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ОглавлениеAÑO 9
Año 140-05-05 de la nueva era
Año 2985 del calendario gregoriano
MADRE NATURALEZA
15:00 horas
Universidad de Mogadiscio
Abdelaziz espera paciente la salida de Bono. Hace calor, muy poca gente se aventura a pasear por el exterior. Observa con curiosidad las plantas que adornan las verjas cuando dos siluetas alargadas le rompen la concentración. No las distingue al estar a más de 200 metros. De su bolsillo saca unas gafas de sol y se las coloca.
Abdelaziz — Identifica individuos.
La óptica de las gafas acerca a los individuos a menos de 5 metros. En la pantalla, dos nombres: el padre Juseppe y la madre Condolissa, espías del Vaticano.
Abdelaziz — 2 metros.
Las dos personas están hablando e intenta descifrar su conversación hasta que se da cuenta que están hablando en latín. Abdelaziz repite lo que dicen: «hablaremos con el rector y conseguiremos información de la familia y, en especial, de Abdelaziz. Necesitamos a toda costa un trozo de esa túnica y no podemos fracasar otra vez».
Abdelaziz se quita las gafas y se dirige hacia ellos sin que se den cuenta. Los pilla por sorpresa.
Abdelaziz — A qué se debe este honor, el Vaticano interesado en un niño de 9 años.
Condolissa — Los rumores cada vez son mayores, es imposible ocultarlo.
Abdelaziz — No es pretensión de la familia ocultarlo, sino protegerlo.
Juseppe — ¿De quién?
En ese momento llega hasta ellos Bono.
Bono — Buenas tardes, maestro.
Abdelaziz — Buenas tardes, ¿qué tal en clase?
Bono — Bien, siempre es agradable aprender.
Bono se queda mirando fijamente a los dos miembros del Vaticano.
Bono — Padre Juseppe, madre Condolissa.
Los dos se quedan sin habla, nunca han tenido relación, ¿cómo es posible que los conozca?
Juseppe — Hemos oído hablar tanto de usted.
Condolissa — Quisiéramos hablar con usted.
Abdelaziz — Necesitan el permiso de sus padres.
Bono — «No mentirás», ¿cómo es posible que dos emisarios del Vaticano incumplan el mensaje de Jesús?
Juseppe — No le entendemos.
Bono — Si han venido a hablar con el Rector acerca de mí, aquí estoy.
Bono coge de su túnica un pequeño trozo y se lo ofrece al padre Juseppe.
Bono — Aquí tienen lo que buscaban, tela vulgar y corriente.
El padre Juseppe completamente avergonzado extiende la mano.
Condolissa — Sería un honor que nos visitara, el Santo Padre lo está deseando.
Abdelaziz — Se lo tendremos que comunicar primeramente a sus padres.
Juseppe — Por supuesto.
Los dos esperan impacientes la reacción de Bono.
Bono — El encuentro se realizará, les abriremos nuestro corazón.
Los dos se despiden con gran respeto. Conforme se alejan Abdelaziz sorprendido mira a Bono.
Abdelaziz — No sé si ha sido una buena idea.
Bono — No tenemos nada que ocultar.
Abdelaziz — El Vaticano es una jaula de lobos hambrientos, los enemigos se multiplicarán y tu familia lo sufrirá.
Bono — Me pongo triste cuando se pone tan serio... Maestro, por favor, no comente nada a mis padres.
Los dos ponen rumbo al vehículo que los llevará a casa. Abdelaziz mira la túnica de Bono, no hay rastro del corte de tela.
…
Mogadiscio, Biblioteca Pública
El padre Juseppe y la madre Condolissa entran en la biblioteca donde les espera el embajador del Vaticano, un holograma les recibe.
Holograma — ¿Qué tipo de información desean?
Condolissa — No necesitamos ayuda, gracias.
