Читать книгу Cuando se me empañaron las gafas - Irene Romero - Страница 16

Qué peculiar y qué bonito

Que nadie te diga no y, si lo hacen, convertirlo en un sí.

Que nadie te diga rana cuando te acabas de convertir en princesx.

Que nadie dictamine nada de ti, tu destino siempre es tuyo, siempre sin peros ni condiciones.

Que tu vida (aunque suene a tópico) te pertenece a ti, que es tu vida.

Que es fácil desentonar al lado de alguien normal.

Que es fácil que nadie te note.

Lo más fácil de todo es que nadie se dé cuenta de lo especial que tú eres.

Porque la vida es así, por mucho que alguien viva la vida de su propia manera, no podremos saber cómo ni por qué lo hace.

Eso es lo bonito.

Lo bonito es no sentirnos examinados, ser nosotrxs mismxs y poder respirar la felicidad que nuestros propios actos nos ofrecen.

Qué bonito es todo cuando te quieres a ti mismx.

Qué bonito es cuando nadie mira, cuando nadie sabe, qué bonito es cuando alguien mira dentro de tu alma, de tu corazón y entienda.

Qué bonito es saber que escribes, puede que no como Irene X o Defreds, pero escribir.

Qué bonito saber que nadie va a leer esto y entender mis palabras, porque nadie las entiende, quizá porque también forman parte del caos que soy.

Qué peculiar somos cada uno de nosotros, qué peculiar soy, qué peculiar es lo que escribo y qué peculiar que nadie vaya a tener certeza de la importancia que son para mí estos rescoldos de mi vida.

Qué peculiar y qué bonito.