Читать книгу La naturaleza sagrada del ser humano - Mª Ángeles Carretero Casar - Страница 15
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«El hombre de a pie debe llegar a ser un hombre universal».
«Las palabras en ausencia de la acción y sin sabiduría están vacías y son huecas».
«Hay palabras verdaderas, palabras falsas y palabras que duelen».
«La flecha y la palabra una vez lanzadas no pueden volver a atrás».
«Libros, caminos y días llevan al hombre a la experiencia y a la sabiduría».
«La palabra que sale del corazón y va dirigida al corazón de otro ser tiene efectos maravillosos, ya que el interlocutor comprenderá, absorberá y sentirá su verdad; el mensaje será sin manipulación ni mentiras, solo un mensaje de corazón a corazón».
Desde tiempos inmemoriales la palabra, tanto hablada como escrita, se ha considerada sagrada. Los antiguos indios de América del Norte, por citar un ejemplo, concedían mucha importancia a la palabra dada, su honor iba en ello; no les era necesario firmar un papel para cerrar un trato, su palabra era suficiente.
En la actualidad se han perdido el honor, el respeto y los valores básicos de los seres humanos, por lo tanto «la palabra dada» no existe, es un mero sonido. Ya hemos oído todos «las palabras se las lleva el viento»; los humanos parecemos marionetas yendo de un lado a otro, nos comprometemos con todo y no cumplimos nada.
Los seres humanos hemos olvidado que con la fuerza de la palabra y del pensamiento se han salvado guerras y se han librado otras muchas. La gran mayoría de las veces hablamos por hablar, diálogos insustanciales sin sentido, puro ruido, y es una pena ya que la palabra es un útil precioso y muy poderoso. A través de la palabra, hablada o escrita, expresamos nuestros pensamientos, reflexiones, sentimientos; compartimos nuestros deseos más profundos, podemos expresar lo que deseamos o lo que no. Debemos tomar consciencia de la fuerza de nuestros pensamientos que transmitimos a través de nuestras palabras.
La palabra es una energía muy poderosa y la que hace realidad todos nuestros pensamientos a través de la verbalización o del escrito; debemos ser respetuosos con nuestras palabras y nuestros pensamientos ya que son flechas lanzadas, y una vez dichas no vuelven atrás ni se pueden borrar. Podemos hacer felices a los demás o bien hacer mucho daño. La agresividad empieza con los pensamientos y las palabras.
Hay que aprender a dejar fluir, a aceptar las situaciones que llegan a nuestra vida día a día, no elevar muros ni cerrar puertas, solo caminar y ser conscientes de nuestro comportamiento, intentando que sea el correcto y cambiando nuestra actitud a una más positiva.
Las promesas hechas se deben cumplir o deshacer. Las palabras son energías poderosas que proyectan una carga de energía positiva o negativa; antes de hablar debemos observarnos, ser honestos y ser vigilantes con nuestros pensamientos, y reflexionar si somos o no capaces de cumplir lo que hemos dicho.
A medida que caminamos y vamos aprendiendo las lecciones de la vida, aceptamos que las cosas ocurran, nos vamos serenando y nuestra vida se aligera ya que nuestros pensamientos, palabras y actitudes se dulcifican. Una palabra dicha con amor, aunque sea para reñir o llamar la atención a alguien, tiene más efecto que una palabra dicha de forma agresiva; la agresividad que sentimos en nuestro interior es lanzada como una flecha envenenada a través de las palabras causando mucho dolor sin necesidad. El efecto de la primera será de reflexión a lo que se ha dicho y el efecto en la segunda será de miedo. Cuando sentimos miedo no podemos reflexionar ni pensar correctamente, estamos paralizados. Muchas veces es el orgullo el que habla.
Antes de lanzar palabras llenas de resentimiento, de decepción, de frustración, de rabia o de ira debemos pararnos, calmarnos, respirar, respirar… y sentir esa emoción, mirar hacia nuestro interior y comprender que no vale la pena herir; no nos sentiremos mejor después de lanzar improperios. Luego, cuando nos calmemos, la culpabilidad entrará en escena para mortificarnos, pero ya no se puede dar marcha atrás y recuperar lo dicho.
La palabra es la que nos permite expresar nuestro conocimiento, sabiduría, reflexiones, pensamientos, investigaciones…, millones de personas han expuesto y exponen sus pensamientos en libros, talleres, a través de conferencias… con el fin de compartir con otras personas sus ideas, sentimientos, descubrimientos e impresiones en cualquier ámbito y así poder ayudar a la humanidad y a ellas mismas e ir evolucionando y creciendo, haciendo que nuestra vida mejore y podamos bailar en esta danza interminable que es LA VIDA , buscando soluciones en lugar de crear problemas.
Hay mucho trabajo por hacer, y si ayudamos a las nuevas generaciones proporcionándoles los útiles necesarios, como dejar libre curso a su creatividad, a su libre expresión, a su decisión con respeto hacia ellos mismos y hacia los demás, aliviando su carga en cuanto a tradiciones, credos, formas de pensar…, estas nuevas generaciones estarán en disposición de crear nuevas áreas de desarrollo en países desarrollados y subdesarrollados con nuevos gobiernos cuyo objetivo sea mejorar la forma de vida de su pueblo, ciudad, nación… en la libertad, el respeto y la dignidad, creando así un mayor bienestar para la humanidad y el planeta.
La palabra escrita y hablada es el medio más hermoso que los humanos tenemos y nos permite crear la poesía de la música, que es la forma más sublime para expresar AMOR y llegar al corazón de todos los seres vivos del planeta; también nos ayuda a cambiar de actitud, a relajarnos, a crecer, a aceptar diferentes formas de pensar y a compartir con los demás una parte de nosotros mismos.
Con el pensamiento creamos nuestra vida a través de las decisiones que tomamos y las decisiones que no tomamos, a veces creando paz y armonía si nuestros pensamientos están equilibrados o sufrimiento y caos si no lo están.
A veces, mientras leemos un libro, una frase nos hace vibrar en lo más intimo de nuestro ser, nos hace reflexionar y nos enseña, nos guía hacia nuevos pensamientos y estos pensamientos a otros más sublimes; son eslabones que nos unen a otros y a otros, como una espiral sin fin. Así, paso a paso, vamos aprendiendo a profundizar sobre nosotros mismos y a desarrollar la empatía para conocernos mejor a nosotros mismos y a los demás.
«Lo esencial de un hombre es QUÉ PIENSA y CÓMO PIENSA, y no lo que haga o sufra».
Einstein
«Si las palabras no son coherentes con nuestro comportamiento, si no están llenas de sabiduría y no están en la acción, serán huecas y no dirán nada, el mensaje no pasará y se perderán en el olvido».