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Las ediciones del libro
ОглавлениеCentrémonos en tu libro Los orígenes de la civilización en el Perú (1974), al que le guardo un gran aprecio y una enorme gratitud. Como yo, muchos enseñamos historia en el colegio estimulados por su lectura. ¿Percibes la influencia que ha ejercido en los maestros de escuela?
Lo sé, gracias. En Cajamarca se me acercó un modesto maestro chilico que trabajaba en un pueblito de Celendín, tenía una versión pirateada de mi libro y me pidió que se lo firmara. Estaba impresa de manera totalmente artesanal y, bueno, me lo entregó. No dudé en firmarlo, pues me pareció estupendo que copien mis libros.
¿Cuántas ediciones tuvo la primera versión del libro con la editorial Milla Batres? ¿En qué año suspendes estas ediciones para actualizarlo?
Con Milla Batres fueron ocho o nueve ediciones. Ahora lo más importante es que el libro está actualizado y eso ocurrió en la primera mitad del ochenta. La última edición debe de haber salido el 81 u 82. Después de las ediciones de Milla Batres, la Editorial Peisa me propuso hacer una nueva edición. Fue algo forzado. Querían publicar el libro y vino a verme Germán Coronado, pero no acepté. Regresó después con su esposa Martha Muñoz y luego con Pocho. Me insistieron tanto, y como ellos son muy buenos amigos, terminé aceptando y salió la edición que sería la décima o decimoprimera.
¿Y quedaste conforme con esta decisión forzada?
La verdad… no. Después de leerlo sentí que estaba engañando, porque no decía las cosas que debía decir en ese momento de la investigación arqueológica. Por eso cuando me propusieron hacer una nueva edición, les dije que de ningún modo. Y así ha sido hasta esta flamante edición… yo estaba en España y me lo pedían allá y también acá. Contesté que todo bien, pero que debía reescribirlo.
Sobre todo para actualizarlo, porque conserva el espíritu original.
Es verdad, quería mantener el espíritu de libro para niños, que no es nada fácil. Es más, creo que es lo más difícil que hay. Es que uno está un poco alienado con la literatura que consume. En el campo de la arqueología, por ejemplo, la literatura suele ser muy dura y muy densa. Entonces uno está ligado a eso. Recuerdo que cuando empecé el libro tuve que escribir varias veces, porque me ponía a escribir y sentía algo que no funcionaba en el libro. Tenía que encontrar el tono.