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ORGANIZACIÓN Y ESTRUCTURA DEL SERVICIO MÉDICO DE UN EQUIPO DE FÚTBOL PROFESIONAL
Dr. J.J. López Martínez
La existencia de un servicio médico adecuado contribuye en gran medida a la mejora de los resultados deportivos, y es un apartado al que cada vez se le da más importancia dentro de los clubes profesionales (Brukner, 1993). Para ello, es necesaria una organización jerárquica en las distintas áreas médicas en función del presente deportivo de la entidad, atendidas por un personal cualificado que responda a las exigencias establecidas.
Los servicios médicos de un equipo de fútbol profesional deben estar compuestos por (figura 1.1):
1.Jefe de los servicios médicos
2.Médicos especialistas
3.Nutricionista
4.Podólogo
5.Fisioterapeutas
6.Clínicas concertadas
7.Equipo médico en viajes
Figura 1.1. Un jugador lesionado se retira del terreno de juego acompañado del médico del equipo y su fisioterapeuta tras sufrir un traumatismo facial.
JEFE DE LOS SERVICIOS MÉDICOS
El proyecto de un equipo de fútbol profesional debe tener un responsable con formación en prevención, diagnóstico clínico, seguimiento y recuperación en lesiones deportivas, así como en las distintas áreas médicas de interés para el futbolista. Independientemente de su especialidad médica, debe conocer las peculiaridades de la medicina en el mundo del futbolista profesional y tener conocimientos elevados de Traumatología y Medicina del Deporte (Frontera, 2008).
MÉDICOS ESPECIALISTAS
La prevención deportiva es un amplio campo que requiere especialistas en la materia. Los jugadores de fútbol profesional, debido a la exigencia de su trabajo, que les puede acarrear distintas lesiones por desajustes fisiológicos, precisan de revisiones periódicas.
Para poder llevar a cabo estas revisiones con garantías se necesita como mínimo:
a)Médico fisiólogo. Es el responsable de la gestión, la realización, el diagnóstico y el seguimiento de los controles analíticos del deportista, que en este deporte resultan básicos para la prevención de lesiones musculares. Se debe encargar, además, junto con el cardiólogo y el preparador físico del equipo, de la parcela de la suplementación deportiva y de las distintas pruebas de esfuerzo para los deportistas.
b)Médico auxiliar. Al igual que el médico del primer equipo, debe tener conocimientos de Traumatología y Medicina del Deporte, y es el encargado de toda la plantilla filial y las bases del primer equipo en el caso de que las hubiese. Una de sus funciones es suplir al jefe del servicio médico por enfermedad o indisposición. En ocasiones, y debido a los ajustes de presupuesto en los clubes de fútbol, el médico auxiliar puede ser también el fisiólogo o el cardiólogo.
c)Cardiólogo. Se precisa un médico o una clínica externa relacionados con el club en el área de Cardiología. Por todos es conocida la reciente sensibilización acerca de la muerte súbita del futbolista y las crecientes patologías cardíacas, cuyo origen no tiene de momento explicación. El futbolista de élite requiere como mínimo cuatro revisiones cardiológicas al año en forma de electrocardiogramas, ecocardiogramas y test de esfuerzo.
NUTRICIONISTA
La nutrición es una parcela de gran importancia en un equipo de fútbol. El futbolista requiere revisiones periódicas de su índice de grasa y muscular, así como una dieta equilibrada y personalizada, ajustada a la competición según las distintas épocas del año. Debe ser un colaborador externo que tendrá que revisar a la plantilla y las bases del club.
PODÓLOGO
El podólogo es el especialista externo que se ocupa de la confección de plantillas y de la elaboración de los estudios de las huellas plantares de todos los futbolistas. Su presencia en el equipo médico es necesaria debido a la gran cantidad de patologías que pueden afectar al futbolista, como fracturas de estrés, uñas encarnadas, papilomas, fascitis plantares, etc.
FISIOTERAPEUTAS
Los fisioterapeutas son esenciales para el tratamiento de los futbolistas. Son los profesionales que tienen un contacto más estrecho con los futbolistas, trabajan día a día con ellos, y en ocasiones son los primeros profesionales de la parcela médica a los que el futbolista comenta sus dolencias o preocupaciones. Su presencia es obligada en todos los entrenamientos y deben estar formados en reanimación cardiopulmonar. En un club profesional se precisan:
–Tres fisioterapeutas, como mínimo, en la primera plantilla a tiempo completo (figura 1.2).
–Un fisioterapeuta en el equipo filial a tiempo completo.
