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Manuscrito del agua

E l espíritu de la estrategia de mi Escuela de los dos sables toma el agua por modelo fundamental;(32) así pues, titulo este escrito Manuscrito del agua, puesto que se trata de practicar un método que pretende la eficacia.(33) Por eso elucido las técnicas del sable de mi escuela en esta obra. Por escrito es difícil explicar esta vía en sus menores detalles, tal como me gustaría. Incluso si las palabras no bastan, debe entender intuitivamente el principio.(34) Es preciso que se detenga para reflexionar en cada una de las palabras e ideogramas que he escrito en este texto. Si lo lee superficialmente, es muy probable que se desvíe de la vía.

Acerca del principio de la estrategia, incluso si describo (la situación) como si se tratase de un combate individual, es esencial comprenderlo con una visión amplia, como el principio de una batalla entre decenas de miles de personas. Corre el riesgo de caer en una vía mala si se equivoca en la elección del camino, ya que el menor error de cálculo puede tener graves consecuencias, sobre todo en esta vía. Si se contenta con leer lo que escribo aquí, le resultará imposible alcanzar un buen nivel en la vía de la estrategia. Lea este texto pensando que ha sido escrito para usted,50 no piense que lo único que hace es leer o aprender cosas escritas. En lugar de imitar lo que escribo, haga suyo este texto como si fuese un principio que ha hecho surgir de su propio pensamiento. Hay que reflexionar bien sobre esto y ponerse en situación.

El estado de la mente en la estrategia

En la vía de la estrategia la actitud mental(35) no ha de ser distinta de la ordinaria. Tanto en la vida cotidiana como en la estrategia hemos de mantener la mente amplia y bien recta, ni demasiado tensa y en absoluto distendida. A fin de que la mente no se decante demasiado hacia un lado, hemos de colocarla en el centro y moverla poco a poco, para que no deje de moverse, incluso en los momentos de cambio.51 Hay que examinar bien todo esto.

Aun en la calma, la mente no está en calma; aun ante la rapidez, la mente no es rápida. La mente no debe ser entrenada por el cuerpo, ni el cuerpo por la mente. La mente debe ser prudente cuando el cuerpo no está en guardia. La mente no debe ser insuficiente, ni desbordarse lo más mínimo. Cuando la superficie de la mente es débil, el fondo debe ser sólido para que el adversario no perciba la actitud mental. Quienes son pequeños (en estatura o en número) deben conocer bien a quienes son grandes (en estatura o en número) y quienes son grandes deben conocer a quienes son pequeños. Tanto los grandes como los pequeños deben tener una mente recta y no sobreestimarse.

Hay que mantener la mente pura y amplia, y la sabiduría encontrará lugar en esa amplitud. Lo importante es pulir minuciosamente la sabiduría y la mente. Si aguza la sabiduría, comprenderá lo justo y lo injusto de la sociedad, y también el bien y el mal de este mundo; luego conocerá todo tipo de artes y pasará por diferentes vías; de este modo, no habrá nadie en este mundo que consiga engañarle. Más adelante alcanzará la sabiduría de la estrategia. La sabiduría de la estrategia es completamente distinta. Incluso en medio de una batalla donde todo se mueve rápidamente, hay que alcanzar el principio más profundo de la estrategia que le asegura una mente inmutable. Hay que reflexionar bien sobre todo esto.

La postura en estrategia

Por lo que se refiere a la postura,52 conviene no tener el rostro ni hacia abajo ni hacia arriba, ni inclinado, ni hacer muecas; los ojos han de mantenerse imperturbables, la frente no ha de tener arrugas, sino pliegues entre las cejas; no hay que mover los globos oculares ni parpadear mientras mantiene los párpados ligeramente hacia abajo; así modela un bello y luminoso rostro, con la nariz recta y la mandíbula inferior ligeramente adelantada.

