Читать книгу Historia de la Política de Seguridad y Defensa de la Unión Europea - Julio Guinea Bonillo - Страница 10
1.3. LA CONSTRUCCIÓN DEL PACTO ATLÁNTICO: LA OTAN
ОглавлениеLos acontecimientos obligaron a los americanos a tomar partido en la consolidación de una alianza defensiva con sus aliados europeos. El Senado de los Estados Unidos adoptaría la Resolución Vandenberg el 11 de junio de 1948 por la que se mostraba dispuesto al “Desarrollo progresivo de acuerdos regionales y otros acuerdos colectivos para la autonomía individual y colectiva (…) que se basan en la autoayuda y ayuda mutua continua y eficaz, y que afectan a su seguridad”48. La Unión Soviética decidió bloquear Berlín, desde el 24 de junio de 1948 hasta el 12 de mayo de 1949. Lo que puso a prueba la moral de las fuerzas occidentales, que tuvieron que desplegar un puente aéreo ininterrumpido durante los meses que duró el bloqueo.
Años más tarde, el Canciller de Alemania, Willy Brandt, al reflexionar sobre este acontecimiento histórico, dijo que “fue un episodio heroico en el que los pilotos aliados y los berlineses jugaron los papeles principales. Luego provocó un sentimiento de cooperación entre los berlineses y los aliados. Fueron días grises y sombríos, pero nuestra gente mostró su firmeza, su coraje, su humor seco y su decencia básica”.
El Secretario general del Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia, Jean Chauvel, destacaría en sus Memorias las negociaciones multilaterales para el establecimiento de la OTAN, como el nuevo sistema de seguridad occidental. “Desde el 6 de julio abrió en Washington charlas de divulgación, todavía de carácter informal, entre el Sr.Robert Loevett y los embajadores de los cinco gobiernos parte del Pacto de Bruselas (…) se trataba de preparar una completa innovación de todo el sistema de seguridad occidental. El sistema heredado de la guerra, y prolongado por la ausencia de paz, se fundó entonces sobre el hecho de la ocupación de Alemania por las fuerzas aliadas. El gobierno estadounidense se ofreció a sustituir esta situación. Una alianza bastante pragmática en la forma”49.
En diciembre de 1948 ya comenzaba a hablarse sobre una Unión Atlántica en Europa, tratándose de la transformación del Océano Atlántico en un mar interior, mediante la “Pax por pacto”50, con el Presidente de los EEUU, Harry S. Truman, dispuesto a acelerar el Pacto Atlántico y comenzar a finales de enero de 1949 la conferencia internacional, cuyo propósito era mantener conversaciones en Bermudas y abrir intercambios con el ejército.
En poco menos de dos meses se habrían cerrado las negociaciones, posibilitando un Tratado, visto como un contrato que “consiste en una extensión del Pacto de Defensa de Bruselas entre Gran Bretaña, Francia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo de Marzo de 1948 por adhesión y garantías militares de Estados Unidos y Canadá”51 y que podía llegar a poner obstáculos a la creación de una federación europea, anteponiendo la integración militar, frente a la política.
La formalización del Tratado era visto de diferentes maneras, por un lado, en marzo de 1948, Le Monde destacaría que su verdadero significado, suponía afirmar que la solidaridad de Estados Unidos para con las potencias occidentales iba a incrementarse, más allá de las operaciones de préstamo y arrendamiento que habían supuesto el Plan Marshall. De hecho, asumen que los Estados no habrían “entendido la violenta oposición que despertó si la URSS y los comunistas de todo el mundo no hubieran mantenido su esperanza de romper esta solidaridad, de verla atrofiar más que cobrar fuerza”52.
Por otro lado, los comunistas franceses destacaban que “el texto del Pacto Atlántico tal como lo conocemos es una guerra contra la Unión Soviética, contra los demócratas populares, contra la ONU, contra los pueblos ávidos de paz y contra cualquier movimiento democrático”53.
Palabras que chocarán frontalmente con las que brotaron de la boca del ministro italiano de Asuntos Exteriores, Carlo Sforza, en ese mismo mes, en la Cámara de los Diputados: “La hostilidad al Pacto Atlántico proviene de quienes lucharon contra el Plan Marshall y la Unión Europea, que odian el federalismo, que quieren bloquear todos los caminos que nosotros y los demás hacemos de Europa Occidental que queremos seguir para el verdadero bienestar y la verdadera paz”54.
