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I. Escritos sobre los cinco elementos*

Gorin-no-sho

Manuscrito de la tierra

Escuela de los Dos Cielos reunidos, Niten ichi-ryû(1) es el nombre que le doy a la vía de la estrategia;(2) en este escrito voy a elucidar por primera vez el objeto de mi investigación durante muchos años. Al comienzo del décimo mes del año veinte de Kanei (1643), fui a escribir al monte Iwato de la prefectura Higo1 de Kyûshû. Saludo al cielo, me prosterno delante de la diosa Kannon, y me encomiendo a Buda. Me llamo Shinmen Musashi-no-kami, Fujiwara-no-Genshin,2 y soy un guerrero nacido en la prefectura de Harima.3 Tengo ahora sesenta años.4

Me he entrenado en la vía de la estrategia desde mi juventud, y a la edad de trece años me batí por primera vez en duelo. Mi adversario se llamaba Arima Kihei, adepto del sable de la escuela Shintô-ryû, y lo vencí. A la edad de dieciséis años vencí a un poderoso adepto llamado Akiyama, originario de la prefectura de Tajima.5 A la edad de veintiún años fui a Kyoto y me batí en duelo con varios adeptos de sable de escuelas famosas, pero nunca perdí.

Luego viajé por varios señoríos y regiones, para conocer a los adeptos de diferentes escuelas. Combatí más de sesenta veces,6 pero ni una sola fui vencido. Todo esto pasó entre mi decimotercero y mi vigésimo octavo o vigésimo noveno año.

A la edad de treinta años reflexioné y me di cuenta de que si había vencido lo había hecho sin haber alcanzado la última etapa de la estrategia. Quizá porque mi disposición natural para la vía me había impedido separarme de los principios universales, quizá porque mis adversarios carecían de capacidad en estrategia.

Continué entrenándome y buscando, de la mañana a la noche, alcanzar una razón más profunda. Al llegar a los cincuenta años, me encontré de forma natural en la vía de la estrategia.

Desde ese día, vivo sin la necesidad de seguir buscando la vía.7 Cuando aplico la razón de la estrategia a la vía de diferentes artes y artesanados, ya no necesito maestro en ningún ámbito. Por eso, para crear este escrito no recurro a los antiguos escritos búdicos o confucionistas ni utilizo los ejemplos antiguos del arte y las crónicas militares.

Comencé a escribir el diez del décimo mes, por la noche a la hora del tigre,8 a fin de expresar el verdadero pensamiento de mi escuela, reflejando mi espíritu en el espejo de la vía del cielo y de Kannon.

La estrategia es la práctica necesaria en las familias de guerreros.9 Quien dirige la guerra debe aprenderla, y los soldados deberían también conocerla. Hoy en día raros son los guerreros que conocen bien la vía de la estrategia.

Por lo que respecta a la vía, existen varias. La ley del budismo es la vía que salva a los hombres. La vía del confucionismo es la que lleva a la precisión en literatura. La medicina es la vía que cura las enfermedades. El poeta enseña la vía de la poesía. Existen numerosas vías en el arte, la del hombre de buen gusto,(3) la del adepto de tiro al arco y de otras artes y la del artesanado. Los adeptos se entrenan en ella a su manera, según su forma de pensar, y las aman según sus disposiciones. Pero muy pocos aman la vía de la estrategia.

En principio, los guerreros deben familiarizarse con lo que se denomina las dos vías, la literatura y las artes marciales. Es su vía. Aunque uno sea torpe, debe perseverar en la estrategia en razón de su situación.

