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Manuscrito del fuego

Escribo sobre la batalla y sobre el combate en este Manuscrito del fuego,(81) porque concibo la batalla en la estrategia de la Escuela de los dos sables mediante la imagen del fuego.

En este mundo las personas suelen hacerse en general una idea demasiado reducida de la estrategia. Con frecuencia se concibe únicamente una pequeña dimensión del principio de la estrategia. Algunos buscan ventajas irrisorias mediante la utilización de la punta de los dedos y de una zona de la muñeca de 5 o 3 sun85 de longitud. Saben cómo ganar en combate mediante movimientos del antebrazo, que muestran como un abanico. Otros aprenden la ventaja de un pequeño aumento de velocidad con un shinai86 y desarrollan técnicas de brazos y piernas, y dan gran importancia al incremento de velocidad, por pequeño que sea.

He combatido muchas veces, según mi estrategia, arriesgando mi vida. De este modo he discernido el principio que permite situarse entre la vida y la muerte, y he aprendido la vía del sable. También he aprendido a conocer la fuerza y la debilidad del sable del adversario y he comprendido lo que significan el filo y el contrafilo del sable.87 Para entrenarse en pegar a muerte al adversario, no puede considerar siquiera técnicas insuficientes o frágiles. Sobre todo si pretende obtener ventaja en un combate con armadura,(82) no puede ni siquiera pensar en técnicas pequeñas.

La vía de mi estrategia implica también conocer con certeza el principio (michi)(83) que permite a uno solo vencer contra cinco o diez adversarios arriesgando la vida. ¿Dónde reside entonces la diferencia en el principio de la vía(84) entre “ganar uno contra diez” y “ganar mil contra diez mil”? Hay que examinar bien esto.

Sin embargo, en el entrenamiento ordinario es imposible ejercitarse en la vía con mil o diez mil personas. Por eso, con ocasión del combate individual, sondee las tácticas de cada uno de sus adversarios, intente conocer la fuerza y la debilidad de sus técnicas, y de este modo comprenderá cómo ganar a cualquier persona(85) gracias a la sabiduría de la estrategia. Así es como se convertirá en adepto de esta vía.

Piense: “¿Quién si no yo, en el mundo, alcanzará la comunicación directa (86) en la estrategia?”. Y también: “La conseguiré seguramente un día”; entrénese de la mañana a la noche. Cuando de este modo haya acabado de pulir, obtendrá de forma espontánea una gran libertad y una capacidad extraordinaria y podrá acceder a una fuerza sobrenatural.88 Ésta es la esencia vital(87) de la práctica del método del arte de la guerra.

A propósito del lugar del combate(88)

Por lo que se refiere a la evaluación del lugar, la primera enseñanza es colocarse de espalda al sol; adopte la guardia con el sol detrás de su espalda. Pero si la situación no le permite colocarse de espalda al sol, colóquese de forma que el sol quede a su derecha.

Lo mismo ocurre con la luz cuando combate en una casa; colóquese de modo que la luz quede detrás de usted, y si no, a su derecha. Es preferible que no pegue la espalda a la pared y deje un espacio en el lado izquierdo, pero no deje espacio en el derecho.89

Cuando sea de noche, si puede ver a los adversarios, tiene que situarse también de espalda a la luz o con ésta a su derecha, teniendo presente en la mente la guardia como en las situaciones anteriores.

Por poco que pueda, tiene que intentar situarse en alto, es lo que se llama mirar a los adversarios desde arriba. Si está en una casa, considere el fondo como la parte alta.90

Cuando combata, debe intentar dirigir a los adversarios hacia su lado izquierdo y rechazarlos de manera que sitúen la espalda contra el lugar difícil. En cualquier caso, es importante empujar a los adversarios hacia un lugar difícil. Rechácelos sin descanso para que no puedan volver el rostro y darse cuenta de las dificultades del lugar. Si combate en una casa, rechácelos de igual modo, sin dejar que vuelvan la cabeza para que no se den cuenta de que se acercan al umbral, al dintel, a la puerta corredera, a la veranda o al pilar.

