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“Hechos” de conflicto urbano por el agua en México

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Al referirnos a “conflictos por el agua en el medio urbano” en el México contemporáneo en este capítulo nos basamos en estudios empíricos sobre “hechos relacionados con conflictos por el agua” reportados en el país desde mediados de la década de 1980 (Torregrosa, 1988-1997). Tales hechos abarcan una amplia gama de formas, desde quejas de usuarios a través de los medios de comunicación y otros canales, hasta acciones violentas que incluyen ataques a la infraestructura de servicios de agua y a representantes de los organismos competentes y a otros actores que ejercen posiciones de poder en relación a la gestión del agua. La tabla 1.2 muestra la distribución de esos hechos tal como fueron reportados por la prensa para el área metropolitana del valle de México durante el periodo 1985-1992.

Tabla 1.2. Hechos de conflicto por el agua en el amvm (1985-1992)


En el caso del amvm, un patrón importante en la distribución interanual de esos sucesos es que tienden a concentrarse en la estación seca (de noviembre a marzo), lo que podría sugerir que existe una relación de causa y efecto entre los ritmos del ciclo hidrológico y la aparición de los conflictos. Sin embargo, una serie de factores muestra que no podemos explicar el conflicto por el agua remitiéndonos solamente a desencadenantes hidrológicos y climáticos. Por ejemplo, si observamos la distribución espacial de los sucesos acaecidos en el amvm vemos que dos tercios de los casos ocurrieron en las municipalidades del conurbano que colindan con la Ciudad de México, donde en 1990 residía alrededor del 42% de la población metropolitana. Esta desproporción entre la incidencia de hechos de conflicto y la concentración poblacional se agudiza si observamos la distribución de los hechos entre las distintas municipalidades, donde encontramos una amplia variación. Por ejemplo, en el caso del conurbano hallamos que dos tercios de los hechos reportados se concentran en siete de un total de dieciséis municipios, entre los cuales solo Ecatepec da cuenta del 16.1% de los casos, mientras que en el otro extremo el municipio de Huixquilucan tuvo solo el 1% de los hechos registrados. Claramente estas variaciones no pueden explicarse por meras cuestiones climáticas, hidrológicas o técnicas. En forma similar, tal como lo muestra la tabla 1.3, la distribución espacial de los hechos en la Ciudad de México se concentra claramente en tres delegaciones municipales: Gustavo A. Madero, Iztapalapa y Tlalpan, que registraron casi el 47% del total. Esas características de los hechos de conflicto por el agua proporcionan evidencia suficiente para cuestionar las explicaciones reduccionistas basadas únicamente en factores tecno-científicos, y respaldan el argumento a favor de desarrollar una comprensión más compleja e interdisciplinar de dichos conflictos. Volveremos a este punto en una sección posterior, por ahora concentrémonos en el análisis de los sucesos.

Tabla 1.3. Hechos de conflicto por el agua: Ciudad de México 1985-1992 (por delegación)


En el estudio de estos sucesos hemos identificado una cantidad de características clave, sobre todo en relación con los protagonistas, sus objetivos y los tipos de acciones que han llevado a cabo. Como se muestra en la tabla 1.4, los protagonistas pueden ser pobladores que actúan por cuenta propia para resolver un problema particular y que probablemente no tengan conexiones institucionales, tal como lo sugiere el que en el 30.9% de los casos los actores no tienen un vínculo explícito con ninguna organización. Por ejemplo, según un reportaje de 1987,

[…] amas de casa con niños en los brazos, ancianos y pobladores en general [de la municipalidad de Cuautitlán Izcalli] en virulento mitin frente al Palacio Municipal exigieron agua potable para sus casas […] demandando a las autoridades que se les dé el servicio de agua potable, porque tienen más de dos meses de vivir en plena sequía (Reyes Cervantes, 1987).