Mantenga el cuello recto y ponga la fuerza en el hueco de la nuca, baje los hombros con la sensación de que, por debajo de éstos, el tronco forma una unidad, mantenga la espalda recta, no saque las nalgas, haga que la fuerza baje desde las rodillas hasta la punta de los dedos de los pies. Adelante un poco el vientre para que la pelvis no se desestabilice; recuerde el precepto “apretar en una esquina” que recomienda apoyar bien la vaina del sable pequeño (wakizashi) contra el vientre para que la cintura no se relaje.

En resumen, es preciso que su postura de la estrategia sea la habitual, y es esencial que la postura de la estrategia le sea habitual. Hay que examinar bien todo esto.

La manera de mirar en estrategia

La mirada debe ser ancha y amplia. Mirar y ver son dos cosas.53 Mire poderosamente, vea con delicadeza. Hay que mirar tanto lo que está lejos como lo que está cerca, lo que está cerca como lo que está lejos; esto es esencial para la estrategia. Es fundamental en estrategia conocer el sable del adversario sin mirarlo nunca. Hay que ejercitarse mucho en esto. Tanto si se trata de estrategia a escala individual como a gran escala, la manera de mirar es la misma. Es esencial mirar a ambos lados sin mover los ojos.54 Pero, sin preparación, no podrá mirar de este modo en el momento del combate. Por eso debe estudiar bien lo que escribo aquí, y ha de acostumbrarse a mirar todo el tiempo de esta forma a fin de poder mantener esta mirada en cualquier situación. Examine bien esto.

La manera de coger el sable

Ha de coger el sable como si hiciera flotar el pulgar y el índice, el dedo medio ni apretado ni relajado, el anular y el meñique muy apretados. Es malo que haya un vacío en el interior de la mano. Coja el sable con la idea de partir de un tajo al adversario. Cuando parte de un tajo al adversario, la forma de la mano es la misma, y las manos no deben estar crispadas. Con la impresión de desplazar sólo un poco el pulgar y el índice devuelve el sable del adversario, como lo recibe, como lo golpea o como hace presión. En cualquier caso, hay que coger el sable con la idea de partir de un tajo. Tanto si se entrena para partir de un tajo un objeto como en el momento del combate, la manera de coger el sable es la misma: su objetivo es partir de un tajo al adversario. En resumen, no es bueno mantener fijos55 ni la mano ni el sable. Una mano fija es una mano muerta, una mano que no está fija está viva. Hay que dominar bien esto.

La manera de mover los pies

Para desplazarse, levante ligeramente los dedos de los pies y apoye el pie desde el talón, con fuerza. En función de la situación, desplace los pies con paso grande o pequeño, lenta o rápidamente, pero siempre como cuando anda. Hay que evitar tres maneras de desplazarse: saltando, flotando y pisoteando.(36) La instrucción esencial en materia de desplazamiento es el movimiento alternativo de ambos pies,(37) pie positivo y pie negativo. Esto significa que no hay que desplazar solamente un pie. Cuando parte de un tajo, cuando retrocede, cuando esquiva, tiene que mover siempre el pie derecho y el izquierdo alternativamente. Nunca hay que desplazar sólo un pie. Esto debe ser examinado cuidadosamente.

Las cinco posiciones de guardia

Las cinco guardias son la alta, la media, la baja y las de lado izquierdo y derecho. Se puede distinguir cinco guardias, pero todas tienen por objetivo partir de un tajo al adversario. No hay más guardias que esas cinco. Cualquiera que sea la guardia que adopte, no piense en adoptarla, sino en estar dispuesto a partir de un tajo.

La elección de una guardia amplia o estrecha depende del juicio sobre la situación. Las guardias alta, media o baja son las guardias sustanciales, y las guardias de lado, derecho e izquierdo, son circunstanciales.(38) Por eso, cuando se bata en un lugar de poca altura, donde uno de los dos lados esté obstruido, adopte la guardia de lado ya a la derecha, ya a la izquierda. Elegirá entre derecha o izquierda según la situación.