La biblioteca es un edificio de una única planta y cubierta de una bóveda irregular dividida en 2 partes antagónicas. En el ala izquierda, la lectura está acompañada del holograma del autor y, a criterio del lector, de los protagonistas del libro. Las dudas o consultas del lector son respondidas por los hologramas. En el ala derecha está la biblioteca clásica: libros, pergaminos y toda clase de documentos para su consulta. Los dos entran por la biblioteca clásica hasta llegar a la sala religiones del mundo, donde una mujer de edad avanzada vestida con una túnica negra y un velo blanco está leyendo un pergamino de espaldas a la entrada.
Juseppe (sorprendido) — Madre Federica, ¿a qué se debe este honor?
Madre Federica — Noto cierto nerviosismo.
Condolissa — Hay algo especial en el niño.
Madre Federica — ¿Es el profeta que todo el mundo espera?
Juseppe — Su mirada me ha turbado.
La madre Federica sigue de espaldas.
Madre Federica — ¿Acaso no es más que un niño superdotado?
Condolissa — No.
La madre Federica se da la vuelta. Su mirada profunda y su cara extremadamente delgada reflejan una vida dura y exigente.
Madre Federica — El faro de Roma no puede palidecer ante habladurías.
Condolissa — Es la primera vez que el padre Juseppe y yo coincidimos.
Madre Federica — ¡Cómo es posible que un niño haya intimidado a nuestros mejores emisarios!
Juseppe — Manipulación, esa es la palabra.
Madre Federica — ¿Qué recomiendan?
Condolissa — Esperar a la audiencia con el Santo Padre.
Madre Federica — Pongamos en marcha nuestras influencias.
Juseppe — ¡Pondremos en alerta a los jesuitas!
Madre Federica — Inevitable, los judíos también están nerviosos y eso juega a nuestro favor.
Juseppe — No me fío de ellos.
Madre Federica — Vigilemos también todos sus movimientos.
Juseppe — Su protector, Abdelaziz, se dará cuenta.
Madre Federica — Utilizad vuestros contactos.
La madre Federica se da la vuelta y sigue leyendo el pergamino.
…
Casa de Bono
Abdelaziz y Bono han llegado a casa y encuentran a Samia sentada en una hamaca en el jardín dormida con un libro apoyado sobre su vientre, que muestra su avanzado estado de gestación. Bono corre hacia su madre para abrazarla y poner el oído sobre Samia para sentir a su hermana.
Bono — Solo oigo sus latidos, no se mueve.
Samia — Está durmiendo como su madre.
Bono — Tengo muchas ganas de verla.
Samia — Ya queda poco.
Bono — ¿Cuándo vendrá el aita?
Samia — Dentro de pocos días, tiene mucho trabajo.
Bono — ¿Qué nombre le pondremos?
Samia — Lo decidiremos entre los tres, ahora refréscate un poco que enseguida prepararemos la cena.
Bono — ¿Antes de cenar hablaremos con el aita?
Samia — Por supuesto.
Bono sale corriendo hacia casa, Samia con la mirada le sigue para luego mirar a Abdelaziz.
Samia — Creo que tienes algo que decirme.
Abdelaziz no da crédito a la intuición de Samia y con resignación.
Abdelaziz — El niño es hijo digno de su madre.
Samia — ¿Ahora de qué se trata?
Abdelaziz — El Vaticano.
Samia — ¿El niño cómo ha reaccionado?
Abdelaziz — Con naturalidad.
Samia — ¿Cuándo será el encuentro?
Abdelaziz — Esa decisión os corresponde exclusivamente a vosotros.
Samia — Lo comentaré con Erik, en caso afirmativo te pediría máxima discreción, no queremos que se transforme en un circo para la prensa.
Abdelaziz — Necesitaremos la colaboración de los jesuitas.
Samia — Confiamos en tu criterio.
Abdelaziz — En pocos días acabará la universidad.
Samia — ¡Es un niño todavía!
Abdelaziz — Ya no hay nadie que le pueda enseñar, ahora todos aprenden con él.
Samia — Quiero que sea un niño y viva como tal.
Abdelaziz — ¿Se lo has preguntado?
