Según Dorothea Cremer «el compromiso fotográfico de Walter Reuter tenía motivaciones sociales y políticas pero era independiente y sin vinculación a partido alguno».
En ese periodo colabora asimismo con las revistas alemanas: Der Arbeiter-Fotograf (1931-33); Der Querschnitt (1932) y Zürcher Illustrierte (1936).
El ascenso al poder de Adolf Hitler, el incendio del Reichstag (1933) y el asalto al apartamento de Hans Litten le aconsejan marcharse de Berlín iniciando con su mujer Sulamith Siliava y la amiga Margarethe Timbal un largo viaje por Europa que finaliza en España (1933). Viajan por diversas ciudades españolas hasta que se instalan en Torremolinos (1934-36).
En ese periodo traba amistad con los poetas andaluces Manuel Altolaguirre, Emilio Prados y Juan Rejano y en un viaje a Granada conoce, poco antes de morir, a Federico García Lorca (1936). En una entrevista con el español Ángel Cosmos recordaba así ese encuentro: «El 13 de julio de 1936, cinco días antes del inicio de la guerra civil de España, estuve en Granada, en casa de Federico García Lorca. (…) Federico y yo nos hicimos buenos amigos, por razones musicales más que nada, pues tuvimos una velada en la que él tocó el piano y yo canté canciones alemanas. A Federico lo mataron muy poco tiempo después».3
Al estallar la guerra civil española se traslada a Madrid y empieza a trabajar en el Ministerio de Estado que presidía Julio Álvarez del Vayo y en particular con el artista Gabriel García Maroto. Los diversos reportajes en los frentes de Madrid, Barcelona y Valencia los distribuye a través de la Agencia Back Atar publicando asimismo en las revistas Ahora (Madrid, 1937) y los periódicos europeos Regards (París, 1937) y Zürcher Illustrierte (Berlín, 1936).
Durante la guerra asiste al segundo Congreso Internacional de Escritores en Defensa de la Cultura (Valencia, 1937) donde trata de cerca a diversos intelectuales alemanes como Gustav Regler, Anna Seghers, Erich Weiner, etc., y a los fotógrafos Robert Capa, Kati Horna, Gerda Taro, etc.4
Poco antes de finalizar la guerra atraviesa la frontera francesa con un periodista del Daily Worker. Como carecía de documentos personales lo detienen, se escapa a Perpignan y de allí llega a París donde residía su mujer e hijo. Vuelven a detenerlo en París y los consignan en el Campo Roland Garros. Desde París lo trasladarían a los campos de concentración de Orleáns, Aix-en-Provence y Nîmes.
Finalmente desde Marseille se alista con los alemanes Werner Mink y Willy Emker en la Legión Francesa trasladándose a Casablanca. Tras pasar unos años en campos de concentración franceses en Argelia y Marruecos –Sidi-el-Ayachim Sidi-bel-Abbés y Coloma-Bechar–, consigue escapar y desde Casablanca embarca en el vapor Saint Thomé con su mujer e hijo y se exilia en México.
En México y sin documentación personal sobrevive unos años en Puebla (1942-44) hasta que consigue trabajo en la Ciudad de México con la ayuda de los alemanes Heinrich Gutmann, Gustav Regler y Anna Seghers y la Liga für Deutsche Kultur (Liga Pro Cultura Alemana).5
Según la investigadora mexicana Rosanna García el primer reportaje de Walter Reuter publicado en la prensa mexicana fue sobre los «Campos de concentración del norte de África” y lo publicó en la revista Hoy (México, 6-02-1943). Ese año adquiere una cámara Rolleiflex de segunda mano y empieza a hacer reportajes de México como «Los techos de México” publicado en la revista Nosotros (1943). A lo largo de muchos años recorre la geografía mexicana, publicando reportajes sobre los indígenas, su forma de vida y cultura en revistas ilustradas como Hoy (1937), Mañana (1943) y Siempre (1953).
