Читать книгу Llegan 3 ¡y antes de tiempo! - Mónica Virchez Figueroa - Страница 17
Posibles causas de la prematuridad
Оглавление♦Inadecuada nutrición o hidratación
♦Abuso de substancias tóxicas (tabaco, alcohol, drogas)
♦Estrés emocional (mujer sin pareja, embarazo no planeado, separación o divorcio, reciente cambio de casa, aislamiento geográfico-cultural, enfermedad crónica en la familia, alguna muerte reciente, madres solteras)
♦Estrés financiero, desempleada, hogar inadecuado
♦Miedo al incremento del abdomen durante el embarazo
♦Miedo de estar embarazada de dos o más bebés
♦Antecedentes de un embarazo o parto prematuro
♦Historial de parto prematuro en la línea materna (en varias generaciones o antecesores)
♦Crónico (riesgo prematuro de ruptura de membranas)
♦Obesidad o sobrepeso
♦Problemas en la placenta (placenta previa)
♦Hipertensión (toxemia)
♦Infecciones vaginales (clamidia, trastornos severos en los riñones o vías urinarias)
♦Anomalías congénitas (problemas de corazón)
♦Fibromas (tumores benignos en el útero)
♦Anomalías cromosómicas (síndrome de Down)
♦Anomalías uterinas, incompetencia cervical
♦Diabetes mellitus
♦Insuficiente o excesivo líquido amniótico
♦Embarazos múltiples (casi la mitad de los mellizos y el 90% de los trillizos son prematuros)
♦Desprendimiento de placenta
♦Preeclampsia o hipertensión durante el embarazo
♦Incompetencia cervical
♦Complicaciones con el bebé, problemas con el líquido amniótico, infección o muerte del feto.
♦Exposición a las radiaciones (rayos-X), gases anestésicos
♦Accidente automovilístico u otro tipo de herida (caída)
♦Trauma físico, abuso corporal
♦Trabajo físico exagerado, viaje demasiado cansado
♦Dos o más abortos en el segundo trimestre
(HAVING TWINS, 1991)
A pesar de que los diferentes factores de esta lista pueden influir, los médicos no saben aún con precisión por qué ocurre el parto prematuro, ya que puede suceder, tanto en un embarazo, como en embarazos múltiples y en diferentes semanas de gestación.
Nunca olvidaré el día en el que Mónica me dijo que estaba embarazada. Se tocó la tripa y dijo: ¡hay uno aquí, otro aquí y otro por aquí… iba a tener trillizos! Estaba muy contenta por ella, pero no podía no pensar en qué complicada iba a estar la situación como madre primeriza.
La panza de Mónica iba creciendo y creciendo y transformándose a la vez; las actividades del día a día estaban siendo cada vez más difíciles, mientras que los bebés parecían crecer de una forma sana. Mónica tuvo que afrontar obstáculos físicos y emocionales, y adaptarse a la nueva rutina, siempre con la meta de estar sana.
Después llegó el día de ir al hospital por el reposo absoluto. Tuvo que quedarse a descansar, recuperarse y ser atendida durante dos meses. Era para estar seguros de que estuviese sana y de que los bebés nacieran sin ningún tipo de problema. Mónica parecía estar con una mente positiva durante todo el proceso y para poder darles el mejor resultado a los tres bebés.
¡Al fin nacieron!, ¡Y los tres bebés estaban bien! Ana era de tamaño normal, mientras que Diego y Tamara eran pequeños. Los primeros días que Mónica pasó con sus hijos fueron muy difíciles. Las incubadoras eran abrumadoras, pero ella estaba concentrada en hacer lo mejor posible para sus bebés.
Por fin llegaron a casa y los retos continuaban, pero ahora sin el apoyo constante del personal del hospital. Mónica estaba adaptándose a los tremendos cambios que el embarazo había causado en su cuerpo. Ahora, reajustándose a su barriga sin los bebés y con una nueva familia esperándola en casa. Estaba súper agotada considerando todo lo que tuvo que pasar, pero no había tiempo para descansar.
Ella parecía concentrada en los bebés y en sus necesidades, con las complicaciones añadidas de los cuidados especiales para niños que nacen prematuros, además de y hacer todo lo posible para nutrirlos y quererlos. Desde el principio, los bebés tenían tres caracteres diferentes y así continuó a medida que se hacían más grandes.
Yo recuerdo que al principio dejó de preocuparse por ella misma, dejó de lado tanto su salud mental como física. Sin embargo, parecía estar consciente de ello. El continuo agotamiento se volvió más visible y estaba pasando factura de forma física y mental. Parecía ser que Mónica estaba volviendo a su forma normal —ser una mujer, una esposa (haciendo todo como antes)— y ahora también una mamá.
Los bebés se estaban convirtiendo en niños y nuevos obstáculos aparecían: sus personalidades individuales estaban haciéndose notar. Mónica se concentró en darles todo lo posible y estrechar los lazos entre ellos, lo cual consiguió de forma notable.
Gradualmente, Mónica empezó a fortalecerse y a hablar sobre sus sentimientos y sus problemas. Esto la motivó a buscar ayuda y también estar atenta a los problemas que una madre con hijos prematuros puede afrontar a lo largo de todo el proceso. Eventualmente empezó a darse permiso para cuidar de sí misma, lo cual era igual de importante.
Los retos han continuado a lo largo de los últimos 20 años y me he sentido honrada de haber compartido muchos momentos con Mónica. Ella ha criado a tres de los jóvenes adultos más educados que he conocido jamás. Gracias por formar parte de mi vida y compartir muchos momentos bonitos juntas.
VANDA, enfermera en Londres