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DE LA EVIDENCIA INCIERTA A LOS MÉTODOS «PARA TODOS»
ОглавлениеHabida cuenta de los trabajos que publicamos en los dos primeros capítulos de este volumen y de lo expuesto aquí hasta ahora, debemos plantear la siguiente cuestión: si la evidencia científica en relación con la etiología del autismo es ciertamente escasa y se reduce a conclusiones parciales sobre fenómenos dispersos, ¿con qué legitimidad cuentan los tratamientos que se proponen eficaces partiendo de esa evidencia incierta? Cabe añadir que la ampliación preocupante del diagnóstico de autismo ha producido una desconfiguración de sus fronteras y que, por lo tanto, los métodos que son diseñados para tratar los síntomas quedan obsoletos con rapidez o pierden las condiciones con las que mostraron en su momento su eficacia. Se trata, entonces, de un verdadero salto al vacío.
Es el caso del conductismo del psicólogo noruego-estadounidense Ole Ivar Lovaas, que hemos mencionado, y de las técnicas conductistas que, inspiradas en él, han ido surgiendo en los últimos años. El método ABA,35 que se encuentra ampliamente referenciado en este libro, y sus derivadas en las TCC han sido los que han reclamado —de la mano de los profesionales formados en estas técnicas y de algunas asociaciones de familiares— la exclusividad de estos tratamientos para el autismo en los servicios públicos. Existe ya una evaluación publicada de la aplicación en el Estado francés36 del método ABA en instituciones educativas y sociosanitarias, que ha producido el desánimo de aquellos que acusaban al psicoanálisis del retraso francés en políticas de autismo y esperaban de este método resultados apabullantes. Publicamos en este volumen la lectura crítica de estos resultados, que han llevado a cabo los psicoanalistas Jean-Claude Maleval y Michel Grollier, profesores de psicopatología de la Universidad de Rennes-2. Con la lectura del texto de Maleval «El condicionamiento feroz del método ABA»,37 el lector de este volumen podrá apreciar también las razones del cuestionamiento, cada vez más extendido, de los métodos de modificación de conducta.
Las TCC deberían renunciar explícitamente a su filiación con el conductismo del ABA si quieren dejar de estar bajo la sospecha de sus métodos, que reeducan las conductas de los autistas aunque sea con la más noble búsqueda de su inclusión social. El legítimo deseo de llevar el autismo de un sujeto al campo de la palabra y del lenguaje no puede hacernos olvidar que el condicionamiento no puede venir del método, que las condiciones que respetar son las que el sujeto autista presenta para poder soportarlo y, en su caso, servirse de él.