Según confesaba Walter Reuter: «Siempre intenté honrar la dignidad de los indios, tanto con mis fotos como en mi comportamiento personal”.
Interesado asimismo por el mundo de la danza haría diversos reportajes sobre los grandes bailarines mexicanos –José Limon, Guillermina Bravo, Ana Mérida– y los escenógrafos de la época –Miguel Covarrubias y Julio Prieto.
Un aspecto interesante del trabajo artístico de Walter Reuter es su obra vinculada al documental y al cine. Como camarógrafo trabajó primero para el programa de noticias Noticiero (1946), donde colaboraría con Carlos Velo.6
Son destacables los cortometrajes Historia de un río (1953) de Francisco del Villar; Tierra de Chicle (1953) de Ramón Beteta; La viuda (1957); El hombre de la isla (1957); Tierra de esperanza (1957) de Francisco del Villar; El botas (1957) de Mauricio Magdaleno; La brecha (1957) de Fernando Espejo.
Como camarógrafo trabajó en los filmes: Raíces (1955) de Benito Alazraki y gran premio de la crítica del Festival de Cannes (1955); El tigre de los mayas (1957) de Fernando Wagner; Norte (1958) de Benito Alazraki; La gran caída (1958) de Myron J. Gold; El brazo fuerte (1958) de Giovanni Korporaal; Los pequeños gigantes (1958) de Hugo Mozo; La güera Xochitl (1966), de Rogelio González etc.7
Entre sus reportajes temáticos sobre México destacan los que hizo para la Comisión Federal de Electricidad en el río Papaloapan (Estado de Veracruz); en la Siderúrgica Lázaro Cárdenas Las Truchas (Estado de Michoacán, 1974), etc.
Trabajó asimismo con Emilio García Riera, José Revueltas y Federico Cervantes como profesor del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos creado por la Universidad Nacional Autónoma de México (1964).
A lo largo de su vida hizo asimismo diversos documentales sobre el mundo indígena mexicano para diversas televisiones europeas y en particular uno sobre los lacandones para el Musée de l’Homme de París (1952).
Según el historiador del arte Michael Nungesser: «Sus fotos han ayudado a reforzar la conciencia de que los indios son una parte esencial de la cultura mexicana y de que se debe preservar su identidad”.
A inicios de los noventa se organizó una muestra itinerante de su obra fotográfica y fílmica bajo el titulo de Walter Reuter, Berlín-Madrid-México. 60 años de fotografía y cine (1930-1990), con un documentado catálogo con textos de Diethart Kerbs, Dorothea Cremer, Michael Nungesser, Lothar Schuster y Ursula Tjaden.
La crítica de arte Teresa del Conde publicó asimismo el libro Nuestra Gente, con imágenes a través de la lente de Walter Reuter realizadas entre 1942 a 1992, una monografía que recoge una antología de su trabajo sobre los indios de México.
En 1999 con motivo de la Tercera Bienal de Fotoperiodismo le concedieron el premio Espejo de Luz de México.
Aunque perdió sus archivos de negativos de Alemania (1929-33) y de España (1933-39), se conservan copias de ese periodo y cerca de 120.000 negativos de su trayectoria mexicana (1942-2005).
Pregunta: ¿Qué fotógrafos conoció en la guerra civil española?
Respuesta: Entre otros, Gerda Taro, que vivía en mi misma casa. Antes de salir a hacer fotos pasaba a saludarme. Incluso el día que partió, por cierto camino de Brunete, donde fatalmente moriría. Le dije, Gerda, estás loca. Te vas a la sierra, a Brunete. ¿Cómo vas tan elegante? Ella me contestó: Es que los compañeros quieren ver a una mujer. Esa misma noche moriría.
P.: ¿Cómo falleció Gerda Taro?8
R.: Hay muchas historias al respecto. La historia de la muerte de Gerda Taro la escuché en el hospital donde la ingresaron. Ella regresaba de Brunete en un coche lleno de heridos. Y se le ocurrió ponerse fuera con el busto hacia fuera en el momento que se cruzaron con un tanque que la aplastó por completo. Así murió. Sin conocimiento. Esto me lo contaron unos periodistas noruegos. Hay una foto con todas ellas.