En cualquier caso, hay que dirigirlos hacia donde el terreno sea malo, donde haya obstáculos. Teniendo bien en cuenta las ventajas y los inconvenientes del local, hay que intentar vencer en principio al escoger el emplazamiento. Hay que examinar bien esto y entrenarse.

Las tres tomas de iniciativa (sen)91

En combate, existen tres tomas de iniciativa (sen).

La primera consiste en atacar antes al adversario. Yo la llamo: atacar antes al adversario (ken no sen).92

La segunda consiste en tomar la iniciativa cuando el adversario ataca primero. Yo la llamo: la iniciativa ante un ataque (tai no sen).

La tercera consiste en tomar la iniciativa cuando ambos adversarios se disponen a atacar. Yo la llamo: la iniciativa ante un ataque recíproco (tai-tai no sen).

Éstas son las tres tomas de iniciativa.

Cualquiera que sea la forma de combate, una vez iniciado, no existe otra manera, excepto esas tres, de tomar la iniciativa. La toma de iniciativa es esencial en estrategia, puesto que gracias a ésta se determinará una victoria rápida en combate. Hay detalles que hay que dominar a propósito de la toma de iniciativa, pero es inútil describirlos, puesto que se trata de ganar con la sabiduría de la propia estrategia, discernir las intenciones del adversario y elegir la toma de iniciativa conveniente en cada momento.

En primer lugar: atacar antes al adversario (ken no sen). Cuando quiera atacar, esté tranquilo al comienzo, luego tome la iniciativa de atacar repentinamente. Tome la iniciativa con una actitud mental tranquila en el fondo y fuerte y rápida en la superficie. Mantenga una actitud mental muy fuerte, desplace los pies con más rapidez que de costumbre y, en cuanto se acerque al adversario, tome la iniciativa y actúe con rapidez.93 Durante todo el combate mantenga una mente inalterable,94 con la sola idea de aplastar al adversario, de este modo obtendrá la victoria con una mente fuerte hasta el final. Todos estos ejemplos son tomas de iniciativa en las que se ataca antes al adversario (ken no sen).

En segundo lugar: la iniciativa en un ataque (tai no sen).95 Cuando el adversario le ataque, finja ser débil y no reaccione. En el momento en que el adversario se acerque, aléjese con amplitud y vigor, luego finja atacar con un salto, y en el momento en que el adversario se relaje, péguele, directamente, con fuerza. Tome la iniciativa para vencer de este modo. Cuando el adversario le ataque, opóngase a él con vigor, éste modificará su hyôshi de ataque, domínelo en ese momento de cambio, para vencerlo. Éste es el principio de la iniciativa en un ataque (tai no sen).

En tercer lugar: la iniciativa en un ataque recíproco (tai-tai no sen).96 Cuando el adversario ataque rápidamente, enfréntese a él con calma y fuerza; luego, cuando se acerque, finja de repente renunciar a su réplica. Esto hará que se relaje al anticipar una victoria ilusoria y usted obtendrá la victoria pegando directamente. Contra un adversario que le ataque con tranquilidad, ataque con vivacidad, con bastante rapidez y acercándose a él, intercambie una serie de sablazos. En función de su reacción, lo vencerá con vigor. Estas son dos maneras de tomar la iniciativa en un ataque recíproco (tai-tai no sen).

