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EL TEMA Y MENSAJE DE LA BIBLIA

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Muchos estudiosos de la Biblia sostienen que ésta tiene un mensaje que le da unidad y que corre de Génesis a Apocalipsis. Algunos afirman que este mensaje es el pacto: el pacto que Dios hizo con Israel, y por medio de Jesús, con toda la humanidad. Otros dicen que el tema de la Biblia es la historia de la salvación: las revelaciones sucesivas y progresivas que Dios nos dio para que pudiéramos llegar al conocimiento de la verdad y ser salvos (1 Ti. 2.4).

Una variación sobre los temas del pacto y de la historia de la salvación es el de promesa y cumplimiento: la promesa de un Mesías que vendría de la familia de David (2 S. 7.12–16) y de un nuevo pacto (Jer. 31.31); y el cumplimiento de esas promesas en Jesucristo (Lc. 1.31–33), quien instauró un nuevo pacto en la Última Cena (Lc. 22.20).

En cuanto al mensaje que comunica la Biblia, el primer lugar donde debemos buscarlo es en la Biblia misma. C. H. Dodd, en su clásico libro The Apostolic Preaching (La predicación apostólica), afirma que el mensaje esencial de la Biblia se puede extraer de las predicaciones de Pedro y de otros en el libro de los Hechos, y de las cartas de Pablo. Lo que sigue es un ejemplo de la enseñanza apostólica que encontramos en el discurso de Pedro en casa de Cornelio en el libro de Hechos (10.34–43): Dios anunció al pueblo de Israel que Jesús, aquel de quien “dan testimonio todos los profetas” era “Señor de todos [lo] mataron … colgándolo de un madero, pero Dios lo resucitó al tercer día y dispuso que se apareciera, no a todo el pueblo, sino a nosotros, testigos previamente escogidos por Dios … comimos y bebimos con él después de su resurrección … El ha sido nombrado por Dios como juez de vivos y muertos … todo el que cree en él recibe, por medio de su nombre, el perdón de los pecados”. El mensaje de la Biblia es que Jesucristo es aquel a quien Dios envió, aquel de quien profetizaron los profetas y dieron testimonio los apóstoles; el que fue enviado a morir por nuestros pecados, a perdonarnos, a juzgarnos y a salvarnos; aquel que fue enviado para reconciliarnos con Dios el Padre y también para reconciliarnos unos con otros.

Compendio de la fe cristiana

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