No olvide esta indicación: la guardia de nivel medio es fundamental. En efecto, la guardia de nivel medio es la original.(39) Examine esto y amplíe la estrategia, comprenderá que la guardia de nivel medio corresponde al lugar del general. Otras cuatro guardias vienen después de la del general. Hay que examinar bien esto.

La trayectoria del sable (tachi no michi)

Esto es lo que denomino conocer la trayectoria56 (michi) del sable, cuando maneja el sable que lleva todo el tiempo, incluso sólo con dos dedos, puede manejarlo libremente si conoce bien su trayectoria (michi). Si se preocupa por mover el sable con rapidez, la trayectoria del sable se alterará y le ocasionará problemas. Basta con que mueva el sable de forma conveniente y tranquila. Si intenta mover el sable con rapidez, como un abanico o un cuchillo pequeño, le costará, ya que entonces se desvía de la naturaleza michi del sable. No puede partir de un tajo a un hombre agitando el sable como si estuviera picando algo con un cuchillo. Si golpea de arriba abajo, levante luego el sable hacia arriba siguiendo una trayectoria que refleja naturalmente la reacción de la fuerza. Asimismo, si golpea en horizontal, a continuación lleve el sable a la horizontal siguiendo una trayectoria conveniente. En cualquier caso, hay que mover el sable con amplitud y fuerza abriendo bien los brazos.57 Esta es la vía (michi) del sable.

Si domina las cinco fórmulas técnicas de mi escuela, golpeará bien porque el camino (michi) de su sable estará bien estabilizado.(40) Hay que entrenarse bien.

La serie de las cinco fórmulas técnicas58 (41-42)

Primera fórmula técnica

Adopte la guardia media apuntando ambos sables hacia el rostro del adversario; de este modo enfrenta a su adversario. Cuando el adversario ataque, haga que el sable de éste se desvíe a su derecha. Si el adversario vuelve a atacarle, golpéele de arriba abajo girando la punta del sable un cuarto de círculo y deje el sable en la posición que él espera. Si el adversario vuelve a atacar, córtele el brazo desde esta posición baja del sable. Todo esto constituye la primera fórmula.59

No es posible comprender las cinco fórmulas sólo con leer, es necesario asimilarlas y practicar con los sables en mano. Al profundizar en estas cinco fórmulas del sable, comprenderá la vía de su propio sable y, por consiguiente, sabrá hacer frente a cualquier tipo de ataque del adversario. Sepa que no existen más fórmulas que estas cinco en la Escuela de los dos sables. Hay que entrenarse en ello.

Segunda fórmula técnica

En la segunda fórmula mantiene los sables hacia arriba y da un solo golpe en el momento en que el adversario ataca. Si su golpe es desviado, deje el sable en la posición que él esperaba y golpee de abajo arriba en el momento en que el adversario vuelve a atacar. Haga lo mismo si esta situación se repite.60

Esta fórmula implica diferentes maneras de dirigir su mente y diversas cadencias. Si se ejercita en las técnicas de mi escuela y golpea según esta fórmula, podrá llegar a dominar con precisión los cinco principios (michi) del sable, y alcanzará la capacidad de vencer, cualquiera que sea su manera de hacer. Hay que entrenarse bien en ello.

La tercera fórmula técnica

En la guardia de la tercera fórmula mantiene el sable con la punta hacia abajo, como si colgara, y golpea la muñeca del adversario por abajo, en el momento en que éste ataca. Si el adversario para y trata de bajar su sable con un golpe, desvíe su sable con una cadencia de superación(44) y corte la parte superior de su brazo en horizontal. Lo esencial de esta fórmula es vencer de un solo golpe desde la guardia baja en el momento en que el adversario ataca. Si se entrena en la vía, encontrará esta guardia baja, practicada tanto cuando el combate es rápido como cuando es lento. Hay que ejercitarse bien sable en mano.61

