Читать книгу La naturaleza sagrada del ser humano - Mª Ángeles Carretero Casar - Страница 16

Cuánto cuesta sentir y pedir PERDÓN con el corazón. Nuestro orgullo, ego, rabia, frustración, vulnerabilidad nos mantienen encerrados en ese pozo oscuro de la ignorancia y cuánto sufrimos, pero cuando emerge EL PERDÓN nos sentimos ligeros, serenos y llenos de energía y de amor; hemos comprendido que hay que cambiar de actitud para alcanzar la paz.

El Perdón emerge de nuestra fuerza interior; surge cuando nos enfrentamos con nuestro orgullo, ego, dolor, odio, rabia, resentimiento y comprendemos que no vale la pena seguir viviendo en ese pozo oscuro del resentimiento en el que cada vez nos hundimos más y más.

No podemos perdonar a los demás si antes no nos perdonamos a nosotros mismos. Cuando sentimos cómo la llaga del dolor se vuelve a abrir y volvemos a sentir ese sufrimiento, esa pena que nos desgarra el alma; cuando los recuerdos regresan a la superficie una y otra vez, empezamos a preguntarnos ¿por qué siempre se repite la misma historia, el mismo escenario con diferentes actores?, ¿por qué voy de una relación a otra?, ¿ por qué y por qué…? Hasta que comprendemos y aceptamos que nosotros somos los responsables de las situaciones de nuestra vida y a partir de ese preciso momento la energía, el sentimiento del PERDÓN , empieza a emerger; ese cambio de actitud nos hace sentir compasión hacia la otra persona y culpabilidad hacia nosotros por tener esos sentimientos duros: odio, rabia, celos, frustración y haber creado dolor a los demás y a nosotros gratuitamente.

El perdón nace con la VERDAD . Cuando somos capaces de quitarnos la máscara y ver «la verdad», observar lo que ha pasado realmente, sin florituras; cuando desnudamos nuestra alma a nosotros mismos estamos en disposición de perdonar.

Con el PERDÓN también aflora la compasión; la compasión nos enseña a cambiar de actitud, a estar en la acción en lugar de la reacción, a no usar la violencia física o mental, AHIMSA , el movimiento de la no violencia, nos enseña a estar en el AHORA , y esta actitud y forma de vida nos hace tomar consciencia de que vale la pena vivir una vida ligera y serena, luchar por conseguir la paz, por comunicar y compartir con los demás, de corazón a corazón.

No basta con decir «lo siento» o «perdón»; esas palabras si no están llenas de sabiduría son huecas y no nos llevan a ningún sitio. No podremos transformar el sentimiento de «dolor» que llevamos dentro si realmente no sentimos en el corazón el perdón.

La energía del PERDÓN necesita de un corazón generoso y que esté dispuesto a matar al ego para perdonar tanto el pasado como el presente. Solo el Perdón nos aliviará las penas y nos permitirá sentir amor y serenidad. Un corazón alegre y ligero hace que tengamos una vida serena, un corazón cargado de odio hace que tengamos una existencia terrible llena de resentimiento, dolor y agresividad, ya que nuestro corazón siente la pesadez de esos sentimientos duros. De ahí la frase «tiene el corazón más duro que una piedra», con esos sentimientos seremos zombis, muertos vivientes en la vida.

Perdonemos, perdonemos, perdonemos a nosotros mismos y a los demás desde lo más profundo de nuestro ser y vivamos una vida serena y plena. Avanzar significa perdonar.

Con el PERDÓN emerge también una nueva sabiduría, todo se pone en su sitio como un puzle terminado; nuestra nueva actitud nos ayuda a comprender mejor las situaciones cotidianas y podemos tomar decisiones acertadas ya que han sido tomadas con serenidad.

La VERDAD es la verdad, aunque huyamos, nos escondamos, la disfracemos, siempre emergerá a la luz. PERDÓN , COMPASIÓN , AHIMSA , AHORA , EQUILIBRIO son actitudes importantísimas que todos debemos desarrollar. Es una nueva forma de vida basada en el respeto, la lealtad, la integridad y la honestidad.

“Equilibrio entre el cielo y la tierra.

Equilibrio entre el ser humano y el planeta”.