Samia lo mira resignada, Abdelaziz la hace pisar tierra, es realista y jamás la mentiría.
Abdelaziz — Deberías estar orgullosa, tu hijo será nuestro guía, nuestra luz.
Samia no puede retener las lágrimas mientras mira a la casa.
…
140-05-25
Universidad de Mogadiscio
Bono presenta su proyecto de doctorado, un tribunal de expertos en biogenética cuántica y biología climática esperan al futuro doctor con impaciencia. Son las 09:55 de la mañana cuando Bono entra con su familia en el salón de exposiciones de forma oval y de color azul celeste. El salón está repleto de gente y toda su promoción, al igual que el grupo Nacimiento, esperan impacientes la exposición de su amigo.
Los miembros del tribunal están presentes, algo insólito, ya que en la mayoría de los casos, a parte del tutor, el resto de miembros están presentes en hologramas interactivos. A final de curso miles de proyectos de doctorado se defienden a lo largo de todo el planeta; un reto no solamente para los alumnos sino también para la propia institución universitaria.
Bono lleva un objeto ingrávido tapado con una tela blanca y se para frente al tribunal. Samia y Erik se sientan en la primera fila, Abdelaziz se queda de pie junto a la entrada.
Presidente del tribunal — Señor Bono, tiene 30 minutos para exponer su proyecto. Numerosas universidades de todo el planeta están interesadas en oír su exposición, ¿habría algún problema por su parte?
Bono —No, confío en que sea del interés de todas ellas.
Presidente del tribunal — Por favor, tiene la palabra.
Bono quita la tela blanca que cubre la mesa que transporta diferentes plantas y árboles de pequeño tamaño, correspondientes a diferentes climas de la Tierra: atlántico, siberiano continental, meditarráneo, tropical y desértico, cubiertos cada uno de ellos por un holograma transparente en forma de cúpula.
La luz de la sala se apaga y cada ecosistema resplandece en la oscuridad. En cada aureola se puede leer las características de cada planta y clima. De uno de los cajones de la mesa saca 5 cajas agujereadas, en cada una de ellas insectos correspondientes a los 5 climas representados. Bono abre las 5 cajas y los insectos empiezan a volar sobre los 5 micro climas. La mayoría entra directamente en su hábitat natural, aunque algunos despistados intentan entrar en los ecosistemas que no les corresponden y chocan contra el holograma. Después de unos minutos de incertidumbre todos entran en sus hábitats naturales. En el holograma la información de los insectos que han entrado: nombre, especie, ADN, sexo… junto al listado de plantas, ADN, edad y las características del clima de cada ecosistema y la tierra que lo soporta y nutre. Bono explica muy someramente la tecnología utilizada y su aplicación en los ecosistemas actuales.
La luz se va recuperando en la sala cuando uno de los miembros del tribunal baja del estrado y se pone delante del ecosistema desértico.
Profesor — ¿Puedo?
Bono — Por favor.
Cuando el profesor toca el holograma que aísla el ecosistema salta la alarma, una mancha roja con una frase: «Homo sapiens sapiens, plaga peligrosa para el ecosistema». El profesor hace fuerza para introducir la mano, pero es rechazado.
Profesor — ¿Acaso no somos parte de la naturaleza? Somos producto de su evolución.
Bono — Así es.
Profesor — ¿Por qué me rechaza?
Bono — Porque en el último milenio nos hemos transformado en una plaga.
Profesor — ¿Qué recomienda para que seamos aceptados?
Bono llama a su madre, la lleva frente al ecosistema desértico y en voz baja la susurra algo al oído. Samia le mira sonriendo e introduce su vientre en el ecosistema sin encontrar ninguna dificultad para hacerlo. En el holograma puede leerse: «Homo sapiens sapiens sin contaminar».
Los aplausos en la sala son unánimes y sus amigos y compañeros se levantan coreando su nombre.
Presidente — Doctorando Bono, en 15 minutos daremos nuestro fallo.