P.: ¿Tenía amigos españoles?
R.: Sí tenía unos amigos en Málaga. El poeta Emilio Prados. El otro era Juan Rejano. Los dos se exiliaron en México.
P.: ¿Cuándo conoció a Federico García Lorca?
R.: A Granada fui desde Málaga. Yo tenía una amiga gitana en esa ciudad. Fue quien adivinó que mi mujer estaba embarazada. Me alojé con mi mujer y mi hijo en un hotel donde residía un familiar de Winston Churchill. Por recomendación de Emilio Prados conocí a García Lorca. Pregunté por su familia y llegué a su casa. Allí me dijeron que esperara que esa noche regresaba Federico de Madrid. Ese día comí invitado por su familia. Por entonces Federico trabajaba en Madrid. Esa noche cantamos juntos. Él tocaba el piano. Yo le canté canciones populares alemanas. Hablamos toda la noche.
P.: ¿Antes de llegar a España en 1934 usted había trabajado como fotógrafo en Berlín?
R.: De mi trabajo fotográfico en Alemania desde 1930 a 1933 estuve hablando con García Lorca. Creo que fui uno de los fotógrafos más combativos contra los nazis en Berlín. Yo tenía un amigo abogado que también fue muy agresivo contra los seguidores de Hitler. Por entonces los grupos de nazis perseguían a los obreros y a los grupos comunistas y cristianos con mucha violencia. Yo retraté muchos acontecimientos de esa época. Y, en 1932, ya tuve muchos problemas para hacer reportajes en Berlín pues andaban persiguiéndome los nazis. Así pues tuve que emigrar a Checoslovaquia.
P.: ¿Qué hizo desde entonces?
R.: Viví entre las zonas mineras de Silesia. Hice reportajes para diversas revistas.
P.: Usted colaboró asimismo en la revista AIZ.
R.: Así es. Desde 1930 a 1933 hice algunas colaboraciones para el Arbeiter Illustrierte Zeitung.
P.: ¿Conoció a John Heartfield?
R.: Así es. Hice muchas fotos que Heartfield utilizó.
P.: ¿Cómo se hizo fotógrafo?
R.: En el año 1920, con apenas 14 años, busqué mi primer trabajo. Era hijo de una familia obrera. Mi padre acababa de salir prisionero de la Primera Guerra Mundial. Eran tiempos difíciles. Me llevó a una imprenta y aprendí el oficio de grabador. En ese tiempo estuve unos meses en Finlandia. Regresé tan bien alimentado que mi madre no me reconoció. En 1924 terminé mi aprendizaje en la imprenta. En navidades me fui a la nieve. En la estación conocí al que organizaría los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936. Gracias a él aprendí a esquiar. Me pasé un par de meses en la estación de esquí. Al regreso a la imprenta creí que me iban a echar del trabajo. Y me quedé trabajando en la imprenta hasta 1930.
P.: Usted llegó a hacer un reportaje de una manifestación obrera de 1930.
R.: Así fue. En 1929 el jefe de policía de Berlín, que era socialdemócrata, prohibió la manifestación obrera del Primero de Mayo. La policía disparó contra la manifestación. Hubo más de 33 heridos y cerca de 100 heridos. Propuse una protesta contra esos hechos en mi trabajo. Hice un manifiesto que firmaron la mitad de los empleados. Por ese hecho me dejaron sin trabajo. Me tuve que ir al campo fuera de Berlín. Y allí se me ocurrió la idea que si me compraba una cámara fotográfica podría ganarme la vida haciendo fotos. Primero saqué fotos de desnudos de mis amigos en el campo.
P.: ¿Cuál fue la primera cámara fotográfica que tuvo?
