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1.3.2 Controversias: sentidos encontrados en el estudio de las organizaciones
ОглавлениеEn el estudio de las organizaciones en Colombia existen diversas controversias. He aquí tres de ellas: i) tensiones en los paradigmas o perspectivas de estudio de las organizaciones, ii) diferencias en la concepción de lo que son los estudios de las organizaciones y los estudios organizacionales, iii) dificultades en la difusión y conformación de comunidad académica para la comprensión de las organizaciones. Estas posiciones polémicas fueron identificadas en el análisis de las entrevistas y marcan los retos que se exponen a continuación, dadas las diferencias paradigmáticas y la necesidad de construir un carácter identitario de los estudios organizacionales en el país.
En relación con las tensiones paradigmáticas, los entrevistados señalan que el estudio de las organizaciones en el país ha sido abordado, principalmente, desde dos paradigmas, disímiles entre sí: uno, funcional-positivista y, otro, crítico-comprensivo. El primero –funcional-positivista– está orientado a la intervención, más que a la comprensión de los fenómenos organizacionales (E10, 17 de octubre de 2018), mientras el segundo –crítico-comprensivo– busca traer a la reflexión organizacional las dinámicas comprensivas e interpretativas de las ciencias sociales, tales como la sociología, la historia, el psicoanálisis, la teoría política, la antropología, entre otras (E9, 4 de octubre de 2018).
En otras palabras, la clasificación paradigmática que se expone reconoce una corriente principal –funcional-positivista– y una correspondiente a estudios alternativos –crítico-comprensiva–. En la primera se identifica una dominación productiva e instrumental, la cual reclama un razonamiento técnico donde la organización constituye un escenario de producción económica, de rentabilidad, de cosificación de las personas (Cruz y Rojas, 2008) y del entorno natural. Por su parte, los estudios alternativos cuestionan y difieren de esta racionalidad instrumental y funcional y buscan reflexionar sobre las organizaciones en tanto escenarios de conflicto, cultura, comunicación, discursos, acoplamientos, resistencias, cambios, entre otros aspectos (Alvesson y Deetz, 1996).
En razón de lo anterior, los personajes entrevistados indican que las tensiones entre lo funcional-positivista y lo comprensivo-crítico implican cambios en cómo se entienden y estudian las organizaciones. Desde lo funcional-positivista se reconoce que las investigaciones abogan por estudiar casos gerenciales de éxito y modas administrativas para recomendar su instrumentalización y la intervención en el mundo de las organizaciones (E6, 14 de septiembre de 2018). Por su lado, los trabajos y aportes comprensivos ponen en cuestión la educación instrumental al tiempo que buscan un equilibrio que permita la pregunta y el cuestionamiento por el uso de ciertos medios para alcanzar los fines empresariales y organizacionales (E2, 30 de agosto de 2018). Uno de los entrevistados (E9, 4 de octubre de 2018) indica que, en esta tensión, lo que abundan son los trabajos de orden descriptivo, pragmático y técnico, es decir, que las organizaciones se estudian para generar rentabilidad y productividad; en ese sentido, la tendencia es a la supresión de los análisis complejos, del diálogo interdisciplinar y del pensamiento científico respecto a la organización.
En el orden de ideas sobre las controversias, la segunda enunciada evidencia diferencias entre la concepción de lo que son los estudios de las organizaciones y los estudios organizacionales. Para algunas de las personas entrevistadas, la palabra estudio es genérica e implica no hacer distinción entre estos dos conceptos, es decir, estudios de las organizaciones y estudios organizacionales serían lo mismo (E2 y E7, 30 de agosto y 20 de septiembre de 2018), ya que en ambos se integran las diversas perspectivas teóricas y epistemológicas presentes en el análisis y comprensión de las organizaciones (Sanabria, Saavedra y Smida, 2013).