Es imposible dar detalle de todo esto por escrito. Tiene que buscar por usted mismo mediante la lectura de este escrito. Se dará cuenta de estos tres tipos de toma de iniciativa si se adapta a la evolución de la situación y si aplica los principios. Si, debido a fuerza mayor, no puede ser el primero en atacar, es preferible que intente que el adversario se mueva por iniciativa propia. En todo caso, para tomar la iniciativa, ha de entrenar bien su mente para que tienda hacia una victoria sin falta y emplee la sabiduría de la estrategia.97

Mantener sobre el reposacabezas98

Por mantener sobre el reposacabezas quiero expresar una manera de llevar el combate en la que usted no permite al adversario levantar cabeza. En el combate de estrategia, es nefasto dejarse llevar por el adversario y estar a la defensiva. Tiene que esforzarse a cualquier precio por llevar a su adversario a su antojo. Sin embargo, si usted piensa eso, el adversario piensa lo mismo. De manera que no podrá dirigirlo en un sentido favorable para usted si no es capaz de prever sus actos. Si detiene una pegada, si para el sable que va a atravesarle o si se separa cuando el adversario le coge, usted va por detrás del adversario en la estrategia.

Lo que quiero decir por mantener sobre el reposacabezas es distinto. Si combate habiendo alcanzado la verdadera vía (michi), puede percibir la voluntad del adversario antes de que éste haga un gesto.99 Si él quiere pegar, usted capta las primeras letras de pegar, pe, y no le permite acabar el gesto de pegada. Ése es el sentido de mantener sobre el reposacabezas. Por ejemplo, cuando el adversario quiere atacar, usted capta las letras at de ataque; cuando quiere saltar, usted capta sal de saltar; cuando quiere partir de un tajo, usted capta par de partir de un tajo. Todas estas actitudes tienen el mismo sentido. Durante el combate, usted le deja hacer cosas inútiles, a la vez que le impide hacer lo que es eficaz. Esto es esencial en estrategia.

Sin embargo, querer impedir cada uno de los gestos que el adversario intenta hacer es seguir su iniciativa. Lo esencial es que se ejercite en todas las técnicas y siga correctamente la vía, de este modo conseguirá prever la voluntad de su adversario e impedirle realizarla, con lo que hará que todos sus actos sean ineficaces. Dominar así al adversario prueba que usted es un verdadero adepto que ha pasado largos años entrenándose. Hay que examinar bien lo que quiero decir por mantener sobre el reposacabezas.

Atravesar un lugar crítico100

Esto es lo que yo llamo atravesar un lugar crítico. Tomaré el ejemplo de la navegación marítima; en algunos estrechos las corrientes son rápidas, un recorrido largo de 40 o 50 leguas es también un lugar crítico. En la travesía de la vida,101 una persona se encuentra también con muchos lugares críticos.

Para navegar por mar, hay que conocer los lugares peligrosos, la posición del navío y el tiempo, sin necesidad de un barco piloto, hay que saber adaptarse a cada situación, el viento puede soplar de lado o por detrás e incluso cambiar, hay que tener la determinación de remar dos o tres leguas de distancia para llegar a puerto. De este modo, se puede atravesar en barco un lugar crítico en el mar. Esta manera de ser se aplica también a la travesía de la vida. Hay que atravesar un lugar crítico con la idea de que este acontecimiento es único.102

Igualmente, durante el combate de estrategia es importante atravesar los lugares críticos. Usted los atraviesa evaluando precisamente el grado de fuerza del adversario y su propia capacidad. El principio es el mismo que para un buen capitán que realiza una travesía por mar. Una vez pasado el lugar crítico, la mente se calma. Si atraviesa el punto crítico, el adversario saldrá debilitado y usted comenzará a tomar la iniciativa; entonces prácticamente ya ha ganado. En la estrategia de grupo y en la estrategia individual, es esencial estar determinado a atravesar el lugar crítico. Hay que examinar bien esto.

Darse cuenta de la situación103

Esto es lo que yo llamo darse cuenta de la situación. En la estrategia de grupo hay que conocer los momentos ascendentes y descendentes de los adversarios, conocer cuántos son y sus intenciones, tener en cuenta las condiciones del lugar y discernir bien su situación. De todo ello ha de deducir una manera de dirigir sus fuerzas, aplicar el principio de la estrategia que le conducirá de forma segura a la victoria y combatir sabiendo cómo tomar la iniciativa.