Esa visión sería compartida en los discursos de los principales responsables el día de la firma del Tratado Constitutivo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, cuando se celebró en la capital de los Estados Unidos, en el “Gran Auditorio” del Departamento de Estado en Washington, el 4 de abril de 1949, bajo la presencia de cientos de personas y los doce Ministros de Relaciones Exteriores de los Estados fundadores. Firmaron, exactamente un año después de la entrada en vigor del Plan Marshall, los cinco Estados signatarios del Tratado de Bruselas, más Estados Unidos, Canadá, Dinamarca, Islandia, Italia, Noruega y Portugal55.
El Tratado era muy breve y conciso, era calificado como el componente militar del propio Plan Marshall56, y solo contaba con 14 artículos y uno claramente relevante en el contexto de la Guerra Fría, el 5, mediante el cual: “Las Partes acuerdan que un ataque armado contra uno o más de ellos en Europa o América del Norte será considerado un ataque contra todos ellos y consecuentemente coinciden en que, si tal ataque armado ocurre, cada uno de ellos, en ejercicio del derecho de legítima defensa individual o colectiva reconocido por el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, ayudará a la Parte o Partes atacadas tomando de inmediato, individualmente y en concierto con las otras Partes, las acciones que estime necesarias, incluido el uso de la fuerza armada, para restaurar y mantener la seguridad del área del Atlántico Norte”57. Un artículo enormemente polémico, pero que no dejaba de encerrar una realidad brutal, sin el potencial de los Estados Unidos desplegado militar y económicamente, los países occidentales no serían capaces de sostenerse solos contra una Unión Soviética beligerante58.
Los estadistas europeos que firmaron el pacto destacaron la enorme trascendencia que tendría para la historia y el valor de una alianza estrictamente defensiva. Así lo contemplaría Paul-Henri Spaak “El Pacto del Atlántico Norte es un acto de fe en el destino de la civilización occidental basada en la práctica de las libertades civiles y políticas, en el respeto por la persona humana”59, solo deben temerlo aquellos que quieran hacer una agresión contra alguno de los Estados miembros de la Alianza.
Los europeos contaban a partir de entonces, en palabras del Ministro de Relaciones Exteriores de Luxemburgo, Joseph Bech, del complemento lógico al Tratado de Bruselas, mediante el cual “agrupados en torno a la democracia más poderosa del mundo, los estados signatarios del Pacto Atlántico forman la coalición de fuerzas materiales y morales, las más formidables y las más sinceramente pacíficas que los pueblos han implementado alguna vez para garantizar su seguridad y evitar que el mundo sufra los horrores de la guerra”. Se abría entonces “U na nueva era de la más estrecha solidaridad entre los países democráticos de Europa y el nuevo mundo”60.
El Presidente de los EEUU, por su parte, destacaría en su discurso que el Tratado suponía “U n acto de vecindad. Somos como un grupo de cabezas de familia, viviendo en la misma localidad, que deciden expresar su comunidad de intereses entrando en una asociación formal para su autoprotección mutua (…) se comprometen a respetar los principios pacíficos de las Naciones Unidas, para mantener relaciones amistosas y cooperación económica entre sí, para consultar juntos siempre que el territorio o la independencia de alguno de ellos se vea amenazado, y acudir en ayuda de cualquiera de ellos que pueda ser atacado”61.
Para aquellos que podían dudar de que este pacto frenase un proyecto de integración europeo, les lanzó el siguiente mensaje: “Creemos que es posible que las naciones logren la unidad sobre la base de los grandes principios de la libertad humana y la justicia, y al mismo tiempo permitir, en otros aspectos, la mayor diversidad de la cual la mente humana escapaz. Nuestra fe en este tipo de unidad se ve confirmada por nuestra experiencia aquí en los Estados Unidos al crear una nación de la variedad de nuestros recursos continentales y los pueblos de muchas tierras”62.
La puesta en funcionamiento del Tratado del Atlántico Norte supuso la creación de tres principales instituciones. En primer lugar, el Consejo que sería por excelencia el mayor componente intergubernamental de la organización, con un destacado carácter político y en torno al cual se sentaban los representantes de los Estados signatarios que debían realizar los debates y aprobar las decisiones más importantes. En segundo lugar, se establecería un Comité de planificación, cuyo papel sería el de brazo ejecutor de todas las decisiones adoptadas en el seno del Consejo y compuesto exclusivamente por expertos militares. El tercer órgano sería el Secretariado permanente de la organización, establecido con objeto de efectuar las labores de coordinación y representación de la institución. A su cabeza se nombraría un Secretario General.
