Читать книгу La gran fórmula - Marie Barraco - Страница 8

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CAPÍTULO 3

EXTRAER PENSAMIENTOS

Es vital conocer que son en verdad estos pensamientos que ocupan tanto en nuestra vida. Si yo te digo una nación, imagina una nación, tú inmediatamente asociarás con un grupo determinado de personas que habitan tal parte del mundo, o sea un nación es un grupo de personas, pero en verdad no es nada, un grupo de personas la forma, pero ella en sí misma es tan solo una palabra, es solo lenguaje, no tiene consistencia.

Si te digo imagina una bicicleta, eso lo entiendes más claro, enseguida la ves, aun su color y tamaño, tú la dibujas, ahora entiendes, ¿qué es la bicicleta?, tú dirás que es un vehículo de transporte, de tracción a sangre, sin combustible, bla, bla, bla... ahora comienza a desarmarla por piezas, sacas el manillar, sacas las horquillas, sacas las ruedas, sacas el cuadro... entonces tienes un cuadro, tienes dos ruedas, tienes un manillar, tienes las horquillas... ¿pero dónde está la bicicleta?, solo dejo de estar, tan solo desaparece, las partes están pero no ella... como la nación, saca los individuos, y la nación ya no existe...junta las partes y entonces hay bicicleta, sepáralas, y ya no que están... no es algo sino la suma, por explicarlo en cierta manera...

De esa manera pasamos a nuestra mente, son un montón de pensamientos, si hay pensamientos hay mente, saca los pensamientos y ¿dónde está la mente?... sé que estás diciendo en el cerebro... ahora pregunta a un neurocirujano que abre el cerebro a ver si encontró alguna mente... te dirá que hay dos hemisferios cerebrales, unidos, pero a la vez separados, uno izquierdo y otro derecho, recubiertos por hueso que le protege... pero ¿dónde encontró la mente?, ¿la pudo extraer, tomar en su mano?, si observa ese cerebro a nivel microscópico, entonces volverá a ver moléculas, átomos, y más profundamente vacío...

¿Dónde está la mente?, no existe, le llamamos mente y erróneamente nuestra mente, a ese flujo de pensamientos, que van y vienen... por este mismo espacio que es vacío...

Ahora bien, un pensamiento es tan solo energía e información que fluye en este todo de energía e información, que es el material del que está hecha esta vida, este universo.

¿De dónde viene un pensamiento?

Todo lo que supuestamente nosotros pensamos es tan solo lo que otros pensaron anteriormente, y nos enseñaron, o lo escuchamos de nuestros padres, abuelos, hermanos, educadores, amigos, noticias, diarios, revistas, sacerdotes, religiones... infinitas maneras en que el pensamiento va y viene, así es su mover, por lo cual lo que llamas tu pensamiento, en verdad no lo es, no hay ni un solo pensamiento tuyo, tú te lo haces tuyo en este momento, y luego continúa su paso... su ruta es infinita, su dirección siempre es lineal, horizontal... ya entraremos en eso...

El tema es que no sabemos vivir sin pensamientos, y ellos han terminado siendo lo único en nosotros, ellos dirigen, nos lleva y traen a su antojo, sin siquiera pedir permiso, nos toman de las narices y son nuestros amos... entonces quedamos identificados únicamente en ellos, como si eso fuera la verdad, la vida...

En su mover horizontal y lineal, aparecen tres estados: pasado, presente y futuro.

PASADO

A esta etapa los pensamientos nos llevan una y otra vez a recordar lo que ya no tenemos, ya no podemos, ya hemos perdido, ahí están todas las angustias, las desgracias, las pérdidas, los imposibles...

Ya no podemos: no podemos volver a ese pasado, no podemos volver a esos días de niñez, a la juventud, a vivir aquel amor quizás que añoramos, a ver a aquel ser querido, abrazarle, besarle, verle sonreír...

Ya no tenemos: no tenemos la misma edad, aquella juventud, aquellos días que quisiéramos volver a vivir, aquellas fuerzas de conquistar el mundo...

Ya hemos perdido: perdimos algunas esperanzas, momentos vividos, personas queridas, amigos, familiares, afectos, quizás bienes, hemos perdido ya parte del tiempo que teníamos por vivir...

Desde ese mover en el pasado solo surgen lágrimas, muy pocas son por momentos bellos vividos, porque aún esos se convierten en un ya no existen...

