Читать книгу Monster Love's Paradise - Joven Nube - Страница 9
Mica
ОглавлениеHe cerrado la puerta dándole dos vueltas a la llave, no sin antes trabar todas las ventanas y cerrar las cortinas. He pensado mucho en cuanto a mi cuerpo… Paul ha dicho que intentaremos cazar al zorro acampando en el bosque, por lo que pasaremos la tarde y quizá la noche con amigos. Solíamos acampar más seguido, ahora es temporada de lluvias y no dejan acercarse mucho al bosque por las recientes desapariciones, por lo que no es recomendable hacerlo, pero creo que eso es lo de menos ahora. Hemos ido hasta la casa de Paul para que él le avise a su madre sobre la acampada, yo espero afuera con mi mochila en las manos. He pensado sobre la comida, sobre el chico que comí… Y antes en el baño he intentado comer un chocolate, ha pasado sin problemas, por lo que me he quedado tranquila, aunque no le he sentido el gusto, debería ser normal, mi cuerpo no está en todas sus funciones. Paul está saliendo con el bolso que trae su carpa, su madre me saluda desde la puerta diciendo que no hagamos travesuras.
—¿Listo? No deberíamos hacer esperar a los chicos –le digo a Paul, quien está acomodando sus zapatillas. Trajo su campera negra deportiva que tanto le gusta y una gorra negra y verde fosforescente, según él para que no se pierda de vista de los demás en el bosque. Saca de su bolsa la mía, que era igual en modelo y solo sustituía el verde por un rosa chillón.
—Claro, vámonos –dice mientras toma el bolso y caminamos hacia la entrada del bosque.
En el camino él empieza a medio tambalear, supongo que pesa demasiado y normalmente la traería con Walter mientras Fabi lleva por sí solo la otra. No me estaba pesando mucho mi mochila, de hecho, se sentía tan liviana que por un momento pensé que no había guardado nada, pero luego de tantearlo con la mano y dar pequeños saltos pude confirmar que sí traje cosas.
—Déjame ayudarte un poco, no deberías esperar a que Walter venga por ti. ¿No? –Provoco una risa en él y tomo una de las manijas del bolso cilíndrico. Para mi sorpresa lo levanto enseguida y a la altura de mi cadera sin problemas, creí que estábamos haciendo un gran equipo y pensé que deberíamos haberlo hecho desde el principio. Pero no tardo en notar que Paul no está tirando hacia arriba las manijas, era solo yo, y él me mira con asombro.
Quise soltarlo para evitar su rostro, pero sería muy idiota hacerlo, por lo que empecé a balbucear una excusa sobre ejercicio nuevo o algo así, pero él me interrumpe.
—Sabes… dicen que las personas tenemos en el cerebro un limitador de nuestra fuerza y que en realidad no la usamos toda, porque si lo hiciéramos podríamos rompernos los huesos o lastimar nuestro propio cuerpo. –Hace una pequeña pausa y sonríe al continuar–. Los zombis en general ya no tienen este limitador y por eso tienen tanta fuerza, por lo que en realidad si lo piensas no es nada mágico, pero sí es realmente genial. Vas a hacer ver que mi novia es más fuerte que yo.
Al terminar su cara se congela un momento, parece que usar la palabra zombi conmigo le parece extraño, y hace unos momentos a mí me hacía sentir una desconocida total, otra persona. Pero ver cómo todos estamos juntos aquí, mis amigos y mi novio, ver que aún en esta situación tan extraña nuestros lazos siguen igual, creo que eso me ayuda a retomar confianza en mí misma. Levanto el bolso hasta mi hombro y lo dejo colgando en mi espalda mientras lo llevo como si fuera una campera.
—En ese caso no te quedes atrás y haz algo maravilloso –le digo con una sonrisa mientras estamos a unos metros de la playa de estacionamiento que da al bosque. Unos cuantos metros a la izquierda se puede ver la garita guardabosque, y justo frente a nosotros a unos cuantos pasos están Fabi y Walter esperándonos.