Читать книгу Nuevo Orden Mundial - Manuele Migoni - Страница 32

22/01/2021

En Europa, tal vez sólo un cierto trumpismo podría haber revisado los errores cometidos, errores debidos a lo sumo a la continua injerencia británica, mediante el reciente patrocinio de un cuestionable soberanismo de masas.

De hecho, es legítimo pensar que el éxito del Brexit ha pasado por un malestar europeo, al que al fin y al cabo el Reino Unido, al margen de sus costumbres y tradiciones, ha contribuido a propósito, ocultando a menudo su verdadero propósito.

Casi hace sonreír pensar que Italia, frente a continentes o estructuras como América del Norte o la Commonwealth, pueda hacerlo sola, a través de una especie de soberanía antieuropea, cuando además está ilusoriamente estructurada sobre supuestas bases ideológicas.

Sólo desde Europa, si acaso, podría iniciarse un renacimiento que se enfrentara a esas mismas estructuras, en una perspectiva ineludible de alianzas, que alcanzara también una nueva y renovada síntesis interna entre Imperio y Nación.

Lo mismo ocurriría con las estructuras locales, como los consejos municipales y regionales: ¿alguien sigue convencido de que un alcalde o un presidente de una región, de forma ideológica y sólo con su consejo, puede gestionar, y por tanto desatascar, lo que ni siquiera Italia sería capaz de hacer por sí misma, si, en primer lugar, no tiene claras las proporciones de cómo debe llevarse a cabo la batalla?

Por lo tanto, ¿debe tal alcalde o tal presidente convivir con las restricciones urbanísticas, con el chantaje, con el inmovilismo, cuando no con la prevaricación?

No se trata sólo de amateurismo político o lo que sea, sino sobre todo de una forma peligrosa, y en términos realmente constructivos, de irrealidad.