Cuarta fórmula técnica

En la guardia de la cuarta fórmula tiene los dos sables horizontales, en el lado izquierdo, y, levantando, golpea(45) la muñeca del adversario en el momento en que éste ataca. Si el adversario intenta volver a llevar hacia abajo su sable, que asciende, prosiga con la intención de golpear su muñeca conforme a la vía del sable(46) y prolongue la pegada oblicuamente,(47) hasta la altura de su hombro. Esta técnica es conforme a la vía del sable. Si el adversario vuelve a atacar, usted le vencerá de la misma manera, conforme a la vía del sable. Hay que examinar bien esto.62

Quinta fórmula técnica

La quinta se refiere a una guardia en la que tiene los sables en guardia en el lado derecho, horizontales. En función del ataque del adversario, desde esta posición baja, de lado, golpea en diagonal hacia arriba y luego parte de un tajo directamente de arriba abajo. Esta fórmula también es importante para conocer bien la vía del sable. Si se entrena en el manejo de los sables siguiendo esta fórmula, conseguirá mover con soltura sables pesados.63

No es necesario dar más detalles sobre las cinco fórmulas. Ante todo, si aplica continuamente hasta el final(48) las técnicas con esas cinco fórmulas, aprenderá la vía del sable de mi escuela, dominará las cadencias generales y percibirá las cualidades en sable de sus adversarios. En el combate contra adversarios aplicará hasta el final estas técnicas de sable y vencerá, cualquier que sea la manera, y empleará cadencias diversas en respuesta a las intenciones del adversario. Hay que saber discernir bien.64

La enseñanza de la guardia sin guardia(49)

Esto es lo que yo llamo la guardia sin guardia, es no tener en la mente la idea de adoptar una guardia. Sin embargo, las cinco posiciones que he mencionado pueden ser guardias. A veces tendrá que cambiar el sable de posición en función de las ocasiones que le brinde el adversario,(50) el lugar y la situación del combate, pero en todo momento debe coger el sable de modo que pueda partir bien de un tajo al adversario.

Tenga el sable en posición alta y si, según el momento, lo baja un poco, su guardia será de nivel medio y luego, si es ventajoso levantarlo un poco, su guardia volverá a ser alta. Asimismo, si en función de la ocasión levanta un poco el sable desde la posición baja, adoptará la guardia de nivel medio. Si tiene el sable tanto a derecha como a izquierda y lo lleva hacia el interior en función de las situaciones, pasará a la guardia media o baja. En este sentido insisto en la guardia sin guardia. Cualquiera que sea la situación, coja el sable para partir de un tajo al adversario.

Para, golpea, toca, adhiere, roza el sable del adversario que viene a partirle de un tajo, todo ello es ocasión para partirle de un tajo.(51) Hay que retener bien esto. Si piensa en parar, en golpear, en tocar, en adherir, en rozar, el acto de partir de un tajo puede ser insuficiente. Lo esencial es concebir que todo lo que haga debe ser una ocasión para partir de un tajo. Hay que examinar bien esto.

Para la estrategia de grupo, el emplazamiento de los soldados corresponde a la guardia y hay que pretender crear la ocasión de vencer. Dejar que una situación se fije(52) es malo. Hay que elaborar bien esto.

Una sola cadencia para golpear al adversario(53)

Esto es lo que yo llamo la pegada de una sola cadencia. Se halla cerca del adversario, a una distancia en la que pueden justo alcanzarse el uno al otro; lo golpea directa y muy rápidamente, sin mover el cuerpo,65 sin fijar en ninguna parte su voluntad de ataque, captando el momento en que él no se lo espera. Le asesta un único golpe justo en el momento en que ni siquiera piensa en hacer retroceder su sable, ni en retirarlo de la guardia, ni en atacar. Después de haber aprendido bien esta cadencia, hay que entrenarse en golpear con rapidez en la cadencia de los intervalos.66

La cadencia de superación en dos tiempos(54)

Ésta es la cadencia de superación en dos tiempos. Está a punto de atacar y el adversario retrocede o para rápidamente. Entonces finge que va a golpearlo, y lo golpea realmente en el momento en que el adversario se relaja, después de haber esbozado una parada o después de haber retrocedido. Ésta es la pegada de superación en dos tiempos. Es difícil adquirir esta pegada sólo mediante la lectura de este texto, pero comprende de repente una enseñanza directa.

