Читать книгу Anatomía heterodoxa del populismo - Mauricio Jaramillo Jassir - Страница 11
El populismo progresista
ОглавлениеEl proyecto del socialismo democrático que identificó a Rafael Correa, Hugo Chávez y Evo Morales coincidió en someter al escrutinio popular, a través de elecciones y refrendaciones plebiscitarias, a programas de profundo contenido social que, de acuerdo con los avances conseguidos entonces en otros países —como en Brasil con Lula, Argentina con los Kirchner y el Uruguay de Mujica—, consiguieron reducir los índices de pobreza en cuatro puntos porcentuales, entre el 2010 y el 2013, al pasar del 31,6 al 27,8 %, así como plantear profundos cambios, que se concretaron en novedosas reformas constitucionales e institucionales.
Esta forma de populismo progresista contrastó con el populismo militar y desarrollista que se estableció en la región a comienzos de la segunda mitad del siglo XX, después de golpes militares a líderes sociales como Jacobo Arbenz en Guatemala (1954), Juan Bosch en República Dominicana (1963), Joau Goulart en Brasil (1964) y Salvador Allende en Chile (1973). Bajo la sombrilla de este populismo nacionalista, según Jaramillo, se trataría de legitimar posteriores gobiernos de facto, como el de Michel Temer en Brasil y el aún más reciente de Jeanine Áñez en Bolivia.
A diferencia de los cambios constitucionales propuestos por estos dictadores y usurpadores para legitimar su llegada violenta al poder, los cambios constitucionales aprobados durante la época del socialismo democrático estuvieron dirigidos al avance en la consolidación democrática, mediante la apertura de nuevos canales de participación popular. Para entender el nacimiento del socialismo democrático conviene, además, no olvidar el contexto internacional en que apareció: cuando estaba comprobado el fracaso del modelo neoliberal en sus posibilidades de generar crecimiento e inclusión, con resultados inferiores a los conseguidos durante la aplicación del modelo proteccionista que había sustituido. Este fue el momento en el que el sistema interamericano creado alrededor de la Organización de Estados Americanos (OEA) para garantizar la convivencia hemisférica, especialmente su sistema de defensa, había demostrado su incapacidad para garantizar la convivencia pacífica de las Américas, al tiempo que los acuerdos bilaterales de libre comercio, impulsados por el Gobierno de Estados Unidos, habían deteriorado el concepto de integración regional integral, entonces presente en mecanismos subregionales como la Comunidad Andina y el Mercado Común del Sur (Mercosur).