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El caso Vallecas: “expediente Vallecas”

Fue inexplicable para todos lo que aconteció en una casa de este emblemático barrio madrileño. Todo comienza como un juego en un gimnasio con una tabla Guija. Si, este juego del que se tienen millones y millones de leyendas y anécdotas, también hace estragos en Madrid. No sabemos el nombre en concreto de nuestras osadas protagonistas lo que sí sabemos es que una de ellas, al ser sorprendida por sus profesores realizando este juego, quedo tendida en el suelo del gimnasio sin apenas conocimiento. La profesora que los sorprende, rompe la guija y el vaso que dentro tenía humo, también. Nuestra protagonista al inhalar ese humo, pasa a un estado nada explicable. Estefanía Gutiérrez Lázaro, así se llama la joven, y todas sus amigas, junto a los profesores ayudaron a Estefanía para que se levantase y tras pasar por una seria y severa bronca de dirección, todos partieron a sus casas. Nuestra extenuada protagonista vive en el numero 8 de la calle Luis Marín, allí se dirige para descansar. Apenas cenó y se acostó a dormir. En mitad de la noche, los padres de Estefanía salen sobresaltados de su cama, en la habitación de al lado esta su hija que acaba de despertar con un grito descomunal. A estos gritos, les acompañan espasmos, movimientos violentos, y golpes en la pared. Cuando su cuerpo se relajó Estefanía pregunto a su madre:

—¿Está todo bien verdad mama?

Su madre que no daba crédito a lo sucedido, abrazó a su hija para consolarla. Su padre, mientras, acude a la cocina a por un vaso de agua para aliviar el trago vivido. Desde ese momento, este tipo de ataques y pesadillas se suceden de manera constante. En su último ataque, el más violento, Estefanía expulsaba por la boca espuma y su cuerpo quedó completamente arqueado. Fallece el 14 de Agosto de 1991 en aquella habitación, ante la impotencia de sus padres que rezaban desconsolados. El análisis del médico forense dejo claro un diagnostico, fallecimiento por parada cardiorespiratoria. Aquella casa ya no fue la misma. Pero nuestra historia no acaba aquí. Como si de una broma macabra se tratara y transcurridos unos meses, en la habitación de Estefanía, se vuelven a reproducir gritos y golpes, sus padres desencajados, acuden a la estancia y al encender la luz, todo se paraliza. La familia padre madre y las dos hijas que quedaron del matrimonio durmieron juntos en esa ocasión. Y siguió pasando el tiempo. Y siguieron los fenómenos paranormales sucediéndose. Cenar y que la televisión se encendiera sola en la cocina era ya habitual. La cisterna del baño funcionaba sola y no había nadie aseándose. La situación más compleja se da en el momento en el que su madre, acude al salón una tarde mientras todos hacían sobremesa y su madre, que segundos antes había limpiado el marco y fotografía de su hija, comprueba que ésta, está en el suelo y la foto quemada por combustión espontanea. Sus padres decidieron llamar a la policía el 27 de noviembre de 1992, y se persona en el domicilio un coche patrulla en el que se encuentra el comisario José Pedro Negri y un psicólogo. Al principio los agentes y el comisario no observan nada fuera de lo normal, el psicólogo tampoco, pero al pasar unos minutos, un crucifijo que se encontraba en el dormitorio del matrimonio cae con fuerza al suelo. Una puerta se cierra con virulencia. El comisario, al entrar en la habitación de la fallecida, comienza a notar una bajada de temperatura anormal. Para la policía fue una experiencia muy desagradable, y queda reflejado en el informe policial que el comisario denomina, “El caso Vallecas”. En la actualidad el edificio sigue en pie, lo pueden localizar fácilmente. También se conserva el expediente policial que habla de este caso “expediente Vallecas” con todos sus detalles. En internet pueden encontrar videos y testimonios de sus padres, así como de los nuevos inquilinos que no sienten absolutamente nada de lo antes narrado.

Localización: calle Luis Marín numero 8, barrio de Vallecas.

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