Читать книгу Todo lo que aprendí de mis hijos y no me enseñaron en la escuela de negocios - Helena Guardans Cambó - Страница 5

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Prólogo

Este libro que tiene en sus manos, apreciada lectora o lector, es un feliz hallazgo en el terreno de la reflexión sobre la forma de ejercer con éxito por parte de las mu­jeres el liderazgo dentro del mundo empresarial, y de hacerlo no solo compatible con el desarrollo de una vida personal y familiar plena como mujer y madre, sino de hacerlo como un todo orgánico.

Escrito por una mujer, y pensando especialmente en las mujeres que se enfrentan al reto de conciliar su vida familiar con la profesional, este libro es de indudable interés también para los hombres. Y, más allá, también para los jóvenes que en el inicio o transcurso de su trayectoria profesional se enfrentan a situaciones de conflicto y cooperación. Aquí encontrarán una guía entretenida y sugerente para resolver con éxito esas situaciones.

En un terreno como el del liderazgo directivo en el que abundan las reflexiones presuntuosas, teóricas, dogmáticas y grandilocuentes, el lector encontrará aquí una visión fresca, amena, coloquial y desinhibida que le cautivará y enganchará desde la primera a la última de las veintisiete experiencias o situaciones que se relatan en estas páginas.

Son veintisiete experiencias contadas en primera persona por una mujer que tiene pareja e hijos, y que desempeña un puesto de alta dirección en una empresa con más de cuatro mil empleados, con una multitud de lenguas y nacionalidades. Una empresa que ella misma fundó y ha llevado adelante desde el inicio.

El objetivo explícito de esas historias es mostrar, a través de experiencias personales de la propia autora y de la relación con sus hijos, que es posible lograr un equilibrio entre las dos grandes dimensiones de nuestra existencia humana: la personal familiar y la profesional. Helena quiere demostrar que el desarrollo y el éxito profesional, entendido en la forma que cada uno quiera, no está reñido con una vida personal y familiar plena. Sostiene de forma convincente, persuasiva y amena que no hay un dilema irreconciliable entre querer ser una profesional o directiva exitosa y tener una vida familiar intensa educando a los hijos.

Al contrario, integrar esos dos ámbitos de nuestra existencia humana le permite aplicar las experiencias relacionales de la interacción con la familia a la empresa. Hacer compatible la excelencia profesional y el desarrollo de la convivencia familiar. Eso le permite sacar lo mejor de cada persona y estimular la cooperación dentro de las organizaciones.

La aproximación que ha elegido Helena para abordar este objetivo quizá podría inscribirse en la tradición literaria de las parábolas, esas narraciones simbólicas, en general de carácter religioso, de las que se extrae alguna enseñanza moral. Pero quizá es mejor inscribirlas en la tradición de las fábulas, esas piezas de literatura narrativa breve en las que, en estilo llano, se cuenta una sola y breve historia o anécdota que alberga una consecuencia aleccionadora de interés universal.

Como en las fábulas, las historias de Helena son cortas, con una narración didáctica y contienen una ambición ética. De ahí que, como en aquellas, cada una de sus historias se cierra con una reflexión o moraleja de carácter universal acerca de cómo abordar las diferentes circunstancias que plantea la vida profesional. En su caso, a diferencia de lo que ocurre en las fábulas, en las que se hace hablar a animales o cosas inanimadas, Helena utiliza la conversación con sus hijos y sus reflexiones para abordar de forma no convencional la salida a los conflictos en el mundo laboral.

El recorrido por las veintisiete narraciones permite ver el liderazgo intencional que desarrolla Helena. Un liderazgo en el que se combina de forma maravillosa el propósito empresarial y el humanismo directivo. No aparece en ninguna de sus páginas el comportamiento ególatra y pagado de sí mismo tan frecuente en el mundo directivo. Por el contrario, vemos un liderazgo humanista en el que Helena no pretender aparecer como la persona más inteligente de cada reunión. Por el contrario, busca crear un entorno en el que los otros puedan tener éxito. Su comportamiento responde a la definición de líder como aquella persona que hace mejorar a los que están a su alrededor.

En este sentido, el libro de Helena Guardans se publica en un momento que añade un plus de interés a su reflexión. El coronavirus Covid-19 nos ha arrojado de forma inesperada y violenta a escenarios sociales, familiares, laborales y económicos que las generaciones actuales nunca habían vivido. Sus impactos van a ser amplios y profundos. En la mayoría de los casos solo comenzamos a entreverlos. Pero hay uno que ya hemos experimentado de forma intensa en estos meses. Es el sentimiento de vulnerabilidad como seres humanos. Y también el de la fragilidad de las instituciones que ordenan todos los ámbitos de nuestras vidas. En estas circunstancias, necesitamos personas con mucha inteligencia emocional, que lideren con todas las partes de su cuerpo: con su cerebro, su corazón, su alma y hasta con sus intestinos. Que sean capaces de potenciar el efecto de las emociones controladas para empoderar a las personas; en particular, a las mujeres que sienten el efecto de un techo de cristal en las organizaciones en que desarrollan su vida laboral o profesional.

Esta pandemia me ha hecho recordar una sentencia del gran economista inglés John Maynard Keynes. En las circunstancias dramáticas de la Gran Depresión de los años treinta, que para el pensamiento económico clásico no era impensable, Keynes señaló que “cuando esperas que ocurra lo inevitable, sucede lo impensado”.

Lo inevitable era la digitalización y la automatización y su impacto sobre el empleo y sobre la igualdad, la lucha contra el cambio climático, la desglobalización, la rivalidad geopolítica… y ha sucedido lo impensado: la aparición de una economía pandémica que pone patas arriba nuestras vidas. Este tipo de economía no es desconocida en la historia, aunque es infrecuente. Para enfrentarnos a ella tendremos, además de resistir y recuperarnos, que reinventarnos.

El libro que tiene en sus manos, querida lectora o lector, es una excelente ayuda para transitar por estos tiempos impensados. Quizá en una próxima reedición, que estoy seguro se producirá, Helena se vea movida a incluir nuevas parábolas que nos ayuden a reinventarnos en la pospandemia.

Antón Costas

Catedrático de Economía

Presidente de la Fundació Cercle d’Economia

Todo lo que aprendí de mis hijos y no me enseñaron en la escuela de negocios

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