El Pacto demostraba que la recién creada Organización de las Naciones Unidas era ineficaz para resolver los conflictos. Así lo expresaba el periódico holandés “Het Parool” al día siguiente de la firma del Tratado, cuando asumía la doble lectura que debía realizarse de la firma del Tratado de Washington: “Un trasfondo pesimista sigue siendo el fracaso de la ONU para convertirse en su corta existencia en instrumento de paz decisivo”63. ¿Si el mundo acaba de abrazar la Carta de las Naciones Unidas y desterrado los conflictos, como modo de resolución de controversias, qué razón alumbraba un pacto de esta magnitud? Precisamente, el hecho de que no estaban los gobiernos occidentales seguros de las intenciones soviéticas de no agresión.
En efecto, esa sería la lectura que realizaron los países bajo la órbita comunista y de los partidos comunistas en los Estados occidentales. La URSS protestó energicamente contra la firma del Tratado OTAN mandando notas de protesta a los gobiernos de Italia, Noruega, Dinamarca e Islandia.
El diario comunista luxemburgués Zeitung vum Lëtzebuerger Vollek deploraría enérgicamente los términos del acuerdo, porque suponía un instrumento para prepararse para ir a la guerra, por parte de países democráticos amantes de la paz, cuando estos mismos han estado: “jugando con las palabras. Estas no son algunas democracias abstractas, son países con regímenes capitalistas cuya historia literalmente está repleta de grandes guerras y pequeñas guerras, guerras coloniales e intervenciones militares brutales. Es una extraña ‘democracia’ que protege a Franco y reinstala a exnazis fanáticos en los puestos más altos de la Alemania occidental. Es una extraña ‘democracia’ la que admite al dictador fascista Salazar en la coalición atlántica (…) la misma civilización la que persigue a los negros y protege a fascistas como Franco y Salazar”64.
La batalla dialéctica entre las dos fuerzas antitéticas estaba servida, el diario Luxemburger Wort recordaría el 5 de abril de 1949 que el Pacto en sí mismo no podía constituirse en el elemento suficiente para garantizar la paz y la seguridad. Solo tendría el valor de sus pueblos signatarios, siempre que estuvieran dispuestos a arropar a sus gobiernos, aceptando los deberes y las responsabilidades económicas, políticas y socialas que nacieran fruto del mismo: “Su éxito dependerá entonces sobre la medida en que los pueblos de Europa occidental refutan los argumentos, a menudo falsos, de los partidos y movimientos dirigidos por el Kominform”65. Mientras que para el International Spectator, el Tratado del Atlántico suponía una modificación de los principios constitucionales de las naciones más poderosas del mundo, en concreto, desterrando la posibilidad de que el Congreso de los EEUU declarase la guerra y dejándo dicha actuación en manos del poder ejecutivo, ante casos de agresión mutua sufrida por alguna de las naciones del Pacto66.
La ratificación del Tratado OTAN no tardó mucho en producirse, bajo un clima de miedo al comunismo, los parlamentos occidentales no se demoraron y permitieron que entrase en vigor el 23 de agosto de 1949. Tanto Grecia como Turquía, al comprobar el éxito de la alianza, firmarían en Londres el Protocolo del Tratado del Atlántico Norte relativo a su adhesión, el 22 de octubre de 1951. En 1952, se estableció el puesto de Secretario General de la OTAN como el principal responsable civil de la organización y coincidiendo con los primeros ejercicios marítimos importantes de la organización, el Ejercicio Mainbrace67.
Desde el 18 de febrero de 1952, ambos Estados se convertían oficialmente en miembros de pleno derecho de la OTAN. Se puede decir que, a partir de entonces, comenzaba un salto en la cooperación europea continental, abrazándose sobre la fuerza y el liderazgo que ejercían los Estados Unidos.