En la estrategia individual hay que conocer la escuela del adversario,104 discernir su personalidad y encontrar su fuerza y su debilidad. Emplee las tácticas que van en contra de sus intenciones;105 es importante tomar la iniciativa de ataque conociendo las bajadas y subidas (de la combatividad) del adversario y conociendo bien las cadencias de sus intervalos. Si la fuerza de su sabiduría es suficiente, siempre podrá darse cuenta de la situación. Si su cuerpo se mueve libremente en la estrategia, si sondea con exactitud la mente del adversario, encontrará muchas maneras de vencer. Hay que elaborar todo esto.

Aplastar el sable con el pie106

Aplastar el sable con el pie es una expresión particular de estrategia. En la estrategia de grupo, los adversarios en principio disparan con arco, con fusil o atacan de otra forma. Si usted efectúa el asalto después de sus disparos con los arcos y fusiles, le será difícil penetrar por la fuerza, ya que ellos tienen tiempo de volver a tensar los arcos y cargar con pólvora los fusiles. Por eso, hay que efectuar un asalto rápido mientras los adversarios disparan con el arco o con el fusil. Mediante un asalto rápido, hará que les sea difícil la utilización conveniente de arcos y fusiles. Tan pronto como los enemigos actúen, desbarate sus actos reaccionando conforme al principio, de este modo obtendrá la victoria.

En la estrategia individual, si pega en respuesta a cada ataque del adversario, el combate se estancará en la repetición de las mismas cadencias.107 Si piensa en aplastar con el pie el sable del adversario, lo vencerá en su primer ataque y le robará la posibilidad de actuar por segunda vez.

No aplaste sólo con el pie, ha de saber aplastar también con el cuerpo, con la mente y, por supuesto, con el sable,108 para impedir que el adversario realice un segundo gesto. De este modo, puede tomar la iniciativa (sen) en cada situación. Actúe al mismo tiempo que el adversario no para chocar con él, sino para seguirlo después del encuentro.109 Hay que examinar bien todo esto.

Conocer el instante del derrumbamiento110

Para cada cosa existe un instante de derrumbe. Una casa, una persona, un adversario, se derrumban debido a discordancias de la cadencia111 con el tiempo.

En la estrategia de grupo, una vez que ha captado la cadencia del derrumbamiento de los adversarios, es esencial dar el asalto sin dejarles un instante de intervalo. Si les deja respirar cuando van a derrumbarse, les da la posibilidad de recuperar fuerza.

En la estrategia individual ocurre que durante el combate el adversario comienza a derrumbarse debido a una discordancia de cadencia. Pero si usted se relaja en ese momento, le da la oportunidad de recuperarse y pierde la posibilidad de vencer. Si el adversario no se derrumba, continúe rechazándolo con ataques certeros hasta que ya no pueda levantar cabeza. Rechácele con una mente directa y fuerte, y péguele llevando lejos el golpe para que ya no se levante. Hay que comprender bien la calidad de esta pegada que lleva lejos el golpe.112 Si no toma distancia respecto del adversario, esta pegada es difícil de realizar.113 Hay que elaborar todo esto.

Convertirse en el adversario114

Lo que yo llamo convertirse en el adversario es pensar poniéndose en su lugar. En la vida tenemos tendencia a sobreestimar la fuerza del adversario. Tomemos el ejemplo de un ladrón que, no habiendo conseguido huir, se encierra en una casa. Si usted se pone en su lugar, rodeado, con la sociedad entera como enemigo, se sentirá terriblemente asustado. El que se encierra así es un faisán y el que entra para matarlo un halcón. Hay que pensar bien en todo esto.

En la estrategia de grupo también hay tendencia a sobreestimar la fuerza de los adversarios y a mantener una actitud demasiado prudente. Nada ha de temer si tiene un número suficiente de soldados, si conoce el principio de la estrategia y si sabe cómo crear una posibilidad de ganar.

