Читать книгу Medicina energética - Mohamed Azmani - Страница 7

Оглавление

Prólogo

Durante el siglo XX, como expresión del desarrollo y los progresos de la medicina, la cirugía, las técnicas exploratorias y la farmacología, han surgido un buen número de especialidades y subespecialidades médicas. Ello ha redundado en grandes beneficios para la humanidad. La esperanza de vida que había a principios del siglo XX ha aumentado considerablemente. Se ha conseguido la curación de muchas enfermedades, y cuando no, el alivio real y efectivo de éstas. Esto en cierto modo también ha sido consecuencia de un cierto grado de despersonalización del paciente y una pérdida de la visión global del enfermo como individuo particular e irrepetible.

Alguna especialidad como la Geriatría, que nació en los años cuarenta, trata de recuperar la visión integral del anciano en sus aspectos somático, funcional, psíquico y social. Su ejemplo es seguido por la Medicina Interna, que trata de recuperar esa visión integradora que fue clásicamente suya, y que hoy debe compartir con la Geriatría cuyo objetivo directo son los pacientes geriátricos y frágiles.

La medicina sólo es una, y su objetivo es curar o ayudar al enfermo, con unos principios claros de ética, humanidad, beneficencia, y profesionalidad en su doble vertiente de ciencia y arte. Por ello debemos prestar atención a que junto a la medicina de estructura científica, pragmática y clásica de los países de nuestro entorno occidental, hoy más que en otras épocas, reaparecen o se introducen y desarrollan otras formas de concebir y practicar la medicina. Todas tienen aspectos aprovechables, pero es preciso evitar el intrusismo, y mantener un control de calidad, que solo los médicos pueden dar. Para ello existen la Ley de Colegios Profesionales y el compromiso de la Organización Médica Colegial ante la Unión Europa, que pueden garantizarlo y defenderlo.

Cuando el Dr. M. Azmani me pidió que hiciese el prólogo de su libro Medicina energética. Acupuntura, acepté con gusto y sin ninguna reserva, ya que conozco al Dr. Azmani desde hace muchos años y su persona, su trayectoria y formación, le hacen acreedor de una alta consideración.

El Dr. Azmani se licenció en la Facultad de Medicina de Sevilla en 1974, año en que abrió sus puertas el Hospital Clínico Universitario de Sevilla, hoy Hospital Universitario Virgen Macarena. En él realizó su residencia y obtuvo la especialidad de Medicina Interna y Aparato Digestivo, entre los años 1975 y 1979. En 1978 obtuvo el grado de licenciatura con sobresaliente.

Desde entonces su interés y dedicación a la práctica de la llamada medicina energética-acupuntura fueron bien patentes.

Recuerdo alguna guardia hecha con él, y entre ellas una de fin de semana, en la que en menos de 10 minutos, consiguió con sus agujas aliviar el dolor de muelas de un paciente que, cansado de acudir a odontólogos, servicios de urgencia de ambulatorios y hospitales de Sevilla, recaló en nuestro hospital presa de una gran agitación y con muestras evidentes de agresividad contra el personal sanitario. Protestaba por el largo peregrinaje y las muchas horas de dolor padecidas. Cuado el Dr. Azmani le propuso la acupuntura no le sonó bien aquello, y aunque accedió, advirtió de su posible reacción en caso de que aquello resultara una tomadura de pelo y un tiempo perdido.

A los pocos minutos no cabía en sí de asombro ante la rápida desaparición del dolor. No puedo transcribir aquí sus palabras, entre agradecido y admirado, por ir salpicadas de imprecaciones.

Terminada su especialidad, el Dr. Azmani me pidió que hablase con el profesor Enrique Romero Velasco, para que le permitiese organizar una consulta de acupuntura dentro del departamento.Quería practicar y difundir sus conocimientos de acupuntura y hacer su tesis doctoral.

Fue profesor ayudante de clases prácticas, honorario de Patología General y Propedéutica Clínica desde 1977 a 1988, y organizó una Unidad Clínica y Docente de Acupuntura que funcionó desde 1977 a 1990, fecha en que se incorporó como profesor al Máster Universitario de Acupuntura, que realiza nuestra Universidad de Sevilla.

En 1984 alcanzó el grado de Doctor con sus tesis “Tratamiento de la neuralgia esencial del trigémino con acupuntura”, con la calificación de Sobresaliente Cum Laude. La dirección del trabajo la llevé personalmente junto a los profesores y doctores Juan Jiménez Castellanos y Calvo Rubio (catedrático de Anatomía), y Enrique Romero Velasco (catedrático de Patología General).

En su afán de difundir sus conocimientos y aliviar a los pacientes ha organizado y dirigido cursos de especialización en acupuntura y de perfeccionamiento en acupuntura, digitopuntura y auriculopuntura, de forma ininterrumpida desde 1979 a 1990. Organizó y dirigió el Simposium Nacional de Acupuntura del año 1981 y colabora y participa en congresos y reuniones de acupuntura a nivel nacional y europeo.

Hago esta pequeña historia sobre el Dr. Azmani para resaltar que su práctica médica empezó con una formación previa en la medicina occidental tradicional, y que sobre esos conocimientos ha cimentado su formación en la medicina energética. Éste es un método que debe servir de ejemplo, y que le avala y destaca ante quienes practican formas de medicina, sin ninguna formación previa, tras haber realizado alguno de esos cursos que llaman de capacitación, o incluso considerados como Máster en la materia, en los que ni se exige formación previa científica, y que por supuesto no van tampoco seguidos de una formación y actualización continuada de calidad.

La obra del Dr. Azmani comprende tres tomos. En el primero expone a lo largo de diez secciones o capítulos, los fundamentos de la acupuntura de la medicina energética. Hace una revisión exhaustiva de ésta, que acompaña de una muy cuidada iconografía. En su texto abundan las aportaciones e ideas personales, como corresponde a quien domina la ciencia, la técnica y el arte de la materia. La fisiología de la acupuntura; el Yin-Yang; el pentágono energético; las normas y la técnica de acupuntura; la energía tanto fisiológica como patológica del cuerpo humano; los aspectos fisiopatológicos de los órganos y sistemas; los puntos energéticos, así como el pulso, son los aspectos que se estudian con detalle.

En el segundo volumen encontramos catorce secciones, en las que se contemplan los circuitos energéticos principales (meridianos) de los distintos órganos y sistemas, así como la red energética general y sus enlaces e interconexiones. Se completa este tratado con un tercer volumen dividido en sesenta y cuatro secciones, que analizan todos los circuitos energéticos secundarios “Lo transversales y longitudinales”; “Curiosos”; “Tendino-musculares“y “Distintos”. En ellos se estudian desde el punto de vista de la acupuntura, los aspectos particulares de cada afección o enfermedad, con las indicaciones precisas y las notas de técnica y arte adecuadas.

En síntesis, creo que la obra que ha escrito el Dr. Azmani representa una gran contribución, y es un libro de referencia, para todos los que seria y científicamente quieran iniciarse o profundizar en el campo de la acupuntura. Puede servir así mismo de tratado de referencia para profesionales expertos en la materia, ya que es una fuente interesante y hoy día imprescindible para cualquier estudioso en la materia.

PROF. DR. CARLOS MARTÍNEZ MANZANARES

De la Real Academia de Medicina de Sevilla

Medicina energética

Подняться наверх