Lo que un guerrero debe tener siempre presente es la vía de la muerte. Pero la vía de la muerte no está reservada únicamente a los guerreros. Un monje, una mujer, un campesino, cualquier persona puede determinarse a morir por causa de obligación social o de honor. En la vía en que los guerreros practican la estrategia, la línea de conducta debe ser superar a los otros en todos los ámbitos. Un guerrero debe ganar en combate contra uno o varios, honrar el nombre de su señor y el suyo, y establecer su situación gracias a la virtud de la estrategia. Algunas personas piensan quizá que, incluso si aprenden la vía de la estrategia, no les será útil en la práctica real. Sobre este punto, basta con entrenarse para que sea útil en cualquier momento y enseñarla para que sea útil en todas las cosas. Tal debe ser la verdadera vía de la estrategia.

A propósito de la vía de la estrategia

Desde China hasta Japón, desde hace mucho tiempo, se denomina adepto de la estrategia a quien practica esta vía. Para un guerrero, no es posible no estudiarla.10 Actualmente, hay muchas personas que se declaran adeptas de la estrategia, pero por regla general sólo practican el sable. Recientemente, los sacerdotes sintoístas de Kantori y de Kashima, en la prefectura de Hitachi,11 (4) han fundado escuelas diciendo que el arte les había sido transmitido por los dioses, y han difundido su arte en diferentes señoríos.

Entre los diez talentos y las siete artes(5) conocidas desde hace mucho tiempo, la estrategia se considera un ámbito pragmático.(6) Puesto que es un ámbito pragmático, no conviene limitarlo a la sola técnica del sable. A partir de los únicos principios(7) del sable,(8) podréis comprender bien el sable y distaréis de estar conformes con el principio de la estrategia.

Hay personas cuya profesión consiste en vender las artes. Se tratan a sí mismos como mercancías y fabrican objetos con el objeto de venderlos. Esta actitud equivale a separar en un acto la flor y el fruto. Y es preciso decir que el fruto apenas existe. Decoran la vía de la estrategia con colores llamativos, hacen alarde de las técnicas y enseñan esta vía creando un dojo y luego otro. Quien quiere aprender esta vía para lucrarse debe recordar el dicho: “La estrategia mal aprendida es causa de graves heridas”.12

Generalmente existen cuatro vías13 para pasar por la vida;(9) éstas son las del guerrero, del campesino, del artesano y del comerciante.

La primera es la vía del campesino. Los campesinos preparan las diferentes herramientas, están atentos a los cambios de estación, año tras año. Ésta es la vía del campesino.

La segunda vía es la del comerciante. Un fabricante de saké, por ejemplo, compra los productos necesarios y obtiene beneficios en función de la calidad de su producción; así es como pasa por la vida. Todos los comerciantes pasan por la vida obteniendo más o menos beneficios de su comercio. Ésta es la vía del comercio.

La tercera vía es la del guerrero. Los guerreros deben fabricar diversas armas y conocer el valor(10) de cada una. Ésta es la vía del guerrero. Sin aprender el manejo de las armas, sin conocer la ventaja de cada una de ellas, un guerrero carece, en cierta medida, de educación.

La cuarta vía es la del artesano. Un carpintero sigue su vía fabricando hábilmente diferentes herramientas y haciendo buen uso de ellas. Traza correctamente el plano de las construcciones utilizando hilos negros(11) y una escuadra. Pasa por la vida con su arte sin desperdiciar un minuto.

Así deben ser las cuatro vías: del guerrero, del campesino, del artesano y del comerciante.

Voy a hablar de la estrategia y la compararé con la vía del carpintero. Esta comparación trata sobre la casa que construyen los carpinteros. Se dice por ejemplo, casa14 noble, casa de guerrero, las Cuatro Casas.(12) Se habla también de la decadencia o la continuidad de una casa, se dice también (en el ámbito del arte) tal corriente, tal estilo, tal casa.(13) Si hago la comparación con la vía del carpintero, es porque el término casa se emplea de este modo.

La palabra daiku carpintero se escribe dai, ampliamente, ku, ingeniárselas para. Asimismo, la vía de la estrategia se establece mediante una gran ingeniosidad.

Por eso la comparo con la del carpintero. Para aprender la estrategia, hay que contemplar esos escritos y entrenarse sin cesar, maestro y discípulo juntos de modo que el maestro sea la aguja y el discípulo el hilo.