R.: Una Contesa Nettel. Se abría como una tijera. Luego me compré una Agfa más corriente. Y más tarde me construí una amplificadora. Conseguí hacer media docena de fotos al día. Consumía películas 6 x 9 mm.
P.: ¿Dónde publicaba sus fotos?
R.: En una revista alemana titulada Belleza y Fuerza (Schönheit und Kraft). Me pagaron 7 marcos por cada foto. Luego me pidieron ese reportaje desde París. Era una revista pornográfica. Desde entonces renuncié a hacer fotos de desnudos. Entonces empecé a hacer reportajes políticos. Recuerdo que hice un reportaje sobre un ministro alemán (Brunink) que quería descentralizar los centros proletarios fuera de la capital. Sacar al proletariado de los centros urbanos. Hice un reportaje sobre la «Miseria en las casas de las afueras de Berlín”. Las llevé a Arbeiter Illustrierte Zeitung. Les gustó mucho mi trabajo. Me pagaron 400 marcos. Con ese dinero me compré una amplificadora. Y a partir de ese momento desde 1930 a 1933 trabajé para la revista AIZ.
P.: ¿Qué actitud política tenían entonces los reporteros alemanes?
R.: Por esas fechas había una organización de reporteros gráficos de izquierdas, se llamaba Arbeiter Photographen, aunque no pertenecí a ese grupo, pues siempre trabajé solo.
P.: Años difíciles en Alemania.
R.: Por entonces compaginé la fotografía con la música y la canción. Yo era autodidacta. Vengo de una familia de obreros. Éramos tres hermanos. Por entonces viví cerca de la Prusia oriental. Hablo del periodo 1914-17.
P.: En qué trabajaba su padre.
R.: Era herrero. Luego se hizo conductor de tranvías. En mi casa había dos libros y nada más.
P.: ¿Qué vínculos tiene con la música?
R.: Aprendí música gracias a un amigo burgués que tenía un piano en casa. Su madre era actriz. Con este amigo hacía de extra en obras de teatro. Hacíamos canciones, teatro y danza. Por entonces empezaba el «ballet» moderno en Alemania. Mi relación con la cultura fue a través de la danza, la música y el teatro.
P.: ¿Cómo se cercó usted al mundo del arte?
R.: A través de visitas en los museos. Así descubrí a Barlach, Deineka, Kollwitz, etc. Me impresionó mucho un artista que falleció durante la primera guerra mundial. Pintaba animales.
P.: ¿Llegó usted a conocer a Frantisek Dtrikol?
R.: No, no recuerdo. A mí entonces no me interesaba la foto. Admiraba a John Heartfield.
P.: ¿Qué hizo usted al llegar Hitler al poder?
R.: Salir de Berlín. Me escapé con una amiga alemana secretaria de mi amigo abogado. El 5 de Febrero de 1938 murió. Dicen que se suicidó tras varios años en un campo de concentración.
P.: ¿Qué hizo usted en España como fotógrafo?
R.: Trabajé para la revista Ahora que era una revista de las Juventudes Socialistas Unificadas. Era el fotógrafo de la revista durante la guerra. Mi jefe era el pintor Gabriel García Maroto. Él se ocupaba de difundir mi trabajo a nivel nacional e internacional. También coincidí con Robert Capa. Vivíamos en un Hotel Gran Vía. Capa me traía papel fotográfico de París.
P.: Usted estuvo en la Batalla de Teruel.
R.: Sí allí conocí a Reisner.9
P.: Estuvo usted en Valencia.
R.: Sí, pasé unos meses.
P.: ¿Qué militares conoció?
R.: Conocí a Lukacs y Regler.
P.: En que lugares hizo usted fotos.
R.: Por todos los frentes. Hice fotos de Hans Beimmler. Hice fotos para la Agencia Black Star de New York y de London.
P.: ¿Conoció a los Mayo?
R.: Fui amigo de Francisco y Faustino.
P.: Qué ocurrió al finalizar la guerra civil española.
