Читать книгу Esta noche, el Gran Terremoto - Leonardo Teja - Страница 7

Оглавление

—¿Qué es lo que nos hacía falta? —preguntó el doctor sonriendo al niño. Cottard se agarró de pronto a la portezuela y gritó con voz llena de lágrimas y furor:

—Un terremoto. Pero uno de verdad.

Albert Camus

Es medianoche. La lluvia azota los cristales. No era medianoche. No llovía.

Samuel Beckett

Esta noche, el Gran Terremoto

Подняться наверх