Comparación de la vía de la estrategia con la del carpintero

Un general debe, al igual que un maestro carpintero, conocer las reglas globales del país y adaptar, de forma consecuente, las reglas de su propia provincia. Asimismo, la vía del maestro carpintero consiste en adaptar la medida de la casa que va a construir.

El maestro carpintero aprende la estructura de construcción de una torre y de un templo y conoce los planos de construcción de palacios y castillos. Edifica casas y para ello emplea personas. Por eso, el jefe de los carpinteros y el de los guerreros se parecen.(14)

Para construir una casa, en principio hay que elegir las maderas idóneas. Para los pilares de la fachada, se eligen las maderas rectas, sin nudos y de buen ver. Para los pilares del fondo, se eligen las que son rectas y sólidas aun cuando tengan algunos nudos. Es conveniente utilizar maderas menos sólidas pero de buen ver para los umbrales, dinteles, puertas correderas y shôji.15

La casa aguantará mucho tiempo, aunque se utilicen maderas con nudos o torcidas pero sólidas, a condición de evaluar la solidez requerida por cada una de las diferentes partes de la casa y de utilizar las maderas en función de sus cualidades. Es conveniente utilizar las maderas menos sólidas, nudosas y torcidas para los andamiajes; más tarde servirán como leña para la calefacción.

Para utilizar a sus hombres, el maestro carpintero debe conocer las cualidades de los carpinteros. En función de su capacidad (alta, media o baja) deberá asignarles trabajos diferentes, como la construcción del tokonoma,16 la de las puertas correderas y los shôji, o la de los umbrales, dinteles y techos. Es conveniente que los poco diestros coloquen las carreras y que fabriquen las esquinas los torpes. Si sabemos discernir las cualidades de los hombres, los trabajos se realizan con rapidez y eficacia.

Ser rápido y eficaz, estar atento al entorno,(15) conocer la sustancia y su uso,17 conocer el nivel alto, medio o bajo de la energía ambiente,18 saber dar impulso y conocer los límites de las cosas. Todo esto lo debe tener en la cabeza un maestro carpintero. Lo mismo ocurre con el principio de estrategia.

La vía de la estrategia

Tanto el vasallo como el soldado se parecen al carpintero.19 (16) Éste afila sus herramientas, fabrica otras nuevas y las lleva en su caja de carpintero. Si observa las órdenes del maestro, cumplirá su trabajo con eficacia, las medidas serán exactas hasta en los menores detalles, al igual que en los largos corredores exteriores.20 Tan pronto bosqueja con la azuela los pilares y las vigas, como cepilla los postes del tokonoma y de las estanterías, añade tablas o esculpe la madera. Ésta es la ley del carpintero. Si aprende bien las técnicas de la obra de carpintería, así como la manera de hacer un plano, con el tiempo podrá llegar a ser maestro.

Un carpintero debe tener herramientas bien afiladas y cuidarlas. Sólo un especialista en carpintería sabe fabricar hábilmente una arqueta preciosa para una estatua de Buda, una estantería para libros, una mesa, el esqueleto de una lámpara e incluso una tabla para picar o una tapa. Tanto el vasallo como el soldado se parecen al carpintero; han de pensar mucho.

La mente de un carpintero siempre debe estar atenta a las siguientes cosas: las maderas no deben deformarse, las junturas deben aguantar, debe cepillar bien y evitar alisar, las maderas no deben torcerse pasado un tiempo.

Si quiere estudiar la vía de la estrategia, es necesario que examine atentamente, hasta el menor detalle, lo que escribo.

Escribo la estrategia en cinco manuscritos

Escribo mi obra en cinco manuscritos: los manuscritos de la tierra, del agua, del fuego, del viento y del cielo,21 a fin de que las cualidades de cada una de esas cinco vías queden bien establecidas.