Otros investigadores consideran que los estudios de las organizaciones ocupan un campo amplio que implica diversas perspectivas teóricas desde las cuales se abordan la organización y los fenómenos que en ella acontecen, como objetos de análisis. Entre dichas teorías se cuentan la teoría administrativa, la teoría organizacional y los estudios organizacionales. Las dos primeras teorías son de corte funcional-positivista, mientras que los estudios organizacionales son una perspectiva crítico-comprensiva (Gonzales-Miranda y Gentilin, 2013; Gonzales-Miranda, 2014; Ocampo-Salazar, Gentilin y Gonzales-Miranda, 2016; Gonzales-Miranda, Ocampo-Salazar y Gentilin, 2018). En tal sentido, los estudios de las organizaciones involucran los estudios organizacionales, un campo mediado por el enfoque crítico que propone otras miradas para ampliar la comprensión de las organizaciones, sin excluir la Teoría de la Organización.
Incluso algunos entrevistados indican que los estudios organizacionales constituyen una corriente que se traslapa con los estudios críticos del management (CMS, por sus siglas en inglés), en cuanto a un interés por investigar las organizaciones. Por tal razón, revisa y nutre lo propuesto por la teoría organizacional y por el pensamiento administrativo (E1, 29 de agosto de 2018). También es una concepción que incorpora racionalidades provenientes de diversas disciplinas y que intenta favorecer la comprensión sobre diferentes asuntos y fenómenos propios de las empresas y las organizaciones (E3, 6 de septiembre de 2018). Estos estudios tienen la ventaja de permitir la crítica y pensar las organizaciones desde diferentes perspectivas, lo que implica, entre otros elementos, las condiciones laborales y los contextos (E4 y E5, 4 y 12 de septiembre de 2018). Allí, lo crítico empieza a enmarcar un panorama de trabajo, tal vez una identidad para los estudios organizacionales en Colombia.
Ahora bien, tal diversidad de posturas entre los entrevistados permite realizar algunas observaciones con respecto a la tercera controversia: dificultades en la difusión y la falta de comunidad académica en el estudio de las organizaciones. Entre los aspectos que han dificultado la necesaria difusión, el análisis de la información permite observar: i) falta de formación en un idioma diferente al español, ii) aumento de publicaciones en revistas foráneas sin análisis del contexto local, iii) enfoque en la producción funcional y iv) posición conservadora de las escuelas de administración que tienden a orientar y transformar las “maestrías en ciencias” y los doctorados hacia perspectivas funcionalistas, al modificar los avances en la comprensión de lo organizacional. Todo ello refleja una mercantilización de la educación en el ámbito nacional y un posicionamiento mercantil respecto a los programas y la formación profesional.
En Colombia hay una incipiente comunidad académica en el estudio de las organizaciones. Se carece de una mirada en conjunto para este campo, de la crítica y del cuestionamiento (E7, 20 de septiembre de 2018). Por consiguiente, se considera que la ausencia de redes académicas, es decir, que las investigaciones se realicen de manera individual, bien por instituciones o personas, ha implicado que muchos estudios sobre las organizaciones (provenientes algunos, incluso, de escuelas o facultades diferentes a las de administración) se queden en el interior de las instituciones, no sean reconocidos por las comunidades académicas y no generen diálogo, disertación y crítica con otras universidades y otros investigadores.
Aunado a lo anterior, se presentan consideraciones y cuestionamientos a los críticos de las organizaciones. Al respecto, uno de los entrevistados plantea que aquellos que se inscriben en los estudios organizacionales e indican que son de perspectiva crítica y no funcional, tienen un tono de denuncia poco propositivo (E8, 28 de septiembre de 2018). Al respecto, este entrevistado plantea que hay que estudiar una integración entre dicho tipo de estudio y la administración, es decir, entre lo comprensivo y lo funcional. La clave podría ser la diversidad de paradigmas, tanto para el estudio de las organizaciones como para el estudio de la administración, porque es necesario formar gerentes, dirigentes y administradores que, además, conozcan los fenómenos que acontecen en y alrededor de las organizaciones.