Читать книгу Mamá en busca del polvo perdido - Jessica Gómez - Страница 7

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La buena noticia es que, tras un exhaustivo examen, pudimos confirmar la no presencia de piojos en las cabezas de nuestros dos hijos mayores.

La noticia regular es que, al final, hube de comprobar yo ambas cabezas, porque Didier no distingue una liendre de una pelusa. Probablemente tampoco distinguiría una liendre de un huevo de pato —y que conste que digo esto en favor de las pelusas—. Y la noticia mala es que ayer por la tarde no pude comprar un antipiojos, así que por la noche tocará otra sesión de comprobación de pelos, incluidos los de los adultos y, claro, los del bebé.

Lo que probablemente nos tendrá bien entretenidos a los cinco hasta tarde, apretaditos en un baño que apestará a amoníaco —por mucho que la pegatina diga que esa mierda antipiojos huele a melocotón—. ¡Yuju!

* * *

A las cinco y media de la tarde estaba en el parque con Maya y Teo, esperando a que Gabi saliera de clase de cocina, y me entró un wasap de la Vane.

Oye, puta gorda

Qué

Que cuando nos vemos, que te tengo

que contar :D

Pff

No sé, titi,

estoy hasta arriba

No me habías dicho que esta semana

tenías las tardes?

Sí, tenía, pero a Dero le han cambiado

el turno

Joder

Y si vienes con los críos?

A que escuchen tus guarradas???

No, gracias

Y dejarlos con tu madre?

Es que ya se los voy a llevar mañana

Que tengo que hacer una cosa :P

Ah, muy bonito, no tienes tiempo pa mí

y tienes tiempo pa una cosa

Posí

Tía, en serio, que te tengo que ver, que

te tengo que contar algo muy fuerte!!!

A ver si para la semana que viene me arreglo, vale?

Okkkk

La Vane y sus movidas del Tinder y del Wapa. A ver a qué gilipollas superincreíble ha conocido esta vez.

Mamá en busca del polvo perdido

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