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Arabela protegiendo a su guerrero

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En la imagen de tapa Arabela protegiendo a su guerrero, están representados la mujer-águila blanca o dorada: Arabela y el hombre puma, el Uturunko.

Arabela era una joven admirada por su gente, sobre todas las cosas, por el radiante amor que profesaba a un valiente guerrero del clan. La pareja era el espejo de amor en el que todos querían reflejarse. Pero aquel guerrero era también uno de los mejores estrategas del escuadrón de defensa de aquella familia, en la época de la colonización de nuestro territorio.

Indefectiblemente el joven murió en una contienda. Arabela buscó descargar su desconsuelo reemplazando a su amado en el campo de batalla. Por más que intentó, la comunidad no supo hacer entender a la joven, que la esencia de nuestro pueblo es el amor. Porque según nuestra cosmovisión, los dos sentimientos opuestos que pueden dominar a un ser, son el amor o el miedo, la maldad como sentimiento no existe, podemos actuar haciendo daño, como acto de autodefensa, cegados por el miedo podemos equivocarnos, pero de esa manera erramos el camino del guerrero.

Su amado batallaba por amor a los suyos, en cambio ella estaba siendo dominada por el miedo que la ausencia de su amor le provocaba.

Su actitud conmovió a la comunidad, de pronto parecía incluso haber cambiado corporalmente, el rencor y el miedo reflejados en su mirada alejaban a sus seres queridos. Y los espíritus también dieron cuenta de este cambio. Al morir igualmente en batalla, los espíritus la transformaron en un águila blanca o dorada, ave característica de esta zona, para que su historia perdure.

Cuando sea el tiempo y Arabela comprenda y asuma su esencia de amor, va a volver a nacer como niña; y dicen los abuelos que va a traer consigo el retorno a la paz. Y ese retorno a la paz va a tener la forma del retorno al territorio para nuestro pueblo. Es por eso que esperamos con ansia, el tiempo de Arabela.

El Uturunko u Hombre puma es el protector del territorio y por sobre todas las cosas protege a las mujeres de la Comunidad. Tiene la capacidad de mirar y conocer nuestro corazón, por lo cual jamás va a hacer daño a un hermano.

Se transforma en Uturunko quien decide entregar su vida por completo a Yastay, el espíritu del guerrero ancestral, y asume la responsabilidad de hacer justicia por mano propia. Los Uturunkos fueron ancestralmente las autoridades de las comunidades, con la llegada del español a nuestros territorios, quien decidiera asumir ser Uturunko, se alejaba de la vida cotidiana de su familia y se internaba en cuevas de las sierras para que sus seres queridos no recibieran las represalias por sus acciones, públicamente se decía que «habían enloquecido», nosotros sabíamos que era una decisión consciente y era responsabilidad de las familias llevar alimentos a estas personas, ayudarlos en todo lo que fuera posible.

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