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• El pase

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Definición

Entendemos por «pase» la acción técnico-táctica de relación de la comunicación material establecida entre los jugadores del mismo equipo, por lo que es la acción de la relación colectiva más simple de observar y ejecutar.


Objetivo

La acción técnico-táctica del pase se considera el elemento fundamental básico de la colaboración entre los jugadores de un mismo equipo (los cuales deben poseer un amplio «bagaje técnico» de los diferentes tipos de pases), imprescindible para la consecución de los objetivos tácticos del ataque. El pase es, sin duda, una acción predominante en el juego del fútbol. En el 80% de las situaciones en las que el jugador está en posesión del balón tiene la intención de pasarlo a otro compañero; en las restantes situaciones, conduce, finta, hace dribling o remata.

Ejecución

Según Houghes (1990), «nada destruye tan rápidamente la confianza de un equipo como un pase impreciso; nada construye tan rápidamente la confianza de un equipo como un pase preciso (…) no existe ningún sustituto para una buena acción técnica de pase ni ninguna estrategia que se resista a los pases imprecisos». La ejecución técnico-táctica del pase está basada en una actitud que busca llevar el centro del juego rápidamente en dirección a la portería adversaria buscando dos aspectos esenciales:

1. Táctico, es decir, seleccionar el pase. Está determinado por el análisis de la situación momentánea del juego y establecerá el objetivo táctico de la ejecución del pase. Este análisis está basado en cinco factores. Primero, la posición de los compañeros, es decir, la existencia o no de atacantes posicionados o preparados para explorar espacios vitales del terreno de juego con el objetivo de concretar el desarrollo del ataque. Segundo, la posición de los adversarios, que se concreta en el nivel de organización defensiva y en la posibilidad de obtener ventajas de su precariedad. Tercero, la zona del terreno de juego donde se calcula la relación entre el riesgo y la seguridad de la ejecución de la acción técnico-táctica (se observa una disminución porcentual de la ejecución de esta acción a medida que el centro del juego se aproxima a la portería adversaria). En este sentido, el 60% de los pases son ejecutados en el medio campo porque en estas zonas del terreno de juego se constituyen los espacios preferenciales para la preparación y construcción de las acciones ofensivas. Complementariamente, los jugadores, cuando están cerca de la portería adversaria, tienen que encontrar y ejecutar otros procedimientos técnico-tácticos, como el dribling/la finta o la simulación, que conllevan la búsqueda de la creación de ventajas para la concreción eficaz del proceso ofensivo). Cuarto, el conocimiento por parte del jugador de sus propias capacidades para la ejecución del pase seleccionado. Quinto, los objetivos tácticos momentáneos del equipo, cuyos presupuestos comprenden un largo conjunto de factores, como el resultado del marcador en el partido, el tiempo de juego, la ruptura del ritmo de juego del adversario o esperar a que los compañeros se desplacen hacia ciertas posiciones que determinan un elevado nivel de organización ofensiva.

2. Técnico, es decir, la ejecución del pase está determinada por la ejecución propiamente dicha de esta acción. En este sentido, existen cinco factores fundamentales en la ejecución de un pase:

A. Simular: el atacante debe simular su verdadera intención táctica produciendo un conjunto de «falsas señales» contribuyendo de esta forma a que los defensas adopten posiciones inadecuadas a la situación del juego.

B. Tipo del pase que se va a ejecutar: el tipo de pase depende mucho de la intención táctica preestablecida por el atacante. De esta forma, se podrá tener una amplitud grande o pequeña, una trayectoria alta o baja y un golpeo con o sin efecto.

C. El tiempo del pase: un pase ejecutado en el momento correcto pone al compañero (receptor) en una posición de máxima ventaja y naturalmente vuelve el trabajo defensivo más difícil y complejo.

D. La potencia del pase: un pase eficaz alcanza el objetivo de una velocidad que no crea problemas al compañero en la recepción del balón, ya que esto tiene consecuencias importantes no sólo en la relación de la comunicación entre los dos jugadores, sino que también disminuye la fluidez y el ritmo del proceso ofensivo.

E. La precisión: determina si el compañero (receptor) tiene o no que modificar la dirección y el objetivo de su comportamiento en la recepción del balón. «La precisión no lo es todo en el pase, pero todo el resto no tiene ningún significado si el pase es impreciso» (Hughes, 1990). Todas las superficies corporales pueden emplearse para la ejecución de esta acción técnico-táctica, pero las más utilizadas son los pies (parte interna y externa y empeine), el pecho, la cabeza y las manos (para el portero dentro de su área grande). El empleo de la mejor superficie para pasar el balón depende de la situación del juego, de la dirección, de la precisión y de la velocidad que queramos transmitir. Por esto, cuanto mayor es el área de impacto, menos preciso será el gesto, pero mayor la distancia a la que el balón puede ser enviado. Por lo tanto, la parte del pie que ofrece mayor precisión es la interna y la que permite enviar el balón a mayor distancia es el empeine, si no consideramos la punta del pie.

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