La pegada de no pensamiento(55)

En una situación en la que usted y su adversario estén cada uno a punto de atacar, haga de su cuerpo un cuerpo que golpea, haga de su mente una mente que golpea. Entonces su mano golpeará espontáneamente desde el vacío, con aceleración y fuerza, sin señalar el inicio del movimiento. Es la pegada de no pensamiento, éste es de primera importancia. Encontrará a menudo este tipo de pegada, por lo que hay que estudiarlo bien y entrenarse en él.

La pegada del agua corriente(56)

Esto es lo que yo llamo la pegada del agua corriente. Se bate de igual a igual con su adversario y cada cual busca una oportunidad. En esta situación, cuando el adversario intente retroceder deprisa o retirar el sable o rechazar el suyo, ensanche su cuerpo y su mente. Golpee con amplitud y fuerza adelantando el cuerpo primero y el sable después, con un movimiento muy lento en apariencia, como el agua corriente que parece estancarse.67 Si domina esta técnica, hallará facilidad y seguridad. Es indispensable discernir el nivel(57) del adversario.

El golpe al azar de la ocasión(58)

Cuando usted golpea, el adversario intenta parar deteniendo o golpeando su sable. Todo usted se pone en situación de golpear con el sable y golpea todo lo que encuentra en su camino, tanto la cabeza como los brazos o las piernas. Golpear de este modo, siguiendo únicamente la vía del sable, es el golpe(59) al azar de la ocasión. Si aprende bien esta actitud, encontrará todo el tiempo su aplicación. Hay que discernir cuidadosamente los detalles en los combates de entrenamiento.

El golpe de chispa contra una piedra(60)

En el momento en que su sable y el del adversario se crucen, golpee con mucha fuerza, sin levantar en absoluto el sable. Éste es el golpe de chispa contra una piedra. Para realizar esta técnica, hay que golpear rápidamente con las tres fuerzas juntas, la de las piernas, la del cuerpo y la de las manos.68 Es un golpe difícil si no lo practica a menudo. Si lo entrena asiduamente, llegará a aumentar la fuerza del impacto.

La pegada de las hojas púrpuras69

Haga caer el sable del adversario con un golpe, luego póngase de inmediato en situación de golpear. Es lo que denomino la pegada de las hojas púrpuras. Cuando el adversario adopta la guardia de frente, en el momento en que piensa en golpear, dar o parar, usted golpea su sable bien mediante la pegada de no pensamiento, bien mediante la pegada de chispa contra una piedra. Golpee con fuerza y, si prolonga la fuerza de su pegada(61) dirigiéndola de forma que la punta de su sable mire hacia el suelo, el sable del adversario caerá de fijo. Si se entrena asiduamente, conseguirá hacer caer el sable del adversario fácilmente. Hay que entrenarse bien.

El cuerpo que reemplaza el sable(62)

Para el “cuerpo que reemplaza el sable”, podría decir igualmente “el sable que reemplaza el cuerpo”. En general, cuando damos un golpe, los movimientos del cuerpo y del sable no son simultáneos. En función de las ocasiones creadas por las pegadas del adversario, usted pone en principio el cuerpo en posición de pegada y su sable golpea sin tener en cuenta el cuerpo. También ocurre que golpea sólo mediante el movimiento de sable sin mover el cuerpo pero, generalmente, pone en principio el cuerpo en posición de pegada y el sable golpea después. Hay que examinar bien esto y aprender las pegadas.

