Читать книгу Estallido social y una nueva Constitución para Chile - Mario Fernando Garcés Durán - Страница 8
2. El estallido como forma de expresión popular: primero en contra del Metro, es decir, en contra del Estado; luego en contra del capital, es decir, los supermercados, farmacias, bancos y multitiendas
ОглавлениеComo indicamos en la parte descriptiva de la crisis, al iniciar este artículo, todo comenzó con los estudiantes secundarios y su llamado a «evadir». No es la primera vez que los adolescentes chilenos se ponen a la vanguardia de las luchas sociales (en 2006 fue la «revolución pingüina, que precedió al gran movimiento estudiantil de 2011). Parece curioso, ¿por qué los estudiantes secundarios?
Una hipótesis posible y para bien de nuestra sociedad es que los adolescentes están pensando y lo hacen con mayor libertad que los adultos. Pero no solo piensan, sino que también «actúan» sin medir muchas veces sus consecuencias, y más todavía, su acción tiene efectos. Esta vez, cuando se les criticó que el alza de precios del Metro no afectaba a los estudiantes, respondieron con claridad meridiana, «sí, pero afecta a nuestras familias», y con esta respuesta lograron dos victorias: sumaron a sus madres y padres y le quitaron el piso al discurso de Piñera y la derecha, que siempre dice actuar en defensa de la familia.
¿Por qué el Metro? Esta es una pregunta que muchos se han hecho y que genera sentimientos ambivalentes, ya que Metro es un bien público y presta un gran servicio para el transporte. Pero, habría que agregar, el Metro simboliza el orden y el Estado. Dicho en lenguaje juvenil, representa «el sistema» que organiza la vida cotidiana de la ciudad. El ataque al Metro, si lo vemos en retrospectiva, efectivamente golpeó al sistema y desarticuló el orden de la ciudad. Como reza el refrán popular: «para hacer una tortilla hay que quebrar huevos», y esta vez se quebraron.
La noche del viernes 18, los ataques al Metro se extendieron y amplificaron cuando se sumaron los jóvenes de los barrios populares y las dos líneas más afectadas fueron el eje La Florida y el eje poniente, Quinta Normal, Pudahuel y Maipú, dos ejes del Metro que recorren territorios del pueblo, en la manifiestamente escindida ciudad de Santiago.
La misma noche del viernes, pero con mayor amplitud, el sábado, se multiplicaron, a lo largo del país, los ataques a los supermercados. El grupo más afectado fue el de Walmart6, con sus emblemáticos Supermercados Líder (Walmart reconoció la noche del domingo 140 locales saqueados). Pues bien, ¿por qué este grupo fue el más afectado? La razón parece sencilla: es el que está cerca del pueblo, al que más se le debe, el que se visita cotidianamente. De las farmacias no se requiere mucho análisis: la especulación con los precios de los remedios la padece la gente mayor, y especialmente los jubilados, que ocupan en ellos la mayor parte de sus precarias pensiones. Si el Metro representa al Estado, las redes de supermercados y farmacias representan al «mercado» y el «estallido social» creó la ocasión para «pasarles la cuenta».