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EL ORIGEN

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¿Algún día? ¿O día uno? Vos elegís...

Quisiera detenerme en este punto, porque es el que nos dará herramientas para repensar nuestra relación con el cigarrillo, como también recursos para desactivarnos, y dar inicio a nuestro cese tabáquico.

Que somos el producto de la comunidad en la que nos hemos criado, no es novedad, ya lo hemos abordado. Nuestra época marca gustos, costumbres y también una concepción de la vida, y no es que la elijamos, simplemente es parte nuestra.

Hay cuestiones grabadas en nuestro subconsciente, a él fue dirigida toda aquella publicidad que nos incitaba a fumar durante los años 70, 80 y 90, prometiendo una vida mejor.

Entendiendo que el subconsciente es un conjunto de procesos mentales, no percibidos conscientemente por el individuo, pero que pueden aflorar en algunas situaciones, e influir en su carácter o manera de actuar, es lógico pensar que con el bombardeo recibido en otras épocas, deberemos hacer un gran trabajo de toma de conciencia de la significancia real del cigarrillo, y borrar todo aquello que hemos percibido por años.

El subconsciente funciona como una especie de emisor de mensajes o estímulos que aparecen a nivel consciente, y que activan ciertos patrones de comportamiento sin que seamos conscientes de ello.

Existen, además, quienes han estudiado las formas de programar tu subconsciente como una práctica cotidiana, que nos ayudarán a influir en nuestra rutina de cese, estas formas son:

En primer lugar, podemos realizar VISUALIZACIONES POSITIVAS, son visualizaciones donde te ves a vos mismo en situación de control y objetivos claros, ayudándote de contextos agradables relacionados con la naturaleza, lluvia, rayos de sol, etc. Y recitando como mantras afirmaciones positivas “hoy no fumo”, “voy a sanar mi cuerpo” o cualquiera con el que te sientas identificado.

En segundo lugar, es importante el VIVIR EL AQUÍ Y EL AHORA, sin pensar en el pasado, que te llena de culpa y deprime o estresa, por otra parte, centrarse en el futuro te generara de ansiedad y miedo, debés pensar en el presente. NO FUMO AHORA, y lo sostengo 24 horas.

Y en tercer lugar, crea PENSAMIENTOS POSITIVOS/VALIENTES, no dudes, liberate de los temores, tenés capacidad, si los otros pueden desactivarse vos también podés, los miedos están solo en tu cabeza, no son reales.

Aun hoy, cuando fue prohibida la publicidad de cigarrillos, nuestros hijos reciben nuestro mensaje, desde lo no dicho, desde lo oculto, pero lo reciben. Aún más, en cine o plataformas virtuales suelen verse a menudo mensajes de personas fumando, en general en momentos de éxito, como último deseo, momentos de placer, etc.

Lo cierto es también que existen infinidad de campañas en contra del cigarrillo, pero en general están orientadas a marcar los problemas de salud que trae la adicción, y como ya lo hemos dicho, este aspecto (daño físico del consumo) no es determinante para el cese de nicotínico.

Por otra parte, en el mundo son los Estados los grandes beneficiarios de la venta de cigarrillos, reciben excelentes dividendos, son ellos los que les aumentan los impuestos, a fin de que suba el precio final del atado, como una forma de desalentar al consumidor, pero, como ya lo hemos dicho, el gastar más dinero no es un impedimento para dejar la adicción. Por encima de la queja por el precio, el adicto seguirá comprando su dosis.

Más aun, los jóvenes que se inician en el vicio son muchísimos anualmente, a pesar de toda la publicidad en contra del consumo de tabaco, lo que indicaría que no está siendo muy efectiva, no es significativa a la hora de iniciarse.

Es evidente que prevalecen otras razones para comenzar a fumar en la dependencia tabáquica, que son más fuertes que las campañas atemorizantes que los medios repiten una y otra vez. Pero que muy bien tienen en cuenta las innumerables coberturas sociales que se llenan sus arcas con sus afiliados, con enfermedades relacionadas con el consumo tabáquico, y hasta es un factor que decide el valor de la póliza, pero que no está a la altura de las circunstancias en materia de prevención y tratamientos viables. ¿Por qué será, no?

Pero hay que tener en cuenta también que, como el adicto tabáquico es pensante, selectivo e inteligente irá rebatiendo cada uno de los argumentos que las campañas antitabaco esgrimen, con tal de mantenerse fumando.

Solo un lavado de cabeza permite dejarlo, y sin ser tan extremo, se podría empezar pensando que es un adminículo que nos permite tragar aire envenenado mientras las multinacionales que los producen llenan sus arcas, y nosotros vemos nuestro deterioro físico, por la nocividad de sus componentes y nos mantenemos como esclavos, pues es él quien maneja nuestra voluntad.

Se cree que el tabaquismo es la enfermedad número uno en el mundo, pero al adicto poco parece importarle.

