Читать книгу El debate fundacional: los orígenes de la historiografía chilena - Iván Jaksić - Страница 13
ОглавлениеIII. SOCIEDAD LITERARIA
DE SANTIAGO
El Semanario de Santiago, 2 de febrero de 1843
Varios jóvenes que siguen la carrera del foro, se han reunido recientemente para formar una nueva sociedad literaria, cuyos principales objetos son el ejercicio en la composición y el estudio filosófico de la historia. Vivamente interesados en los pasos que da la ilustración de nuestra patria, no podemos pasar en silencio esta nueva manifestación del entusiasmo que domina a la juventud chilena por el cultivo de las letras. Ningún testimonio más auténtico que ese ardor generoso podría citarse del progreso en que se halla Chile: ¡ningún agüero más seguro de la grandeza que alcanzará dentro de pocos años, si felizmente el cielo sigue dispensándole el bien de la tranquilidad de que ahora disfruta, y si ese anhelo de la juventud estudiosa no yerra la senda por donde debe encaminarse!
Contrayéndonos a la nueva sociedad, nos parece muy acertado el plan que ella ha adoptado para sus tareas. Nos hallamos bien lejos de pensar que el estudio de la historia sea un ramo de puro adorno para los que abrazan la carrera de las letras, ni que merezca el abandono en que hasta el presente se le ha visto en nuestros colegios. Por el contrario, creemos que si no se le limita a recargar la memoria de un caos confuso de hechos aislados; si se le hace con método, con meditación y filosofía, él es un conocimiento de la más alta importancia para el abogado, y un requisito esencial para el hombre público. Ese estudio es la escuela del corazón humano: por él se recoge la experiencia de muchos siglos y la de todos los pueblos de la tierra; en él pueden contemplarse bajo todos sus aspectos las causas que producen la felicidad o la desdicha de las naciones.
Por lo que toca al ejercicio de la composición, hemos sabido con gusto que se piensa adoptar para ella, en cuanto sea posible, asuntos de interés nacional. De este modo los trabajos de los socios no solo tendrán por resultado la adquisición de un buen estilo y la facilidad para la expresión más conveniente del pensamiento, sino que también les harán dirigir desde temprano sus miradas sobre la condición del país que les ha dado el ser, estudiar sus necesidades y los medios de llenarlas, los abusos que en él existen, y las reformas de que son susceptibles. Con la comunicación recíproca de sus ideas sobre materia tan interesante, se aumentará el caudal de las propias reflexiones; por medio de la discusión se rectificarán sus juicios; y cuando la patria haya de llamarlos a emplear prácticamente en obsequio de ella sus talentos y sus luces, encontrará ciudadanos provistos de conocimientos que, reposando sobre bases sólidas y uniformes, contribuirán en gran manera a alzar rápidamente el edificio de la prosperidad nacional.
Concluimos felicitando cordialmente a los individuos de la nueva Sociedad, y excitándolos a continuar con eficacia en su laudable empresa. Por nuestra parte, les repetimos la oferta que hicimos en nuestro prospecto de las columnas del Semanario, para publicar todas aquellas composiciones dignas de fijar la atención del público.