Читать книгу Sé un ángel - Guillermo Sandino - Страница 19

Mi hija y su ángel

Оглавление

Estábamos de vacaciones en un sitio muy bello y caluroso. A eso de las seis de la tarde estábamos en la piscina del hotel con mis hijos nadando, cuando un niño muy acelerado no se dio cuenta y nadando se tropezó conmigo, arrancándome una cadenita muy bella que yo siempre tenía colgada, una pequeña cruz. Traté de sumergirme y buscarla, pero la iluminación de la piscina no era muy potente. Un mesero que estaba a la orilla de la piscina me ayudó alumbrando con su linterna y nada. Hasta que de repente mi hija Jerónima dijo: “papá, que me dejen sola a mí para buscar la cadena”. Yo les dije que dejaran de alumbrar con la linterna, y a los chicos que estaban en la piscina tratando de ayudarme a encontrarla les pedí que estuvieran quietos. Mi hija se zambulló sin tocar fondo, nadó por debajo del agua un par de metros y salió a la superficie feliz con la cadenita en la mano.

Me puse radiante de la felicidad y le pregunté cómo había hecho para encontrarla. Ella me dijo que sintió que el ángel le hablaba y le decía que se hundiera que se la iban a entregar; ella lo hizo y estiró su mano y vio a su hermano Francisco sonriendo mientras le entregaba la cadenita. Ella me dijo: “fue el ángel y Francisco los que me entregaron la cadenita”.

Es hermoso recordar este momento donde el cosmos se confabuló y se presentaron el ángel y mi hijo Francisco para entregarle a Jerónima la cadenita, porque ella escuchó y aceptó lo que el ángel le dijo. Los ángeles nos demostraron que cuando hay fe en familia, todo puede suceder por amor, y lograr la presencia de mi hijo Francisco en un acto de amor a su hermana y a su padre y en compañía del ángel, es algo fascinante. Fue una misión de un ángel en acción.

Sé un ángel

Подняться наверх