Читать книгу ¡Haz felices a tus bacterias! 2ª edición - Josep Maria Subirà - Страница 8

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Prólogo

Desde muy pequeño, sentí la llamada del mundo de la medicina y el conocimiento del cuerpo humano. Y fue un libro el que marcaría mi vida para siempre: Com treballa el teu cos. Viatge entorn a la màquina corporal (Cómo trabaja tu cuerpo. Un viaje entorno a la máquina corporal2). Tenía 7 años cuando me lo regalaron y aún lo conservo (mientras escribo estas palabras lo tengo a mi derecha, en la estantería donde tengo todos mis libros relacionados con el conocimiento y cuidado del ser humano). En él aprendí cómo funcionaban las partes fundamentales de nuestro cuerpo de una manera clara y sencilla y sus imágenes han quedado grabadas para siempre en mi cerebro ayudándome a comprender cuan maravilloso es el cuerpo humano.

Debido a ese amor hacia el mundo de la medicina que mostré desde niño, a menudo, mis abuelos paternos, Antonio y Montserrat (el “abu Toni” y la “ita Montse” como les solíamos llamar sus nietos) me llamaban “el Dr. Subirà”, en referencia a un antepasado mío, el Dr. Antonio Subirà Marquet, mi bisabuelo. El padre de mi “abu Toni”.

El Dr. Subirá fue un farmacéutico primero y médico después, enamorado de la botánica, rama en que se especializó en 1898.

De carácter tenaz y humilde, desarrolló distintas fórmulas magistrales para diversas y variadas dolencias. Una de dichas fórmulas fue el Cardiodínamo, un tónico cardíaco, que mi abuela, la “ita Montse”, se hacía preparar por una farmacia ya que conservaba la fórmula original y que la ayudó a mantener un corazón fuerte y sano hasta el último día de su vida. Asimismo, desarrolló el “Momificador Subirà”, un preparado para mantener los cadáveres intactos evitando su putrefacción y que le daría fama internacional.


Retrato del Dr. Antonio Subirá Marquet

Pero son dos los productos que hay que destacar de entre los creados por el Dr. Subirà: AGERASIA y la fórmula magistral para poder hacer el yogur de la marca DANONE de manera industrial en Barcelona.


Publicidad de AGERASIA

Efectivamente, el primer producto, AGERASIA, creado en 1915 y pensado para alargar la vida de las personas, proporcionaba al intestino los elementos necesarios para que en él se produjera glucosa y ácido láctico, elementos necesarios para la flora “bienhechora” (según palabras de mi bisabuelo). Pero desgraciadamente, este producto no tuvo el éxito merecido debido a las circunstancias en que estaba sumido el mundo (recordemos que entre 1914 y 1919 estalló la Primera Guerra Mundial).

Por otro lado, el Dr. Subirà era íntimo amigo del Dr. Jaume Ferran i Clúa, conocido como “el Pasteur español” por su contribución a las campañas de vacunación en España, siendo este último quien presentara mi bisabuelo al Sr. Isaac Carasso, industrial español de origen judío, para que le ayudara a crear la famosa marca de yogur antes mencionada.

Por aquel entonces, debido a las propiedades que se le atribuían, dichos yogures eran distribuidos a través de farmacias y recomendados por médicos a sus pacientes (mis abuelos, el “abu Toni” y la “ita Montse”, durante muchos años los recibieron de forma gratuita en su domicilio a modo de agradecimiento, uno de los cuales aún hoy conservo el envase original).


Envase original de yogur de la empresa DANONE

Como anécdota personal, cuando tenía 19 años y era estudiante de Dietética y Nutrición nos llevaron a la fábrica que tiene DANONE en Parets del Vallès, en Barcelona, y cuando nos hablaron del origen de la marca, nos mostraron una foto que yo siempre había visto en casa de mis padres en la que se ven muchas personas sentadas a una mesa presidida por el Dr. Subirà con motivo de la inauguración de la marca. A la izquierda de mi bisabuelo se encuentra de pie el Sr. Isaac Carasso, fundador de la empresa, y sentado en la derecha de la imagen, entre los camareros, el Dr. Ferran. Erróneamente nos explicaron que fue el Dr. Ferran el creador de la fórmula, y yo, por timidez y por no querer hacerme ver, no me atreví a corregir a la persona que estaba haciéndonos la presentación.


Comida de celebración en la inauguración de la empresa de yogures DANONE. Preside la mesa, al fondo de la imagen, el Dr. Antonio Subirá Marquet

AGERASIA y la fórmula del yogur DANONE pudieron ser creadas gracias al conocimiento que tenía mi bisabuelo del descubrimiento entonces recién hecho por un ilustre investigador: Elie Metchnikoff (1845–1916)3.

Elie Metchnikoff, nacido en Ivanovka, Rusia, el 16 de mayo de 1845, Premio Nobel en 1908 por sus descubrimientos sobre la fagocitosis y el sistema inmune, fue un biólogo enamorado de la observación de la naturaleza desde niño. Tras estudiar biología en Alemania, volvió a Rusia como profesor de zoología en la Universidad de Odessa y después en San Petesburgo.

