Читать книгу Cuando se me empañaron las gafas - Irene Romero - Страница 12

Оглавление

Niña pequeña



Soy una isla.

Me encanta el hecho de ser una isla.

Independiente del resto, nada que te afecte e incluso esa sensación de libertad, esa de no estar atadx a nada más salvo al mar.

Ojalá eso fuera verdad, ojalá nada afectase.

Por desgracia o por suerte, aún no lo he decidido, afectan demasiado los demás: ser una persona que se implica tanto en los está bien, pero a veces te pierdes en el proceso.

Odio esa pérdida del proceso, pero si hay que elegir entre otro y yo, la decisión está clara.


A pesar de ello, soy consciente de lo que soy: esa pequeña isla que va a la deriva, nadie sabe nada de mí, se ve solo la superficie.

Y qué triste es que nadie pueda verte a través de los ojos, que mientas y nadie se dé cuenta.

Que nadie realmente te está mirando

Eres a partes iguales isla y fantasma.

Eres una simple niña que es de todo menos simple.

Solo tienes miedo, estás asustada de darte, aunque des todo de ti a todos.

Dar más hace daño a posteriori.

Y duele más llorar con motivos.

Duele sentir la lágrima bajando por tu mejilla y sentir más a fondo esa impotencia y ese cuchillo que te raja el alma.

Solo soy una niña con muchos errores a la espalda.

Soy como soy y lo acepto.

Quizá sea esa la razón por la que soy una isla y un fantasma.

El tiempo al final siempre te hace así.

Cuando se me empañaron las gafas

Подняться наверх