En la estrategia individual también hay que pensar poniéndose en el lugar del adversario; frente a un adepto del hyôhô que domine perfectamente el principio y las técnicas, éste se creerá perdido de antemano. Hay que examinar bien esto.

Separar las cuatro manos115

Esto es lo que yo llamo separar las cuatro manos. Si usted y su adversario hacen lo mismo y se rechazan el uno al otro, el combate no le dará ventaja. En cuanto note que es llevado a forzar al adversario haciendo un esfuerzo similar al suyo, abandone lo que hacía e intente vencer por otro medio.

En la estrategia de grupo, si se bate con la actitud de combatir a cuatro manos, no obtendrá un resultado favorable y perderá soldados. Es importante abandonar rápidamente esta actitud y ganar con medios en los que los adversarios no piensan.

En la estrategia individual, en cuanto sienta que lucha a cuatro manos, modifique su actitud, hay que vencer empleando un medio radicalmente distinto y conocer bien el estado del adversario. Hay que comprender bien esto.

Hacer que la sombra se mueva116

Esto es lo que yo llamo hacer que la sombra se mueva; es lo que aplica cuando no puede discernir lo que hay en la mente del adversario.

En la estrategia de grupo, cuando el estado de sus adversarios sea insondable, finja que va a atacar con fuerza y descubrirá su táctica. Una vez que haya descubierto su táctica, será fácil vencerlos recurriendo a un medio eficaz(89) adaptado.

En la estrategia individual, cuando el adversario adopta la guardia y pone el sable hacia atrás o a un lado,(90) finja que va a atacar, la mente del adversario se reflejará en el movimiento de su sable. Una vez desvelada su actitud mental, empleará un medio eficaz contra él y ganará a ciencia cierta. Pero si, debido a ello, se relaja, perderá la cadencia adecuada. Hay que examinar bien esto.

Comprimir la sombra(91)

Esto es lo que yo llamo comprimir la sombra, cuando perciba que el adversario tiene intención de actuar.

En la estrategia de grupo, comprima en el momento en que los adversarios vayan a iniciar su acción. Si muestra que comprime con fuerza los medios eficaces utilizados por los adversarios, éstos modificarán su táctica, puesto que serán comprimidos por su fuerza. Modifique en ese momento su propia táctica y será vencedor al tomar la iniciativa de ataque con la mente vacía (kû).117

En la estrategia individual, en el momento en que el adversario vaya a atacarle con una voluntad fuerte, oblíguele a renunciar a su acto mediante una cadencia eficaz. En la cadencia de su retirada, encuentre un medio eficaz para vencer y tome la iniciativa de ataque. Hay que elaborar bien esto.

Contaminar118

Lo que yo llamo contaminar existe en cada cosa, el sueño contamina, el bostezo contamina y también el tiempo.119

En la estrategia de grupo, cuando perciba en sus adversarios vacilación y precipitación, finja no darse cuenta y actúe con mucha lentitud; esto influirá en los adversarios y su disposición se aflojará. Cuando considere que los ha contaminado suficientemente, capte la oportunidad de vencer atacando con rapidez y fuerza, con la mente vacía (ku).

En la estrategia individual es importante vencer atacando con fuerza y rapidez, para tomar la iniciativa, captando el momento en que el adversario se relaja porque ha sido contaminado por el aspecto relajado de su cuerpo y de su mente.

Puede también emborrachar al adversario con un procedimiento parecido. Se trata de introducir en su mente el aburrimiento, la vacilación y la debilidad. Hay que elaborarlo bien.

Irritar al adversario120

Uno puede irritarse por diferentes causas, por ejemplo debido a la sensación de rozar el límite del peligro, al tener que hacer frente a lo imposible o a la sorpresa. Hay que examinar bien esto.

En la estrategia de grupo es importante saber irritar a los adversarios. Efectúe un asalto violento en un lugar en el que los adversarios no piensan, y antes de que su mente se estabilice,121 tome la iniciativa de ataque basándose en esta ventaja. Vencer así es esencial.

