Читать книгу Autonomía personal y salud infantil. SSC322_3 - Laura Salazar Valencia - Страница 18
4.3. Órganos sensoriales
ОглавлениеLos órganos sensoriales tienen una gran importancia en el desarrollo motriz del niño o niña, ya que son los instrumentos de percepción del mundo exterior y funcionarán como receptores de los estímulos y refuerzos que contribuirán al perfeccionamiento de sus habilidades motrices.
Sabía que...
De acuerdo con su edad, los bebés deberían dormir aproximadamente y con carácter general las siguientes horas:
1 1 mes: 16 h
2 6 meses: 15 h
3 12 meses: 14 h
4 24 meses: 13 h
5 36 meses: 12 h
Hasta hace poco el conocimiento que se tenía del desarrollo de los sentidos en los bebés era escaso, ya que a los obstáculos de cualquier estudio se unía la dificultad para poder observar a los bebés despiertos, ya que se estima que solo pasan en ese estado un 10 % del tiempo. Las últimas investigaciones confirman que el desarrollo de los sentidos en los recién nacidos es muy alto, relacionando éstos con los instintos, como estrategia vital para su adaptación y supervivencia.
Se exponen a continuación las principales características de los sentidos en los bebés:
1 Visión. La visión del recién nacido es bastante confusa, puede fijar la mirada brevemente presentando una serie de preferencias, como puntos luminosos, objetos en movimiento,... A partir de los tres meses el niño o niña pasará de mantener fija la visión a intentar seguir trayectorias. Podrá seguir un objeto con movimiento de unos 90º durante el primer mes, 180º durante el segundo, para llegar a girar completamente la mirada al final del trimestre. Aún no existe coordinación ocular y la distancia a la que el bebé es capaz de observar objetos es de unos 24 o 40 cm durante los tres primeros meses. En ocasiones, se puede observar estrabismo debido a esa falta de coordinación, aunque suele corregirse al final del trimestre.
2 Audición. El bebé intenta responder a los estímulos auditivos y localizarlos. A los tres meses suele dejar lo que está haciendo para atender al estímulo. Responde a las diferentes intensidades de sonido con distintas reacciones, llegando a llorar incluso cuando le molestan e irritan, sobre todo, con sonidos de gran intensidad. Los bebés recién nacidos tienen preferencia por los sonidos agudos, por eso los padres y educadores suelen dirigirse en ese tono al bebé, que demuestra su interés y satisfacción al oírlo.
3 Gusto. La sensibilidad gustativa del recién nacido es casi nula, pero a partir de las dos semanas aproximadamente rechazará negativamente ciertos sabores. Se ha comprobado que dentro de sus preferencias se encuentra el sabor dulce desde el nacimiento (recordemos que el sabor de la leche materna es muy dulce), desaprobando los sabores ácidos, amargos o muy salados.
4 Tacto. Recordemos que el sentido del tacto se desarrolla a través de toda nuestra piel, por lo que esta se considera el órgano sensitivo más extenso. Los bebés responden a las variaciones de las posibles sensaciones táctiles desde antes de nacer (presión, textura, temperatura, suavidad, dolor,...), mostrando desde el nacimiento una mayor sensibilidad ante el frío. Se ha comprobado que los bebés presentan numerosos receptores sensitivos en los dedos y en los labios.
Hasta que todos los sentidos del niño se desarrollan por completo, la boca es su principal aliada para reconocer nuevos objetos, texturas y sabores.
Aplicación práctica
Teniendo en cuenta que los sonidos fuertes y estridentes alteran notablemente al bebé, provocando llantos y alteraciones nerviosas, ¿qué tipo de ambiente será satisfactorio en el aula de trabajo?
SOLUCIÓN
Lo ideal sería que las aulas estuvieran situadas en lugares de fácil acceso y nunca orientadas a sitios ruidosos, como vías de circulación rápida, por ejemplo, con el objeto de evitar sonidos estridentes, ruidos de tráfico, vibraciones, contaminación atmosférica y accidentes. Al igual que no deberían estar cerca de sitios insalubres, nocivos o peligrosos.