Читать книгу La magia de tu poder - Madeleine Silva - Страница 11
EJERCICIO N°1: CONEXIÓN CON NUESTRA ESENCIA
ОглавлениеSi deseas puedes poner una música relajante para que te acompañe en este ejercicio, solo debes estar en un espacio donde nadie te distraiga. Toma una respiración profunda, inhala y exhala suave y profundamente, en cada inhalación siente cómo cada parte de tu cuerpo se relaja, y en cada exhalación dejas aquello que no quieres tener presente el día de hoy, repite al menos estas respiraciones por 5 veces, ahora siente cómo tus pies se relajan, tus tobillos, pantorrillas, piernas, pelvis, estómago, pecho, brazos, manos, hombros, cuello, cabeza, y cómo todo tu cuerpo completamente se relaja.
Ahora, imagina que desde tus pies salen unas raíces que se conectan con la madre tierra, y a través de esta conexión, siente el amor de la madre tierra a través de sus raíces las cuales se conectan con todo tu cuerpo. Siente este amor incondicional que se presenta hacia ti el día de hoy, aliviando y llenando de amor cada célula de tu cuerpo.
A través de esta energía de amor, conéctate con tus guías, con el amor divino, con los ángeles, con el universo, con Dios (en aquello en lo que creas), y siente cómo te comparten información necesaria para ti y para este momento de tu vida, brindándote aquello que necesita el día de hoy, para tener la apertura necesaria para aquello que vas a leer en las siguientes páginas. Pídele que te pueda acompañar en este camino, que te pueda dar sabiduría para ver aquello que necesitas ver, aquello que necesitas oír y aquello que necesites sentir. Que te pueda dar la facilidad de desaprender aquello que necesites para que incorpores de aquí en adelante aquello que te sirva para tu evolución como ser humano.
Cierra este encuentro maravilloso con cinco respiraciones profundas, con un abrazo y agradeciendo a tu guía interior, teniendo la plena convicción de que puedes conectar con ella en cualquier momento, solo debes creer que siempre te acompaña y como cada una de nosotras tenemos libre albedrío; no interviene si es que nosotras no se lo pedimos, pero recuerda que siempre se encuentra acompañándote.