La pegada y el golpe70

Una pegada y un golpe son dos cosas diferentes. Pegar es pegar conscientemente, con seguridad, cualquiera que sea la manera de pegar. El golpe es como un encuentro azaroso y aunque sea lo bastante fuerte para que el adversario muera de inmediato, no deja de ser un golpe, mientras que una pegada es algo que se hace a sabiendas. Hay que examinar esto. Un golpe puede alcanzar el brazo o la pierna del adversario, pero debe ir seguido de una pegada fuerte. Cuando usted da un golpe tiene la sensación de tocar (por azar). Si lo aprende bien, la diferencia resultará evidente. Elabórelo bien.

El cuerpo del mono de otoño71

El cuerpo del mono de otoño expresa una actitud de combate en el que no se utilizan las manos. Cuando se acerque al adversario, no piense en utilizar las manos. Piense en acercar(63) el cuerpo rápidamente antes de pegarle. Si piensa en adelantar las manos, su cuerpo se quedará inevitablemente apartado.(64) Por eso hay que pensar en acercarse rápidamente con todo el cuerpo. Cuando se halla a una distancia(65) en la que se intercambian golpes de sable, es fácil acercarse al adversario.72 Hay que examinar bien esto.

El cuerpo de laca y de cola(67)

Enseño por la laca y la cola a permanecer pegado al adversario situándose muy cerca de él. Cuando se acerque mucho a su adversario, haga como si se pegara fuertemente a él con la cabeza, el cuerpo y los pies. En general, los combatientes tienen tendencia a adelantar la cabeza y los pies, pero normalmente el cuerpo se queda atrás. Ha de intentar pegar el cuerpo al del adversario sin que quede ningún lugar en el que los cuerpos no se toquen. Hay que examinar bien esto.

La comparación de la estatura73

Esto es lo que yo llamo la comparación de la estatura, cuando se acerque a su adversario, cualquiera que sea la circunstancia, penetre con fuerza evitando achicarse, como si fuera a comparar la estatura, estirando las piernas, la pelvis y también el cuello. Coloque el rostro frente al del adversario y crézcase, como para ganar en una competición de estatura contra él. Es importante avanzar poderosamente con esa actitud. Hay que elaborar bien esto.

Hacer los gestos adherentes74

En una situación en la que usted y el adversario peguen con el sable, cuando el adversario pare su ataque, adhiera el sable al de él y acerquésele manteniendo esta adhesión. Al adherir debe tener la sensación de que es difícil separar los sables, hay que acercarse sin que la sensación de fuerza sea grande. Cuando adhiera su sable al del adversario y mantenga esta adhesión, le será fácil acercarse con toda tranquilidad.

Hay una diferencia entre adherir y enredarse: adherir es fuerte, enredarse es débil. Conviene distinguirlos bien.

Chocar con el adversario(68)

En el momento en el que se acerca al adversario, choca con él. Inclina ligeramente el rostro, hace que el hombro izquierdo sobresalga(69) y choca contra el pecho del adversario. Para chocar, llena todo el cuerpo de fuerza y choca con una cadencia de concordancia de la respiración(70) y con la sensación de rebotar. Si domina esta técnica, puede chocar con tanta violencia que su adversario sea proyectado a una distancia de 2 a 3 ken.75 El choque puede ser tal que el adversario muera. Hay que entrenarse bien.

Las tres paradas(71)

1. Esto es lo que yo llamo las tres paradas: cuando se acerque al adversario, si éste le pega, pare su sable con el gesto de atravesarle(72) el ojo con el sable grande y de este modo desviará el sable del adversario por encima de su hombro derecho.

Esto es lo que yo llamo la parada traspasadora: para el sable del adversario que le ataca como si usted fuera a atravesarle el ojo derecho, con la sensación de que va a cortarle el cuello si prolonga ese gesto.

Por último, en el momento en que el adversario ataca, usted para con el sable corto y se acerca a él, fingiendo golpearlo(73) en el rostro con el puño izquierdo cerrado, sin preocuparse de la longitud de la hoja del sable. Para esta tercera parada,76 conviene pensar que da un puñetazo con la mano izquierda.

