Читать книгу Capitanes generales de Ejército en la Restauración (1874-1923) - José María García Baudín - Страница 11

INTRODUCCIÓN

Оглавление

José Almirante, en su diccionario militar, en relación al concepto de Estado Mayor General del Ejército, dice literalmente: «Estas cinco palabras hay que emplear para significar el conjunto de oficiales generales».1

Este mismo autor expone que la clase de oficiales generales, tal como actualmente la conocemos, no comenzó hasta la promulgación de las ordenanzas de 10 de abril de 1702, debidas al rey Felipe V, que señalaban la existencia de los empleos de capitán general, teniente general, mariscal de campo y brigadier; los tres primeros formaban parte de los oficiales generales, y el último, a semejanza del Ejército francés, era un empleo del que se pasaba al de mariscal de campo, que era el grado inferior de los oficiales generales, y hay que recalcar que el brigadier, a imitación de este Ejército, era un empleo intermedio entre general y coronel.

En esta Real ordenanza de 10 de abril de 17022 se encuentra el germen de lo que iban a ser algunas claves de las reformas borbónicas en materia militar. Y, más que germen, es posible afirmar que en ella se contienen los fundamentos de la nueva estructuración que va a adquirir la institución castrense.

Este mismo autor nos señala que la primera organización del nuevo Ejército arranca de estas ordenanzas, puesta en vigor el 18 de noviembre de 1704, por iniciativa del marqués de Bedmar.

Siguiendo a diferentes autores, podemos considerar que de estas ordenanzas, sin menoscabo de otras importantes reformas, se desprende:

1. La creación en España del Cuerpo de oficiales.3

2. La formación de un «Ejército Real», fuertemente subordinado a la figura del rey, quien detenta el poder absoluto de nombrar cualquier empleo del escalafón militar.4

3. La creación de un Estado Mayor General del Ejército,5 que entonces se denomina Estado Mayor del Ejército, del que forman parte los oficiales generales —capitanes generales, tenientes generales y mariscales de campo— y los brigadieres.

La primera relación de oficiales generales que hemos encontrado data del año 1759, en el reinado de Carlos III, en donde figuran estos empleos, por orden de antigüedad, sin figurar el año de ascenso a ellos. En esta relación encontramos seis capitanes generales, 41 tenientes generales y 50 mariscales de campo, lo que hace un total de 97 oficiales generales.6

En esta guía, los capitanes y tenientes generales reciben el tratamiento de Excelentísimo Señor, tratamiento que no tienen los mariscales de campo, lo que puede parecer indicativo de la separación existente entre la primera clase de oficiales generales y las dos más elevadas y, así, pueden considerarse estas como la cúspide del generalato.

El año siguiente,7 se consigna el Estado Mayor del Ejército, y, dentro de este los diferentes empleos de oficial general, citándose el año de su promoción. En esta guía, la variación con lo consignado en la anterior es mínima, con cuatro capitanes generales, 42 tenientes generales y 45 mariscales de campo, que suman 91 oficiales generales.

Capitanes generales de Ejército en la Restauración (1874-1923)

Подняться наверх