El Atlantismo sería una fuerza vehicular a partir de aquel momento tan decisiva que marcaría los futuros proyectos de la década siguiente. De hecho, no faltó quienes consideraron que el éxito de la cooperación europea residiera en el largo plazo, con la posibilidad de que en un tiempo bastante corto, por ejemplo cincuenta años, surgiese un estado europeo, al menos una federación de gran alcance. Una realidad política nueva que no podría cristalizarse sobre las bases de la cooperación atlántica porque con ella podría surgir el comienzo de una federación flexible, que allanase el camino para una organización internacional mucho más grande.
Desde el “Internationale Spectator” lo expresaban meridianamente el 16 de abril de 1952, cuando destacaban que la comunidad atlántica ofrece pocas oportunidades para una búsqueda federativa o de unidad y es evidente que “no se puede crear una casa europea común si no hay voluntad de construir juntos y no se puede participar sin la voluntad de vivir juntos. La experiencia ha demostrado que vivir juntos es mucho más difícil y muy diferente que construir juntos. La voluntad de hacerlo solo se puede encontrar si se convierte en un sentimiento de pertenencia juntos”68.
La OTAN nunca llegaría a ser la organización que dotase a los europeos de dicha unidad, sino al contrario, buscaría mantener la relación de equilibrios estatales intacta, para no socavar los pilares de la Alianza.
La respuesta soviética a la integración militar Atlántica no se demoró en producirse. En septiembre de 1949 detonarían la primera bomba atómica y pocos meses después estallaría la Guerra de Corea, imprimiendo nuevas presiones a los occidentales para desarrollar la estructura militar integrada de la OTAN. El general estadounidense, y futuro Presidente, Dwight D. Eisenhower, se convirtiría en 1950 en el primer Comandante Supremo de las Fuerzas Aliadas en Europa. Al año siguiente, se estableció en las proximidades de París la Sede Suprema de las Potencias Aliadas en Europa (SHAPE-Supreme Headquarters Allied Powers Europe).
La OTAN no llevó a cabo operaciones militares durante la Guerra Fría pues no sería hasta el colapso de la Unión Soviética cuando lanzó sus primeras operaciones. Las dos primeras datan de la década de los 90, Anchor Guard y Ace Guard en 1991, que fueron impulsadas por la invasión iraquí de Kuwait. Se desplegaron aviones de alerta temprana aerotransportados por la región para proporcionar cobertura desde el sudeste de Turquía, y más tarde se desplegó una fuerza de reacción rápida en la dirección del área.
1. Agradecimiento expreso al Centro de Recursos Virtuales para el Conocimiento sobre Europa (CVCE) de la Universidad de Luxemburgo.
2. DU REAU, Elisabeth. Les origines et la portée du traité de Dunkerque vers une nouvelle “entente cordiale”?(4 mars 1947). Matériaux pour l’histoire de notre temps, 1990, vol. 18, n.º 1, pp. 23-26.
3. Los diez Presidentes del Consejo de Ministros entre el 16 de enero de 1947 y el 16 de enero de 1954: Paul Ramadier, Robert Schuman, André Marie, Henri Queuille, Georges Bidault, René Pleven, Edgar Faure, Antoine Pinay, René Mayer y Joseph Laniel
4. Treaty Series. Tratados y convenios internacionales registrados o archivados y regis-trados en la Secretaría de las Naciones Unidas. 1947. Nueva York: Naciones Unidas. “Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y Francia. Tratado de Alianza y Asistencia Mutua. Firmado en Dunkerque el 4 de marzo de 1947”, pp. 189-194.
5. CHAUVEL, Jean. Commentaire: D’Alger à Berne (1944-1952). 1972: Librería Arthème Fayard, 1972, pp. 190-193.
6. BIDAULT, Georges. D’une Résistance à l’autre (De una Resistencia a otra). París: Les Presses du Siècle, 1965, pp. 144-145.
7. Luxemburger Wort. Für Wahrheit und Recht. 05.03.1947, núm. 64; año 100. Luxemburgo: Imprimerie Saint-Paul. “Dunkerque 1940 y Dunkerque 1947”, p. 1.
8. Notas de antecedentes y estudios. dir. de publ. La documentación francesa. 4 de marzo de 1947, núm. 565. París: La Documentation française. “Comunicado de los Gobiernos francés e inglés (Dunkerque, 4 de marzo de 1947)”, p. 2. La Documentación Francesa fue creada en 1945 bajo el nombre de Dirección de Documentación y Distribución, reportando directamente a la Secretaría General de Gobierno. Desde 2010, tras fusionarse con la Dirección de Diarios Oficiales, es la marca editorial integrada de la nueva Dirección de Información Legal y Administrativa (DILA). El catálogo actualizado de las ediciones de “La Documentation française” está disponible en 2020 en vie-publique.fr.