–Varios fisioterapeutas a disponibilidad parcial para las bases del club.
Figura 1.2. Un fisioterapeuta realiza un vendaje funcional a un futbolista durante un entrenamiento.
CLÍNICAS CONCERTADAS
La asistencia médica inmediata y la realización de pruebas diagnósticas de todo tipo son básicas para el desarrollo del fútbol de élite. Y es que ante la lesión de un futbolista se requiere la mayor fiabilidad y rapidez en el diagnóstico y el tratamiento de la misma, y para ello se necesitan centros que las aporten con un trato eficaz y personalizado.
EQUIPO MÉDICO EN VIAJES
Los viajes de equipo son una de las tareas más importantes y difíciles del médico responsable del grupo (Krabak, 2008), ya que suponen la mitad de los partidos de toda la temporada y conllevan una serie de desventajas:
–ausencia del equipo completo,
–falta de instalaciones adecuadas,
–escasez de métodos de diagnóstico,
–problemas de urgencia,
–material limitado por el equipaje,
–cambios en el ciclo circadiano del futbolista (jet lag),
–alteraciones de las dietas y el sueño.
Por ello, para la organización de los viajes es básico disponer de un equipo completo (fármacos, vendajes, etc.) con todos los materiales necesarios para el tratamiento de los jugadores y el resto del equipo (Buettner, 1998). Aunque es opcional, resulta muy recomendable contar con un aparato de reanimación cardíaca del tipo desfibrilador semiautomático.
En cuanto al personal, lo habitual en un equipo profesional es viajar con un médico con experiencia y con uno o dos fisioterapeutas.
El equipo médico deberá informarse sobre las características del lugar de destino, así como el tiempo previsto (lluvia, calor extremo, frío…) y la duración del viaje o los medios de transporte (Hill, 1993). Asimismo, es necesario concertar las comidas del equipo a una hora determinada mediante un contacto previo con el restaurante u hotel para la elaboración correcta del menú de los jugadores. Convendrá establecer distinciones si la comida es antes o después del partido.
Además, si el viaje se realiza a algún país extranjero, es fundamental conocer las posibles necesidades de vacunación del grupo.
EJEMPLO DE ORGANIZACIÓN DE UN SERVICIO MÉDICO. UNA EXPERIENCIA PERSONAL
Aunque no es el objetivo de este libro, creo que mi historia profesional puede servir como ejemplo de la organización del servicio médico de un equipo de fútbol.
¿Cómo se llega a formar parte del servicio médico de un club? En mi caso no fue sencillo. En el año 2006 me licencié en Medicina y me propuse conocer este campo médico, que me parecía apasionante y básico para poder decidir mi futura especialidad. Gracias a amistades comunes, conocí al Dr. Salvador Castillo, especialista en Medicina Deportiva, que por aquel entonces era jefe del servicio médico del Real Murcia, en una época de grandes alegrías en lo económico y lo deportivo, con dos ascensos a Primera División. Con el Dr. Castillo pude aprender y vivir desde dentro esta profesión médica.
Posteriormente, con el paso de los años, el club siguió creciendo, con una gran apuesta por las bases deportivas, con más de 300 jugadores en todas las categorías. ¿Qué conllevó esta situación? Con esta gran cantera de futbolistas, las lesiones se multiplicaron y el Dr. Castillo necesitó colaboración médica, así que contó conmigo para ayudarle en las bases del club y con el filial, el Real Murcia B, que militaba en Segunda División B.
Fui aprendiendo poco a poco, y no fue fácil. La medicina de este deporte concreto significa tratar con entrenadores, representantes, periodistas, directivos, preparadores físicos, fisioterapeutas y, sobre todo, con los padres de los jugadores. Se necesita estar siempre al cien por cien, localizable las veinticuatro horas, y mantener una gran ilusión.
Como habitualmente se dice, estuve en el lugar adecuado en el momento oportuno. El Real Murcia B salvó la categoría, pero un penalti (injusto) en el descuento y una desgracia en el mismo (el balón resbaló de las manos del portero y le pasó entre las piernas) condicionaron el descenso del primer equipo del Real Murcia a la Segunda División B, y, por consiguiente, el Real Murcia B bajó a Tercera División. Junto a este varapalo deportivo, a las tres semanas tuve el revés personal más duro de mi vida con el fallecimiento repentino de mi padre.
Aunque fue una época de grandes recortes de presupuesto en toda la estructura deportiva del club por el infortunio deportivo, obtuve una recompensa personal y profesional que fue de gran ayuda en esos momentos de gran tristeza. El Dr. Castillo «colgó las botas» de la Medicina Deportiva profesional y me propuso como su sustituto, por lo que pasé a ser el jefe de los servicios médicos del Real Murcia C.F. en la Segunda División B.