R.: Me fui a Francia. Estuve detenido hasta que me escapé y fui a Perpignan a encontrar a un periodista inglés amigo mío quien me dio un dinero que le había prestado. Allí tomé un tren hasta París donde encontré a mi mujer y mi hijo. Y vivimos en distintos hoteles, sin papeles, hasta que estalló la guerra europea. Al comenzar la guerra, en Septiembre de 1939, me presenté a las fuerzas militares francesas para luchar contra Alemania. ¡Fíjese usted qué contradicción! Un alemán en París que quería luchar contra Alemania. Conservo el documento. En Orleans estuve detenido en un campo de concentración. Pedí un permiso para salir unos días. Sí conseguí un documento que estaba en Francia. Por entonces estábamos a menos de 100 kilómetros del frente alemán. De allí nos llevaron cerca de Nîmes. En 1940 los alemanes ya estaban en toda Francia. Perseguían con crudeza a los judíos. Me escapé y me fui a Marsella. Allí me alisté en la resistencia francesa. De allí conseguí irme a Casablanca.
P.: ¿Qué hacia usted en Casablanca?
R.: Allí anduve libre un tiempo hasta que me detuvieron e internaron de nuevo en un campo de concentración francés. Allí conocí a un judío que logró escaparse. De allí nos llevaron detenidos y amarrados con cadenas a un tren hasta Sidi-Bel-Abbes (Argelia), el Centro de la Legión Extranjera. Y desde allí al Sáhara donde estuve varios años trabajando en el ferrocarril.
P.: Allí habían españoles.
R.: Sí habían españoles y legionarios extranjeros. Estuve un par de años haciendo trabajos forzados.
P.: ¿Cómo salió de ese campo?
R.: Fue hacia 1942 que llegaron varios militares en jeep solicitando la colaboración nuestra para regresar a Alemania. Pidieron que levantaran la mano quienes quisieran regresar a la patria. Éramos más de 120 detenidos. Pero nadie aceptó la invitación. Luego dijeron: ¡Que los judíos den tres pasos adelante! Y los tres alemanes rubios dimos el paso adelante.
P.: ¿Usted militó en algún partido político?
R.: No, nunca.
P.: Qué fotógrafos le interesaban entonces.
R.: No tuve maestros. Le recuerdo que era autodidacta. Nunca trabajé para ningún diario. Lo mío era hacer reportajes. Tomaba un asunto y lo desarrollaba. Al llegar a México ocurrió lo mismo. Aquí hice reportajes para los periódicos: Así, Hoy, Siempre, etc.10
P.: ¿Qué géneros fotográficos desarrolló en su obra?
R.: Principalmente reportajes. También hice retratos de encargo. Me interesaba la vida de los indígenas, la danza moderna, la arquitectura moderna. También hice cine.
P.: En los años 50 usted hace un proyecto cinematográfico con Casasola.
R.: Así fue. En los años 50 fui a Veracruz y le propuse hacer cine. Enrique Casasola me preguntó:
—¿Pero tú sabes filmar?
Yo le respondí:
—¿Con quién crees que estás hablando?
La verdad es que había hecho algunos documentales en España, en los años treinta. Recuerdo que filmé varias corridas de toros de Manolete, Procura, Severio, etc. No era aficionado a los toros pero era un trabajo. Luego al llegar a México volví a filmar para la Comisión del Papaloapan y para Juan Rulfo. Sobre todo la danza de los mijes en Oaxaca. En serio empecé a filmar en los años cincuenta.
P.: ¿Cómo consiguió su primera cámara de filmar?
R.: Gracias a un préstamo de Gutierre Tibón. Compré una cámara de 35 milímetros. Con dos caballos y un ayudante hice un documental en Temascal, en el Río Tonto, afluente del río Papaloapan, en el Estado de Veracruz. En un mes hice el documental de la presa que iban a construir en esa región fronteriza entre Oaxaca y Veracruz. Para ser el primer documental no estaba mal del todo. Este documental ganó la Espiga de Plata del Festival de Cine de Roma.