9. BIDAULT, Georges. D’une Résistance à… op. cit.
10. Die Welt. Periódico no partidista para toda la zona británica, publicado con la aprobación de las Autoridades británicas. 4 de marzo de 1947, núm. 27; 2.º año Hamburgo: Die Welt. “Entente cordiale”, p. 2.
11. El Partido Comunista de la Unión Soviética, el Partido Comunista de Bulgaria, el Partido Comunista de Checoslovaquia, el Partido Comunista Húngaro, el Partido Obrero Polaco, el Partido Comunista Rumano, el Partido Comunista de Yugoslavia, el Partido Comunista Francés y el Partido Comunista Italiano.
12. Debates parlamentarios. Cámara de los Comunes. Reporte oficial. Tercera sesión del Trigésimo Octavo Parlamento del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte (Parliamentary Debates. House of Commons. Official Report. Third session of the Thirty-Eight Parliament of the United Kingdom of Great Britain and Northern Ireland.). 12 Jorge VI. Dir. de publicación. Hansard. 1947-1948, núm. 446; quinta serie. Londres: Her Majesty’s Stationery Office. “Relaciones Exteriores”, pp. 384-409.
13. Frankfurter Rundschau. Periódico diario independiente. 24 de enero de 1948, núm. 10; 4.º año Frankfurt / Main: Frankfurter Rundschau GmbH.”Europa en la agenda” (“Europa auf der Tagesordnung”), autor: Gerold, Karl, p. 2.
14. Le Soir. 13/02/1948, núm. 43. Bruselas. “Alrededor del plan Bevin” (Autour du plan Bevin), autor: Dehousse, Fernand, p. 2.
15. Il nuovo Corriere della Sera. 05.02.1948, núm. 9; año 73. Milano: Corriere della Sera. “Lo que Inglaterra tiene para ofrecer a Europa” (Che cosa ha da offrire l’Inghilterra all’Europa), autor: Guerriero, Augusto, p. 1.
16. The Manchester Guardian. 23.01.1948, n.º 31600. Manchester. “¿Una nueva política?” (A new policy?), p. 4.
17. Télégramme de René Blum à Joseph Bech (Luxembourg, 26 janvier 1948) Archivo Nacional del Gran Ducado de Luxemburgo, Luxemburgo. http://anlux.lu/, Ministerio de Relaciones Exteriores, 1732-1999. Relaciones Exteriores (1944-1975). Tratados - Políticas. Tratado entre Bélgica, Francia, Luxemburgo, los Países Bajos y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte por regular su colaboración en materia económica, social y cultural, y su autodefensa colectiva, firmado en Bruselas, AE 11450.
18. Frankfurter Rundschau. Periódico diario independiente. 31 de enero de 1948, n.º 13; 4.º año Frankfurt / Main: Frankfurter Rundschau GmbH. “West Union - ¿una tercera fuerza?” (“West-Union - eine Dritte Kraft?”), p. 1.
19. Süddeutsche Zeitung. Las últimas noticias de Múnich sobre política, cultura, economía y deporte. 27 de enero de 1948, n.º 18; Cuarto año. Múnich: Süddeutscher Verlag. “Defensiva de Europa Occidental” (Westeuropäische Defensive), p. 1.
20. DE GRUBEN, Hervé. Memorando de la reunión de Luxemburgo. [sl]: 28.01.1948. P. 4 Archivo Nacional del Gran Ducado de Luxemburgo… ibid.
21. Rheinischer Merkur. Wochenzeitung für Politik, Wirtschaft, Kultur, Christ und Welt. 31.01.1948, Nr. 5; 3. Jg. Koblenz: Rheinischer Merkur. “Offene Karten”, auteur: L.Z., p. 1; 2.
22. Lettre de Pierre Saffroy à Joseph Bech (Luxembourg, 19 février 1948) Archivo Nacional del Gran Ducado de Luxemburgo, Luxemburgo… ibid.
23. DE VOS, Luc; ROOMS, Etienne; DELOGE, Pascal; STERKENDRIES, Jean-Michel (dir.). Documents diplomatiques belges 1941-1960, De l’indépendance à l’interdépen-dance. Tome II: Défense 1941-1960. Bruxelles: Académie royale de Belgique, 1998, pp. 223-225.
