Читать книгу La Santa Biblia - Tomo I - Johannes Biermanski - Страница 10
¡Una carta de amor para ti!
ОглавлениеUna guía hacia la vida eterna: La palabra de Dios. Paciencia, esperanza, confianza y seguridad para todos los lectores, que se encuentran en esa búsqueda del camino de él y que creen que él está ante nosotros. ¿Quién es él? “EL HIJO DE DIOS” El Salió de su gloria y asumió como suya la vergüenza por nuestros pecados, nuestras deudas, nuestra injusticia y nuestra anarquía y pagó con su sangre un alto precio, para que nosotros pudiésemos tener la vida eterna {cuando nosotros quisiéramos} y aceptar su sacrificio. Él mismo nos llama hermanos y hermanas, los que le aman y guardan sus mandamientos, los mandamientos de su Padre.
(Juan 17:24; Mateo 12:48, 49; Marcos 3:33, 34; Lucas 8:20, 21.)
Poco antes del fin del tiempo de gracia y del retorno del Mesías aparece esta obra para el honor y la gloria del Todopoderoso, que vive y es un solo Dios, el Padre. Su nombre se encuentra más de 7.000 veces en el Tanaj (Antiguo Testamento), pero desapareció por completo de nuestras traducciones, sin embargo el nombre “Satanás” se ha mantenido sin cambios en las Escrituras. Incluso en la opinión pública, la gran mayoría de las personas no conocen al Dios de la Biblia y mucho menos su nombre. Sin embargo, el nombre “Satanás” es conocido por todos los hombres. Satanás no importa cómo se coloque el orden de las letras de su nombre o con cuales otras letras o palabras se compuso y se combina su nombre. Lo más importante es que él mediante esto recibe - consciente o inconscientemente - su culto y su adoración de parte del pueblo (por ejemplo. Titán, Santa, Santa Claus, etc. - escrito de distintas maneras dependiendo de la lengua nacional; incluso con nombres de ciudades: por ejemplo, Santa Cruz, de donde viene la Cruz del paganismo y fue cristianizada).
Uno de los muchos testimonios sobre el nombre de Dios lo encontramos en este trabajo apéndice.
El nombre de nuestro único Dios, el Padre, como lo han llamado los israelitas y la forma en que se escribe ahora en la edición de la Biblia Betel y en hebreo, dice “YAHWEH.” - Deuteronomio 6:4:
“... YAHWEH es nuestro Elohim (D-os), YAHWEH es ÚNICO.”
“¡Entonces YAHWEH significa: 'Yo soy', el que soy; Existo, yo siempre existiré; Todo lo que existe, existe a través de mí!” (Véase Éxodo 3:14.)
YAHWEH habló en Éxodo 3:6 y dijo: “Yo soy el Elohim (D-os) de tu padre, el Elohim (D-os) de Abraham, el Elohim (D-os) de Isaac y el Elohim (D-os) de Jacob.”
YAHWEH dijo a Moisés en el Éxodo 3:15 “Así le debes decir a los israelitas: “YAHWEH Elohim (D-os) de tus padres, el Elohim (D-os) de Abraham, el Elohim (D-os) de Isaac y el Elohim (D-os) de Jacob, me ha enviado a vosotros; Este es mi nombre para siempre y mi designación de generación en generación”. (Véase también 1Corintios 8;6; 11:3; Apocalipsis 1:4, 8.)
En el prefacio de la Biblia de Elberfelder/Darby dice, “en el texto original aparecen las letras JHWH, la decisión que se tomó en la revisión fue ponerle “SEÑOR” en vez de “Jahweh”. (Véase Éxodo 3:15.)
En el libro Schlachter 2000, vemos la nota al pie Éxodo 3:14 en la página 63, la siguiente información:
“El nombre hebreo del Dios de Israel (que se reproduce en esta traducción como SEÑOR; probablemente era 'Jahweh') ...”
En el prefacio de la traducción Hermann Menge de 1928 se establece que: 'En los siguientes detalles yo creo aún importante que se debe indicar [y aquí en particular el punto 4': 'El nombre hebreo de Dios Jahwe (incorrectamente Jehová) se “reproduce SEñor”, a diferencia de “Señor”.'
En la presente traducción * se utilizó el nombre verdadero de Dios en su antigua posición “YAHWEH” (Véase la Biblia de Martín Lutero) en lugar de “SEÑOR” o “SEñor”. De igual manera aquí el nombre del Hijo de Dios, el título se traduce como “SEñor”.
En las Escrituras hebreas, las cuatro letras mayúsculas “JHWH”, antes del siglo 16 “YHWH”, se leen de derecha a izquierda. Estas letras están provistas de signos diacríticos para vocales y sirven como señales para pronunciar el nombre santo, el cual es: YAHWEH.
* La Biblia de Martín Lutero (1545 e 1912 d.C.) como base de este trabajo.
“¡Por eso deben orar así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre!” (Mateo 6:9.)