En el Manuscrito de la tierra daré una visión general de la vía de la estrategia y el punto de vista de mi escuela. Es difícil alcanzar la verdadera vía basándose únicamente en el arte del sable. Conviene comprender los detalles a partir de una visión amplia, y alcanzar la profundidad partiendo de la superficie. Hay que trazar un camino recto sobre un terreno allanado. Por eso doy el nombre de la tierra al primer manuscrito.

El segundo es el Manuscrito del agua. Debe aprender en la naturaleza del agua lo esencial de la actitud mental. El agua adopta la forma del recipiente, sea éste cuadrado o redondo. Es una gota y un océano a la vez. El color del remolino es verde puro, e inspirándome en esa pureza presento mi escuela en el Manuscrito del agua.

Si consigue discernir claramente el principio22 general del arte del sable y, de este modo, vencer con comodidad a una persona, podrá vencer a cualquier adversario. Ese espíritu es el mismo tanto si se trata de vencer a una persona, como a mil o diez mil enemigos.

La estrategia de un general consiste en aplicar a lo grande lo que ha estudiado a pequeña escala. Lo mismo pasa cuando se concibe una estatua grande de Buda a partir de un modelo23 de treinta centímetros. Es difícil explicarlo en detalle, pero el principio de la estrategia es conocer diez mil cosas a partir de una sola. De este modo escribo sobre el contenido de mi escuela en el Manuscrito del agua.

El tercer manuscrito es el del fuego. En este manuscrito escribiré sobre la guerra, puesto que el fuego simboliza el espíritu llameante, tanto si es pequeño como si es grande. La vía de la guerra es la misma uno contra uno y diez mil contra diez mil. Hay que examinar bien esto y modificar la mente a veces grande y a veces pequeña.

Ver lo que es grande es fácil, ver lo que es pequeño es difícil. En efecto, es difícil cambiar rápidamente de estrategia cuando se es muchos, mientras que una sola persona cambia rápidamente de táctica según su actitud mental; por eso resulta entonces difícil prever hasta los menores detalles. Hay que examinar bien esto.

Lo que escribo en el Manuscrito del fuego ocurre durante un breve lapso de tiempo.24 Por lo tanto hay que entrenarse y habituarse a diario a fin de que una mente inmutable sea lo normal. Es un punto esencial de la estrategia; con ese espíritu escribo sobre la guerra y el combate en el Manuscrito del fuego.

El cuarto es el Manuscrito del viento. Lo que escribo en ese manuscrito no trata sobre mi escuela, sino sobre las estrategias de las otras escuelas actuales. Se utiliza la expresión: el viento antiguo, el viento moderno y también el viento de tal o cual familia.25 Explico las estrategias de las otras escuelas y sus técnicas en el Manuscrito del viento.

Sin conocer a los otros, uno no puede conocerse verdaderamente a sí mismo. En la práctica de todas las vías y de las cosas, existe el peligro de separarse de la vía justa.26 Incluso si practica a diario la vía creyendo que está en la buena dirección, puede pasar que se desvíe de la verdadera vía si su mente está desviada. Si no avanza en la verdadera vía, una pequeña deformación de la mente acaba por causar una gran deformación. Hay que reflexionar mucho sobre ello.

Se considera en las otras escuelas que sólo el arte del sable es la estrategia, no sin razón. Pero lo que entiendo por el principio y las técnicas de la estrategia es muy distinto. Escribo sobre las otras escuelas en el Manuscrito del viento a fin de que pueda conocer su estrategia.

El quinto es el Manuscrito del cielo (o vacío).27 Por lo que yo expreso por cielo (o vacío), ¿cómo podría distinguir entre el fondo y la entrada (la profundidad y la superficie),28 puesto que se trata del vacío? Después de haber adquirido el principio de la vía,29 es posible alejarse, entonces se encontrará naturalmente libre en la vía de la estrategia y conseguirá naturalmente una elevada capacidad.30 Encontrará naturalmente la cadencia que conviene al momento, y la pegada aparecerá sola y tocará por sí misma. Todo ello está en la vía del vacío. Escribo en el Manuscrito del cielo la manera de penetrar naturalmente en la vía verdadera.