FUTURO

A esta etapa los pensamientos nos llevan a proyectar tan solo ilusiones, sueños, deseos, proyectados para mañana, quizás aun para otra vida, para el cielo si quizás existiera, o para volver en otra forma por aquí nuevamente... Lo cierto es que en esta etapa aparecen los miedos, la inseguridad, rodeando a esas ilusiones, revistiendo cada sueño, cada deseo.

Lo que deseo: esto está recubierto de miedo, miedo a no alcanzarlo, a perderlo, a no poder mantenerlo para siempre... si es un amor, lo quiero seguro, no lo quiero perder, que la magia no se acabe, que no me deje, que sea tan hermoso como lo he soñado.

Pero el miedo, la inseguridad, ese sentir en el fondo de que hay tantos peligros, tantas cosas pueden ocurrir. Lo mismo con algún bien, una casa deseada, más bella, más grande, un auto más nuevo, una cuenta bancaria con tanto...

En definitiva, lo que sí sé es que más allá, por esa recta lineal, horizontal, llamada “futuro”, lo que sí tengo seguro es que llegará la muerte, ahí está el quid de nuestro miedo... tenemos miedo a la vida por ese insuperable miedo a la muerte, más adelante ahondaremos en este tema.

PRESENTE

Esta etapa no la registramos siquiera, es un instante, solo una puerta entre el pasado y el futuro, no vivimos esta etapa, en verdad, no tenemos tiempo... hay tanto para recordar, hay tanto por soñar... que el presente no existe en nuestra vida.

Pero sacando capa a capa, en este viaje interno, debemos vaciarnos del pasado y del futuro, así que tan solo quede el presente, ahí sucede la vida, la existencia misma, solo sucede en el presente.

Si yo te diera una caja para que guardes todo ese pasado, ¿cómo sería el tamaño que necesitarías?, ¿y para guardar esos sueños, todo ese futuro?, te aseguro que la caja no tiene importancia, porque si lo volcaras todo, al caer en la caja, verías que en verdad no ha caído nada, sencillamente porque no son nada, no existen, tan solo son pensamientos...

Mira el cielo y contempla... el fondo es azul intenso, allí se dejan ver los dorados rayos del sol... todo es bellísimo, aparece por un lado una nube, otra, y otra, de pronto ves que son un grupo de nubes que comienzan a recorrer el inmenso azul, observa cómo tan solo pasan, siguen su curso, nada tienen que ver contigo, si eso es en parte cierto, porque no te identificas con ellas...Ahora te lo diré diferente, la semana pasada soñaste un sueño muy feo, donde te perseguían, te iban a matar, tu corrías, desesperado, sin encontrar salida, temblabas, traspirado, agotado y agitado, te despertaste... en ese momento, el alivio... era solo un sueño... Hace cuatro días soñaste que ibas por una bella montaña, un lugar de ensueño, con árboles y flores como nunca habías soñado, los trinos de los pájaros embellecían ese paisaje, de pronto todo comienza a sacudirse, el suelo se raja, se abre la tierra, tú, temeroso, sin poderte salvar comienzas a caer, te agarras de un borde rocoso, entonces se desprende también, tu corazón se acelera, tus brazos erizados, sientes la muerte, entonces te despiertas... en ese momento el alivio...era solo un sueño...

Dos pesadillas, una era fea desde el comienzo, la otra era plácida y maravillosa en su comienzo, pero se desdibujó en un caos, ambas concluyen en tu despertar, junto al alivio de saberlo tan solo un sueño, ya no queda nada... No lo registras en tu memoria como nada, pues para ti no fue real, fue solo un sueño... no lo proyectas al futuro, como si te pudiera volver a suceder mañana, porque para ti tan solo fue un sueño...

La realidad donde las cosas nos suceden, la mayoría de ellas pesadillas, nos hacen una vida desdichada, porque las registramos, las acumulamos, una sobre otra, y las proyectamos al futuro, con ese temor de que no nos vuelva a suceder. Si acumuláramos los sueños a lo largo de nuestra vida, en verdad nos volveríamos locos, sería imposible de imaginar cómo nos sentiríamos, con todas esas pesadillas guardadas en la memoria, y el temor de que volvieran a darse mañana... Así vivimos realmente, hemos guardado cada experiencia como un tesoro, porque tememos que si las dejamos, si las eliminamos, perderemos nuestra individualidad, nuestras raíces, nuestro yo... ¿Quién eres?, recuerdas, hemos hablado ya de eso.

Esta es otra capa que debemos extraer, no hay manera de vivir en calma, en dicha, en salud, en amor, en gozo, sino usando la LEY DE EXTRACCIÓN.

La gran fórmula

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