Tabla 1.4. Nivel y tipo de organización de los actores (cantidad de hechos y porcentajes comparativos): amvm , 1985-1992


Sin embargo, mientras que en la Ciudad de México más del 42% de los sucesos examinados en el estudio fueron protagonizados por actores sin señales de organización, ese tipo de protagonista solo llegó al 24.2% en las municipalidades del conurbano. Alternativamente, si las observamos con más atención, podemos ver que las organizaciones que participaron en los sucesos de conflictos por el agua representan una amplia gama de intereses, incluyendo organizaciones campesinas, comités de vecinos, sindicatos obreros, grupos ecologistas, asociaciones de pequeñas empresas y partidos políticos (tabla 1.5).

Tabla 1.5. Muestra de organizaciones que participaron en hechos de conflicto por el agua: amvm , 1985-1992 (en orden cronológico)


Por ejemplo, en diciembre de 1986,

[…] habitantes de Ecatepec, Tlalnepantla y Nezahualcóyotl, representados por la Unión General de Obreros y Campesinos de México [denunciaron que] en esos municipios, cerca de dos millones de personas no tienen el servicio de agua potable. […] y en el resto de los 121 municipios, más de tres millones de habitantes padecen la falta de agua. La carencia del líquido ha provocado que millones de personas vivan en la más severa insalubridad, lo que a su vez, ha originado en zonas marginadas que las principales causas de muerte sean por males parasitarios (Andrade, 1986).

Los denunciantes añadieron también que “esto ha sido aprovechado por los ‘piperos’ [repartidores de agua en camiones], quienes abusan de la necesidad de la gente” (Andrade, 1986).

En otro suceso ocurrido en marzo de 1987 los actores denunciaron que:

[…] la perforación clandestina de pozos para la venta de agua en zonas marginadas del Valle Cuautitlán-Texcoco enriquece a autoridades y particulares […] denunciaron […] dirigentes ejidales en Chalco y Ecatepec. [que] las autoridades […] desconocen el número de pozos de los que se extrae el agua, que escasea en toda la zona y es factor de enriquecimiento de unos cuantos caciques, que están en contubernio con las autoridades municipales (Corresponsalías, 1987).

Esos ejemplos sirven para ilustrar quiénes son los blancos de estas acciones, los antagonistas en el conflicto, entre los cuales se cuenta una diversidad de autoridades y otros actores considerados responsables de la situación que impulsa a reaccionar a los protagonistas de los sucesos. La tabla 1.6 ofrece una muestra de los tipos de antagonistas identificados en los informes.

En la mayoría de los sucesos reportados, las acciones se dirigieron contra las autoridades municipales, las agencias del agua o las representaciones locales de dependencias federales a cargo de algún aspecto de la gestión del agua. Además, los protagonistas también dirigieron sus acciones contra una serie de otros actores tales como dirigentes locales, expendedores de agua, e industrias y empresas acusadas del consumo excesivo de agua en áreas donde este recurso es escaso. Un aspecto que resalta es que en muchos de los sucesos no existe un antagonista claro, pues al parecer los protagonistas no logran identificar la causa o el culpable de la situación que los impulsa a la acción. Por ejemplo, en las ciudades de Tuxtla Gutiérrez y Ciudad Juárez los sucesos de conflictos por el agua que no tienen un blanco antagonista preciso representaron el 43.3 y el 21%, respectivamente, como se muestra en la tabla 1.7.

Tabla 1.6. Muestra de los actores que fueron blanco en los hechos de conflicto por el agua: amvm 1885-1992 (en orden cronológico)


Tabla 1.7. Tipos de actores que fueron blanco en los hechos de conflicto por el agua Ciudad Juárez y Tuxtla Gutiérrez, 1986-1991 (porcentajes)


Otra característica clave de los sucesos tiene que ver con las razones alegadas por los protagonistas para realizar sus acciones. Para facilitar el análisis hemos dividido los hechos en tres categorías: a) acciones dirigidas a obtener acceso a los servicios de agua y saneamiento; b) acciones relacionadas con la calidad de los servicios, desde un abastecimiento inadecuado de agua y saneamiento, hasta problemas que surgen por el incremento de los precios o deficiencias en la gestión, y c) acciones desencadenadas por los efectos de la contaminación del agua. En algunas áreas hay otros asuntos que también son muy importantes, por ejemplo, disputas por el control de las fuentes hídricas y la infraestructura de servicios en el amvm. La tabla 1.8 muestra las principales razones identificadas en los sucesos reportados en Ciudad Juárez y Tuxtla Gutiérrez.

