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Introducción.

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Una tarde del año 1971, mi abuelo, ENRIQUE VIVIANI ROSSI, Teniente Coronel de Artillería del Ejército Argentino y largamente retirado del servicio activo, llegó a mi casa con un paquete bajo el brazo que inmediatamente me entregó, pues yo era el destinatario de su obsequio.

Rompí el envoltorio rápidamente y descubrí un estuche impreso de ambos lados con un dibujo que representaba el instante mismo en que un grupo de gauchos boleaba el caballo de un oficial y éste rodaba por el suelo. En la tapa del estuche podía verse nítidamente un daguerrotipo con el rostro de un hombre con gesto adusto y el título de la obra -“CANTO MONUMENTO” – A la memoria del Brigadier General JOSÉ MARÍA PAZ.

El autor de la obra era CARLOS DI FULVIO y dentro del estuche encontré un disco de vinilo y un cuadernillo con la transcripción de los relatos y canciones que contenía el disco. Realmente, esperaba recibir otra cosa pero, como mi abuelo solía ser sabio en sus elecciones le agradecí lo que me había entregado y me dispuse a escucharlo y leerlo en algún otro momento.

Cuando finalmente lo hice, quedé asombrado y pude apreciar en su real dimensión lo que mi abuelo supo poner en mis manos. Una obra magnífica sobre un hombre singular que, al igual que mi abuelo fue un oficial de artillería y yo, sin saberlo, en ese entonces, también me convertiría en Subteniente de Artillería al egresar del Colegio Militar de la Nación en el año 1976.

En la introducción de su obra DI FULVIO sintetiza magistralmente lo que fue un período de nuestra historia signado por la tragedia de las guerras civiles que se extendieron por más de sesenta años en nuestro país (de 1814 a 1880) y lo hace de esta manera:

“Este consabido canto que todas las historias cuentan de trecho en trecho, entre una cantidad innumerable de sucesos y de fechas, entre millares de nombres que amontonan los pueblos, entre los hombres que por ellos cruzaron de a pie o de a caballo, con un norte de sables y de lanzas; con una esperanza primero - la Independencia -, y después por motivos revolucionarios. Este grupo de canciones fáciles que vienen del tiempo más difícil de la Patria; cuando el país incuba el egoísmo para diseminarlo luego entre sus hijos como un mal irremediable... Estos versos, que tal vez no tengan cura porque también fueron contagiados por esa pica de microbio que existe entre unitarios y federales, entre la lanza y el sable, entre el militar y el caudillo, entre las vacas y el hambre, entre la anarquía y el orden; y hasta por la pequeña diferencia que existe entre el bien y el mal.”

A partir de esa obra, me dediqué a leer compulsivamente todo aquello que tuviera relación con nuestras guerras civiles, así fui descubriendo, entre otras cosas, sus orígenes, las motivaciones de los bandos enfrentados, los hechos de armas que se produjeron, los hombres que se involucraron en las mismas, las decisiones que se adoptaron y finalmente las consecuencias que ocasionaron.

Una guerra civil es un enfrentamiento bélico dentro de un país entre grupos organizados de connacionales con intereses contrapuestos que buscan tomar el poder del país o una región, o cambiar la política del estado. Generalmente, uno de los antagonistas es el propio Estado y pueden originarse también por la identidad de las personas, sea dada por etnia, religión u otra afiliación social

Las guerras civiles argentinas ocurridas entre 1814 y 1880 en el actual territorio de la República Argentina, tienen relación directa con las guerras civiles que se produjeron en la Banda Oriental (actual República Oriental del Uruguay) durante el período en que ésta formó parte de las Provincias Unidas del Río de la Plata y aún después de su independencia, dentro del conflicto que se conoció como Guerra Grande(1839 -1851).

En diversos períodos participaron en los conflictos fuerzas extranjeras, de países vecinos y de potencias europeas.

Es así que, las guerras civiles en ambas márgenes del Río de la Plata, tuvieron dos características que a mi juicio las singularizan: su duración y su crueldad.

Décadas de enfrentamientos armados de diferente magnitud y trascendencia entre los cuales se encuentran registrados, exclusivamente en territorio de las Provincias Unidas del Río de la Plata, doscientos diez (210) combates y doscientos cinco (205) batallas, son suficientemente elocuentes cuando se trata de establecer el grado de belicosidad, encono, porfía y odio que alimentaban a las facciones antagónicas.

En lo que respecta a la crueldad ejercida, pretendo recopilar en este libro los hechos en los que se puso de manifiesto en su dimensión más aterradora, irracional y abusiva. Algunos de ellos, puede que sean conocidos por el lector, otros no tanto y algunos seguramente ignorados pero, en todos, el hilo conductor de los relatos será la relación entre víctimas y victimarios, roles que, aunque opuestos y como macabra paradoja, el destino reservó para ciertos hombres que forjaron nuestra nacionalidad y la del pueblo uruguayo.

La bibliografía sobre estos asuntos es vasta y ofrece información con distintos criterios y con mayor ó menor rigurosidad histórica según el autor del cual provenga pero, el grado de violencia ejercido fue inusitado y los testigos de la época dan testimonio que durante el transcurso de las guerras civiles en el Río de la Plata, el odio entre facciones fue de naturaleza profunda, visceral y hasta podría decirse patológico. La guerra civil al extenderse por años, involucraba a toda la población que, sin distinción de clase aportaba su cuota de sangre y lo habitual era tener víctimas en todas las familias y por consiguiente alguien a quien vengar; esta situación generaba un círculo vicioso de acciones brutales y reacciones primitivas sobre la base de un deseo irrefrenable no de justicia sino de venganza. Las guerras por la organización nacional que comenzaron en 1820, culminaron cincuenta años más tarde con la represión de las montoneras federales ó la llamada Revolución de las Lanzas.

No obstante, considero importante expresar al lector que aplicar criterios contemporáneos a hechos del pasado es una mala idea. Tan mala como juzgar los actos de los hombres que los ejecutaron.

Sobre Víctimas y Victimarios

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