La estructura de este servicio médico respondía a los parámetros organizativos de temporadas previas del club, y con todos los recortes asumidos, quedó de esta manera:
–jefe del servicio médico,
–médico fisiólogo,
–enfermero,
–dos fisioterapeutas,
–nutricionista.
La temporada fue un éxito, pues se consiguió el ascenso a Segunda División A y se jugó con el Real Madrid en la Copa del Rey (con el consiguiente aumento de presupuesto para el club), aunque la estructura médica no se pudo mejorar para la temporada siguiente (figuras 1.3 y 1.4).
En cuanto a la organización del servicio médico, necesité buscar colaboradores sin ánimo de lucro, que fueron de gran ayuda, y a quienes es de justicia mencionar ahora:
•Cardiólogo (Dr. Domingo Pascual). La figura del cardiólogo es esencial en los reconocimientos médicos y para conocer el estado físico de la plantilla. Aporta tranquilidad al grupo, debido a la gran sensibilización existente en torno a la muerte súbita del deportista.
•Radiólogo especialista en patología musculoesquelética (Dr. Parrilla). El radiólogo resulta de gran ayuda en la interpretación de las pruebas practicadas a los futbolistas profesionales.
•Podólogo (Pedro Rivera). Se requiere un podólogo para la prevención de lesiones relativas a problemas de pisada del futbolista y su tratamiento.
•Oftalmólogo (Dr. González Costea). Es básico que la visión de un futbolista sea perfecta, ya que en el terreno de juego precisa de grandes reflejos en todo momento. Para ello, el oftalmólogo revisa a toda la plantilla en pretemporada, y es el encargado del tratamiento de los traumatismos oculares de los futbolistas en competición.
•Clínicas concertadas (Sanitas Millenium y Mutua Laboral Fremap). Son básicas para la realización de las pruebas y para atender las urgencias.
•Médicos especialistas (endocrinos, neurólogos, cirujanos, hematólogos, urólogos, etc.). La atención al futbolista profesional ha de ser integral, y eso conlleva tener que tratar los problemas de salud del futbolista y de sus familiares, en todos los sentidos, de modo que se hace necesario disponer de múltiples contactos médicos para resolver sin espera los problemas del día a día.
Figura 1.3. Temporada del ascenso del Real Murcia C.F. a Segunda División A. Celebración de un gol por parte de todo el equipo
Figura 1.4. Eliminatoria de la Copa del Rey entre el Real Murcia C.F. y el Real Madrid en el estadio Santiago Bernabéu. Médico y fisioterapeuta, pendientes de la aprobación del árbitro para entrar en el terreno de juego a atender a un jugador lesionado.
Por otra parte, aunque no pude disponer de un recuperador en esa etapa, siempre lo he considerado una figura básica, por lo que lo aconsejo a cualquier médico de un equipo de fútbol profesional. El recuperador es la persona encargada de readaptar al deportista tras una lesión. Es el nexo del futbolista para la reincorporación a la actividad deportiva a un máximo nivel.
En resumen, lo ideal sería disponer del presupuesto de los grandes clubes, con múltiples profesionales que se reparten todas las áreas médicas, y poder elegir a tus compañeros; pero sabemos que esto solo es posible muy pocas veces. Así que hay que agudizar el ingenio y conseguir la mejor cobertura médica con los recursos existentes. Con todo, en cualquier momento y circunstancia, es básico mantener la ilusión en este deporte y en la profesión médica.
BIBLIOGRAFÍA
Brukner P, Khan K (1993). Clinical sports medicine. McGraw Hill, Nueva York; pp. 3-7.
Buettner CM (1998). The team physician’s bag. Clin Sports Med, 17:365-373.
Frontera WR (2008). Perspectiva general de la medicina deportiva. En: Frontera WR, Herring SA, Micheli LJ, Silver JK (eds.). Medicina deportiva clínica. Tratamiento médico y rehabilitación. Elsevier, Madrid; pp. 3-6.
Hill DW, Hill CM, Fields KL, et al. (1993). Effects of jet lag on factors related to sports performance. Can J Appl Physiol, 18:91-103.
Krabak BJ, Wait B (2008). Viajes con equipos deportivos. En: Frontera WR, Herring SA, Micheli LJ, Silver JK (eds.). Medicina deportiva clínica. Tratamiento médico y rehabilitación. Elsevier, Madrid; pp. 51-59.