Tabla 1.8. Razones alegadas para las acciones Ciudad Juárez y Tuxtla Gutiérrez, 1986-1991 (porcentajes y cifras)


Las acciones dirigidas a obtener acceso a los servicios de agua fueron recurrentes en los sucesos reportados. Por ejemplo, en octubre de 1987 la Unión de Colonos del Valle de México denunciaba que:

[…] el problema del abastecimiento de agua potable es más grave que nunca en la zona conurbada del Distrito Federal, donde 364 colonias carecen de redes de distribución y en 136 colonias y fraccionamientos sólo se surte el líquido unas horas dos veces por semana […] La falta de agua hace que los colonos tomen medidas desesperadas como el bloqueo a carreteras y a vías de comunicación, así como la realización de marchas y mítines de protesta en contra de autoridades municipales. Aseguró […] que en mayor o menor medida los ocho millones de habitantes de los 52 municipios del Valle de México, sufren por lo irregular del servicio de distribución de agua (Paredes, 1987).

En cuanto a hechos realizados por problemas con la calidad de los servicios, incluyendo problemas administrativos, normalmente lo que provoca las acciones son la irregularidad o la mala calidad en el suministro del servicio, aumentos de precios o la sospecha de corrupción y abuso por parte de las autoridades, los vendedores privados de agua y otros actores que detentan cierto poder en relación a la gestión del agua. Por ejemplo, en marzo de 1987 un grupo de vecinos denunció que “los ‘piperos’ particulares de Naucalpan han venido realizando un impune mercado negro con el oro blanco, es decir, con el agua potable, en las colonias populares, ante la falta de líquido en un sinnúmero de sectores del sur de la localidad” (Meléndez Ponce, 1987. Negritas en el original). Y añadían que las interrupciones del servicio habían sido planeadas en connivencia con funcionarios municipales, a fin de crear el mercado para los vendedores privados, quienes “carecen de la higiene necesaria, por lo que el agua que comercian en la región ‘no es muy potable que digamos’, lo que expone a hombres y mujeres, especialmente a niños, a contraer enfermedades gastrointestinales” (Meléndez Ponce, 1987).

En relación con los instrumentos empleados en los sucesos, identificamos cinco tipos: peticiones, denuncias, movilizaciones de masas y marchas, amenazas, y acciones directas. En la práctica, en la mayoría de los hechos hay una combinación de dos o más instrumentos de acción, pero las peticiones y denuncias son los que se utilizan con más frecuencia. La tabla 1.9 muestra la recurrencia relativa de los diferentes instrumentos en los hechos registrados en Ciudad Juárez y Tuxtla Gutiérrez.

Tabla 1.9. Instrumentos usados en las acciones Ciudad Juárez y Tuxtla Gutiérrez, 1986-1991 (porcentajes y cifras)


Las peticiones son solicitudes formales a las autoridades, como en el caso de “una comisión de vecinos” que, representando a “aproximadamente 30 mil personas” en el municipio de Naucalpan, “manifestó que desde hace tres semanas expusieron el problema al encargado [del tema en la municipalidad, quien] ofreció que a falta de agua enviaría el líquido en forma gratuita […] pero que hasta el momento están esperando” (Metrópoli, 1985). En ese mismo hecho los protagonistas también recurrieron a la denuncia de lo que percibían como una anomalía: “Ignoran los vecinos por qué falta el vital líquido desde hace 45 días, pues sólo a unos pasos […] se localiza una ‘garza’ donde los ‘piperos’ particulares llenan las unidades para revender el líquido en fábricas y comercios de la región” (Metrópoli, 1985). En otro suceso que ocurrió en octubre de 1987 “representantes de los Concejos de Colaboración Municipal […] denunciaron que ante la falta de agua potable, la población de los municipios que conforman este valle [Cuautitlán] sufren múltiples abusos y atropellos por parte de los piperos particulares, solapados por las autoridades” (Nacho, 1987).