Doy a mi escuela el nombre de Escuela de los dos sables31

Califico mi escuela por los dos sables, puesto que todos los guerreros, desde el vasallo al soldado, deben llevar con firmeza en las caderas dos sables. En otro tiempo, se llamaba a esos dos sables tachi y katana, y actualmente se les llama katana y wakizashi. Está de más decir que todos los guerreros llevan esos dos sables(17) en la cintura. Tanto si sabe utilizarlos como si no, en nuestro país, el hecho de llevar los dos sables es la vía del guerrero. Con la finalidad de hacer comprender la ventaja de llevar los dos sables califico a mi escuela como los dos sables. La lanza y el naginata(18) son armas para utilizar en el exterior, en el campo de batalla.(19)

En mi escuela un principiante aprende la vía cogiendo al mismo tiempo el sable grande y el pequeño.32 Esto es esencial. Si hay que morir en combate, es mejor utilizar todas las armas que se lleva. Es deplorable morir con armas en la vaina sin haber podido utilizarlas.(20) Pero si se tiene un sable en cada mano, resulta difícil manejarlos con soltura. Por eso hay que aprender a manejar un sable grande con una sola mano. Es normal manejar con dos manos un arma grande como la lanza o el naginata, pero el sable grande y el pequeño son armas para utilizar con una sola mano.

Coger un sable grande con ambas manos es perjudicial cuando nos batimos a caballo, cuando nos batimos corriendo, cuando nos batimos en un terreno pantanoso, un arrozal profundo, un campo pedregoso o un camino abrupto, o cuando nos encontramos en una refriega. Cuando se coge con la mano izquierda un arco,33 una lanza u otra arma, hay que coger el sable con la derecha.34 Por eso coger un sable con ambas manos no es bueno para la verdadera vía. Si no se consigue matar al enemigo con una sola mano, basta con utilizar, entonces, las dos. No es un asunto complicado.

El fin de aprender a manejar los dos sables es aprender a manejar con soltura el sable grande con una sola mano.35 Al comienzo, a todo el mundo le resulta difícil manejar el sable grande con una sola mano debido a su peso; siempre pasa lo mismo cualquiera que sea la iniciación. Para un principiante, es arduo armar un arco al igual que el manejo del naginata. Cualquiera que sea el arma, lo importante es acostumbrarse a ella. Así es como se conseguirá armar un arco fuerte y como se conseguirá, entrenándose cada día, manejar el sable con soltura y adquirir la fuerza conforme a la vía.

La vía del sable no se reduce a la rapidez del golpe. Precisaré este punto en el segundo manuscrito, el del agua. Se maneja el sable grande en un espacio despejado y el sable pequeño en un espacio estrecho, éste es el punto de partida(21) de la vía.

En mi escuela hay que ganar tanto con un arma larga como con una corta. Por eso no determino la longitud del sable. Estar dispuesto a vencer con todas las armas es la esencia de mi escuela. La ventaja de coger los dos sables en lugar de uno queda patente cuando nos batimos solos contra numerosos adversarios y cuando nos batimos en un lugar cerrado. No es necesario escribir más sobre ello ahora. Hay que conseguir conocer diez mil conociendo bien uno. Si consigue practicar la vía de la estrategia, nada debe escapar a sus ojos.36 Hay que reflexionar bien.

Conocer el significado de los dos ideogramas hyô-hô37

Generalmente, en esta vía se llama hombre de la estrategia al que sabe manejar el sable. En la vía de las artes marciales,38 se denomina arquero al que sabe tirar bien al arco, tirador de fusil al que sabe tirar con fusil, experto en lanza al que es hábil con la lanza, experto en naginata al que maneja bien el naginata. Entonces debería llamarse experto en sable largo o experto en sable corto al que destaca en las técnicas del sable. El arco, el fusil, la lanza y el naginata son todas armas de guerrero, cada una de ellas forma parte de la vía de la estrategia. Sin embargo, la estrategia suele emplearse para designar el arte del sable. Existe una razón para ello.