Hay que entrenarse bien en ello.

Perforar el rostro(74)

Esto es lo que yo llamo perforar el rostro. Durante el combate, los dos combatientes se encuentran cara a cara, separados por una distancia determinada. El sable de cada uno apunta hacia el adversario; en ese momento, es esencial no dejar de pensar en perforar el rostro del adversario con la punta del sable. Si aplica su mente en perforar el rostro del adversario, su rostro y su cuerpo serán rechazados.(75) Después de haber rechazado de este modo al adversario, se presentarán diferentes posibilidades de vencerlo. Hay que elaborar bien esto. Durante el combate, si consigue rechazar el cuerpo del adversario, ya habrá ganado. Por eso nunca hay que olvidar lo que yo llamo perforar el rostro. Hay que adquirir esta actitud a lo largo del entrenamiento de la estrategia.

Perforar el corazón(76)

Esto es lo que yo llamo perforar el corazón. Cuando el lugar del combate sea estrecho y bajo, no le resultará fácil efectuar el gesto de partir de un tajo; en este caso atraviese a su adversario. Evite su pegada con la sensación de hacerle ver directamente el contrafilo de su sable,(77) luego vuelva a alinear la punta del sable y atraviésele el pecho(78) desde esta posición. Aplique esta técnica cuando esté cansado o cuando su sable ya no corte bien. Hay que comprender bien esto.

Kâtsu-tôtsu77

Esto es lo que yo llamo kâtsu-tôtsu. Cuando ataque y rechace a un adversario o cuando él trate de responder a su ataque, levante el sable de abajo arriba como para atravesarlo, luego invierta ese gesto, bajando el sable, para pegarle. En cualquier caso, pegue con una cadencia rápida, kâtsu-tôtsu, es decir, que levanta el sable para atravesar hacia arriba kâtsu, y pega, tôtsu. En el transcurso del combate, encontrará con frecuencia esta cadencia. Efectúe kâtsu-tôtsu levantando primero la punta del sable como para atravesar al adversario y, de inmediato, bájela para pegar. Hay que entrenarse bien en esta cadencia y examinarla.

La parada con la hoja plana del sable(79)

Esto es lo que yo llamo la parada con la hoja plana del sable. Durante el combate, cuando el intercambio de ataques y defensas entre adversarios es repetitivo y queda estancado en una cadencia de totan-totan,78 pare un ataque dando con el sable, que aplicará contra el del adversario, lado contra lado, y a continuación pegue. No dé demasiado fuerte, y no piense en parar. Si reacciona de forma adecuada ante el ataque del adversario, dé sobre su sable y péguele a continuación prolongando esta tensión. Es necesario tomar la iniciativa mediante el gesto de dar sobre el sable del adversario y tomar la iniciativa mediante la pegada. Si da en el sable con la cadencia conveniente, con la sensación de estirar el brazo79 un poco, aunque la pegada del adversario sea muy fuerte, la punta de su sable no descenderá. Hay que aprender bien esto y examinarlo.

La conducta contra adversarios numerosos80

Lo que yo denomino la conducta contra adversarios numerosos se aplica cuando combata solo contra adversarios numerosos. Desenvaine el sable grande y el pequeño, y adopte la guardia separándolos mucho, como para arrojarlos horizontalmente a ambos lados. Aun cuando los adversarios vinieran por los cuatro costados, combatirá abatiéndolos en una sola dirección. En la conducta de sus adversarios ha de distinguir el orden en el que dan el asalto; en principio enfrentará a los primeros. Abarque la situación con la mirada, pegue al mismo tiempo, en direcciones opuestas con el sable de la derecha y con el de la izquierda en respuesta a la táctica de los adversarios. Es malo esperar después de haber pegado. Adopte de inmediato su guardia en ambos lados y en cuanto unos pocos avancen pégueles con fuerza y sacúdalos de este modo. Al prolongar este impulso, usted ataca cada vez a los que avanzan con la intención de que se vengan abajo. Esfuércese siempre en rechazar a los adversarios y colocarlos en una sola hilera, uno detrás de otro, como pescados sujetos por un hilo. A medida que los adversarios se amontonan uno tras otro, bárralos partiendo de un tajo con fuerza, sin dejar escapar este instante. Es poco eficaz continuar abatiendo a los adversarios que forman un grupo compacto. Tampoco es eficaz hacer frente cada vez que los adversarios se le acercan, ya que entonces se pone en una situación de espera. Perciba la cadencia de los adversarios, dese cuenta del momento en el que se derrumban y los vencerá.