Después de las peticiones y las denuncias, el siguiente instrumento detectado es la organización de marchas, manifestaciones y otras formas de movilización, con frecuencia concentradas en espacios públicos tales como la plaza principal o frente a los edificios sede de las autoridades competentes en asuntos del agua o de los gobiernos locales. Por ejemplo, en junio de 1987 “unos nueve mil habitantes del pueblo de Santa Clara [Ecatepec] efectuaron una concentración masiva en la plaza cívica para manifestar su descontento por la política del alcalde […], que pretende municipalizar el servicio de agua potable que maneja la comunidad desde hace más de 60 años” (Tapia, 1987). Unos meses antes,

[…] unos 300 colonos de la colonia Fuentes del Valle [en el municipio de Tultitlán] se congregaron […] y acordaron demandar la destitución del alcalde […]; restablecimiento del servicio de agua potable en las 23 colonias donde falta el vital líquido; iniciar una huelga de pagos de impuestos municipales, así como pedir la inmediata intervención del gobernador (López, 1987).

Con frecuencia las marchas y movilizaciones están asociadas con otros dos instrumentos identificados en los conflictos por el agua: las amenazas de acción directa y su puesta en práctica en casos extremos. En ese sentido, en febrero de 1987,

[…] colonos de las zonas populares de Naucalpan amenazaron […] con “secuestrar” pipas de agua particulares, si estas siguen vendiendo el líquido a su arbitrio. Los habitantes de Benito Juárez, Chamapa, Las Huertas, Olímpica Radio y Casas Viejas que pertenecen al Movimiento Revolucionario del Pueblo –MRP– sentenciaron ayer que están dispuestos a secuestrar cuanta pipa de agua potable entre en sus comunidades si los piperos dan el líquido más arriba de los 500 pesos, ya que las familias no tienen para pagar más por este servicio público (Venegas Aguilar, 1987).

En otros casos, la gente cumple sus amenazas, tal como ocurrió en el valle de Cuatitlán-Texcoco en marzo de 1987, donde

[…] la carencia de agua que padecen 20 mil familias en la Cañada de Ecatepec y 400 mil personas del Valle de Chalco, provocó ya que los habitantes asalten las pipas “distribuidoras” del vital líquido. […] en esta extensa región se desataron la especulación y abusos por parte de los piperos [y] los habitantes de dicha zona asaltan las pipas por lo que ya no se suministra el líquido en las zonas altas. […] esta situación provocó innumerables disputas y conatos de enfrentamiento entre los colonos, y […] tiende a agravarse conforme avanza la época de estiaje (Ramos, 1987).

Dos años más tarde, en Chalco, en una situación parecida, una mujer justificó los ataques a vendedores de agua privados en una entrevista con la prensa:

[…] eran como las 3 de la tarde y el polvo irritaba la nariz, mientras que el sol como siempre quemaba la piel. Vieron venir la pipa […] y varios de quienes habitan en Los Tejones se abalanzaron sobre el vehículo y lo empezaron a sacudir. […] Imagínese, los bandidos de los piperos se habían peleado entre ellos y no nos querían surtir […]. Aquella tarde, continúa doña Chucha […] estábamos desesperados… ¿Usted sabe lo que es vivir sin agua? Yo no más pregunto […] ¿y pues qué quería que hiciéramos? -pregunta- Nos tuvimos que agandallar el agua, porque cualquier cristiano tiene sed y necesidad..., o qué ¿ustedes no? Cualquiera haría lo mismo (Unomasuno, 1989).

Los sucesos estudiados abarcan muchos otros ejemplos de esos enfrentamientos directos, algunos de los cuales incluyen la destrucción de propiedad y la pérdida de vidas humanas; otros son acciones de desobediencia civil tales como no pagar las facturas del agua y los impuestos, bloqueos de caminos, ocupación de edificios, secuestro de funcionarios y vehículos de las instancias de gestión del agua, etc. Hemos tratado en más profundidad los detalles de estos hechos en otros trabajos (Castro, 2006: capítulo 4), por lo cual nos concentraremos aquí en discutir algunos abordajes para la explicación del conflicto por el agua.

El conflicto del agua

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