Con la virtud del sable39 se gobierna el país y se comporta uno mismo de forma adecuada; el sable está en el origen de la estrategia. Si domina la virtud el sable, una persona puede vencer a diez. En ese sentido en mi escuela los principios son los mismos para uno y para diez mil, y lo que entiendo por estrategia comprende todas las prácticas de los guerreros.

Se puede hablar de vía para los confucionistas, para los budistas, para los maestros de té, para los maestros del saber vivir, para los bailarines, pero esas vías son distintas de la vía del guerrero. Sin embargo, el que profundiza lo bastante en la vía encontrará el mismo principio en cada cosa. Es importante que cada persona perservere40 en su propia vía.

Conocer la ventaja de cada arma en estrategia

Si conoce bien las ventajas de las diferentes armas, puede utilizar cualquier arma de forma adecuada(22) en función de la situación y del momento.

El sable pequeño tiene ventajas en un lugar estrecho y cuando el adversario se acerca. El sable grande es adecuado y tiene ventajas en casi todas las situaciones. En el campo de batalla, la utilidad del naginata no es tan grande como la de la lanza, puesto que, puestos a comparar, la lanza permite tomar mejor la iniciativa.(23) Supongamos dos adeptos del mismo nivel, uno con una lanza y el otro con un naginata; el de la lanza tendrá un poco más de ventaja. La eficacia de la lanza y del naginata depende de la situación del combate; serán poco eficaces en un lugar estrecho y también cuando estemos en una casa rodeados de enemigos.(24) Son sobre todo armas de campo de batalla, indispensables en lugares de guerra.

Puede aprender y elaborar las sutilezas técnicas en sala, pero de nada le servirán(25)si olvida la verdadera vía.(26) El arco es conveniente cuando se hace avanzar o retroceder a los soldados en la estrategia de las batallas. Permite tirar con rapideza, al mismo tiempo que utilizar lanzas y otras armas, de modo que es especialmente útil en los campos de batalla en terreno despejado. Pero su eficacia no basta para atacar un castillo o combatir enemigos más allá de 36 metros.41

Ni que decir tiene que en la actualidad hay muchas flores y pocos frutos en tiro al arco, al igual que en las otras artes. Si el arte no es más que eso, no puede ser útil en una situación importante. El interés es grande.(27)

Desde dentro de un castillo, no hay arma más eficaz que el fusil. En el campo de batalla también el interés del fusil es grande antes del encuentro. Una vez que se ha dado el encuentro, su eficacia disminuye. Una de las ventajas del arco es que vemos la trayectoria de la flecha, y el fallo del fusil es que no vemos la bala. Es conveniente examinar bien esos aspectos.

Por lo que respecta al caballo, éste debe ser fuerte, resistente y sin malos hábitos. Generalmente, como para todas las armas de guerra, hay que elegir caballos grandes y buenos para la marcha. Los sables, tanto el corto como el largo, deben ser grandes42 y cortantes, la lanza y el naginata, grandes y bien afilados. Hay que tener arcos y fusiles potentes que no se estropeen con facilidad. No hay que preferir determinadas armas, invertir demasiado en un arma hace que seamos incompletos en las demás. Las armas deben adaptarse a las cualidades de la persona y ser manejables. Es inútil imitar a los demás. Tanto si se es general como soldado, no es bueno tener preferencias marcadas. Hay que examinar bien este punto.

Las cadencias en estrategia

La cadencia43 es inherente a cada cosa, en particular por lo que se refiere a la estrategia; no es posible dominar la cadencia sin un entrenamiento a fondo.