De todas maneras empezar a PENSAR TU CIGARRILLO es un gran avance, hay personas que nunca se dan cuenta de que son adictos, no se registran como tales, o se niegan a hacerlo.

Lo mejor que te puede pasar es empezar a pensar tu cigarrillo como un NO fumador, pero para ello tendrás que permitírtelo, tener una gran apertura mental, no negarte a hacerlo, allí es donde empieza el verdadero camino.

De allí en más, lo irás despojando de todos aquellos roles y patrones que tu imaginación le fue creando, a modo de resguardar tu consumo, tu adicción.

Si lográs despojarlo de todo ello, se caen los argumentos que lo sostienen, ya tu próximo cigarrillo, por lo menos, no sabe igual, hiciste el “click”. Pero no es todo, el trabajo debe continuar, solo desenmascaraste parcialmente al monstruo, tendrás que dormirlo para siempre.

Y no digo matarlo, porque el que fue adicto a la nicotina lo será toda la vida, solo se desactivará, dormirás al monstruo, por el tiempo que él mismo decida, y que vos se lo permitas.

Porque solo una pitada es la distancia, para que todo vuelva a ser como antes, aunque hayan pasado 20 años. De ello dan fe infinidad de “exfumadores” reincidentes.

Y por eso insisto en que mi batalla será contra la próxima pitada, es en ella en la que debo concentrarme.

Tratá de no dejar en manos de otros tu propia adicción, y lo cierto es que probablemente vas a necesitar ayuda externa a través de terapeutas, médicos, GAM, familiares, etc., etc. Pero es TU ADICCIÓN, no transfieras la responsabilidad en los otros, no es así como se DESACTIVA.

Si consultás a fumadores, hay diversos motivos por los que “dicen” que fuman, nada es más irreal que sus respuestas, no quita el estrés, no calma la ansiedad, no da felicidad, no ayuda a tomar decisiones, no me lo merezco, no me estoy privando de nada si lo dejo, ni me acompaña, ni me hace feliz, ni mata el aburrimiento, ni te hace más macho, ni canchero, ni sofisticado, sino todo lo contrario, no tiene gusto agradable, entonces ¿¿¿POR QUÉ FUMÁS??? Deberías pensar la respuesta, y tratar de ser lo más sincero posible.

En realidad, los fumadores creen que las verdaderas adicciones son a la heroína, marihuana, alcohol, etc., etc. Nadie se ve a sí mismo adicto al tabaco, quizá, porque es una droga legal, altamente consumida, hasta naturalizada, quizá para minimizar y justificar su daño y seguir consumiendo.

Siempre buscando una excusa para posponer o justificar TU CONSUMO, ¿te das cuenta de ello?

Con solo pensar tu cigarrillo, estarás haciendo un gran trabajo, qué vas a esperar, que un médico te diga que ya es demasiado tarde, no vale la pena esperar, creo.

Por otra parte, te das la oportunidad de reflexionar sobre tu relación con el cigarrillo, los motivos que te llevan a él, sos consciente de tu consumo, no te hacés trampas, tomás nota de lo perjudicial que es, eso ya es un buen comienzo, un gran inicio.

Lo demás es un camino para transitar, pero solo lo harás si te despojás del MIEDO y te animás a hacerlo.

Encontrarás herramientas de sobra en este libro, y es probable que tengas que leerlas y releerlas para apropiarte de ellas.

¿Buscar sustitutos? Cigarrillos armados, veganos, electrónicos, etc., etc.

No los voy a juzgar, pero serán sustitutos, el hábito seguirá, solo cambiarás el objeto de dependencia, pero tu mente le seguirá dando una dosis por demanda.

Tu subconsciente sabe que le estás dando su dosis al monstruo, y no piensa en nada más, eso ya es suficiente para sostener el hábito y tus pensamientos de dependencia a una sustancia.

Tenés que animarte a tirarte a la pileta, aprender a nadar y hacerlo cada vez mejor, el tiempo es tu aliado, y agua hay, de eso podés estar seguro.

Es una suerte de limpieza mental, cambio de paradigma, lo que debés realizar, deconstruir todos aquellos fantasmas que rodeaban a TU idea de cigarrillo. Es empezar a pensarlo como un no fumador que lo define como “un adminículo que te llevás a la boca y te permite aspirar aire envenenado de múltiples sustancias”.

Ahí radica tu gran trabajo, insisto en que, por más que cambies hábitos, rutinas, lugares, etc., si TU percepción respecto al cigarrillo no cambia, todo seguirá igual, más allá de que ceses, a la larga, vas a reincidir porque seguís pensando al cigarrillo como un fumador.

En esta evolución, radica tu éxito, lograrla es sumamente poderoso. Por supuesto que en el devenir cotidiano te apoyarás en diferentes herramientas, recursos que te facilitarán tu período de abstinencia, sobre todo al inicio. Pero el cambio de paradigma planteado en el párrafo anterior es clave.

Desactivad@

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