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Introducción expandida
ОглавлениеEste texto es un rizoma. Fragmentos de un todo desarrollado en diferentes épocas, diferentes circunstancias históricas, diferentes necesidades y acontecimientos motivadores.
Fragmentos que guardan entre sí una relación no siempre evidente. Atesoran repeticiones, reescrituras, contradicciones, complejidades y ambigüedades que discurren, discontinuas, en una historia posible.
Incluye más de veinticinco años de voluntades, ideas, discusiones y horas de trabajo clínico propias y de compañer@s de caminata por los senderos de ese bosque que es el Pensamiento Estético en Musicoterapia. Formas del compartir tiempos profesionales, lecturas, viajes, exposiciones en congresos, charlas públicas, y algunos vinos, no menos inspiradores que los libros y la academia.
En este no tan nuevo libro, se suman a los escritos ya conocidos, los de buena parte de es@s colegas con quienes hemos compartido el placer de pensar, sentir y trabajar estéticamente.
Esta colección de escritos está poblada de otras voces, otras plumas, otros cantos. Los que también han poblado clases, talleres, ejercicio clínico y argumentos de gestión institucional.
La lectura, seguramente poco amable de los escritos precedentes es ahora abierta a una comprensión expandida en el diálogo colectivo, sostenido en la clínica en Musicoterapia y en la Improvisación Libre, como territorio de permanente retorno sonoro en el que abrevamos toda vez que hemos necesitado de una pregunta, de un acontecimiento o de un abrazo.
Los tiempos históricos que nos tocan nos han invitado a revisar nuestras prácticas, tanto en la formación profesional cuanto, y recursivamente, en su ejercicio clínico. La técnica, el concepto de adisciplina estética, la escucha y la ética desde la que percibimos nuestro devenir musicoterapeutas, y a la que invitamos a quienes, tan audaces como amables, se entrelacen con nuestros escritos.
Como en el primer libro, también el presente fluye “hacia un pasado imaginario y pretenciosamente fundacional”, pero su textura se expande y territorializa nuevas regiones. No es imposible y acaso sea deseable, construir un propio recorrido como lector@s, una línea de fuga, que al tiempo que se transita, produce una diferencia e integra en lo colectivo.
Los textos, tanto los que historizan el Pensamiento Estético en Musicoterapia, recopilados, releídos y corregidos sin perder su lógica y su situación epocal, cuanto los nuevos habitantes de este libro, son una invitación a participar e intervenir en ellos, a hacer uso, a resignificarlos. Tienen como destino el dejar de pertenecer a su autor/a para esparcirse en pensamientos y en actos de una comunidad, con el objeto de acentuar su capacidad de proliferar en lo heterogéneo, como quería Deleuze.
Pueden comprenderse como fragmentos de una gran improvisación, que han quedado fijados en una partitura sin dejar de ser aquella improvisación, sin perder su condición de tiempo presente y colectivo, que ahora adquiere la apariencia de una lectura.
Es a nuestr@s lector@s a quienes les toca el trabajo, arduo siempre, caprichoso a veces, de restituirle a esa improvisación fragmentaria el carácter de discurso vivo. Y ya entonces participar del festejo, la ceremonia de un acontecimiento que obra, que distingue, que traza, fundando una pequeña guía de prolongaciones y réplicas rizomáticas. Errancias, derivas, fugas...
Probablemente, y aún sin mi total consentimiento, un deseo pueble esta introducción; que cada vez que alguien se interne en estos escritos reinicie esa improvisación en la que todos los sujetos invocados en ellos, ese nosotr@s, vuelva a sonar, a escucharse. ¡Volvamos a tocar! Un nosotr@s nómada, un nosotr@s que se sostiene, así como el curso del río sostiene el cambio constante de las aguas. Este nosotr@s tiene la potencia de incluir a quien lee, que cada vez que abra, y se abra, al texto se estará ya integrando nuestra conversación colectiva. Nuestra dialogia.
Y es desde este escenario de acontecimientos desde donde l@s invito a recorrer los mentados senderos del bosque, comprender los conceptos, sufrir las arideces sembradas en la escritura, discutir pareceres y, secretamente lo espero, disfrutar de alguna línea afortunada.
Gustavo Rodríguez Espada
Rosario, Junio de 2016 - Buenos Aires, Diciembre de 2020