24. Memorando británico sobre la unión y consolidación de Europa Occidental (19 de febrero 1948) Archivo Nacional del Gran Ducado de Luxemburgo, op. cit.
25. Compte-rendu de la première réunion des représentants diplomatiques de la Belgique, de la France, de la Grande-Bretagne, du Luxembourg et des Pays-Bas en vue de l’union et de la consolidation de l’Europe occidentale. Bruxelles: Ministère des Affaires étrangères et du Commerce extérieur, 04.03.1948. p. 5 En Archivo Nacional del Gran Ducado de Luxemburgo… op. cit.
26. Lettre de Robert Als à Joseph Bech (Bruxelles, 10 mars 1948). Archivo Nacional del Gran Ducado de Luxemburgo, Luxemburgo. http://anlux.lu/, Ministerio de Empresa Extranjero, 1732-1999. Relaciones Exteriores (1944-1975). Tratados - Políticas. Tra tado entre Bélgica, Francia, Luxemburgo, los Países Bajos y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte para concretar su colaboración en materia económica, social y cultural, y su autodefensa colectiva, firmado en Bruselas, AE 11451.
27. Luxemburger Wort. Für Wahrheit und Recht. 13.03.1948, núm. 73/74; año 101. Luxemburgo: Imprimerie Saint-Paul. “Cooperación de Europa Occidental” (Westeuropäische Zusammenarbeit), p. 1.
28. Le Monde. dir. de publ. Beuve-Méry, Hubert. 14 de marzo de 1948, n.º 974; 5to año. París: El mundo. “Hacia la Unión Occidental” (Vers l’union occidentale), p. 1.
29. Le Monde. dir. de publ. Beuve-Méry, Hubert. 17.03.1948. París: Le Monde. “El Tratado de Bruselas” (Le traité de Bruxelles), p. 1.
30. Télégramme de René Blum à Joseph Bech (Luxembourg, 15 mars 1948) Archivo Nacional del Gran Ducado de Luxemburgo, Luxemburgo… op. cit.
31. L’Unità. Órgano del Partido Comumista Italiano. 24.01.1948, núm. 21. Milán. “Bloqueo de guerra” (Blocco di guerra), autor: Mieli, Renato, p. 1.
32. Het Parool. Vrij Onverveerd. dir. de publ. VAN NORDEN, W; Jefe Redactor: VAN HEUVEN GOEDHART, G.J. 18.03.1948, núm. 975; 8. Jg. Amsterdam: Het Parool. “La gran alianza” (De grote alliantie), p. 5.
33. BIDAULT, Georges. D’une Résistance à l’autre. París: Les Presses du Siècle, 1965, pp. 161-162.
34. Süddeutsche Zeitung. Las últimas noticias de Múnich sobre política, cultura, negocios y deporte. ed. Gottschagg, Edmund; Schwingerstein, agosto; Schöningh, el Dr. Franz Josef; Friedmann, Werner. 20 de marzo de 1948, n.º 23; 4.º año Múnich: Süddeutscher Verlag. “Piedra angular de la reconstrucción europea” (Eckstein des europäischen Wiederaufbaus), p. 1.
35. Ibid.
36. Tratado de Bruselas de 17 de marzo de 1948, Archivos Nacionales de Luxemburgo, Luxemburgo. http://anlux.lu/. Ministerio de Relaciones Exteriores (1732-1998). Ministerio de Relaciones Exteriores - Tratados y Convenciones. Tratado entre Bélgica, Francia, Luxemburgo, Países Bajos y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte - firmado en Bruselas, AE TC 365.
37. Cámara de Diputados del Gran Ducado de Luxemburgo, Sesión Ordinaria de 1947-1948. núm. 185. Luxemburgo. “Proyecto de ley por el que se aprueba el Tratado entre Bélgica, Francia, Luxemburgo, los Países Bajos y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, firmado en Bruselas el 17 de marzo de 1948”. Archivo Nacional de Luxemburgo, Luxemburgo. Ministerio de Relaciones Exteriores. Relaciones Internacionales. Pacto de Bruselas, AE 13177.