Los miembros del tribunal se retiran a deliberar la nota a poner. Sin sentarse observan nuevamente la exposición de Bono.
Presidente — Colegas, creo que no tenemos dudas en cuanto al nivel técnico del proyecto. Yo, por mi parte, cuando pude leer el proyecto me di cuenta de que me superaba y cuando he visto su aplicación práctica he comprendido que no estoy cualificado para catalogarlo.
El siguiente en pronunciarse es el doctor Tergat, el tutor y motivador responsable de Bono en el proyecto de doctorado, experto en genética cuantitativa y metereólogo.
Doctor Tergat — Efectivamente, he sido mero espectador del proyecto de mi alumno y he tenido serios problemas de comprensión en muchos aspectos técnicos del mismo. He consultado con numerosos colegas y hoy mismo me han recomendado consultar con la doctora Aert, experta en holografía genética, así que mejor le cedo la palabra a ella.
El holograma de la doctora se ilumina en el centro de la sala.
Dra. Aert — Buenos días, doctor Tergat y colegas. He podido estudiar el proyecto y verlo en la práctica. Siento decirles que hay aspectos que escapan a mi conocimiento, en concreto, la energía que mantiene vivo el holograma genético; sencillamente increíble. Estamos hablando de un nuevo paradigma, siento no poder darles más información.
Mientras, en la sala Bono está sentado junto a su madre que lo mira con orgullo.
Samia — Tu padre y yo estamos muy orgullosos de ti.
Después de 20 minutos de espera, el tribunal entra en la sala, todos se sientan salvo el presidente.
Presidente — Colegas, alumnos, familiares y amigos, quiero expresar con orgullo el nuevo paradigma planteado por el doctor Bono. Espero y confío en que sea utilizado en beneficio de toda la humanidad.
Mientras el auditorio aplaude sus palabras, Samia siente las primeras contracciones. La pequeña llama a la puerta.
Bono — ¿Ama, mi hermana viene ya?
Samia — Sí.
Bono — Presidente, Doctor Tergat, siento interrumpir la sesión, pero mi hermana quiere nacer en casa.
Presidente — Doctorando Bono, ¿no quiere conocer la nota? Por otra parte, la comunidad científica quiere saber cuál será el futuro de este nuevo paradigma.
Bono — Lo dejo en manos de mi maestro, Abdelaziz. En cuanto a la nota, ya saben mi opinión.
En ese momento entra Erik, Bono corre a su encuentro.
Bono — Aita, ya viene.
Erik — Abdelaziz, encárgate de todo, por favor.
Mientras Abdelaziz se dirige a hablar con el tribunal, todos los compañeros y amigos de Bono corean su nombre y le aplauden con entusiasmo.
Presidente — Abdelaziz, ¿qué podemos comentar que usted ya no sepa?
Abdelaziz — Queremos que no se haga excesiva propaganda del proyecto. Es un proyecto científico, nada más.
Presidente — En estos momentos es el referente en la comunidad científica.
Abdelaziz — Soy consciente, pero todavía es un niño. En cuanto al proyecto en sí, serán informados debidamente y no duden de que será para beneficio de toda la humanidad.
…
Casa de Bono
Abdelaziz está en el exterior mientras espera el nacimiento de la nueva criatura. Después de media hora Bono sale de casa con la niña en brazos para enseñársela.
Bono — Maestro, mi hermana.
Abdelaziz — ¡Alá es grande!
Bono — Será mi amiga, ya hablo con ella.
Abdelaziz — ¿Qué te dice?
Bono — Quiere jugar.
Abdelaziz pone un dedo en la mano de la criatura, esta lo coge con fuerza.
Abdelaziz — Tiene mucha fuerza, llévasela a tu madre antes de que se ponga nerviosa.
Mientras se dirige hacia la salida recibe la llamada que esperaba.
Abdelaziz — Definitivamente ya no podemos ocultarlo por más tiempo. El niño dirige su destino y lo único que podemos hacer es ayudarlo y convertirnos en sus más fieles seguidores.
…