P.: ¿Hizo más documentales?
R.: Sí, hice otro sobre la tierra del chicle. Financiado por una compañía. Luego hice el documental Raíces (1950) para Manuel Barbachano. Este ganó un premio en el Festival de Cannes.
Entrevista realizada en la ciudad de México el 15 de octubre de 1996.
1 Dorothea Cremer: «Walter Reuter, odisea de una vida», en Catálogo de la exposición: Walter Reuter. Berlín, Madrid, México. 60 años de fotografía y cine, 1930-1990, Argon, Berlín, 1990, págs. 22-47 y Merry Mac Masters: «Murió Walter Reuter a los 99 años», en La Jornada, México, D.F., 21-03-2005.
2 Heinz Willman: Geschichte der Arbeiter-Illustrierten Zeitung (1921-1938), Dietz Verlag Berlin, 1975.
3 Ángel Cosmos: «Walter Reuter, aventura hasta la nobleza (Entrevista)», en Foto Zoom, año XI, nº. 128, México, mayo, 1986, págs. 37-49.
4 Ursula Tjaden: «Walter Reuter como fotógrafo en España», en Catálogo de la exposición: Walter Reuter. Berlín, Madrid, México. 60 años de fotografía y cine, 1930-1990, Argon, Berlín, 1990, págs. 67-71.
5 La Liga Pro Cultura Alemana fue creada, por Ernst Toller, en 1937, en México. Tenía como objetivo reunir a los emigrados antifascistas, los mexicanos progresistas, los alemanes antinazis en una especie de «frente popular» que uniera comunistas y socialdemócratas. Agrupó, entre otros, a los intelectuales Alfons Goldschmidt, Ludwig Renn, Friedrich Wolf, Herman Budzilawski, Alfred Kantorowicz, Leonhard Frank, Franz Werfl, etc.
6 Carlos Velo (Cartelle, Orense, 1905-Ciudad de México, 1989). Biólogo y cineasta. Se inicia en el cine con los documentales Galicia (1935); Almadrabas (1935), Saudale (1936), Infinitos; Felipe II; El Escorial, etc. Fue profesor de Biología de la Universidad Central de Madrid (1936). Finalizada la guerra se exilió en México. Guionista de los filmes: Entre hermanos (1944) de Ramón Peón; Raíces (1954) de Benito Alazraki; El gallo de oro de Ricardo Gavaldón. Director de los documentales Torero (1956) y Pedro Páramo (1966). Fue director técnico de la Productora de Cortometrajes Ema donde dirigió: Noticiario Ema; Cámara; Cine Verdad; Tele Revista, etc. Colaboró en diversas revistas literarias gallegas del exilio: Saudade (1942-43); Vieiros (1959-62); Terra e Tempio.
7 Lothar Schuster: «Walter Reuter como cineasta», en Catálogo de la exposición: Walter Reuter. Berlín, Madrid, México. 60 años de fotografía y cine, 1930-1990, Argon, Berlín, 1990, págs. 60-66.
8 Irme Schaber: Gerda Taro. Une photographe révolutionnaire dans la guerre d’Espagne, Anatolia-Éditions du Rocher, Mónaco, 2006.
9 Sobre el trabajo como reporteros de guerra de Georg Reisner y Hans Namuth ver: Spanisches Tagerbuch 1936, Fotografien und Texte aus den ersten Monaten des Bürgerrkriegs (Herausgegeben von Dietar Kerbs), Nishen, Berlín, 1986.
10 Sobre la etapa española de Walter Reuter ver: Cristina Vives: Los ojos de Walter Reuter, l’Eixam Edicions, Tavernes Blanques, Valencia, 2012. Sobre la etapa mexicana de Walter Reuter ver la entrevista y reportaje realizado por Ángel Cosmos: “Walter Reuter. Aventura hasta la nobleza”, en FotoZoom, año XI, nº. 128. México, mayo, 1986, pás. 37-49.