Читать книгу Nuevo Orden Mundial - Manuele Migoni - Страница 37

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— En confianza, será un agente de primerísima importancia, ahora no lo sé, pero personalmente nunca he oído hablar de él —concluyó.


No sin dificultades, el fiscal de distrito Brian Richardson se encargó de recabar la máxima información de miembros y delegados de la CIA.

Pero, como se podía prever fácilmente, en torno a la figura de Larry Belfiori solo había un muro de silencio.

Sobre el caso relacionado con la muerte de Virginia Blade, por parte de los agentes Mary e Nicosia, poco a poco empezaron a ver cómo el secretismo, el misterio que rodeaba la figura del exoficial de la Infantería Real de Marina, justificaba el hecho de haber podido actuar sin ser molestado en sus actividades, casi de forma atrevida.

Sabía lo que hacía y con quién podía contar.

Lo sospechoso era la desaparición de una ingente cantidad de dinero, ¿era un homicidio? Y que él encontrara el modo, ya fuera real o presunto, de dar a entender que no se había tratado de un hurto ni tampoco de un homicidio.

¿De qué se le podía acusar en realidad a Larry Belfiori en sus actividades?

Había actuado totalmente como un agente secreto y sobre el cuerpo muerto de Virginia Blade no había ningún rastro de él.

Más allá de las declaraciones de Jeff Terry, Mary y Nicosia habrían podido si acaso investigar la probabilidad de que la muerte del agente de la CIA, Pete Norton, estuviera muy relacionada con la figura de Larry Belfiori.

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