Читать книгу Pasión de Lágrimas - J. N. Woolf - Страница 7
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ОглавлениеMe pongo a pensar en Rachel. Esa mirada tan fría directo a mi ingle.
Me ruborizo con solo pensar en esa noche, hasta ahora mi rostro se encuentra ruborizado, mis compañeros me miran.
El profesor no deja de mirar lo que hago, estoy muy incomodo, me molesta pensar en esa mirada. Qué raro, el día que volví a inscribirme el estaba simpático, tan confiado hasta ese momento. Pero ahora no se qué pensar – la verdad no entiendo como a veces soy tan ingenuo – no lo entiendo.
Después de entrenar dos horas me siento mucho mejor, mis compañeros nuevos son muy amables en cuidarme y hacerme recordar algunas técnicas de patadas defensivas.
Tengo muchos mambos en la cabeza, aún no entiendo.
Cómo pude llevarme biología.
Lidiar con eso no fue fácil en casa. Al llegar, mi hermano pudo consolarme y entenderme. En cambio mi madre no fue la mejor opción. Me miraba con una cara de enfado y con sus palabras superficiales, no me hicieron sentir bien.
Solo di la espalda y en ese momento puso su papel de víctima.
No di tanta importancia, solo hable con Cristian.
—No te preocupes, saldrás de esta.
Cristian y yo estamos estudiando para la semana que viene. Me pongo a recordar el momento que di mi último examen de matemáticas.
Ya había tirado mucha plata en particular y era este el momento de demostrar conocimiento.
Un chasqueo me hace volver a la realidad, Cristian me está mirando con mala cara, se lo que tengo que hacer. Lo quiero mucho pero a veces no me gustan sus maneras.
Reprobé. Es tan difícil describir como me siento.
Solo quiero llegar a casa, llamar al trabajo para avisarles que no voy a presentarme. Si quieren pueden mandar un medico de reconocimiento.
Lo que puedo agradecer es como mis padres pudieron entenderme, no siempre lo hacen, pero sus mensajes que me llegaron en el móvil fueron maravillosos.
Después de unas horas, Cristian pudo entenderme, son solo cosas que pasan. La rendiré para más adelante, lo más importante ahora es festejar que se termina el año y hablar con mis amigos sobre vacacionar después de la graduación.
Sábado 16 de diciembre Del 2017
Una parte se siente mal por no a ver aprobado, pero como siempre le dije a mis amigos: Esto también pasará.
Pero aún así me graduare, festejare con mis amigos. Eva hace unos segundo me llamo diciéndome que podemos hospedarnos, los tres en su casa de playa.
Estoy muy feliz, pero no sé si a Rachel le gustara la idea.
El día pasa volando, solo quiero acostarme y relajarme.
El médico de reconocimiento vino hace un rato, le conté que tenia dolor de estomago. Me pidió que haga reposo y que coma liviano. Ojala fuera eso.
Siendo domingo me paso la mañana en la biblioteca. Mi familia no sabe donde estoy, ni deben saberlo.
Tomo asiento en los sillones de pana color café. Son tan suaves para apoyar la espalda. El libro, más la canción suave y apasionada que pasan, me hacen sentir que estoy en otro planeta.
Unas chicas hermosas se sientan juntas en el mismo sillón. Dejan un par de libros en la mesa. Me observan, van riéndose en silencio.
Se van enseguida, por un lado mejor, quiero seguir leyendo, por otro lado hubiese estado bueno poder tomar un café.
Me encuentro a Rachel tomando un café. Va abrigada con un tapado escarlata. Hace una seña.
—Hola.
—Ah… hola Rachel.
Siempre tan simpática con el café. Debe tener efecto en ella.
—Estaba en la biblioteca, me iba para mi casa.
—Espera, quédate. Yo invito, quiero hablar.
Quisiera empujarla hacia la mesa y hacerla mía.
Tomo asiento. Nos miramos seriamente.
—Quiero disculparme por lo que paso esa noche.
Guau, no esperaba una disculpa.
—No te preocupes, he disfrutado.
—Tengo que decirte algo sobre nosotros.
Las cosas se están poniendo tensas, una parte mía quiere salir corriendo, pero sé que no es bueno ser cobarde.
—Adelante Rachel.
—No creo en el amor, eso es para bobos. Mis gustos son diferentes.
—Entiendo.
Ay. Eso duele. Pensaba que íbamos a formar una pareja.
Ella me mira preocupada, ¿Le preocupo? ¿Me entiende? Son tantas preguntas que no tienen respuesta.