38. Nota de Pierre Pescatore, asesor jurídico del Ministerio de Asuntos Exteriores de Luxemburgo sobre el poder del Gran Duque para declarar la guerra. Luxemburgo, 27 de abril de 1948 en Archivo Nacional del Gran Ducado de Luxemburgo, Luxemburgo. Ministerio de Asuntos Exteriores, 1732-1999. Relaciones Exteriores (1944-1975). Tratados - Políticas. Tratado entre Bélgica, Francia, Luxemburgo, los Países Bajos y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte para concretar su colaboración en materia económica, social y cultural, y su autodefensa colectiva, firmado en Bruselas, AE 11451.
39. Tratado de Bruselas del 17 de marzo de 1948, Reseña histórica sobre el establecimiento del Pacto de Unión Occidental. Luxemburgo: Consejo de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, Secretaría, 15.09.1954. Archivo Histórico de la Unión Europea, Florencia, Villa Il Poggiolo. Fondo de instituciones comunitarias europeas, CE. Consejo Extraordinario de Ministros CECA, CM1. CM1 / 1954.
40. CHAUVEL, Jean. Commentaire: D’Alger à Berne (1944-1952). 1972: Librería Arthème Fayard, 1972, pp. 195-199.
41. Discurso de Joseph Bech durante la firma del Tratado de Bruselas, Bruselas, 17 de marzo1948, Archivo Nacional de Luxemburgo, Luxemburgo. Ministerio de Relaciones Exteriores. Relaciones Internacionales. Pacto de Bruselas, AE 13177.
42. Nota de Raoul de Fraiteur a Paul-Henri Spaak (Bruselas, 20 de octubre 1948) en DE VOS, Luc; HABITACIONES, Etienne; DELOGE, Pascal; STERKENDRIES, Jean-Michel (dir.). Documents diplomatiques… op. cit. pp. 242-246.
43. PESCATORE, Pierre. Nota sobre las obligaciones militares derivadas del Pacto de Bruselas, en comparación con las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas. Luxemburgo: Ministerio de Relaciones Exteriores, 21.04.1948. p. 3.
44. Le Phare Dimanche. 01.02.1948, núm. 109. Bruselas. “Bevin, continuador de la Historia” (Bevin, continuateur de l’Histoire), p. 3.
45. Le Phare Dimanche. Semanario independiente de Bruselas y el mundo. dir. de publ. FONTAINE, Pierre. 21 de marzo de 1948, n.º 116; 3er año. Bruselas: La Phare. “De los cinco a los dieciséis” (Des Cinq aux Seize), autor: The Observer, p. 3.
46. La Dernière Heure. El mayor periódico belga, el mejor informado. 30/04/1948, núm. 121; 43.º año. Bruselas. “Una santa alianza contra la miseria” (Une sainte alliance contre la misère), p. 1.
47. Luxemburger Wort. Für Wahrheit und Recht. 05.03.1948, núm. 124; año 101. Luxemburgo: Imprimerie Saint-Paul. “Estados Unidos y Europa” (Die USA und Europa), autor: Hightower, John, p. 1.
48. Staff of the Committee and the Department of State (Ed.). A Decade of American Foreign Policy, Basic Documents 1941-1949. Washington: Imprenta del Gobierno de los Estados Unidos, 1950. (81st Congress Senate, Documento núm. 123), p. 197.
49. CHAUVEL, Jean. Comentario: De Argel a Berna (1944-1952) (Commentaire: D’Alger à Berne (1944-1952)). 1972: Librairie Arthème Fayard, 1972, pp. 207-210.
50. Der Spiegel. La revista de noticias alemana. ed. AUGSTEIN, Rudolf. 11/12/1948, núm. 50; 2do año Hannover: Spiegel-Verlag GMBH “Pax a través del pacto” (Pax durch Pakt), pp. 9-10.
51. Die Österreichische Furche. 22.01.1949, núm. 4. Viena. “Pacto Atlántico, Federación Europea y Ruhr” (Atlantikpakt, Europaföderation und die Ruhr), p. 1.
52. Le Monde. dir. de publ. Beuve-Méry, Hubert. 19.03.1949, núm. 1 289. París: Le Monde. “La Defensa europea” (La défense européenne), p. 1.
53. L’Humanité. Órgano central del Partido Comunista Francés. dir. de publ. Cachin, Marcel. 19.03.1949. Paris: L’Humanité. “¿Mi pueblo en la hora americana? ¡NO!” (Mon village à l’heure américaine ? NON !), autor: Carrel, André, p. 1.