En este mundo podemos constatar que existen diferentes cadencias. Las cadencias de la vía de la danza y las de los músicos, con sus instrumentos de cuerda o de viento,44 son todas concordantes, sin distorsiones. Si atravesamos las distintas vías de las artes marciales, vemos cadencias diferentes según las cuales se tira al arco, se tira con fusil y se monta a caballo.

No hay que ir en contra de la cadencia en ningún arte ni en ningún artesanado. La cadencia existe también para lo que no tiene forma visible.45 Por lo que respecta a la situación de un guerrero al servicio de un señor, según las cadencias que siga, ascenderá o descenderá en la jerarquía, puesto que hay cadencias concordantes y discordantes.

En la vía del comercio hay cadencias para ganar una fortuna y cadencias para perderla. En cada vía existen diferentes cadencias. Hay que discernir bien las cadencias según las cuales las cosas prosperan de las cadencias según las cuales declinan.

En la estrategia existen diferentes cadencias. En principio, hay que conocer las cadencias concordantes, y luego las que son discordantes.46 En las cadencias grandes o pequeñas, lentas o rápidas, es indispensable para la estrategia discernir la cadencia que choca, la cadencia del intervalo y la cadencia en oposición.47 Su estrategia no podrá ser segura si no consigue dominar esta cadencia en oposición.

En el combate de estrategia tiene que conocer las cadencias de cada enemigo y utilizar cadencias que nunca se le habrían pasado por la cabeza. Ganará si hace surgir las cadencias del vacío que nacen de las de la sabiduría. En cada manuscrito escribiré sobre la cadencia. Examine atentamente esos escritos y entrénese bien.

Si practica asiduamente de la mañana a la noche la vía de la estrategia que yo enseño, su mente se ampliara de forma espontánea. Yo transmito al mundo mi estrategia con su dimensión colectiva e individual. Lo explico por primera vez por escrito en esos cinco manuscritos de la tierra, del agua, del fuego, del viento y del cielo.

Quienes quieran aprender mi estrategia deberán aplicar las reglas siguientes para practicar la vía:

1. Pensar en lo que no es el mal.(28)

2. Entrenarse en la vía.

3. Interesarse por las otras artes.

4. Conocer la vía de todas las profesiones.

5. Saber apreciar las ventajas e inconvenientes de cada cosa.

6. Aprender a juzgar la calidad de cualquier cosa.

7. Percibir y comprender lo que no se ve desde el exterior.

8. Estar atento incluso a las cosas mínimas.

9. No realizar actos inútiles.

Hay que entrenarse en la vía de la estrategia sin olvidar estos principios generales. En particular en esta vía, si no sabe ver las cosas correctas con amplitud, no podrá convertirse en adepto de la estrategia. Si domina este método,(29) no perderá, aun cuando estuviera solo frente a veinte o treinta adversarios. En principio, por el hecho de mantener de forma constante la energía vital(30) en su estrategia y practicar la vía directa, ganará por las técnicas y también por la manera de ver. Puesto que domina libremente su cuerpo(31) gracias a los entrenamientos, ganará por el cuerpo, puesto que su mente está acostumbrada a esta vía, ganará también por la mente. Una vez llegado a esta etapa, ¿cómo podría ser vencido?

Por lo que respecta a la gran estrategia, hay que vencer mediante la cualidad de las personas que emplea, vencer por la manera de utilizar un gran número de personas, vencer actuando correctamente según la vía, vencer gobernando su país, vencer para alimentar a la población, vencer aplicando lo mejor posible la ley del mundo. De este modo, hay que saber no perder contra nadie, en ninguna de las vías, y establecer bien la propia situación y honor. Ésta es la vía de la estrategia.

El 12 del quinto mes del año 2 de Shôho (1645),

Shinmen Musashi,

Para el Señor Terao Magonojô.

El 5 del segundo mes del año 7 de Kanbun (1667),48

Terao Yumeyo Katsunobu (rúbrica),

Para el Señor Yamamoto Gensuke.49

Miyamoto Musashi

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