Entrénese de vez en cuando con compañeros numerosos, y ejercítese en la manera de rechazarlos. Si capta este matiz, le resultará tan fácil combatir contra diez o veinte como contra uno solo. Hay que entrenarse bien en esto y luego examinarlo.

El principio del combate(80)

Mediante el principio del combate conocerá la victoria con sable en estrategia. No hace falta que escriba sobre los detalles. Lo importante es entrenarse bien y aprender cómo vencer. Se trata de las técnicas del sable que expresan la verdadera vía de la estrategia. El resto se debe transmitir oralmente.81

La pegada única82

Logre la capacidad de vencer con seguridad teniendo en la mente la pegada única. Es imposible adquirir esta pegada sin estudiar bien la estrategia. Si se entrena en esta pegada conseguirá el libre dominio de la estrategia. Ésta es la vía de la victoria a su manera en todos los combates. Hay que ejercitarse bien.

La comunicación directa83

El espíritu de transmisión de la comunicación directa es lo que transmitiré a quien haya recibido la verdadera vía de mi Escuela de los dos sables. Es esencial entrenarse bien a fin de que el cuerpo se convierta en estrategia. El resto se comunicará de forma oral.

He escrito antes en este manuscrito la enseñanza general de mi escuela del sable. En estrategia, para saber vencer con el sable, hay que aprender en principio las cinco fórmulas de pegada en relación con las cinco guardias. Si se domina de ese modo la trayectoria (michi) del sable, el cuerpo es libre, la mente se vivifica para captar las cadencias de la vía (michi). El sable y la técnica destacarán de forma natural si el cuerpo está disponible de la cabeza a los pies para moverse con libertad. De este modo ganará contra uno, luego contra dos y, finalmente, llegará a comprender el bien y el mal en estrategia. Entrene siguiendo una a una las instrucciones que he dado en este escrito; obtendrá de forma progresiva el principio de la vía (michi) si practica el combate con diferentes adversarios. Nunca abandone este espíritu, avance sin prisa, aprenda lo esencial de las cosas mediante experiencias continuadas y aproveche cada ocasión. Combata contra todo tipo de personas y capte su mente. Siga un camino largo de mil leguas, paso a paso. No tenga prisa y esté persuadido de que todas estas prácticas son el deber de un bushi. Sea hoy vencedor de su torpeza y también de su habilidad. Practique conforme a lo que he escrito sin dejar que su mente se salga de la vía.

Aun cuando consiga vencer a los adversarios más temibles, si no está de acuerdo con el principio, esta victoria no podrá formar parte de la verdadera vía (michi).84 Si asimila este principio, sabrá cómo vencer a varias decenas de adversarios. Será entonces cuando, mediante la sabiduría del sable, podrá dominar la estrategia individual y la estrategia de grupo.

Mil días de entrenamiento para forjar, diez mil días de entrenamiento para pulir. Hay que examinar bien todo esto.

El 12 del quinto mes del segundo año Shôho (1645),

Shinmen Musashi,

Para el Señor Terao Magonojô.

El 5 del segundo mes del séptimo año Kanbun (1667),

Terao Yumeyo Katsunobu (rúbrica),

Para el señor Yamamoto Gensuke.

Miyamoto Musashi

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