Читать книгу La gran fórmula - Marie Barraco - Страница 6

Оглавление

CAPÍTULO 1

¿QUÉ ES EL VACÍO?

Tenemos miedo al vacío, sin entender que él es el todo, sin vacío no hay existencia. Una casa vacía nos atemoriza, si se refiere a presencia de afectos, tenemos una familia, con niños, y tememos cuando el nido quede vacío, vivimos con temores proyectados al mañana, así sin poder disfrutar el hoy, el momento, se nos va la vida sin verla en verdad. Nuestro disfrute es tan fugaz que inmediatamente caemos en su opuesto, por causa de nuestra manera de vivir, así nos sucede una y mil veces. Tenemos un niño soñando con que eso nos cambiará la vida, ahí sí podremos ser felices, ahí sí nuestra vida cobrará sentido, pero al momento de su llegada ya nuestro mover del pensamiento comienza su ciclo imparable, entonces sucede otra vez, nos encontramos llenos de miedo, paralizados, inseguros, infelices, a pesar de su llegada, que si se enferma, que si lo pierdo, si la muerte súbita, si cuando sea adolescente qué será de él, aparecen infinitos miedos, descritos en infinitas palabras, droga, inseguridad, peligros, que si será feliz, si será lo que esperamos de él, que cuando abandone el nido, que se irá a hacer su vida, su familia, que si lo pierdo, ese perder se hace inevitable, porque así es la naturaleza de la existencia, en cada llegada hay una partida, más allá del tiempo que calculemos, o percibamos, la partida es inevitable, como una ley existencial...

Si a otro vacío se refiere, cuando vemos una casa, la observamos desde la ilusión óptica, que como vimos no es tan cierta, lo que vemos no necesariamente es real, si está vacía, decimos que no hay nada en ella que está vacía, que no tiene muebles, que las paredes están tan solo... Si la vemos amueblada, la vemos solo desde allí, decimos qué hermosos muebles, o qué muebles sin gusto, que si está bella o fea, siempre vemos las formas, nada más... la idea de vacío es solo algo malo a nuestro entender, no lo aceptamos, no lo queremos, nos alejamos de él todo lo posible.

¿Es un recipiente de cristal más que un recipiente de barro?, en cuanto a sus paredes sí lo es, pero en cuanto al vacío, eso no es fundamental, pero solo vemos paredes, recipientes, formas, colores, desde ahí surge nuestro ver lo valioso... si te encontraras en un desierto, y un oasis frente a ti, ¿cuánto darías por un recipiente?, en ese momento da igual que sean sus paredes, si es de plástico, metal, aun si es de oro, lo único que cobra valor es el vacío, es la capacidad, lo que cabe en él... es el espacio disponible que albergan sus paredes, lo que realmente pasa a tener todo el valor.

Nuestro mirar formas, paredes, nos nubla de tal manera que nunca percibimos el vacío como lo vital, cuando una infinidad de vida lo demuestra a cada paso, mira una semilla de durazno, en ella está toda la vida, en ella está la información y energía para dar vida a un hermoso y frondoso árbol, aun sus flores, aun sus frutos, también su descendencia se encuentra en ella... Pero al abrirla, te encontrarás con que muy en su interior tan solo alberga vacío. Es tan maravilloso como incomprensible a nuestro intelecto, en ese vacío está la vida de ese todo que forma el árbol y su vida, sus flores, frutos. Si consideramos aún más profundo ese vacío, podemos ver que esas paredes de la semilla son increíblemente duras, para proteger ese vacío...

Mira una caña de bambú, es hermosa, llena de flexibilidad, llena de resistencia, con una belleza indescriptible, con miles de utilidades, sin embargo lo que ellas albergan es tan solo vacío... la naturaleza entera comprende el vacío, somos los únicos que no sabemos verlo ni percibirlo, por consiguiente nuestra vida carece de sentido. ¿Qué sentido puede tener? Si no comprendemos el vacío... Considera el cielo, un enorme vacío azul intenso, donde nosotros solo vemos nubes, estamos condicionados a la forma, al observar paredes, jamás podemos percibir el vacío.

Científicamente se ha llegado a ir dentro de la materia, y dentro de ella, lo que existe es el vacío, más allá de las moléculas, los átomos, los electrones, más allá de todo lo único que queda es vacío, quiere esto decir que aun las paredes de esa casa, las paredes de ese recipiente del que hablábamos anteriormente, ellas también son vacío, lo llamado materia no es otra cosa que vacío, que no materia... una vez más nuestros ojos no ven las cosas como son.