En la estrategia individual muéstrese también lento al comienzo, luego ataque de golpe con fuerza y siguiendo los altos y bajos de la tensión de su adversario y sus gestos, aproveche esta oportunidad para vencerlos sin relajarse en absoluto.122 Esto es esencial. Hay que examinarlo bien.

Asustar123

Cualquier cosa puede asustar. Uno se deja asustar por lo que no se espera.

En la estrategia de grupo, puede asustar a sus adversarios no sólo mediante un acto directo, sino también mediante ruidos, bien haciendo parecer grande una cosa pequeña, bien mediante movimientos bruscos de ataque a los lados. Debe vencer basándose en la ventaja que le ofrece la cadencia de susto de sus adversarios.

En la estrategia individual puede asustar mediante el cuerpo, el sable y también mediante la voz. Es esencial vencer directamente basándose en la oportunidad que surge en el momento en que el adversario está asustado por actos que no imaginaba. Hay que examinar bien esto.

Recubrir124

Esto es lo que llamo recubrir: cuando el adversario se acerca a usted, y usted choca con fuerza y el desarrollo del combate se estanca. Recubra al adversario como si formaran un solo cuerpo. Intente encontrar una posibilidad de vencer en esta pelea.

En la estrategia de grupo y también en la individual, cuando el combate se estanca porque los dos adversarios chocan en igualdad de condiciones, recubra al adversario de manera que ya no sea posible distinguir a uno de otro. En esta situación, capte la oportunidad de vencer y obtenga la victoria con vigor. Examine bien esto.

Tocar una esquina125

Esto es lo que llamo tocar una esquina: no siempre puede hundir una cosa directamente, sobre todo si es fuerte.

En la estrategia de grupo, de entrada hay que ver cuál es el número de enemigos, y crear una posibilidad comenzando por atacar ahí donde la fuerza enemiga forma un saliente. Si una esquina se debilita, el conjunto se verá influido y se debilitará. Cuando una esquina declina, es importante encontrar nuevas esquinas a las que aplicar la misma táctica, a fin de obtener la victoria.

En la estrategia individual, si hiere una esquina del cuerpo del adversario, éste se debilita, por poco que sea, y comienza a derrumbarse, y entonces es fácil vencerle. Hay que examinar bien esto a fin de dominar el principio de la victoria.

Alterar126

Lo que yo llamo alterar es impedir que la mente del adversario sea firme.

En la estrategia de grupo sondee la mente de sus adversarios en el campo de batalla, altérelos mediante el saber hacer de su estrategia. Llévelos de aquí para allá, hágales creer esto y lo otro, hágales pensar ya lenta ya rápidamente. Básese en la cadencia de su alteración para vencer con seguridad.

En la estrategia individual varíe sus técnicas en función del momento. Finja pegar, atravesar, acercarse. Capte la manera en que la mente de su adversario se altera, y gane con comodidad. Esto es esencial en el combate, hay que examinarlo bien.

Los tres tipos de gritos127

Los tres tipos de gritos, del comienzo, del medio y del final del combate son distintos. En función de la situación, puede ser importante lanzar un grito. Los gritos vienen de un impulso, se lanzan en un incendio, en una tempestad con viento y oleaje. La fuerza de algunas personas se constata en su grito.

En la estrategia de grupo, al comienzo de la batalla hay que lanzar gritos lo más fuerte posible, más allá de lo que se pueda imaginar;128 en los enfrentamientos conviene gritar con un tono bajo que sale del fondo del vientre, y después de haber ganado lanzar gritos grandes y fuertes. Son los tres tipos de gritos.

En la estrategia individual lance el grito ¡ei! (92) fingiendo atacar para hacer mover al adversario, y pegue con el sable después del grito. Lance también un grito después de haber vencido para declarar su victoria. Esos dos gritos se llaman “gritos de antes y de después”.(93) No lance un grito grande al mismo tiempo que pega con el sable. Si lanza gritos durante el combate, deben concordar con la cadencia y ser bajos. Hay que examinarlo bien.

