Читать книгу La construcción del conocimiento histórico - Mario Carretero - Страница 6
INTRODUCCIÓN
ОглавлениеMario CARRETERO
José Antonio CASTORINA
Este libro es fundamentalmente el resultado del proyecto de investigación PICT2005-34778 de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica de Argentina (ANPCYT), titulado Procesos de cambio conceptual en el conocimiento social e histórico de niños, adolescentes y jóvenes: aspectos cognitivos y didácticos, y en menor medida del Proyecto Representación y cambio de conceptos históricos (SEJ2006-15461) de la DGICYT de España, ambos dirigidos por el primer autor. También ha sido de ayuda la Fellowship del David Rockefeller for Latin American Studies (Harvard University) para una estancia de dicho autor durante el segundo semestre del curso 2009-2010. Los diferentes capítulos que aquí se presentan incluyen los aportes de las indagaciones llevadas a cabo dentro de estos proyectos durante los últimos tres años, así como las relaciones entre ellos. Tradicionalmente, los contenidos de carácter social e histórico han tenido en la escuela y en la sociedad en general una fortuna desigual, comparados con los correspondientes a las ciencias naturales, las matemáticas y la lengua. Por un lado, han tendido a considerarse de menor valor, al menos desde la lógica de la importancia académica concedida por la comunidad educativa en general (es decir, no solo por la escuela misma, sino por los padres y los interesados por la educación). En este sentido, se ha considerado también como si implicaran una menor dificultad educativa y cognitiva, es decir, como si efectivamente resultaran más “fáciles” porque son menos complejos. Otro de los problemas asociados a esta cuestión es la excesiva identificación, al menos en nuestra opinión, entre conocimiento científico social e ideología, de forma que a menudo los agentes educativos sostienen, explícita o implícitamente, que lo que determina el conocimiento social que se imparte a los alumnos es sobre todo su opción ideológica, otorgando entonces a su complejidad conceptual y académica un lugar mucho menor. Por otro lado, la propia investigación educativa y psicológica le ha concedido menos importancia y atención, lo cual ha redundado en una menor cantidad de investigación al respecto, si bien esta es una situación que en las últimas décadas ha comenzado a cambiar y al menos se ha producido un aumento notable de las investigaciones en dicho ámbito.
Dos de las preocupaciones centrales que han vertebrado nuestro trabajo son las siguientes: a) el conocimiento vinculado a las ciencias sociales resulta fundamental para que la escuela pueda proporcionar una adecuada comprensión del mundo; b) dicho conocimiento es de gran complejidad, ya que no solo proporciona una mera descripción o clasificación superficial de los fenómenos, sino que puede generar, si se comprende en profundidad, explicaciones plenas de densidad conceptual, así como un pensamiento crítico acerca de la sociedad actual. Por tanto, resulta esencial estudiar el modo en que los alumnos elaboran su conocimiento de la sociedad y la historia, así como los diferentes fenómenos y problemáticas que rodean a dichos conocimientos. Por ejemplo, las perspectivas teóricas que explican la forma concreta en que los alumnos se apropian de determinados conceptos y las discusiones entre aquellas, la interacción entre el factor individual y social en la representación de los conocimientos, las consecuencias prácticas que supone la apropiación compleja de conceptos vinculados a las ciencias sociales, la relación entre el conocimiento social escolar y la construcción de identidades, sean nacionales o culturales, la función moral que se le asigna a menudo a las “historias” impartidas en la escuela, la legitimación que proveen esas “historias” en relación con determinadas posiciones sociales en la actualidad, etc.
Para dar cuenta de este espacio de problemas hemos pensado este libro en función de dos campos de trabajo que se articulan entre sí. Por una parte, aquellos que ponen principal atención en los problemas vinculados con la enseñanza, el aprendizaje de la historia y la construcción de la identidad; y, por otra, aquellos que toman como eje la cuestión de las representaciones sociales en relación con el conocimiento de las ciencias sociales y la construcción de la identidad. Entre estos campos se extienden diferentes puentes que van desde el interés por las prácticas sociales concretas, que se desprenden de los aprendizajes de los conceptos en ciencias sociales, el modo en que el saber disciplinar se relaciona con el “sentido común” de las personas y cómo ello se entronca con la construcción de la identidad social, la pregunta sobre cómo se establece la relación individuo-sociedad cuando pensamos en la adquisición de valores, posiciones ideológicas, interpretaciones morales, etc., hasta la manera en que la adquisición de un conocimiento disciplinar puede ser funcional para la construcción identitaria de los sujetos.