En este mismo momento sé que tu pensar es: ¿es que entonces no soy nada?, tú puedes seguir pensando desde el intelecto condicionado, desde ese ego de antaño que nos fue enseñado, traspasado desde las raíces mismas de las que venimos, desde el autoengaño y seguir viviendo una vida que al contrario de vacío, está llena, llena de fracasos, de preguntas sin respuesta, de infelicidad, de desánimos, de soledad, de angustia, de un infinito sin sentido. No es la intención de este libro imponer, ni siquiera enseñar, ya que la verdad no se puede trasmitir con palabras, o con lenguaje y permanecer pura, pero si te abres quizás una fragancia de vida llegue a tu esencia, la que sí entiende y sabe que el vacío, muy lejos de ser algo negativo, es la única verdad. Quizás esa fragancia se impregne en todo tu ser, hasta tal punto que tú mismo comiences a experimentar la vida como en verdad es, un misterio que está delante de ti, tan solo que mientras tus ojos estén empañados de formas, no podrás alcanzar a ver.

Tenemos que ir sacando capa a capa hasta llegar al mismo centro, desde el exterior en un viaje hasta el interior, este viaje es la misión de este libro, te invitamos a realizar el viaje más importante de tu vida...

Estás acostumbrado a viajar al exterior, empeñas todas tus fuerzas, tu dinero, en hacer un viaje a un lugar soñado, esas vacaciones tan anheladas. Las programas, las proyectas, y entonces llega el día. Allá comienza tu viaje, llevas contigo la cámara fotográfica, quizás tu ser más amado te acompaña, todo parece ser de ensueño, pero de inmediato te encuentras con que no vas solo, vas con todo ese paquete tan pesado que llevas encima siempre, donde todo tu pasado, tu memoria, tus desdichas, tus pérdidas, tus preocupaciones, tu futuro, con todos sus miedos, sus inseguridades, también salen de viaje contigo... A su vez la persona amada que te acompaña lleva su propio paquete, con todo su sobrepeso, no van en el mismo viaje, aunque parecen las mismas vacaciones, aunque parecen tan unidos están muy distantes, cada uno en su encierro como el de todos los días, entonces comienzas a ver diferentes paredes, paisajes, colores, formas, sonidos. Podía ser un lugar mágico si pudieran ir vacíos, podrían estar unidos si fueran vacíos, pudieran absorber la belleza de ese bello lugar si estuvieran vacíos...

Se sabe de una historia, donde un hombre ya sin ganas, sin fuerzas, cansado de una vida sin sentido, buscó a un gran sabio que vivía en algún sitio, en la distancia, en total silencio, en un valle entre las cimas, en alguna parte, un hombre que en verdad conocía el vacío. El vacío le rodeaba y le habitaba, un hombre tan vacío que todo cabía en él, en un entorno vacío y silencioso que tan solo la belleza desbordaba por todas partes, infinitamente vacío, solamente estaba infinitamente colmado...Así un día este hombre llegó a su lado, queriendo que este tan solo le diera la manera de ser feliz, de vivir una vida plena, ya todo lo había experimentado, una vida de sinsentidos, llena de experiencias, de conocimientos, pero sin llegar a ser un ínfimo de plena. Ansioso en cuanto le vio le dijo: “Sé que eres un hombre sabio, por favor, dime algo que sea relevante acerca de la existencia...”. El sabio tan solo sonrió... luego le invitó con una taza de té, un sabio solo podrá darte una taza de té... eso es todo lo que debes saber. El hombre, cansado y sin fuerzas por el largo viaje de varios días, aceptó, pero su ansiedad le tenía en un temblor, solo deseaba una verdad, no una taza de té, entonces el sabio trajo dos tazas, y una tetera, colmada de té... Para sorpresa de este hombre que ansiaba algo nuevo, una taza ya estaba llena, entonces el sabio al comenzar a llenarla de té, comenzó a desbordar y desbordar, pero no se detenía, continuaba sirviendo...

Así que pensando que el sabio no se daba cuenta le llamo la atención diciendo: “Esa taza está llena, y tú sigues sirviendo, ¿es que no te das cuenta de que se está volcando?”, con su inamovible sonrisa lo miró y dijo: “Tú eres esta taza...”.

Estás lleno y a no ser que te vacíes, nada puedo hacer por ti, vuélvete vacío, eso es todo...

La gran fórmula

Подняться наверх