Читать книгу El diablo - Jorge Manzano Vargas SJ (†) - Страница 28
COMPROBACIONES
Оглавление1. El exorcismo surte más efecto cuanto mayor sea la personalidad del exorcista: virtud, saber, fuerza interna. Yo lo comprendería como sus energías en trance.
2. Casi siempre se requiere multiplicar los exorcismos, como en los casos citados de El exorcista y del monasterio de Loudun. Si el exorcismo actúa por la fuerza de Cristo, es curioso no sólo que se deban repetir los exorcismos, sino que se echen voces potentes y aun gritos, como en competencia física con el demonio. Dígase lo mismo del abuso de las cosas sagradas y del nombre de Jesús.
3. En ciertas religiones tenemos a los chamanes, que curiosamente no son poseídos por un espíritu, sino al revés: los chamanes se posesionan del espíritu. En el lenguaje que he usado, la energía no juega con ellos, sino que ellos son los que juegan con la energía —lo que llamé segunda fase de nuestras experiencias—.
4. En experiencias diversas encontramos semejanzas notables. Primera, hay un tiempo de preparación. Segunda, basta un suceso puntual, orden, grito, agua bendita, para que todo se desate:
5. Retomo aquí una de mis experiencias personales, cuando en el ejercicio en parejas, llamado espejos, me caí como tabla rígida y me lancé a llorar desaforadamente. Es curioso el nombre del ejercicio, de espejo. Siendo yo feliz, ¿entró mi cuerpo en contacto con la gran tristeza interior de mi compañero, y padecí junto con él? ¿O mi felicidad era aparente, y mi compañero fue el espejo donde vi mi tristeza profunda? ¿O ambas cosas a la vez? Sería muy aventurado elegir una sola de las opciones. El caso es que sí puede darse la vivencia de uno en otro.
6. Se dice —cosa que no he verificado— que no hay posesos que sean ateos. Sufren los mismos fenómenos, pero no están programados para hacer la lectura diablo.
7. Pero los fenómenos como tales son conocidos desde muy antiguo, incluso siglos antes del cristianismo y en ambientes ajenos al judaísmo. Veamos un pasaje de Nietzsche en su obra El origen de la tragedia, sobre los ditirambos dionisíacos:
En el ditirambo dionisíaco, el hombre es llevado por el paroxismo de sus facultades simbólicas: la emoción inaudita que exige expresarse, desnuda a Maia de su velo e identifica el genio a la especie, a la naturaleza. Se requiere un nuevo mundo de símbolos: la simbólica corporal toda entera; no sólo el simbolismo de labios, rostro y palabra, sino la danza total que con su ritmo agita todos los miembros. Las otras fuerzas simbólicas de la música, ritmo, dinámica, armonía, crecen así con súbita impetuosidad. Para desencadenar totalmente todas esas fuerzas es menester en el hombre el don total de sí. El hombre ditirámbico de Dionisos no puede ser comprendido sino por su semejante. ¡Con qué estupor debió contemplarlo el griego apolíneo! Con un estupor tanto más grande cuanto que ahí se mezclaba el terrorífico sentimiento de que nada de eso le era, en el fondo, tan extraño y que la clara conciencia apolínea no le ocultaba este mundo dionisíaco sino con un velo muy tenue.
Notas: a) Apolo es el dios de la luz y de la clara inteligencia, de la razón lógica y de las claras distinciones, como a pleno sol. Dionisos es el dios de la oscuridad y de los instintos, del delirio y de la exaltación, incluso religiosos; dios de los viñedos, del vino, de toda clase de embriaguez, como en plena noche. Vendrían a representar diversas tendencias en el hombre, tendencias que suelen entrar en conflicto, y que abrevio así: la clara inteligencia desdeña a los oscuros instintos; y estos saben, en oscura certeza, que la medianoche es omniabarcadora y que representa un mediodía todavía más esplendoroso. Esta oposición la encontramos en nuestras culturas mesoamericanas como tonal y nahual respectivamente, me parece. b) En la cultura hindú, encontramos a Maia en el texto upanishad. Maia es la madre del universo; y está cubierta por un velo maravilloso en que aparecen todas las cosas. Sólo que Maia quiere decir ilusión. O sea, cuanto vemos y oímos en el mundo es una ilusión. La realidad profunda está bajo dicho velo, y nos es inaccesible. Maia viene a ser una anticipación del filósofo Kant.