Читать книгу La electroestimulación - Joan Rodríguez Barnada - Страница 9

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4. Características del impulso óptimo

4.1. Forma de la corriente

A lo largo de la historia se han utilizado muchas formas de impulsos. Nos preguntamos qué intensidad mínima debe tener un impulso para que desencadene un potencial de acción, qué forma debe tener, durante cuánto tiempo de aplicación, etc. Hay diferentes elementos a tener en cuenta.

Nuestra intención será siempre minimizar la energía eléctrica, es decir, utilizar el menor tiempo e intensidad posibles para conseguir una mayor superficie de excitación. Como Q = I . t, el rectángulo es, clara-mente, la forma de impulso capaz de aportar la cantidad de cargas Q con el mínimo de intensidad I (fig. 1).


Figura 1

Con impulsos de una forma distinta al rectángulo, hace falta, para aportar la misma cantidad de cargas eléctricas, utilizar intensidades más elevadas que son menos cómodas para el paciente.

Por eso el rectángulo será la forma en la que tendremos una mayor superficie con unos parámetros eléctricos mínimos. Con cualquier otra forma, deberemos aumentar la intensidad, el tiempo, o ambos, para conseguir el mismo reclutamiento de fibras.

4.2. Duración del impulso eléctrico

El segundo factor que debemos minimizar para tener una estimulación lo más cómoda posible es la energía eléctrica W (W = I2 . t . R) donde I es la intensidad de la corriente, t su duración de aplicación y R la resistencia de la piel.

La energía eléctrica que pasa a la piel y los tejidos es mínima cuando la duración del impulso rectangular es igual al valor de la cronaxia.

Por esta razón, a principios de siglo los pioneros de la electrofisiología escogieron la cronaxia como valor característico de excitabilidad de un tejido, independientemente de las variaciones de la resistencia de la piel.

Por lo tanto, la duración del impulso rectangular deberá, para reducir la energía eléctrica al mínimo, ser igual a la cronaxia de la estructura nerviosa que se va a excitar (como hemos visto anteriormente).

4.3. Forma de compensación del impulso

Cuando se quiere producir una excitación, se envía un impulso rectangular con una duración igual a la cronaxia de la estructura nerviosa que se desea estimular.

Tanto si hablamos de electroestimulación antálgica como de excitomotora, debemos enviar más de un impulso, y si éstos no están compensados, generarán una polarización. Si aplicamos sobre la piel esta corriente, corremos el riesgo de producir quemaduras y dolor, además de una ionización en personas que lleven material de osteosíntesis.

Para que esto no suceda, debemos compensar el impulso, es decir, hay que enviar un impulso negativo del mismo valor que el positivo. Así, se consigue que la media eléctrica sea nula, la corriente está compensada y se elimina cualquier riesgo de polarización, por lo que lo podrá utilizar todo el mundo (aunque se lleve cualquier elemento metálico, prótesis, pieacings, etc.) sin riesgo de quemadura ni de dolor eléctrico.

Entonces, una vez determinado que la forma positiva hay que compensarla con una negativa, vamos a ver, a través de diferentes experiencias, cuál es la mejor forma de compensar este rectángulo positivo.

Experiencias realizadas por diferentes equipos han comparado la eficacia de la corriente de impulso compensada por una curva con la eficacia de la misma corriente de impulso compensada por un rectángulo (fig. 2).


Figura 2

Se ha demostrado claramente que con todos los parámetros idénticos (duración del impulso, frecuencia, intensidad eléctrica, etc.) la fuerza de la contracción muscular es más grande cuando la corriente del impulso está compensada por un rectángulo que cuando está compensada por cualquier otra forma.

Por eso, si utilizamos un rectángulo para compensar el impulso positivo, obtendremos una mayor eficacia, es decir, para una misma intensidad eléctrica, reclutaremos un mayor número de fibras musculares. Por eso no es de extrañar que cuando utilicemos un electroestimulador que trabaje con el impulso óptimo, con una menor intensidad se aprecie una mayor contracción muscular. Así, un electroestimulador de alta calidad a una intensidad de 50 miliamperios (mA) reclutará una cantidad de fibras determinada, y con un electroestimulador de menor calidad tendremos que llegar tal vez a 75 mA para conseguir el mismo trabajo muscular (intensidades mucho más elevadas).

Por lo tanto la mejor forma para conseguir una estimulación cómoda y eficaz es trabajar con la forma de impulso que vemos en la figura 3.


Figura 3

La forma del impulso es muy importante y sólo se puede analizar con un osciloscopio. Casi todas las marcas de electroestimuladores publicitan que utilizan el impulso óptimo, que acabamos de describir, pero hemos analizado diferentes impulsos de aparatos actualmente en el mercado y hemos observado que hay muchas marcas de electroestimuladores que no poseen el impulso óptimo e incluso pueden llegar a ser peligrosos para la persona que los utiliza.


Figura 4. Impulsos de aparatos analizados.


Figura 5. Impulsos de aparatos analizados.

Así que, vistos estos impulsos de aparatos que circulan por el mercado, no hay que creerse todo lo que se dice.

4.4. Tipo de generador

Un generador de tensión nos da una diferencia de potencial controlable entre sus extremos; el valor de la intensidad que suministra no depende de él, sino de la impedancia del circuito al que se conecta, por lo que su valor no es controlable.

Un generador de corriente nos permite controlar cuál es la corriente que suministramos a un circuito. Un generador de corriente está formado por un generador de tensión en paralelo a una impedancia variable, de manera que controlamos la impedancia total del sistema, fijando de esta manera la intensidad de salida a nuestro antojo.

Se debe utilizar siempre un generador de corriente constante, nunca un generador de tensión por las siguientes razones:

• El primer punto demostrado por Weiss es la importancia de la cantidad de cargas eléctricas aportadas por la corriente de estimulación; esta cantidad de cargas sólo se puede controlar por un generador de corriente.

• Dadas las variaciones que se producen en la resistencia de la piel, sólo un generador de corriente permite trabajar en las condiciones estables y reproducibles.

• Si se quiere trabajar con un cierto tipo de impulso eléctrico, sólo un generador de corriente permite mantener constante la forma del impulso al atravesar la piel y los diferentes tejidos.

La electroestimulación

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