Ocultarse(94)

Esto es lo que yo llamo ocultarse (disimular). Cuando dos grupos numerosos se oponen en combate, si sus adversarios son poderosos, ocúltese y ataque en principio en una dirección, luego, en cuanto vea que sus adversarios comienzan a derrumbarse, déjelos tal como están y láncese hacia otros grupos poderosos. Desplácese más o menos como si descendiese en zigzags una pendiente.129

Esta estrategia es importante cuando combata solo contra adversarios numerosos. No se esfuerce por ganar en cada uno de los lados, sino que, en cuanto haga retroceder un lado, ataque otro lado en el que el adversario sea fuerte. Capte la cadencia de los adversarios y desplácese con la cadencia que le conviene, de izquierda a derecha, como si descendiera en zigzag una pendiente, y ataque siguiendo la reacción de los adversarios. Una vez haya discernido la fuerza de los adversarios, penetre entre ellos para pegarles; en modo alguno piense en retroceder y obtendrá la oportunidad de vencer con poderío. Esta estrategia se aplica también cuando se hace frente a un solo adversario poderoso, para acercarse a él.130 Para ocultarse, no tiene que haber en la mente el menor rastro de idea de retroceso. Hay que comprender lo que quiere decir ir ocultándose.

Romper131

Esto es lo que yo llamo romper: por ejemplo, es importante tener en la mente romper al adversario, considerándolo débil adrede, mientras usted se ve como el fuerte.132 En la estrategia de grupo, si los adversarios no son muy numerosos o incluso si lo son, están en una situación de debilidad cuando flotan trastornados. Rómpalos entonces a partir de la cabeza y añada un impulso que oprima133 con la sensación de empujarlos y romperlos. Si no los rompe lo suficiente, puede ocurrir que recuperen fuerza. Así pues, rómpalos como si los tuviera en sus manos. Hay que comprender esto.

En la estrategia individual, cuando se bata contra un adversario inferior, o bien cuando el adversario retroceda debido a una discordancia de cadencia, es importante no darle un momento de respiro y, sin cruzar la mirada, continuar recto para romperlo por completo. Es primordial no darle la menor oportunidad de levantarse, ni siquiera lo más mínimo. Hay que examinar bien esto.

El cambio de la montaña al mar134

Esto es lo que yo llamo el espíritu de la montaña y del mar: es nefasto hacer varias veces lo mismo durante un combate. Puede hacer dos veces lo mismo, pero no tres. Si fracasa en una técnica, puede comenzar otra vez, pero si con ésta no lo consigue, aplique de inmediato otra técnica completamente distinta. Y si ello no bastara, aplique otra más. De esta manera, si el adversario piensa en la montaña, usted aplica el mar, si piensa en el mar, usted aplica la montaña. Ésta es la vía de la estrategia. Hay que examinar bien esto.

Arrancar el fondo135

Esto es lo que yo llamo arrancar el fondo. Cuando combate contra un adversario, puede ocurrir que tenga la impresión de haber vencido gracias a la ventaja de la vía, pero puede ocurrir que la mente del adversario no esté rota y que haya perdido superficialmente, mientras que por dentro su mente no ha perdido. En ese caso, renueve súbitamente su mente y péguele hasta que su mente esté rota y se sienta completamente vencido.136 Es esencial constatarlo.

Usted arranca el fondo (de su resistencia) con el sable, con el cuerpo, y también con la mente. No conviene considerar esto de una sola manera. Cuando el adversario esté hundido y vaciado hasta el fondo, usted ya no necesitará mantener la vigilancia; en caso contrario, tendrá que mantenerla. Pero por mucho que mantenga su mente en profundidad, es difícil hacer que se hunda. En la estrategia de grupo e individual, hay que entrenarse bien para aprender cómo arrancar el fondo.