Soy consciente que dios o la vida me está poniendo a prueba.
Mi conciencia está buscando un archivo que pueda contestar.
—¿Entonces solo tendremos sexo?
Me imagino la respuesta.
—Será nuestro secreto.
Dios, responde muy fácilmente. Es como si leyera mi mente.
Tomo el café que me encargo con unas masas bañadas en mermelada. Están muy buenas.
Rachel sonríe por como mastico, saca de su cartera de Prada, un pañuelo de tela blanco.
Al terminar de limpiarme, le explico mi situación con el tema del viaje.
—Mira Rachel, creo que no podré verte por unos días.
Me mira con cara aterrada, espero que no diga lo que estoy pensando.
—¿Qué es lo que pasa? ¿Tu familia lo sabe?
—Claro que no.
—Eso espero.
Responde muy seria.
Nos seguimos mirando con cuidado, siento que quiere matarme, aunque debo decir que ella no fue muy santa con lo de esa noche.
—Mira Rachel, organice para irme con mis amigos de viaje.
—Oh, qué bien.
No la veo muy segura, es una sonrisa hipócrita, eso me lástima.
—Espero que la pasen bien y les deseo lo mejor.
Dicho eso termino de comer y me voy. Ella me da un beso en el cachete.
El trabajo me está matando, no sé si renunciar es lo correcto. Económicamente estoy bien, pero siento que me falta un golpe de motivación.
Algo que me sigue molestando, es que los clientes no sepan esperar, siempre es la misma historia, ya me tienen harto –Hay que estar tranquilos en el trabajo – recito esto como un mantra.
Ya estando en mi descanso, saco de mi cartera mi diario.
Miércoles 27 de diciembre del 2017.
No quiero irme de viaje, quiero quedarme con Rachel. Es una hermosa mujer, puedo decir que me enamore de ella y quiero formar una familia. Sé que suena loco, poniendo todo lo que siento en este diario.
Espero no estar equivocado con respecto a mi Rachel.
Mi turno gracia a dios termino, estoy muy cansado y quiero acostarme ahora, voy a la estación de tren.
Una vez dentro del vagón con destino a casa, duermo un rato.
Sueño con Rachel teniendo a su lado tres hermosas criaturas.
Los niños van corriendo hacia la pradera, Rachel y yo vamos tras ellos de la mano.
Me despierto de golpe. Anuncian la estación.
Ah Empezado hacer frio. Saco de la cartera una chaqueta de cuero. Menos mal que siempre la tengo guardada.
Llego a casa y no encuentro a nadie, juraría que hoy es un día tranquilo. En la mesa del living encuentro una nota.
Cariño, tu padre y yo salimos con amigos
La comida está en la nevera.
(Te amamos)
Me han dejado dos hamburguesas con queso derretido, santo dios que hambre tengo. Reviso el cajón y encuentro dos baguette recién hechas, saco mi Coca–Cola.
Al terminar de ordenar, me acuesto en el sofá, me saco los zapatos y me quito los pantalones, miro al techo y pienso en esa hermosa chica que me invito a desayunar y en su hermoso pelo rojizo.
La mañana siguiente estoy desayunado en la cocina, mi madre está hablando por teléfono y mi padre está viendo la televisión, mi hermano está en su habitación durmiendo.
El móvil me suena.
—Hola Alex, habla el profesor de biología, te hablo del instituto.
Carajo ¿qué mierda quiere este tipo?
—¿Cómo está profesor?
—Bien gracias, quería proponerte hacer de nuevo el examen. Antes de la graduación.
Guau. Nunca pensé que este tipo pudiera llegar a tanto, encima siendo nuevo en el instituto.
—De acuerdo, acepto
Digo con decisión.
—Muy bien, pásate el viernes por la mañana y por favor estúdiate todo los apuntes y trata de averiguar más de los sistemas del cuerpo.
—Ok profesor, lo tendré al tanto. Gracias por todo.
Corto la llamada, estoy muy feliz por esto. Solo tengo dos días para estudiar, si se lo cuento a mi familia estarán de tras mío como perrito faldero o guardián.
Será mejor mantener todo en secreto y comunicarme con Eva.
—Hola Alex.
—Hola Eva, todo bien. Necesito saber si hoy estás libre.
—Si claro ¿Ocurre algo?
Me gusta su preocupación, pero la quiero como una hermana.
—Son buenas noticias. El profe de biología me dará una oportunidad. Es para el viernes.
—No digas más, necesitas mi ayuda.
Pásate a las cinco.
—Nos vemos a esa hora.