54. SFORZA, Carlo. Cinco años en el Palazzo Chigi, política exterior italiana de 1947 a 1951 (Cinque Anni a Palazzo Chigi, La politica estera italiana dal 1947 al 1951). Roma: Atlas, 1952, pp. 217-238.
55. Los que firmaron el Tratado fueron: Spaak (Bélgica), Pearson (Canadá), Rasmussen (Dinamarca), Schuman (Francia), Benediktsson (Islandia), Sforza (Italia), Bech (Luxemburgo), Stikker (Holanda), Lange (Noruega), Da Mata (Portugal), Bevin (Gran Bretaña) y Acheson (Estados Unidos).
56. De Volkskrant. Katholiek Dagblad voor Nederland. dir. de publ. KOLKMAN, J.A.; Red Jefe: ROMME, C.P.M. 04.04.1949, núm. 7.405; 26. Jg. Amsterdam: De Volkskrant. “Hora histórica” (Historisch uur), p. 1.
57. Tratado OTAN de 1949, Documentos básicos de la OTAN. Bruselas: Servicio de Información de la OTAN, 1981, pp. 10-13.
58. Corriere della Sera. 05.04.1949, núm. 81; año 75. Milano: Corriere della Sera. “Defensa europea”, (Difesa dell’ Europa) autor: Luzzatti, Ivo, p. 1.
59. SMETS, Paul-F. (Dir). El pensamiento europeo y atlántico de Paul-Henri Spaak [(1942-1972) (La pensée européenne et atlantique de Paul-Henri Spaak (1942-1972)]. Volúmen 1. Bruselas: Goemaere, 1980, pp. 174-176.
60. Boletín informativo. dir. de publ. Servicio de Información y Prensa - Ministerio de Estado. 30/04/1949, núm. 4; 5to año. Luxemburgo. “Discurso de Joseph Bech (Washington, 4 de abril de 1949)”, pp. 144-145. Servicio de información y prensa del Gobierno de Luxemburgo.
61. Discurso de Harry S. Truman, Washington, 4 de abril de 1949. Departamento de Estado (Ed.). Una década de política exterior estadounidense, documentos básicos 1941-1949 (A Decade of American Foreign Policy, Basic Documents 1941-1949). Washington: Imprenta del Departamento de Estado, 1985, pp. 934-936.
62. Ibid.
63. Het Parool. Vrij Onverveerd. dir. de publ. Van Norden, W.; Réd. Chef Van Heuven Goedhart, G.J. 05.04.1949, núm. 1.301; 9. Jg. Amsterdam: Het Parool. “Doce países firmaron el Pacto del Atlántico Norte” (Twaalf landen tekenden het Noordatlantisch pact), p. 1.
64. Zeitung vum Lëtzebuerger Vollek. 05.04.1949, Nr. 78. Luxembourg: Coopérative ouvrière de presse et d‘éditions. “El pacto de guerra ha sido firmado” (Der Kriegspakt ist unterzeichnet), p. 1.
65. Luxemburger Wort. Für Wahrheit und Recht. 05.04.1949, núm. 95; 102e année. Luxemburgo: Imprimerie Saint-Paul. “El Plan Marshall y el Pacto Atlántico” (Marshall-pakt und Atlantikpakt), p. 1.
66. Internationale Spectator. 20.04.1949, núm. 8. s-Gravenhage: Het Nederlands Genoots-chap voor Internationale Zaken. “El Tratado del Atlántico” (Het atlantisch verdrag), autor: Vlekke, B.H.M., pp. 1-4.
67. Fue el primer ejercicio naval a gran escala realizado por el recién creado Comando Aliado del Atlántico (ACLANT), uno de los dos principales comandos militares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Fue parte de una serie de ejercicios de la OTAN comandados conjuntamente por el Comandante Supremo Aliado, Almirante del Atlántico, Lynde D. McCormick y el Comandante Supremo Aliado de Europa, General Matthew B. Ridgeway, durante el otoño de 1952. Participaron en la operación Ochenta mil hombres, más de 200 barcos y 1,000 aviones en el Mar del Norte.
68. Internationale Spectator. 16.04.1952, núm. 8. s-Gravenhage: Het Nederlands Genoots-chap voor Internationale Zaken. “Cooperación atlántica y europea” (Atlantische en europese samenwerking), auteur:Vlekke, B.H.M., pp. 1-7.