Tras toda una serie de difíciles circunstancias personales, en 1888 fue a trabajar al Pasteur Institute de Francia dónde estudiaría los procesos de inflamación.

En 1892 hubo una epidemia de cólera en ese país, y como buen científico que era, decidió comprobar por sí mismo los efectos del microorganismo responsable de esta enfermedad (el vibrio Cholerae) ingiriendo una cantidad de éste sin que tuviera ningún efecto. No contento con ello, decidió escoger a dos voluntarios más para que hicieran lo mismo y al primero tampoco le pasó nada pero el segundo casi pierde la vida. Al observar después al microscopio las muestras de todos ellos, observó que algunos microbios inhibían el crecimiento del vibrium cholerae mientras que otros lo estimulaban, proponiendo con ello el papel vital de la microbiota intestinal para la prevención de las enfermedades infecciosas.

Interesado por la antropología, esto lo llevó a viajar por las estepas rusas. Durante ese viaje, detectó que determinados grupos humanos eran especialmente longevos. Estudiando el posible motivo, observó que dichas personas bebían leche fermentada de forma habitual como parte de sus costumbres dietéticas. Ello le hizo deducir que la senilidad se debía a un intestino intoxicado que podía ser controlado mediante la dieta y un estilo de vida determinado pronunciando una conferencia sobre este tema en Manchester (Inglaterra) en 1901 titulada “Flora and the human body” (“La flora intestinal y el cuerpo humano”). Además, en ese año ya preconizaba la ingestión de una dieta rica en lactobacilos que tenían la propiedad de acidificar el intestino generando estados de fermentación intestinal disminuyendo así las infecciones producidas mayoritariamente por procesos de putrefacción en dietas ricas en proteínas animales.

Asimismo, ya relacionó la arterioesclerosis (o endurecimiento de las arterias) con problemas de intoxicación intestinal publicando un artículo en 1910 a través de los Anales del Instituto Pasteur que tituló “Poissons intestinaux et sclérose” (“Venenos intestinales y arterioesclerosis”).

Dicho esto, según los últimos datos publicados en 2015 por la OMS (Organización Mundial de la Salud), entre las primeras causas de muerte se citan, y por este orden: cardiopatía isquémica (enfermedades relacionadas con la falta de suficiente irrigación sanguínea, habitualmente debido por arterioesclerosis), accidentes cerebrovasculares (que son en su mayoría debidos a una hipertensión arterial mantenida sobre todo por estrés), infecciones agudas y crónicas de las vías respiratorias y procesos cancerígenos. Por lo tanto, es importante encontrar métodos contrastados que minimicen las primeras causas de muerte así como sus consecuencias físicas, emocionales y económicas.

Por otra parte, en la página web de la citada organización, el 15 de febrero de 2018, advertía de los peligros de las resistencias a los antibióticos4. En esas mismas fechas, muchos otros medios publicarían que en 2050 se prevé que esta sea la primera causa de muerte. Además, el diario La Vanguardia, de Barcelona, publicaba en el mes de mayo de 2018 que ya en ese momento la muerte por resistencias a los antibióticos superaban las producidas por los accidentes de tráfico5.

Hay que añadir que hay otros dos problemas de salud que están viendo aumentadas sus cifras: por un lado la diabetes y por otro las enfermedades relacionadas con ansiedad, estrés y depresión. En relación a la diabetes, la página web de la OMS explica que en 1980 eran 108 millones de personas las afectadas de esta enfermedad metabólica en todo el mundo y en 2012 ya eran 4226. Y estas cifras continúan incrementándose. Y en relación al otro grupo de enfermedades mencionadas, indicar que la ingesta de antidepresivos en España, del año 2000 al 2013 aumentó un doscientos por cien, según el último informe publicado por el Ministerio de Sanidad7 (ingesta que es cada día más elevada).

Por eso, subrayo las palabras que dejó escritas Lina Zeldavich el 23 de abril de 2015 en la web NAUTILUS8, en la que publicaba un artículo dedicado a Elie Metchnikov donde dejaba escrito: “Una adecuada alteración de la flora intestinal podría ayudar a hacer frente a enfermedades que se han convertido en una plaga para la humanidad durante centurias”.

Josep María Subirà i Vallès

2 Hindley, Judy; Com treballa el teu cos.. Barcelona. Plaza & Janés. 1976.

3 https://www.historiadelamedicina.org/metchnikoff.html

4 http://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/resistencia-a-los-antimicrobianos

5 https://www.lavanguardia.com/vida/salud/20180517/443644511990/muertes-bacterias-multirresistentes-antibioticos-espana.html

6 https://www.who.int/diabetes/global-report/es/

7 https://www.aemps.gob.es/medicamentosUsoHumano/observatorio/docs/anti­depresivos-2000-2013.pdf

8 http://nautil.us/issue/23/dominoes/the-man-who-drank-cholera-and-launched-the-yogurt-craze

¡Haz felices a tus bacterias! 2ª edición

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