Читать книгу Cuando se me empañaron las gafas - Irene Romero - Страница 10

Оглавление

Magia



Sus ojos sí que eran bonitos.


No era una belleza simple, no.

Era una de esas que te apetece contemplar durante horas si te deja.

No es un simple color, no podía ser clasificado exclusivamente como verde, marrón, azul o pardo, no, para mí no, para mí era mucho más que eso.

Era todo lo que transmitía en ese momento.


Fue ahí, justo en ese momento, en el que llevaba diez minutos mirándoselos, se tapó con una mano esas maravillas, negándome por algo más de tiempo para poder verlos de nuevo.

Y me preguntó, después de que yo afirmara que era verdad, no podía dejar de mirarlos, “¿de qué color son?”

No supe contestar, me quedé bloqueada, cierto era que no paraba de mirar a sus ojos, sin embargo, no lo sabía y, en vez de quedarme callada preferí decir la verdad: “no lo sé, ¿marrón claro?”


Esa respuesta me hizo escuchar la mayor carcajada más bella jamás oída.

Entonces, me hizo acercarme más, abrió sus espléndidos ojos y me dijo: “verdes, son verdes, mira.”

Efectivamente, miré y me consumió la belleza de su mirada.


Ya no solo era todo lo que podía transmitir con ella, era ese color tan puro, tan bello, tan próximo a la perfección.


Magia.

Cuando se me empañaron las gafas

Подняться наверх