Читать книгу Te perdono - Marcelo Laffitte - Страница 10
NADA DE DIÁLOGO
ОглавлениеMe imagino que aquellos hombres armaron un rústico lecho con algunas ramas y cueros, subieron al joven paralítico e intentaron llegar a Jesús. Pero no se podía. Había tantas personas rodeándolo, que se hacía imposible.
Me gusta pensar que en el diccionario de aquellos muchachos no figuraba la frase: “No se puede”. Insistieron por un lugar, luego por otro, y al ver que esos intentos eran en vano, dice la Biblia que subieron al terrado, al techo –se nota que el Señor atendía a la gente debajo de una especie de galería- hicieron un agujero en ese techo que sería de paja y barro, y, trabajosamente, lograron bajar aquella “camilla” y colocarla justo delante del Señor.
Lo que se advierte es que no se produjo ningún diálogo entre los hombres que trajeron al paralítico y Jesús. Ellos no le dijeron: “Sabemos que tienes poder para sanar a las personas, pon, por favor, tus manos sobre nuestro amigo y hazlo caminar”. Nada de eso. La Escritura no registra palabras.
No me cuesta creer que Jesús miró con mucho agrado la fe y la actitud de aquellos jóvenes, luego miró con profunda compasión al paralítico y solo dijo:
-Ten ánimo hijo, tus pecados te son perdonados (Mateo 9:2).
Y tras perdonarlo, lo hizo caminar.
El paralítico no le había pedido perdón al Señor. El perdón se brindó por iniciativa propia del perdonador.