Renovarse(95)

Esto es lo que yo llamo renovarse. En un combate, si nota que está embrollado con el adversario y el combate se estanca, rechace las sensaciones anteriores y renueve sus pensamientos como si hiciera cada cosa por primera vez. De este modo, emplea una nueva cadencia para obtener la victoria.137

En cuanto sienta un frotamiento rechinante en contacto con el adversario, renueve de inmediato su mente para apoyarse sobre una oportunidad completamente diferente para vencer. En la estrategia de grupo también es importante saber cómo renovarse. Es algo que encontrará enseguida mediante la sabiduría de la estrategia. Hay que examinar bien esto.

Cabeza de ratón y cuello de toro138

Esto es lo que yo llamo una cabeza de ratón y un cuello de toro. En el curso de un combate a veces ocurre que los dos combatientes se entremezclan, puesto que cada uno de ellos queda fijado a los detalles. En esta situación debe tener siempre en mente que la vía de la estrategia es como una cabeza de ratón y un cuello de toro, y mientras se bate con pequeñas técnicas, amplíe su mente repentinamente y transforme las pequeñas técnicas en grandes. Esto forma parte del pensamiento de la estrategia. Es importante para un guerrero pensar diariamente que la mente de una persona es como una cabeza de ratón y un cuello de toro. Para las estrategias de grupo e individual, siempre hay que tener presente esta manera de pensar. Hay que examinar bien todo esto.

El general conoce a sus soldados(96)

Esto es lo que yo llamo el general conoce a sus soldados, y se aplica a todas las batallas. Si practica sin cesar este método y consigue realizar la vía como usted la entiende, obtendrá la fuerza del saber de la estrategia. Entonces, podrá considerar a todos sus adversarios como sus propios soldados, a los que podrá hacer lo que usted quiera. Concebirá dirigir a los adversarios a su antojo. Usted es ahora el general y sus adversarios son sus soldados. Hay que elaborarlo bien.139

Soltar la empuñadura del sable140

Lo que yo llamo soltar la empuñadura del sable tiene varios sentidos: es la actitud mental de vencer sin el sable y también la actitud mental de no vencer con el sable. No escribo todas las formas de conducirse que se derivan de esta actitud. Hay que entrenarse bien en ello.

El cuerpo de una roca

Esto es lo que yo llamo el cuerpo de una roca. Aquel que ha dominado la vía de la estrategia podrá ser sin dilación como una roca. En ese caso no recibirá nunca ningún golpe de sable alguno y nada podrá hacerle mover. Los detalles se darán verbalmente.141

He escrito antes unicamente lo que pienso sin cesar en la práctica del sable de mi escuela. Es la primera vez que escribo sobre este principio. Por eso, hay un poco de confusión en la organización de las frases y no he podido expresar todos los detalles. Sin embargo, este texto servirá para guiar la mente de los que estudien esta vía.

Me he dedicado a la vía de la estrategia desde mi juventud. He agotado el saber de la mano y del cuerpo en todas las técnicas de sable y mi pensamiento ha pasado por varias etapas. He visitado diferentes escuelas y he visto, en unas, dar explicaciones hábiles y, en otras, mostrar técnicas sutiles de la mano. En apariencia bellas, ninguna es testimonio de un espíritu justo. Creo que si se aprenden estas técnicas es posible desarrollar cierta habilidad corporal y afinar la mente, pero todos esos aprendizajes son una fuente de efectos para la vía. Estos defectos persisten y nunca desaparecen, y hacen que la vía justa de la estrategia se debilite y se pierda.

Para dominar la verdadera vía del sable y para vencer al adversario en combate, el principio no es en nada distinto. Si obtiene la fuerza del saber de mi estrategia y actúa de forma correcta, su victoria será un hecho.

El 12 del quinto mes del segundo año Shôho (1645),

Shinmen Musashi,

Al Señor Terao Magonojo.

El 5 del segundo mes del séptimo año Kanbun (1667),

Terao Musei Katsunobu (rúbrica),

Al Señor Yamamoto Gennosuke.

Miyamoto Musashi

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